Dedicado a los que nos muestran la Buena Nueva
Con sólo las mujeres a Tu lado
Mudo Tu Padre y el cielo oscurecido,
Clavado en la horrible cruz y traicionado,
Diste un grito de horror desconsolado
Grito estridente de animal herido
Un grito de dolor al Padre ausente
Un grito de horror que traspasó el tiempo
El grito de Tu humanidad sufriente.
Un grito de protesta por nosotros,
Tan humanos, tan pequeños, tan dolientes.
Ese grito no será nunca olvidado
Ni las palabras a Tu Padre suplicando,
Ni Tu entrega a Tu Dios siempre confiando
Que el misterio del silencio y del escándalo
No fueran el final de este relato,
Ya que Dios era bueno y era Santo.
Un Dios que llega hasta lo más hondo
De la vida mortal y el sufrimiento
Un Padre que experimenta con Sus hijos
La humillación, la soledad y el desencuentro,
Un Padre consolante, un Padre bueno.
Un Dios que nos mira con ternura
Ahora conoce nuestra vida tan doliente
Un Padre que nos pide con dulzura
Bajar de la cruz a los sufrientes
Y comparte con nosotros la amargura
De nuestra condición y de la muerte.
Y dijo Jesús de Nazaret:
No les pido sacrificios ni rituales,
Ni altares, ni oraciones tan solemnes,
Compasión para todos los mortales
El Amor entre todos los humanos
Justicia para todos, aunque cueste
Bajen de la cruz a sus hermanos
Den de comer a los hambrientos,
Consuelen al que llora y al postrado
Honren la verdad y serán libres
Que así lo quiere el Padre allá en el cielo.
Padre:
Al orar siempre rozo tu misterio
Se que no hablarás, y lo respeto
Pero hay algo que me llama desde dentro
Que me empuja a caminar por Tu sendero.
Algo de ese grito que me invade
A causa de ese grito yo me entrego.
Desde lo más profundo de la vida.
Te pido Padre Dios, se mi consuelo,
Dame tu Amor de Padre y compañía
Dame la humildad y el sentimiento
Dame confianza, buen pensar, y valentía
Dame fuerza, buen humor, discernimiento,
Dame el don de regalar tu amor entero
Igual que lo haces Tú, mi Padre eterno
Que hace salir el sol para los malos
Que hace salir el sol para los buenos.
Buen Jesús, Hermano Mayor Nuestro:
El eco de Tu grito aún resuena
La lealtad a Tu Padre es bienvenida
Tu vida amorosa es nuestra guía
Tu sufrimiento escandaloso, es nuestra pena
Tu Palabra es Verdad, Amor y Vida
Tu ejemplo es el Camino, aunque nos duela.
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