“Tiresias era ciego desde joven. Según las versiones, su ceguera fue causada por
la diosa Atenea (que lo castigó por haberla sorprendido mientras se bañaba) o por la diosa Hera (tras mediar en una disputa sobre el placer que tenía con Zeus), aunque en ambos casos le fue concedido en compensación el don de ver el futuro.”
Es impresionante y patética la ceguera de la clase política chilena, exacerbada en este gobierno de plutócratas, encabezado por uno de los máximos jerarcas millonarios de Latinoamérica. Tanto se han alejado de la realidad cotidiana de esa mentada «inmensa mayoría», a la que no dejan de apelar en la demagogia de sus discursos, que se habituaron a mirarla como una suerte de difusas siluetas pululando en una dimensión semejante a esos multiversos de que nos hablan algunos esclarecidos científicos.
En este país isleño del fin del mundo -más evidente aún en una metrópoli como Santiago del Nuevo Extremo-, existen diversos ámbitos exentos de real convivencia; lenguajes y modos de vivir diametralmente opuestos, ligados apenas por un mero intercambio de transacciones y servicios, en donde los vínculos impersonales se limitan a intereses utilitarios, regidos por el código inamovible que funciona de mayor a menor, en pirámide similar a la estructura de la Iglesia y de la Milicia.
Esta actitud, de absoluta inadvertencia de lo que tienes más allá de tus narices, es común, no solo entre miembros de las clases dominantes, sino en un más amplio sector de «aspiracionales», y aun «fachos pobres» o simples desclasados que pugnan por participar de la cena de los amos, aunque sea en el sustituto menor de la «mesa del pellejo».
Por otra parte, nos encontramos con el complemento mediático que orquesta la ceguera nacional; me refiero a la televisión abierta, esa especie de casa de remolienda y vitrina de la farándula necia, donde se ejerce un pseudo periodismo ramplón, articulado para mentir, desinformar y embrutecer mediante las luces fatuas de un constante espejismo, proceso que es otra faceta de la ceguera que nubla la precaria “razón de la sinrazón” en la que vivimos inmersos.
Hoy, nos ha estallado en la cara la metáfora infame de la ceguera, en su doble cara, como una serie de actos criminales planificados e infligidos por la manu militari y policial que sirve de escudo y arma al poder aleve. Mediante el uso de la disuasión perversa, estos fusileros del averno llevan ya más de doscientos compatriotas -ciudadanos del remedo de república chilena con que nos engaña la estadística-, cegados o tuertos por la pericia criminal de mílites mercenarios que cumplen su cometido sin cuestionamientos, sin descifrar ni intuir las artimañas de una voluntad superior, en procura de acrecentar esa ceguera colectiva que permite al “invidente político” seguir siendo el amo de una plutocracia servida por desalmados usurpadores.
A estos jóvenes, al revés de Tiresias, se les ha velado el futuro, ojalá no para siempre, por una mano canalla que defiende la sacrosanta “propiedad privada”, aunque su adquisición provenga, en el caso del mandamás de La Moneda y de varios de sus adláteres, del saqueo, el robo o la estafa reiterada, cumpliendo a cabalidad la definición de Bakunin para lo que éste definía como “derecho de apropiación”.
En el contexto de esta falsa moral, el incendio de un edificio, el hurto en locales de comercio o la destrucción de bienes públicos, son exhibidos por el gobierno y los medios de comunicación a su servicio, ya sea de manera voluntaria o por censura e intervención previas, como “atentados inaceptables”, mientras se justifica y apoya a las fuerzas represivas por su ferocidad demencial en contra de la población desarmada, premiando a los uniformados con “bonos de comportamiento eficaz”. Entretanto, los crímenes de lesa humanidad, perpetrados contra la integridad física de los manifestantes, quedan en un segundo plano, como incidentes menores o sucesos “accidentales”.
