La persistencia de valores y actitudes autoritarias: una barrera en la lucha contra la impunidad y el olvido
por Omar Sagredo M. (Chile)
7 años atrás 4 min lectura
El pasado jueves 19 de abril, el diputado Ignacio Urrutia (Unión Demócrata Independiente – UDI) sumó un nuevo acto de descrédito hacia las violaciones a los derechos humanos perpetradas por la dictadura cívico-militar. Enalteciendo el retiro por parte del gobierno de Sebastián Piñera del proyecto de ley que planteaba otorgar una reparación económica a las víctimas, el parlamentario gremialista, en sesión oficial del Congreso, calificó a los sobrevivientes de prisión política y torturas como “terroristas con aguinaldo”. Anteriormente, el 11 de septiembre de 2012, Urrutia interrumpió el minuto de silencio de la Cámara de Diputados relativo a la memoria de las víctimas, aludiendo al ex presidente Salvador Allende como un “cobarde que se suicidó”, mientras que, a comienzos de 2017, realzó la figura de Augusto Pinochet y su régimen, rechazando el proyecto ley que buscaba condenar la negación de los delitos de lesa humanidad cometidos por la dictadura.
Luego de su más reciente intervención, Urrutia recibió el respaldo del ex candidato presidencial, José Antonio Kast, quien señaló que proyectos como estos dividen al país. Por su parte, los parlamentarios Pablo Prieto (Renovación Nacional) y Jorge Alessandri (UDI), objetaron las críticas que la Subsecretaria de Derechos Humanos, Lorena Recabarren, manifestó en relación a las declaraciones de Urrutia.
Acciones de esta naturaleza, su escaza condena pública y la imposibilidad de aplicar castigos efectivos, despiertan interrogantes sobre la situación de la democracia en Chile, en particular, sobre la real certidumbre y validez de las políticas de no repetición del terrorismo de Estado. Cuestionar, matizar o invalidar las violaciones a los derechos humanos, así como ensalzar a los responsables de estos crímenes, constituyen, por una parte, actos atentatorios contra las certezas oficiales que el Estado ha construido a través de dos informes de verdad (Rettig y Valech). Por otro lado, representan también violaciones a disposiciones internacionales sobre justicia transicional en materia de reconocimiento de la verdad, promoción de la memoria y reparación simbólica para las víctimas.
Respecto de las negaciones de las violaciones a los derechos humanos, en legislaciones internacionales, afirmaciones como las del diputado Urrutia, hubieran sido no sólo rechazadas públicamente, sino que castigadas penalmente. Si bien, en diversas jurisdicciones se prohíben discursos de odio racial o étnico, en Europa destacan normativas que califican como delitos acciones de negación, matización o rechazo de los crímenes de lesa humanidad. Una de las experiencias de mayor reconocimiento es la de Alemania, en cuya legislación se encuentran penalizados los discursos y acciones que glorifiquen o justifiquen al gobierno nacionalsocialista, sus simbólicos y prácticas, a través del Artículo 130 del Código Penal Alemán, vigente desde 1995. Esta norma, que prevé la imposición de multas y penas de hasta cinco años de cárcel para quienes nieguen o banalicen el Holocausto, es el resultado de una serie de acciones judiciales tendientes a luchar contra la violencia racista. A partir de la aplicación de esta ley, han sido condenados alemanes y extranjeros, ya que la normativa es extensiva a ciudadanos no alemanes y a situaciones ocurridas fuera del territorio alemán. Un destacando caso es el del historiador británico David Irving, quien fue sentenciado en 2005 en Austria, a tres años de prisión efectiva tras haber matizado el funcionamiento del emblemático campo de concentración de Auschwitz.
