Ecuador: «Nosotras no queremos que el Ecuador vuelva a la normalidad»
por J. Bilbao (Ecuador)
6 años atrás 6 min lectura
20 de octubre 2019

Nos negamos a asumir la normalidad. No cesaremos en nuestra inextinguible batalla por desmantelar la normalidad, por comenzar a construir lo extraordinario.
Desde el 13 de octubre venimos celebrando, inmersas en una vorágine de sentimientos encontrados —el orgullo, el alivio, la alegría, esperanza y zozobra se entremezclan y desembocan en una nueva dimensión emocional para la cual aún no hemos hallado el término apropiado— lo que representa un gran logro para las clases populares del Ecuador como fruto de la valiente, perseverante y lúcida acción de resistencia liderada por lxs compañerxs indígenas del Ecuador, en unión con los diversos colectivos populares y movimientos sociales vinculadxs al movimiento feminista, a la lucha organizada de trabajadorxs, campesinxs, artesanxs, estudiantes y muchxs más: la derogatoria del decreto 883 —que estipulaba la eliminación del subsidio al combustible y la liberación de los precios del diésel y la gasolina extra a costos internacionales—, como fruto de un claro fracaso de la estrategia represiva, criminalizadora y negligente de un gobierno que se vio obligado a aceptar la propuesta de negociación pública y televisada planteada por el pueblo en resistencia, representada por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie).
La noche del 13 de octubre, quienes nos mantuvimos pegados a la pantalla de nuestros televisores, computadores y celulares, fuimos testigos de un claro acto de auto-humillación por parte del propio presidente Moreno
La noche del 13 de octubre, quienes nos mantuvimos pegados a la pantalla de nuestros televisores, computadores y celulares, fuimos testigxs de un claro acto de auto-humillación por parte del propio presidente Moreno y su equipo de Gobierno, quienes definitivamente vieron frustrada su última oportunidad de pretender hacer creer al pueblo ecuatoriano que obran en pro de sus necesidades y en aras de redirigir las enrevesadas riendas políticas, económicas y sociales de un país históricamente sometido al rentismo y a la concatenación de las sangrantes deudas con el capital transnacional —las eternas deudas que han condenado a las clases populares, campesinas y racializadas a la progresiva pauperización mediante la descarada bifurcación de la riqueza pública hacia los voluminosos caudales de la parasitaria lumpenburguesía local y los abusivos acreedores internacionales—.
Celebramos como un gran logro, el punto de inflexión que supuso el mero hecho de que la negociación fuese televisada y, por ende, alcanzara a gran parte de la ciudadanía ecuatoriana: muchas personas que la siguieron, contaminadas en exceso por no haber podido o querido salvaguardarse de la obvia tergiversación de la función originaria de la comunicación por parte de los medios tradicionales convertidos en aparatos de propaganda y blindaje de los poderes fácticos del Ecuador, desecharon muy probablemente la banda que les había impedido, por mucho tiempo, comprender lo que estaba ocurriendo con su amada patria.
Lo mainstream, lo diseñado para adormecer y promover el odio y el miedo al diferente, al indio, al pobre, al rojo o a la feminazi, no tuvo esa noche, aunque fuese por una sola vez en la historia, otra que reflejar la aplastante verdad que tanto trabajo le había costado ocultar: la voz sensata y clara de lxs olvidadxs y marginadxs que, una vez se alcanza a escuchar, genera comprensión, identificación, empatía, y deja en evidencia el cinismo y el oportunismo (además de la incapacidad y la falta de inteligencia) que se ocultan tras las estridentes monsergas oficialistas que se magnifican a través de los medios de desinformación.
A este logro que tiene que ver, por supuesto, con el inicio del despertar de algunas capas aletargadas de la sociedad ecuatoriana, cabe incorporar el reconocimiento de la gran labor contrainformativa y organizativa liderada y facilitada por parte de los medios de comunicación alternativos, de colectivxs de la sociedad civil defensoras de la causa y de los derechos de quienes salieron a exigir que se respetara de una vez la dignidad de quienes dan de comer al país.
La caída del decreto 883 es algo grande, que todo Ecuador debe agradecer al movimiento indígena, una importante victoria sin lugar a dudas
La caída del decreto 883, por supuesto, es la ganancia más visible y aplaudida de la resistencia, y también nos unimos a la celebración de la misma: lxs indígenas que tuvieron el coraje de sentarse en las mesas de negociación ante quienes pretendieron, con una mano, dividirlxs, desvirtuarlxs y aniquilarlxs mientras, con la otra mano, aplaudían su espíritu de resistencia y les abrían la puerta de la negociación y el entendimiento, lograron que los precios del combustible y, con ello, los de los productos de primera necesidad, volvieran a su cauce. Es algo grande, que todo Ecuador debe agradecer al movimiento indígena, una importante victoria sin lugar a dudas.
