Esa legión de desesperados que se rebelan ante el destino amargo que el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional han escrito, al dictado de las grandes corporaciones económicas que gobiernan a los gobernantes, surge del fondo de nuestra propia Historia. Forman una riada humana incontenible de acreedores individuales, que vienen a cobrar una vieja deuda colectiva. (Y no tan vieja, ya que se sigue incrementando con las distintas formas de latrocinio que escondemos con eufemismos como libre mercado). La inmensa mayoría de sus integrantes ni siquiera lo sabe. Muy pocos lo sospechan, algunos lo intuyen, pero no pueden saberlo: se lo impide el mismo sistema económico que los empobreció. Lo hace para que nunca lleguen a exigir la reparación histórica a que tienen derecho, desde la devolución de riquezas acumuladas a su costa hasta la memoria histórica de los crímenes que se cometieron contra ellos. Los pagarés morales que nos presentan no tienen escritas cantidades de dinero ni reivindicaciones políticas. Lo único que piden es trabajo. Quieren vendernos lo único que les queda: capacidad laboral, fuerza y habilidad para un tajo ajeno. Por una vez, esperan que se lo compremos en lugar de robárselo, como en tantas ocasiones desde la esclavitud hasta el neocolonialismo. Aceptan que serán explotados, saben que su trabajo contribuirá a que, como siempre, se enriquezcan los privilegiados por esa Historia de injusticias contadas como hazañas. Y tienen que resignarse al pequeño beneficio de un salario muchas veces injusto, cuando la falta de papeles aumenta su indefensión.
Claro que los entiendo. Es preciso un acto de mala voluntad para no comprenderlos. Todos somos testigos de cómo se conforman con malvivir, privándose de cuanto no resulte imprescindible, para enviar sus ahorros a sus familias. Modestas remesas de dinero que habrán de resultar decisivas en sus lugares de origen. Quien necesite ejemplos para entenderlo, que se de una vuelta por Extremadura o por Galicia, que pasee por sus campos y ciudades con los ojos abiertos y pregunte. Oirá las mismas respuestas que si lo hace por la serranía de Cuenca, en Ecuador: el dinero de los emigrantes.
Artículos Relacionados
La posibilidad de salir de la lógica de guerra civil en Ucrania
por OpenLeft.ru
10 años atrás 9 min lectura
Debate Alberto Mayol y Beatriz Sánchez: mucha inteligencia y poca emoción
por Rafael Luis Gumucio Rivas, El Viejo (Chile)
7 años atrás 6 min lectura
Tres mujeres protagonistas de la política nacional
por Hernán Narbona V. (Chile)
18 años atrás 3 min lectura
Pinochet, ¿un presidente más?
por Hermes H. Benítez (Edmonton, Canadá)
16 años atrás 6 min lectura
La «paciencia estratégica» de Irán se eleva a disuasión seria
por Pepe Escobar (Desde Moscú)
2 horas atrás
Los ataques de represalia de Irán contra Israel no se llevaron a cabo en solitario. Los socios estratégicos Rusia y China cubren las espaldas de Teherán, y su papel en el conflicto de Asia Occidental no hará sino crecer si EEUU no mantiene a Israel a raya.
Consejo de Seguridad: Estados Unidos veta resolución que recomienda a Palestina como Estado Miembro de Naciones Unidas
por Nicolás Boeglin (Costa Rica)
5 horas atrás
El veto de Estados Unidos este 18 de abril del 2024 será probablemente recordado como un grave error de apreciación del aparato diplomático norteamericano.
Su incondicional apoyo a Israel en Gaza desde la tarde/noche del 7 de octubre, hace que Estados Unidos haya socavado gran parte de su credibilidad en diversas latitudes del mundo.
La «paciencia estratégica» de Irán se eleva a disuasión seria
por Pepe Escobar (Desde Moscú)
2 horas atrás
Los ataques de represalia de Irán contra Israel no se llevaron a cabo en solitario. Los socios estratégicos Rusia y China cubren las espaldas de Teherán, y su papel en el conflicto de Asia Occidental no hará sino crecer si EEUU no mantiene a Israel a raya.
A los saharauis: «Para ganar batallas, es importante practicar activamente los valores de la solidaridad, el compromiso, la disciplina y la lucha»
por Luis Portillo Pasqual del Riquelme (España)
1 día atrás
«Creo que el FP debería plantearse estas cuestiones, ocuparse mejor de encuadrar a su gente, enseñarles a trabajar en la clandestinidad, mejorar la organización para no hacer –como hoy- el ridículo ante el enemigo.»