En relación, por otro lado, a las políticas de memoria, la negación de los crímenes del régimen de Pinochet no es sólo una acción antónima respecto de la lucha contra la impunidad y el olvido, sino que, además, atenta contra las garantías de no repetición, específicamente, sobre el derecho a la reparación simbólica de las víctimas y familiares. Resoluciones del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas y la Corte Interamericana de Derechos Humanos, han señalado la obligación no sólo de reparar materialmente a las víctimas, sino que también el deber de reponer o garantizar su buen nombre y su derecho a la verdad sobre los hechos ocurridos. De este modo, descalificar a las víctimas y/o negar las violaciones a los derechos humanos, representan acciones contrarias al proceso de verdad, justicia y reparación en su conjunto y no deben ser aceptadas bajo la “libertad de expresión”.
En definitiva, las declaraciones del diputado Urrutia y otros actores políticos en materia de negación, constituyen lo que el sociólogo Manuel Antonio Garretón reconoció como un enclave autoritario relativo a la presencia de valores, mentalidades y actitudes propiamente antidemocráticas o autoritarias. Este problema se configura como una limitante para la consolidación de la democracia en el campo de la discusión ideológica respecto de la relación entre pasado, presente y futuro en nuestra sociedad. Por cierto, este importante asunto demanda un rol activo de la sociedad civil, en particular, de los sitios de memoria, respecto de la educación en derechos humanos y la apertura de fuentes históricas para el estudio del pasado reciente.
El autor, Omar Sagredo M., es Encargado del Archivo Oral de la Corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi
Artículos Relacionados
Declaración en rechazo al Premio Nacional de Medicina 2018 otorgado al Doctor Otto Dörr
por Asociación por la Memoria y los Derechos Humanos Colonia Dignidad (Chile)
7 años atrás 5 min lectura
En Colombia rechazaron los acuerdos de paz
por Katalina Vásquez Guzmán (Argentina)
9 años atrás 7 min lectura
«Aunque los pasos toquen», un viaje a la memoria
por Illapu
2 años atrás 2 min lectura
Grecia: Refugiados en el Egeo. Con rumbo a lo desconocido
por Kostís Kekeliadis (Tessalónika, Grecia)
10 años atrás 11 min lectura
Catalina Muñoz, fusilada por los franquistas, llevaba consigo un cascabel de su bebe
por Medios (España)
2 años atrás 8 min lectura
¿Túneles en Colonia Dignidad? Parte II
por Angel Tamayo (Chile)
3 meses atrás 11 min lectura
Campaña para exigir la expropiación de la Ex-Colonia Dignidad
por Asociación por la Memoria y los Derechos Humanos Colonia Dignidad y la Comisión Nacional de Derechos Humanos Chile-Suecia
7 días atrás
02 de mayo de 2025
Señor Boric: «nos dirigimos a Ud. para exigir que sean adoptadas todas las medidas necesarias, que aseguren sin tardar la expropiación de la ex Colonia Dignidad y cumplir así con el deber histórico de proteger los derechos humanos, hacer justicia y dar señales claras para que nunca más ocurran estas prácticas fascistas.»
Por la libertad de todos los presos políticos de la revuelta, de los comuneros mapuches
por Comisión Nacional de Derechos Humanos Chile-Suecia
1 semana atrás
30 de abril de 2025
La Comisión Nacional de Derechos Humanos Chile-Suecia y la Red Internacional de Apoyo a los Presos Políticos en Chile (RIAPPECH) damos inicio a una campaña de recolección de firmas digitales para solicitarle al presidente Gabriel Boric Font que haga uso de sus atribuciones como presidente, para otorgarle el indulto a todos los presos políticos que aún permanecen en las cárceles del país.
Maldivas ratifica prohibición de entrada al país de israelíes
por Prensa Latina (Malé, Islas Maldivas)
3 semanas atrás
18 de abril de 2025
El Gobierno de Maldivas reafirmó su firme solidaridad con la causa palestina y su firme compromiso con la promoción y protección de los derechos del pueblo palestino, indicó la fuente oficial.
El nuevo negocio de Israel: acarrear turistas, por US$ 800, para que vean la destrucción de Gaza
por Resumen Latinoamericano Contrainformación
3 semanas atrás
15 de abril de 2025 En la Palestina ocupada la perversidad, el sadismo y la criminalidad van de la mano de sus ejecutores… los sionistas. Pruebas al canto: …