El Opus Dei y Cardenal Medina tras el Arzobispado de Santiago

Circula un buen Análisis de Coyuntura Político Eclesial en que se
denuncia la manipulación que están haciendo el Opus Dei y el cardenal
Medina sobre el nombre del Sucesor en el Arzobispado de Santiago. Ante
esto la Nunciatura no se pronuncia y avala el secretismo que caracteriza
el nombramiento de obispos.

Cardenal Medina Incide en nueva “Terna” a Roma

El cardenal Jorge Medina, aparte de su obsesión por condenar aspectos
relacionados con la moral sexual, desde su particular visión de la vida
de pareja, tiene otro mérito que lo distingue; intervenir ante la Santa
Sede en forma indirecta y reservada. Claro, como lo hizo, según El
Mercurio del 5/4/1999,  ante el propio Papa para obtener la libertad de
su amigo, el general Pinochet, detenido en Londres por crímenes de lesa
humanidad.

Ya retirado en su apacible departamento de Las Condes, dicen sus amigos,
contesta llamados telefónicos de obispos que le piden un consejo u
orientación. Sin duda que el cardenal sigue insistiendo en que los que
piden Justicia ante los atropellos de los derechos humanos cometidos por
militares o carabineros, están dominados por el odio o la venganza. Don
Jorge exhorta, junto a otros prelados, que sólo es cristiano el olvido y
el perdón. Clama al cielo para que se acepte la Impunidad en el
Bicentenario!

La ciudadanía y el laicado bien formado (como dice Medina) no pueden
aceptar estas particulares y unilaterales visiones sobre el derecho a la
Justicia. Ese discurso ofensivo y repetitivo sobre el perdón tiene otro
sentido; Si se usa el perdón para obstaculizar la Justicia,
simplemente, se consagra la iniquidad  y eso es contrario al Evangelio!

Pero, como dicen sus amigos en Roma, a este cardenal no le gustan los
Jesuitas -igual que a su gran amigo de andanzas; don Orito-. Es
contrario al espíritu del Concilio y, desde esa perspectiva muchos
personajes del alto empresariado y eclesiásticos “con buena llegada a la
Curia” están haciendo grandes esfuerzos por lograr instalar en el
Arzobispado de Santiago a un obispo que tenga autoridad reduccionista y
“condiciones esenciales” según sus palabras a Que Pasa del 11/6/2010.
Otros importantes factores cristianos son secundarios. ¿Actúo Jesús
alguna vez como este cardenal? No!

Ahora, hay que reconocer que maniobras e intrigas más o menos, don Jorge
y sus campechanos amigos han obtenido significativos triunfos, no
definitivos, pero hasta ahora con el cardenal Giovanni Battista Re a la
cabeza y cardenales afines a la Obra en Roma han logrado tejer un
laberinto de caídas en gracia o desgracia, nombres que suben y bajan de
la secretísima Terna del cual saldrá, finalmente, el nuevo Arzobispo de
Santiago. El secretismo de la Nunciatura es buen caldo de cultivo para
estas acciones.

A aquellas personas interesadas en serio por el devenir de nuestra
Iglesia, no les debe sorprender que el cardenal Medina diga con todas
sus letras en Que Pasa: “Alguien con la altura moral del obispo de San
Bernardo no se iba a prestar para el soplonaje… El trabajaba como
abogado en Carabineros y esta institución pertenece al Obispado
Castrense, que es una institución de la Iglesia y vinculada al gobierno”
Tal cual!

Es justo y necesario recordar hoy a la luz de los hechos relatados y,
libre de todo prejuicio, la sabia reflexión que nos dejó uno de los más
brillantes teólogos del Vaticano II y del siglo pasado: “Antes del
Concilio pudo una mentalidad clerical afirmar que la falsedad y el mal
carecían de derechos o, en todo caso, solo por razones tácticas podían
tolerarse. Después del Concilio, semejante concepción debe ser condenada
en nombre del cristianismo. No se podrá ya limitar la libertad de los
demás en nombre de la verdad del cristianismo” (Kart Rahner, SJ). Don
Jorge; esto no es “magisterio paralelo”!

