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Héctor Llaitul: “Si Alfredo Moreno nos pide una propuesta, la vamos a llevar”

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Domingo 20 de mayo 2018 8:34 hrs.
La Coordinadora Arauco Malleco es una de las expresiones que tiene la causa mapuche en territorio chileno. Héctor Llaitul es su vocero y probablemente el nombre más reconocido para las autoridades políticas, judiciales y policiales, también para la sociedad en general. Si bien hace algunos meses los medios de comunicación en general lo sindicaban como el líder de una organización terrorista que perpetró una serie de atentados incendiarios, la institucionalidad sufrió un revés al descubrirse que las acusaciones se hicieron en base a pruebas falsas. El presente de esta historia sitúa a Llaitul como un actor político relevante en el conflicto entre el Estado y el pueblo mapuche, muestra de esto fue su participación el lunes pasado en la Comisión Investigadora de la Cámara de Diputados sobre la Operación Huracán, donde logró exponer su análisis.

El dirigente, trabajador social de profesión, no acota el polémico caso liderado por Carabineros tan sólo como una injusticia contra el pueblo mapuche y su lucha, sino que lo contextualiza dentro del enfrentamiento histórico. Ante esto, la organización de la cual es parte tiene claridad, seguirán dando pasos políticamente en pos de la recuperación del territorio y la autonomía del pueblo.

– ¿Tienen una síntesis en la CAM sobre lo que fue la Operación Huracán?

– La antesala a la Operación Huracán tiene que ver con la reemergencia del conflicto y una mayor capacidad de parte del movimiento autonomista de hacer frente a los distintos procesos, particularmente arremetidas empresariales. También con la capacidad que se tenía en el Gulumapu (oeste de la Cordillera de Los Andes) y Puelmapu (este de la Cordillera de Los Andes), como la expresión RAM en Bariloche y Neuquén, donde tenían una avanzada contra lo hidrocarburos. Esto fue haciendo un cuadro de ascenso en lo que era la lucha por la liberación nacional, eso dinamizó el actuar de los Estados, el chileno y argentino, en contra del movimiento autonomista en general.

La CAM había tenido un protagonismo no sólo con acciones de resistencia, cubiertas con bastante parafernalia por la prensa, eran acciones más contundentes, que fueron acompañadas por otras acciones orgánicas.
Había una agudización de conflicto, un escenario que indicaba que algo iba a suceder. La persecución política no es nueva, ha sido una constante, pero hay antecedentes muy concretos de que operó algo distinto a lo que fue la Operación Paciencia (avanzada contra la CAM en el gobierno de Ricardo Lagos), o el caso del fiscal Elgueta. Estábamos acostumbrados a la Fiscalía, el ente persecutor definido por el Estado, junto con la PDI y en menor grado carabineros, pero acá había un trabajo de inteligencia política que venía desarrollándose.
La CAM se venía haciendo más pública con vocerías, seminarios, eso trajo voces que se opusieron a esto, los gremios de camioneros, forestales, que criticaron mucho nuestra presencia pública. Hay un emplazamiento a las autoridades, se supo de la presencia de altos personeros del empresariado en La Moneda. Esto obligó a las autoridades de turno, en específico al subsecretario del Interior, a tomar cartas. Mahmud Aleuy viajó varias veces a la zona, hizo reuniones de seguridad, desarrolló planes que apuntaban a la contención de este movimiento, esto es la antesala.

La incomodidad, según Llaitul, generó una presión política hacia las policías, por lo que se habría utilizado una arista distinta, sustentada en la Ley de Inteligencia.

“Esta ley no está sancionada, podría ser interpretada incluso como extraconstitucional, aún no ha sido normada y se utilizan mecanismos de tiempos pasados, de la dictadura. La Ley de Inteligencia sostiene la aparición orgánica de la ANI, un organismo de inteligencia secreto controlado por las autoridades políticas de turno”, indica.

La Operación Huracán, según analiza el vocero de la CAM, no buscaba atacar sólo a su organización, sino que a todo proyecto político que pudiera acompañarlo, como alcaldes mapuches, personalidades públicas del arte y la política, tales como Daniel Alcaíno y el ex ministro de Desarrollo Social, Marcos Barraza (PC).

– Aquí se habló de una organización compuesta por ti y otros dirigentes como los Huenchullan, pero según he conversado con cercanos a ambos, ustedes no tienen particularmente una buena relación.

