«Me enamoraba cada vez más de la lucha»: RT muestra la cara femenina de las FARC
por Actualidad RT
9 años atrás 4 min lectura
26 de octubre 2016
Colombia camina hacia la paz con pasos indecisos. Y mientras el país no acaba de decidirse por el camino a tomar, miles de colombianos siguen viviendo en la selva como miembros de las FARC con la esperanza de poder incorporarse en breve a la vida civil y dejar atrás una guerra que dura ya más de medio siglo. Pero en sus vidas no solo hay armas: hay familia, amor, amistad. Hay arrepentimiento y hay orgullo. Y sobre todo, hay un estilo de vida diferente al que la mayoría de la gente conoce.
RT se ha adentrado en las entrañas de las selvas colombianas en las que se refugian miles de rebeldes de las FARC, que desde hace más de medio siglo luchan contra el Gobierno de su país. Las mujeres constituyen alrededor del 40% de esta guerrilla.
«Vengo de una familia muy pobre. Al ver que no tenía opción de estudiar, tomé la decisión de unirme a las FARC (…) veía a la guerrilla andando por ahí y ayudando mucho a la gente, dándoles medicinas… y entonces empecé a enamorarme de ella», cuenta Cristina, de 27 años y miembro de las FARC desde los 13 años. «Una vez aquí me fui enamorando cada vez más de la lucha, porque es muy justa», añade.
«¿Por qué me abandonaron?»
Muchos estudiantes escolares de primaria de Medellín nunca han visto batallas con carros de combate y helicópteros en sus calles, pero eso no significa que ellos o sus familias no se hayan visto afectados por el conflicto.
Es el caso del hijo de la comandante de pelotón Patricia, de 40 años, y más de 20 a sus espaldas en la guerrilla. RT fue a visitarle. «Yo nunca les conté a mis amigos que mi mamá y mi papá son guerrilleros, lo guardo en secreto», confiesa el menor. «La pregunta que le quiero hacer a mi mamá y a mi papá es, ¿por qué me dejaron desde chiquito?», afirma.
Por su parte, Patricia reconoce que desde las selvas colombianas una no puede darle a sus hijos «ese amor de madre que se merecen cuando nacen». «A veces es mejor no tenerlos porque ellos se quedan por allá y ya el amor pasa a ser la lucha que libra una aquí», indica.
Fusión con la población local
El ‘Che’ Guevara escribió que el éxito en la guerra de guerrillas depende del apoyo de la población local. A menudo no es fácil distinguir entre un miembro de la FARC y un simple campesino, pero cuando los guerrilleros cambian el camuflaje y las botas militares por botas de fútbol y ropa de deporte, distinguirlos pasa a ser imposible.
«El fúlbol es muy importante porque jugamos con las compañeras civiles. Eso nos hace sentir orgullosas», declara Valentina, de 19 años y miembro de las FARC desde los 13 años. La joven sostiene que es mentira que a la guerrilla se ingrese «a la fuerza». «Vine aquí y me gustaron las FARC», sostiene Valentina, añadiendo que ella se unió a la causa al ver la pobreza, la desigualdad y la miseria que rodea a diario a la población.
«Miedo a que el Gobierno trame algo»
Cristina confiesa que «todos los guerrilleros» sienten miedo de que el Gobierno esté tramando algo para después de que la guerrilla deje las armas y empiecen «a acabar» con ellos. «Ya uno tiene experiencias y ha visto lo que ha pasado con otros movimientos. Sentimos miedo pero estamos optimistas y esperamos que el Gobierno cumpla», concluye.
Por su parte, Oriana, que pasó 7 años en prisión por colaborar con las FARC, critica las dificultades que interpone el Estado en relación a la reinserción de los guerrilleros. «Al salir [de la cárcel] una amiga me ayudó a buscar un trabajo. Duré trabajando como 4 meses y al darse cuenta de que yo era guerrillera, me echaron», relata esta mujer de 35 años. «El mismo Estado le obliga a uno que se vuelva a la guerrilla otra vez porque no brindan garantías«, denuncia.
Colombia: camino hacia la paz
El Gobierno colombiano y las FARC firmaron el pasado 26 de septiembre un acuerdo de paz tras un largo proceso de negociaciones en Cuba. Sin embargo, el pacto fue rechazado por los colombianos en el plebiscito celebrado el 2 de octubre. Ambas partes han confirmado su disposición a revisar el acuerdo y mantener el proceso.
Pese al revés que recibió con el resultado del plebiscito, el Ejecutivo decidió avanzar con el proceso de paz y acordó el inicio del diálogo con el otro grupo armado de Colombia: el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
*Fuente: Actualidad RT
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