Las Andanzas de don Felipe Bacarreza

El pasado 10 de junio estaba de cumpleaños (62) don Felipe y en su
residencia de Los Angeles esperaba expectante reacciones a su Carta
enviada a sus hermanos obispos. Pero, como siempre, El Mercurio la
entregó en exclusiva y demostró que este religioso, para variar, también
oriundo de El Bosque y formado en su juventud por el famoso “guía
espiritual” Fernando Karadima, no acepta que critiquen fraternalmente a
Juan Pablo II, a pesar de todo lo grave que se está descubriendo sobre
el repugnante “caso Maciel” y otros actos de abusos a menores en el
mundo como ya todos saben.

Pero, don Felipe una vez ordenado sacerdote por el inolvidable Cardenal
sin dobleces que fue Raúl Silva Henríquez -y que está limpiamente en la
historia de Chile- se fue a estudiar a Roma. Allí, aparte de sus
estudios, aprendió ciertos códigos y movimientos internos de la sui
generis estructura curial que, desde los famosos Dicasterios se sabe
-más o menos- lo que se dice y hace al interior de la Iglesia esparcida
por el mundo.

Además don Felipe tiene su historia. Fue en 1992, siendo obispo auxiliar
en Concepción y desatada la polémica por un proyecto del Mineduc sobre
la educación sexual, que concede una entrevista a El Mercurio
(28/6/1992, E 8) en que indica que dicho texto “prescinde totalmente de
la castidad, olvida la doctrina de la Iglesia separando al sexo del amor
mutuo y de la fecundidad” entre otras personales y locuaces
afirmaciones.

Pero ese mismo año se produjo una seria y bien fundada crítica a
Monseñor Bacarreza a raíz de su entrevista. La presentó el religioso
Barnabita (Doctor en filosofía, letras e historia de la Universidad de
Turín), P. Aquiles Enzo, subrayando tres ideas fuerza sobre lo expuesto
por el entrevistado: 1. La matriz fundamental de la entrevista de Mons.
Bacarreza es el catolicismo tradicionalista. 2. El catolicismo
tradicionalista de Mons. Bacarreza es un “tradicionalismo sin Lefebre”. 3
.El “tradicionalismo sin Lefebre” tiene su raíz en las ambigüedades del
Concilio II y del Postconcilio.

Agrega el profesor Enzo en su escrito que “el reloj de Mons. Bacarreza
se paró el 26 de noviembre de 1648, la fecha del breve papal con el que
Inocencio X protestó en vano contra los artículos del Tratado de
Westfalia en materia religiosa…En una sociedad pluralista es necesaria
la tolerancia sea como método de convivencia civil, fundado sobre la
persuasión… sea por una razón moral: el respeto de la persona ajena. En
este caso también no hay ninguna actitud de indiferencia hacia la
verdad, porque el fundamento de la tolerancia no es necesariamente la
renuncia a la verdad, sino la adhesión a un principio moral absoluto: el
respeto a la persona ajena”.

Seguro de contar con “guardianes y custodios” aquí y en Roma, don Felipe
ahora vuelve a la carga con mayores bríos. Trata de mover condenas de
la Conferencia Episcopal hacia un religioso ejemplar que tanto bien le
ha hecho a Chile. Además, a este Jesuita vilipendiado por don Felipe los
jóvenes sí le creen. La opinión pública sabe bien quién falta a la
verdad en temas como pobreza, exclusión, justicia, DDHH, etc.

El “espectáculo penoso y lamentable” lo dan personajes como don Juan
Ignacio y don Felipe que por años callaron los crímenes de la dictadura
militar, entre ellos el martirio de 5 jóvenes sacerdotes asesinados. O,
como en Los Ángeles que se abstuvieron de participar y difundir las
Conclusiones de la histórica Conferencia de Aparecida. El Arzobispado de
Santiago se merece y necesita un Pastor acogedor e irreprochable!

