Argentina juzga a los encubridores de los vuelos de la muerte de la dictadura
por Historia de Mar Centenera (Argentina)
9 meses atrás 5 min lectura
Imagen superior: Un avión de los vuelos de la muerte en lo que fuera el centro de detención y tortura en la dictadura argentina, ahora Museo Sitio de la Memoria, en Buenos Aires.© Mariana Eliano (EL PAÍS)
02 de noviembre de 2024
En diciembre de 1978, los vientos fuertes del sudeste arrastraron desde el mar hasta distintas playas de Argentina una docena de cadáveres. Estaban desnudos y tenían signos de haber padecido una muerte violenta. Pero ninguno de esos casos derivó en una investigación judicial sino que fueron trasladados en sigilo hasta cementerios cercanos y enterrados como NN (sin identificar). Policías, jueces y funcionarios municipales actuaron de forma coordinada para evitar que saliese a la luz que eran víctimas de los vuelos de la muerte con los que la dictadura se deshacía de los cuerpos de los secuestrados. Más de 45 años después, la Justicia argentina sienta por primera vez en el banquillo a los presuntos responsables de esa red de encubrimiento.
“Los cuerpos aparecieron desparramados en una franja costera de unos 150 kilómetros de largo”, cuenta Daniel Iglesias, autor de una investigación que dio las primeras pistas para esclarecer lo sucedido. Iglesias encontró más de una veintena de expedientes de cuerpos devueltos por el mar entre 1977 y 1978 que habían sido enterrados sin identificar. “En ninguno de los casos se mandó a policías a ver si encontraba un familiar o se llamó a la prensa o se hizo lo posible por identificar el cuerpo. El juez no hizo nada, cuando era su responsabilidad”, agrega Iglesias desde Villa Gesell, una de las localidades donde aparecieron víctimas de los vuelos de la muerte.
La causa tiene como imputados al juez de instrucción de Dolores en ese momento, Carlos Facio; al médico policial Miguel Cabral, acusado de haber ocultado que que fueron víctimas de muerte violenta en cuatro expedientes; siete exagentes de la policía bonaerense y funcionarios municipales. Tras una primera audiencia preliminar la semana pasada, este jueves declararán de forma anticipada los primeros testigos y a principios del año que viene, los demás, en el juicio que tendrá lugar en la ciudad de Mar del Plata.
El abogado querellante Pablo Llonto destaca la importancia de un juicio que busca arrojar luz sobre la última etapa del plan sistemático de exterminio puesto en marcha por la dictadura que gobernó Argentina entre 1976 y 1983. La Justicia ha condenado a más de mil personas, en su mayoría militares, por los crímenes de lesa humanidad perpetrados en ese período. El régimen militar abrió cientos de centros clandestinos de detención por todo el país y en Buenos Aires y sus alrededores, uno de los mecanismos más habituales para deshacerse de los secuestrados fue subirlos a aviones y arrojarlos, drogados y maniatados, al Río de la Plata o al Océano Atlántico.

Uno de los cuerpos que estuvo tres décadas sin identificar fue el de Santiago Villanueva, militante de la agrupación Juventud Peronista, que fue secuestrado el 26 de julio de 1978. Su hijo mayor, Guillermo, tenía en ese momento 12 años.
“Pasé toda la vida buscándolo y jamás pensé que lo íbamos a encontrar”,
asegura al recordar una desaparición que marcó la vida de toda su familia.
A sus 57 años, Guillermo Villanueva se prepara para testificar ante un juez por tercera vez en su vida. Aún recuerda con cierta incredulidad el momento en el que el Equipo Argentino de Antropología Forense le anunció que habían identificado los restos de su padre. El ADN de los restos exhumados del cementerio de Villa Gesell coincidía con el de su tío Ernesto Villanueva, hermano del desaparecido. Los antropólogos forenses supieron dónde excavar gracias a un cuaderno del cementerio en el que se anotaba a mano dónde se enterraba cada muerto. Santiago Villanueva figuraba como “Saladito NN”.