No obstante, no por ello la lucha, la resistencia, la vigilia del pueblo que no se deja engañar, debe terminar en este punto. Ni muchísimo menos. En estos días post-crisis, en los que todo parece haber vuelto a la normalidad, vale preguntarnos qué es lo que supone la normalidad y si, ese volver a la normalidad, tal y como entienden la normalidad aquellxs que imploraban por la paz en la avenida de los Shyris, más preocupados por las horas de trabajo perdidas y por los adoquines dañados que por las vidas estropeadas (algunas, por siempre), es la normalidad que buscamos, la normalidad que nos interpela.
La paz y la normalidad de lxs privilegiadxs, aquella que ningunea y olvida el sufrimiento de lxs ciudadanxs precarizadxs, abusadxs de mil formas en una sistemática espiral de violencias estructurales patrocinadas por la alianza del patriarcado con el colonialismo, racismo, capitalismo y especismo
La paz y la normalidad de lxs privilegiadxs, aquella que ningunea y olvida el sufrimiento de lxs ciudadanxs precarizadxs, abusadxs de mil formas en una sistemática espiral de violencias estructurales patrocinadas por la alianza del patriarcado con el colonialismo, racismo, capitalismo y especismo, no nos representa. Tampoco nos representa el doloroso silencio e impunidad ante lxs ocho compañerxs asesinadxs de la mano de la Policía Nacional, prexs políticxs, torturadxs, desaparecidxs y heridxs por la terrible represión comandada por María Paula Romo —quien debe dimitir y rendir cuentas ante la justicia— en las fatídicas 12 jornadas de resistencia atropelladas por incontables crímenes de lesa humanidad, contra el digno pueblo que salió a exigir respeto y derechos.
Y, por supuesto, tampoco nos sirve una normalidad en la que se criminaliza, persigue, amenaza y detiene de forma arbitraria y en silencio a líderes políticxs y socialxs —sean correístas, sean indígenas, sea quien sea— en esta absurda caza de brujas que de adviene y promete llevarse a muchas personas por delante.
Es por ello que, desde la Colectiva CAPAS Antipatriarcal, nos negamos a asumir la normalidad. No cesaremos en nuestra inextinguible batalla, junto con todxs aquellxs compañerxs con lxs que la senda de la persistencia y la fe en la posibilidad de transformación nos lleve a toparnos, por desmantelar la normalidad, por comenzar a construir lo extraordinario que sería ver la dignidad convertida en costumbre.
*COLECTIVA CAPAS ANTIPATRIARCAL
*Fuente: ResumenLatinoamericano
Artículos Relacionados
Chile, 2020: Celebración de los 50 años del Triunfo Popular
por Diputado Hugo Gutiérrez Gálvez (Chile)
7 años atrás 5 min lectura
Argentina. Chaco: el hambre y la muerte a los 13 años
por Silvana Melo (Argentina)
7 años atrás 3 min lectura
Una Constitución desde cero: El acuerdo histórico de la clase política para dar salida a la crisis
por El Desconcierto (Chile)
6 años atrás 5 min lectura
Más de 2 mil niños enviados a Suecia durante la dictadura cívico-militar
por Diego Ortiz (Chile)
4 años atrás 10 min lectura
«Hay una estrategia global de largo alcance para dar un ‘Golpe Blando’ en Venezuela»
por Angela Diez (España)
9 años atrás 1 min lectura
Colombia: La paz de Colombia, entre el espanto y la ternura
por José Ernesto Schulman (desde Colombia)
8 años atrás 8 min lectura
Nuevo alcalde de Nueva York: «»Soy joven, soy musulmán y soy socialista democrático»
por Medios Internacionales
19 horas atrás
05 de noviembre de 2025
Lo mejor de todo es el discurso de victoria donde le dice directamente a Trump: «Soy joven, soy musulmán, soy socialista democrático y no voy a pedir perdón por nada de esto. Para llegar a nosotros tendrás que pasar por encima de todos nosotros».
EE.UU. también quiere controlar Colombia: ¿Las Elecciones más importantes del país?
por La Base America Latina
23 horas atrás
05 de noviembre de 2025
Inna Afinogenova, Estefanía Veloz y Marco Teruggi analizan los resultados de consulta del Pacto histórico del domingo pasado que dio como ganador a Iván Cepeda Castro que perfila como el más probable sucesor de Gustavo Petro. ¿En qué consiste su programa que habla de las tres revoluciones? ¿Quiénes serán sus rivales? ¿Qué esperar de EEUU?
Sáhara: colonialismo español, ocupación marroquí y traición de Pedro Sánchez
por La Base (España)
25 segundos atrás
06 de noviembre de 2025
Pablo Iglesias, Irene Zugasti, Manu Levin y Laura Arroyo analizan la traición del Gobierno español al derecho de autodeterminación del pueblo saharaui y la última resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el Sáhara, que refuerza la agenda marroquí cuando se cumplen 50 años de la Marcha Verde.
Sobre la autonomía del Sáhara: «¡El País miente a sus lectores!»
por NoTeOlvidesDelSahara
19 horas atrás
05 de noviembre de 2025
Si la ONU viera imposible el referéndum, ¿por qué sigue prorrogando cada año el mandato de la MINURSO, cuya misión incluye la organización de ese referéndum de autodeterminación? De hecho, la propia resolución 2797 (2025) prorrogó, como siempre, la Misión de Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental, no una misión para supervisar una autonomía negociada.