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Declaración de Otavalo

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Hoy, los pueblos de nuestra América miran hacia el futuro con dignidad y
patriotismo; eligen gobiernos y autoridades comprometidas con la
transformación revolucionaria, con la edificación de Estados al servicio
de sus poblaciones, que fortalecen sus instituciones democráticas y
construyen sociedades libres que viven sus propias realidades, sin
tutelajes.

Los países del ALBA asumimos esta nueva época del lado de los
históricamente excluidos, pueblos indígenas, el pueblo afrodescendiente,
mujeres, jóvenes, niños, niñas, ancianos, ancianas y personas con
discapacidad.

Así, los Jefes de Estado y de Gobierno y Jefes de Delegación de los
países que conformamos la Alianza Bolivariana de los Pueblos de las
Américas – Tratado de Comercio de los Pueblos, ALBA-TCP, reunidos en la
ciudad de Otavalo, Ecuador, junto con autoridades indígenas y
afrodescendientes electas y designadas de la región.

DECLARAMOS que:


1.       Entendemos al Estado Plurinacional Unitario en la forma como se
ha dado en los procesos constituyentes de la República del Ecuador y
Estado Plurinacional de Bolivia, como expresión de unidad en la
diversidad, que asume una forma democrática de convivencia, expresada en
la interculturalidad que es el relacionamiento armónico entre las
culturas.

2.       Ratificamos nuestro compromiso con la Declaración de las
Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas que
significó una victoria en la lucha por lograr el reconocimiento de sus
derechos colectivos. Del mismo modo, reafirmamos nuestro compromiso con
la Declaración y el Programa de Acción de Durban contra el racismo, la

xenofobia y la intolerancia; así como a la Convención de la UNESCO para
la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial y la Declaración de
la UNESCO sobre la Diversidad Cultural.

3.       Reiteramos nuestro compromiso para avanzar en los procesos de
construcción de sociedades incluyentes, culturalmente diversas y
ambientalmente responsables, que excluyan la explotación del ser humano,
en las que existan condiciones para un diálogo entre iguales y un
intercambio real de saberes, conocimientos y visiones en nuestra región.

4.       Confirmamos nuestro compromiso de hacer realidad el Tratado de
Comercio de los Pueblos (TCP), afirmando la soberanía de los países de
la región y la construcción de un modelo alternativo de soberanía
económica expresado en una Nueva Arquitectura Financiera (SUCRE, Banco y
Fondo del ALBA) para consolidar un sistema de intercambio y cooperación
recíproco, solidario, participativo y complementario, que fortalezca
nuestra soberanía alimentaria.

5.       Reiteramos nuestro compromiso por promover una Declaración
Universal de los Derechos de la Madre Tierra en el marco de las Naciones
Unidas, para que la vida en plenitud (Sumak Kawsay) sea nuestro
escenario de armonía con la naturaleza, profundice la equidad y la
autonomía, de modo que los ciudadanos y ciudadanas disfrutemos del uso,

de la asignación y de la distribución de los recursos materiales e
inmateriales de nuestras naciones.

6.       Reiteramos nuestro respeto a la Madre Tierra (Pacha Mama)
respaldando iniciativas como la del YASUNI ITT propuesta por el Ecuador,
que se fundamenta en un mecanismo de compensación por contaminación
neta evitada; llamamos a la comunidad internacional a aprobar en las
Naciones Unidas la Resolución Declaratoria de Derecho Humano al Agua y
al Saneamiento, propuesta por el Estado Plurinacional de Bolivia.

7.       Expresamos nuestro reconocimiento a la iniciativa del Gobierno
de Reconciliación y Unidad Nacional de Nicaragua de restitución de
Derechos a los Pueblos Indígenas, a través del proceso de titulación de
sus tierras, mediante el cual ya se ha titulado el 20% del territorio
nacional y su compromiso de continuar avanzando para lograr para el año
2011 la titulación de la totalidad de sus territorios ancestrales.

8.       Expresamos que el manejo, administración y aprovechamiento de
los recursos naturales no renovables corresponde al Estado de acuerdo al
interés de sus pueblos y la sociedad en su conjunto y no a uno o varios
grupos o sectores sociales o económicos. El Estado garantizará la
participación social y la distribución justa y equitativa de los
beneficios, especialmente a favor de las comunidades en donde esos
recursos naturales se encuentran y buscará, en armonía con la
Naturaleza, minimizar los impactos ambientales y sociales adversos que
generen.

9.       Nos comprometemos a fortalecer las políticas públicas para el
acceso a la salud, educación, empleo y vivienda prioritariamente para
los más excluidos, y promover políticas en beneficio directo de los
pueblos indígenas y afrodescendientes.

10.   Reafirmamos el compromiso para promover la cooperación entre los
países miembros del ALBA relacionada con el rescate y protección de
nuestros patrimonios, culturas y conocimientos tradicionales de los
pueblos indígenas y afrodescendientes.

11.   En este marco de respeto y garantía de los derechos
consuetudinarios, y en consideración a que la hoja de coca es un
elemento central de las culturas Andino Amazónicas, los países del ALBA
ratifican la solidaridad y apoyo en el propósito de revalorizar la
práctica ancestral del masticado de la hoja de coca (akullico), eliminar
su prohibición en los instrumentos internacionales y retirar a la hoja
de coca de la lista 1 de la Convención Única sobre Estupefacientes de
1961.

12.   Reconocer los logros del Proyecto Grannacional ALBA Cultural y de
la Empresa Grannacional Fondo Cultural del ALBA, para transformar a
nuestros países en sociedades interculturales, diversas, tolerantes,
respetuosas, incluyentes, con Estados en los que se garantice el pleno
ejercicio de los derechos económicos, políticos, sociales y culturales,
que contribuyen al fortalecimiento de sociedades libres de racismo
estructural.

 13.   Comprometidos con la defensa de los Derechos Humanos y de los
procesos culturales ancestrales, ratificamos que en las jurisdicciones
en las que se aplique la justicia consuetudinaria, los usos y costumbres
deberán respetar las normas constitucionales y legales vigentes.

14.   Nos comprometemos a que un encuentro de autoridades indígenas y
afrodescendientes electas y designadas del ALBA, se realice anualmente
como un mecanismo de encuentro y diálogo intercultural.

15.   Instamos a constituir un mecanismo de encuentro y diálogo entre
pueblos y comunidades indígenas y afrodescendientes, en el seno del
Consejo de Movimientos Sociales del ALBA.

Otavalo, 25 de junio de 2010


ALBA de los Movimientos Sociales


Contacto: mailto:alba@ movimientos. org
Secretaría Operativa a/c MST, Alameda Barâo de Limeira, 1232 –
Campos Eliseos – Sâo Paulo/SP – Brasil

* Fuente: Movimientos

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