“Llamaban saladitos a los cuerpos que venían del mar”,
cuenta Guillermo.
La identificación se realizó en el 2005 y en el 2006 le entregaron los restos, que hoy descansan en el cementerio de Chacarita, el más grande de Buenos Aires.
“Estaba entero, menos las manos. Fue impactante tener la oportunidad de encontrarlo por última vez”,
recuerda Guillermo Villanueva.
“Fueron 15 minutos que estuve con él después de 30 años y ahí la historia empezó a cambiar: de una persona desaparecida a una persona aparecida. Entendí por qué había luchado tantos años por mantener viva la memoria y cómo encontrarlo devolvía la dignidad a mi familia”,
continúa. Su objetivo ahora es que se haga justicia, aunque lo que más desearía es que sus compañeros recuperasen también los restos de sus familiares, que siguen desaparecidos.
“Somos muy pocos los que tuvimos la suerte de encontrarlos”,
concluye.

Artículos Relacionados
Haciendo historia: 15 mujeres mayas de Sepur Zarco enfrentan la barbarie militar
por Eugenia Gutiérrez, Colectivo Radio Zapatista (Mèxico)
9 años atrás 7 min lectura
IBM y los nazis: La multinacional colaboró activamente en el holocausto
por Roberto Bardini (Movimiento Bambú)
11 años atrás 13 min lectura
Salka Embarek: «Soy el Sáhara»
por Capire
1 año atrás 3 min lectura
Lula: reconstruyendo la voz de Latinoamérica
por Félix Madariaga (Chile)
4 semanas atrás 5 min lectura
El negacionismo no debe continuar a 50 años del golpe civil-militar de 1973
por Enrique Villanueva Molina (Chile)
2 años atrás 9 min lectura
ONG La Casona de los Jóvenes ante Amenaza de Desalojo Casona Escuela de Artes y Oficios
por La Casona de los Jóvenes (Chile)
2 años atrás 3 min lectura
Dentro de la saga Epstein: vínculos con el servicio de espionaje israelí y presidentes de EEUU
por Maryam Qarehgozlou
58 mins atrás
29 de julio de 2025
Según un informe de WSJ, el ex primer ministro israelí Ehud Barak y Epstein se reunieron aproximadamente 30 veces entre 2013 y 2017 en las residencias de Epstein en Florida y Nueva York, incluida una instancia en 2014 cuando el ex primer ministro israelí acompañó a Epstein en su jet privado de Palm Beach a Tampa, después de lo cual Epstein continuó hacia Nueva York.
«Estamos ahora trabajando en medio de la muerte, y los tanques no están sino a unos pocos metros de nosotros…»
por Complejo Médico Nasser (Gaza, Palestina)
2 días atrás
27 de julio de 2025
Estamos más cerca del final que de la vida.
Los soldados no distinguen entre un niño o un anciano, entre un médico o una enfermera.
Pero seguimos aquí, no porque no tengamos miedo. sino porque nuestra humanidad no nos permite marcharnos.
«Estamos ahora trabajando en medio de la muerte, y los tanques no están sino a unos pocos metros de nosotros…»
por Complejo Médico Nasser (Gaza, Palestina)
2 días atrás
27 de julio de 2025
Estamos más cerca del final que de la vida.
Los soldados no distinguen entre un niño o un anciano, entre un médico o una enfermera.
Pero seguimos aquí, no porque no tengamos miedo. sino porque nuestra humanidad no nos permite marcharnos.
Detenidos, golpeados y encarcelados por denunciar el asesinato de niños palestinos
por Spanish Revolution
4 días atrás
25 de julio de 2025
La hipocresía de occidente cuando habla de la «Guerra de Israel en Gaza» no tiene nombre. Quienes expresan su solidaridad con Palestina en Europa y EE.UU. pagan sufriendo la represión brutal de la policía. ¿En qué mundo vivimos?