– Hay una explicación. El proyecto político de la CAM podía tener alcances a otras expresiones, por la referencia y la contundencia, podía incidir en otro conjunto del movimiento mapuche. Si bien esto no estaba articulado se podía dar una influencia, por esto derechamente agarraron gente de resistencia mapuche como expresión orgánica y de Weichan Auka Mapu.

– Cuando se conocen los delitos de Carabineros en la Operación Huracán ¿Cuál fue su reacción?

– Este caso se conoce por un acto segundo de esta Unidad Especializada de Carabineros. El afán también fue sentirse ganadores en el trabajo de inteligencia, no hubo una preocupación muy fina, dijeron que el golpe es hacia todos, hacia tal movimiento, los tentáculos y todo lo que se mueve en torno. De hecho la Asociación de Alcaldes Mapuches presentó una querella porque muchos de sus teléfonos también estaban intervenidos. Se intervino a artistas, amigos de gente de la CAM. También estaba el afán de desprestigiarnos ante la opinión pública para presentarnos como criminales. Ellos seguramente hicieron una lectura de que la CAM tenía mucha simpatía, principalmente en La Araucanía, por lo que había un potencial para instalar el proyecto político.

– Habla de que no hubo una preocupación fina ¿Crees que hubo torpeza en la planificación y ejecución de Huracán?

– En el afán de agarrar a todos se intervino a todos. En las carpetas investigativas, a raíz de la Ley de Inteligencia, se solicitó por estas unidades de inteligencia operativa de Carabineros la intervención de 60 teléfonos. Hay una normativa que estamos trabajando jurídicamente para atacarla en este plano, sobre la extraconstitucionalidad y lo ilícito que fue, porque incluso hubo efecto retroactivo a la hora de intervenir comunicaciones. La Ley de Inteligencia tiene esta arista de lo ilícito, el trabajo de reserva, donde los agentes del Estado no hablan en aras de la inteligencia, lo que permite que todo se reduzca a estas unidades de Carabineros, pero existen otras aristas, como el plan Andes, que hablaba de internación de armas desde Argentina, con conexiones medias extrañas, desde la ex subversión, pasando por movimientos anarquistas, hasta el movimiento autonomista argentino.

También está la Operación Huracán II que está tomada desde otro plano, extrañamente, ahí hay un antecedente que llama la atención. Se conoce el caso filtraciones, que es el desespero, porque es posterior a nuestra detención y la puesta en libertad de nuestra gente. En este contexto hubo una revitalización del conflicto y se dio una nueva orden, según nos indicaron, donde ocurrió esta idea de las filtraciones, después aparece en El Mercurio que Héctor Llaitul habría infiltrado a la ANI.
Esta nueva creación, más burda que la anterior, involucró gente de la Fiscalía y ese fue el talón de aquiles de esta operación, se metieron con un fiscal, fue un invento muy torpe el intentar extorsionar a un fiscal a través de este supuesto amorío. Ahí se empezó a conocer todo, estas aristas de que había más gente monitoreada. La arista de la CAM aún no se conoce en su total dimensión, se habla de que de estos 60 teléfonos son en realidad más de 200 que están siendo vigilados todavía por Carabineros, porque esta unidad es más grande que las personas que se están procesando.

– Alex Smith se ha vuelto protagonista de este caso, una especie de caricatura que posiblemente pagará las culpas de una cadena de responsables ¿Cuáles crees son las otras responsabilidades? Hay un tema político del que no se habla.

– Esta operación, se le dice burda, torpe, hasta rasca, pero a nosotros nos llama la atención la cantidad de recursos y medios detrás de esto. Visto netamente desde el plano operativo, estamos hablando de más de 200 teléfonos en el que fueron permanentes las escuchas, hay personal de inteligencia de Carabineros que no están en las unidades operativas que se dedicaron a las escuchas y también están declarando, de aquí se filtró que no había nada con que incriminar. También hay material de texto archivado, después está el tema de las aplicaciones que es donde entra Alex Smith como personajillo. La inteligencia siempre va a tratar que los demás miren a un lado para que no vean lo otro. Lo que hay que observar más allá de Alex Smith es quiénes están financiando esto, respaldándolo políticamente, dándole una cobertura.

– ¿Cuál fue el rol de los medios de comunicación en este caso?