Mientras escribo esta crónica, me comunican dos noticias televisivas, comentadas con carácter de anécdotas intrascendentes:
*Una armería de la privilegiada comuna de Vitacura, ha sido virtualmente copada por vecinos ABC1, que comienzan a comprar armas “defensivas” para enfrentar una supuesta invasión de pobladas de barrios marginales que tratarían de despojarlos de sus bienes. –“Yo, lo mío lo defiendo con mi vida, si fuese necesario” –espeta un hombre mayor, premunido de un rifle con mira telescópica que está dispuesto a usar contra los invasores de su misma nacionalidad, a los que jamás llamaría “compatriotas”.
En el exclusivo balneario de Reñaca, fueron convocados, hoy domingo, habitantes de Valparaíso, Quilpué, Limache y de otras ciudades y villas de la V Región, con el objeto de que disfrutaran de su elitista playa, en una suerte de reclamación democrática que también es interpretada como un desafío para los usuarios habituales del lugar. Un individuo de “chaqueta amarilla”, símbolo del reaccionario de medio pelo que defiende tiendas y supermercados, las emprendió a balazos con los jóvenes que cantaban “El derecho de vivir en paz”, de Víctor Jara, reunidos sobre las doradas arenas de Reñaca.
¿Qué nos espera ahora, ciudadanos?
Quizá Tiresias hubiese podido respondernos, pero está demasiado lejos, como lo están Grecia, su cultura y el extraviado humanismo que los hombres de la Ilustración soñaban, hace más de dos siglos, en el oxímoron de la mejor utopía posible.
*Fuente: Politika
Artículos Relacionados
«Huelga de hambre, la responsabilidad de poner en riesgo su propia vida para el triunfo de la vida..”
por Gonzalo Manquepillán O. (Chile)
13 años atrás 4 min lectura
México: Análisis de la perspectiva a cinco días de las elecciones
por Cuauhtémoc Amezcua Dromundo (México)
12 años atrás 10 min lectura
Cóndor, pero nacido de huevo de águila
por Fernando Espinoza (Chile)
17 años atrás 14 min lectura
Con la AFP estatal los pensionados seguirán en la pobreza
por Rafael Luis Gumucio Rivas (Chile)
10 años atrás 3 min lectura
Las tendencias del narcotráfico en América Latina
por Ricardo Soberón (Alai Amlatina)
13 años atrás 8 min lectura
Carta abierta a la élite política chilena
por Níkolas Stolpkin (Chile)
9 años atrás 7 min lectura
En la vía rápida hacia la autodestrucción, ¿existe aún la posibilidad de un futuro viable para el Estado de Israel?
por David Shulman (EE.UU.)
2 horas atrás
Si Israel quiere sobrevivir, física y espiritualmente, necesita sufrir colectivamente un cambio radical en su visión de la realidad y enfrentarse a algunos hechos desagradables, aunque obvios.
25 de abril de 1975: La revolución de los claveles
por piensaChile
3 horas atrás
Se ha dicho que las revoluciones tardías son las más radicales. Seis años después del Mayo del 68 francés, pero cuatro años antes de que se pusiera en marcha una movilización de masas en el Estado español, la Revolución de los Claveles desplazó a un régimen dictatorial que llevaba casi medio siglo en el poder.
En la vía rápida hacia la autodestrucción, ¿existe aún la posibilidad de un futuro viable para el Estado de Israel?
por David Shulman (EE.UU.)
2 horas atrás
Si Israel quiere sobrevivir, física y espiritualmente, necesita sufrir colectivamente un cambio radical en su visión de la realidad y enfrentarse a algunos hechos desagradables, aunque obvios.
La «paciencia estratégica» de Irán se eleva a disuasión seria
por Pepe Escobar (Desde Moscú)
5 días atrás
Los ataques de represalia de Irán contra Israel no se llevaron a cabo en solitario. Los socios estratégicos Rusia y China cubren las espaldas de Teherán, y su papel en el conflicto de Asia Occidental no hará sino crecer si EEUU no mantiene a Israel a raya.