¿Quo Vadis Iglesia de Santiago?

La Iglesia de América Latina está ante un desafío mucho más difícil que
el de los regímenes militares. Porque ahora sí que las fuerzas son
infinitamente más poderosas…no se trata de un grupo de generales, sino
de un conjunto de fuerzas multinacionales, internacionales que logran
sintetizar e integrar al conjunto de la vida económica del mundo actual y
esto va a iniciar una batalla mucho más difícil.

La Iglesia de Santiago hace años acogió las valiosas Conclusiones de su
IX Sínodo en que escuchó las opiniones de las Comunidades y personal
consagrado sobre diversas materias, todo en un ambiente fraterno y de
respeto mutuo. Fueron las Comunidades parroquiales las que hicieron un
llamado para que la jerarquía de la Iglesia -como servidora de la
humanidad- hiciera esfuerzos para ver los nuevos tiempos y no apareciera
como una instancia autoritaria o impositiva en especial hacia los
jóvenes.

En este contexto de situaciones, en 2004 por ejemplo sobre el tema
“píldora del día después” el sector más conservador de la Iglesia se
pronunció con poca prudencia y poco respeto hacia las mujeres. En
efecto, desde Roma el cardenal Medina, sentenció que:“el uso de la
píldora es inmoral incluso en casos de violación” Y, a reglón seguido
declaró el obispo de S. Bernardo -del Opus Dei- que los parlamentarios
defensores de dicho fármaco eran promotores de “una mentalidad
abortista” y acusó al gobierno de la época de “impulsar una política
inmoral”. ¿Es este un lenguaje misericordioso?…

Ahora que estamos ad portas de conocer el nombre del nuevo Arzobispo de
Santiago, no se puede descalificar a quienes tratan de entregar una
palabra de apoyo o rechazo a tal o cual nombre. Más aun si consideramos
lo turbio que rodea los nombramientos, es decir, ese afán de secretismo
extremo ayuda a que se desaten pasiones. En esto hemos de ser claros y
decir sí o no a lo que hemos visto; los Pastores están llamados a
entregar argumentos sólidos e inteligentes para dar razón creíble a la
esperanza cristiana.

Amplios sectores de laicos y Comunidades saben bien que la Iglesia no
quiere reducir los temas valóricos solo a la cuestión sexual-familiar.
Pero obispos como don Juan Ignacio o don Felipe, insisten más en la
condena e imposición relegando a un segundo plano las preocupaciones
propias de la Iglesia como la pobreza, la justicia, la discriminación,
la solidaridad, la inequidad y los derechos humanos. Con esta praxis
estos Pastores le hacen un flaco favor al mensaje de Jesús y a la propia
Iglesia.

Para estos momentos tensos que vive nuestra Iglesia sería recomendable
que nuestros Pastores sepan captar que la diversidad y pluralidad que
rodean el día a día de los ciudadanos es una excelente oportunidad para
la Misión. En este nuevo siglo y después de la Conf. de Aparecida no es
aceptable el selvático argumento integrista de que “soy el obispo y no
tengo que escuchar a los sacerdotes o laicos para tomar decisiones…”.

Tampoco es aceptable la descalificación entre la amplia Comunidad a que
estamos todos llamados. No hace bien la ligereza de algunos al calificar
en buenos o malos los pasos del laicado y, menos arrogarse el derecho a
catalogar a las personas si tienen “criterio bien formado o una fe
inmadura”. Más aun si estas descalificaciones vienen de algún eterno y
celoso funcionario de la jerarquía con un pasado europeo non sancto.

ORACION: Señor Jesucristo ¡Sálvame de la opresión de los poderosos!
Señor a los profetas los matan, a los pobres los ignoran. Tu Buena
Noticia está amordaza.


Santiago de Chile, 30 de junio 2010

Fuente: Reflexión y Liberación