– No creo que hayan sido periodistas en particular que se hayan comunicado con el carabinero tanto y hayan dicho “veamos la operación”, no lo creo. Esto fue digitado al más alto nivel, es una tremenda operación, no sólo con Canal 13, está El Mercurio, otros medios masivos, este tipo el Tío Emilio, que trata de lavar la imagen de Smith, para centrar nuevamente la atención en ese tipo. Pero mira, más de 200 teléfonos intervenidos, con todas las escuchas, con todo el texto, la cantidad de personal, la cantidad de medios convocados, alguien movió esos hilos. Tú como periodista tienes un jefe, no trabajas sólo, menos en Canal 13, TVN o Mega. Esta operación tuvo la lógica nazi del “miente miente que algo queda”, a nosotros se nos estaba condenando antes de ir a juicio, fueron tres o cuatro días en que se repitió que nosotros emitíamos estos mensajes.

Héctor Llaitul es un ávido lector, incluso durante una entrevista que realizamos en la cárcel en octubre de 2017 se quejó de que no le lleváramos impresas las publicaciones que habíamos hecho por esos días sobre Huracán. Por esto mismo se maneja con lucidez al hablar de política, tema que fue parte importante de esta entrevista.

– ¿Cuál es la importancia de participar en esta comisión de la Cámara?

– Nosotros queríamos llegar a este plano y no es menor, estamos hablando de un gobierno de turno que comprometió todas sus fuerzas en inteligencia para confrontar al movimiento autonomista mapuche en todos los terrenos. Nosotros indicamos a Mahmud Aleuy como el responsable, él hacía reuniones y conversaba con jueces y fiscales, incluso tuvo su viaje a Argentina con fondos del Estado para ver una arista de la Operación Huracán, pero acá hay más gente, como Gustavo Villalobos, el jefe de la ANI, el Partido Socialista, muchos militantes de ellos en la ANI. La cantidad de recursos, se intentó involucrar hasta a un ministro, fue una operación de inteligencia tremenda. Aquí hay responsabilidades de acción y omisión, hay partidos que fueron parte del gobierno, como el Partido Comunista que no dijo nada, excepto Barraza y por eso se le involucra, porque dio un respaldo mínimo en calidad personal.

– ¿Es sólo responsabilidad del gobierno de la Nueva Mayoría?

– Nosotros queremos dejar en claro que hay responsabilidades directas de un gobierno de turno, pero ahora la derecha se lava las manos y nosotros les dejamos en claro que la responsabilidad última es del empresariado que los mandató a ellos.

Tras esto está el latifundio, las hidroeléctricas, ellos son los que presionaron y quienes los representan son la derecha. Por este afán de gobernanza del mundo neoliberal están comprometidos gente de la Nueva Mayoría, hoy como son oposición estos últimos se hacen los simpáticos con nosotros, tratan de desnudar esto pero sin ser tocados, nos invitan pauteándonos que no digamos nada sobre Mahmud Aleuy y dejando la responsabilidad sólo a Carabineros. Estamos de acuerdo que hay que procesar al general Gonzalo Blu hacia abajo y hacia arriba, pero es importante la responsabilidad política.

– Últimamente también se ve el acercamiento del Frente Amplio, cosa que no sucedió cuando estaban encarcelados.

– El Frente Amplio es una experiencia que está recién entendiendo estos procesos, no tienen mucha experticia en esta relación de conflicto que tenemos con el Estado. Hay mucho representante joven que no tiene conocimiento cabal de lo que sucede en el sur, hay algunas excepciones que demuestran solidaridad desde antes, pero por el pragmatismo político ellos prefieren y optan por la cercanía con la Nueva Mayoría, que los hace unificar un criterio de ir juntos en este pseudo apoyo a la causa mapuche, por eso se acercan a la machi Linconao y a otras expresiones que puedan ser más tolerantes con estas posiciones.

– Responsabilizan a Aleuy ¿Pero qué pasa con Michelle Bachelet? Ella asumió prometiendo que no volvería a aplicar la Ley Antiterrorista.

– Michelle Bachelet tiene una responsabilidad manifiesta. El plan Huracán está hecho en la base de la Ley de Inteligencia y la Ley Antiterrorista, una ley extraconstitucional y otra cuestionada por organismos internacionales. Estamos hablando de una presidenta que por un lado pide perdón de manera hipócrita al pueblo nación mapuche, pero por otro lado permite la implementación de un plan de este tipo que vulnera la propia institucionalidad, el Estado de Derecho que ellos dicen representar.

Ella no puede decir que no conocía el plan Huracán, cuando estaba su hombre de confianza comprometido. Bachelet debería hablar en la comisión investigadora y emplazada incluso en tribunales sobre este tema. Acá se construyeron pruebas para condenar a gente, se le debería caer la cara de vergüenza además porque lo hace contra un pueblo originario que lucha por sus derechos.

– El actual gobierno desarrolla el Plan Araucanía como propuesta de solución al conflicto. El ministro de Desarrollo Social, Alfredo Moreno, como encargado ha dicho que está dispuesto a reunirse con la CAM.

– Nos parece un acierto y debiera ser así, nosotros aprovecharíamos políticamente de ir instalando lo sustantivo de este caso. Si Alfredo Moreno nos pide una propuesta la vamos a llevar, pero va a ser sobre los ejes programáticos y estratégicos, territorio y autonomía, no vamos a ir por un plan araucanía dos, lo dejamos claro. Si a ellos les interesa frenar este proceso de lucha tendrían que recoger la opinión de los verdaderos actores, y en este sentido la CAM se convirtió en un referente político.

– ¿En qué pie están actualmente las distintas expresiones de lucha mapuche? ¿Hay mayor unidad?

– Hay un diagnóstico hecho de lo que han sido las definiciones en que están algunos actores políticos, y el movimiento mapuche ha ido deliberando al respecto de las propuestas políticas, las que en el caso de la CAM son la resistencia y la reconstrucción. Se han ido definiendo sectores y expresiones, donde se van dando niveles de acercamiento y convergencia. Esta idea anterior de la inclusión y la autonomía no es suficiente para definir en qué lado estamos, sino que también tiene que ver con lo práctico.

El discurso da para mucho, hay muchas expresiones que hablan de autonomía pero en los hechos están en la institucionalidad y transando muy fuerte, después los vemos en los planes del Estado reproduciendo el formato colonial y justificando la represión, incluso algunos son parte de ella, como algunos mapuches que están en el Partido Socialista y no han dicho nada del Plan Huracán. Estamos analizando esto y llegamos a la conclusión de que hay que separar la paja del trigo, más allá de si hablamos de anticapitalismo es oponernos al Estado y su institucionalidad opresora. Hay esfuerzos que van en aras de la unidad, pero al menos nosotros como CAM no lo haremos con quienes están desde la institucionalidad comprometidos con la dominación.

– La derecha se oponía a su presencia por supuestamente hacer apología al terrorismo: Hay un imaginario comunicacional que muestra a la CAM como una organización que se dedica a quemar camiones ¿En qué los veremos en adelante?

– La CAM siempre ha sido una organización política, surgió como necesidad de organizar a las comunidades, por eso se llama coordinadora. Ciertamente sufrió su ruptura por este diagnóstico de cómo avanzar más sustantivamente en los derechos políticos y territoriales. Nos pueden decir que hay otras expresiones que están luchando por los derechos mapuches, entonces nosotros los emplazamos y les decimos ¿Cuánto territorio han recuperado? Por ejemplo, le pregunto eso a los alcaldes mapuches y nada. Las otras expresiones, cuánto territorio y autonomía han logrado, no es mucho.

Por eso existe la CAM, porque tiene algo que mostrar, el control territorial y la resistencia, la que no hacemos por competir con otro grupo por cuál es operativamente más eficaz, no, nosotros hacemos resistencia porque es parte de este proceso de reconstrucción nacional con recuperación territorial, tiene que ver con la recuperación y el logro de la autonomía concreta ¿Cómo se ejerce esto? Tanto con la acción directa, publicitada como violenta, la que nosotros consideramos mecanismo necesario para evitar la reproducción del capital y se restablezca el mundo mapuche, en ese plano validamos procesos de lucha, pero no son los únicos. Por eso nosotros decimos ojo con estos medios de comunicación que siempre nos vinculan con el caso Luchsinger, el que es lamentable, condenamos y fue un error para la causa mapuche, pero estamos hablando de un manejo político muy potente en ese caso para instalar esta idea de que somos terroristas los mapuches por un hecho aislado.
Esto es una torpeza de los medios de comunicación, porque la causa mapuche no se reduce a un hecho aislado, la causa mapuche se reduce al control territorial, a las acciones de resistencia, a las comunidades en resistencia y al movimiento autonomista mapuche que está en auge, eso tienen que mirar los medios de comunicación, pero sólo se agarran del caso Luchsinger. Estamos hasta la coronilla de ese hecho o decir algo de ese caso, porque nosotros debemos hablar de innumerables esfuerzos de hombres y mujeres que se desenvuelven en la lucha de nuestro pueblo.
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