Escasos compromisos para financiar una ambiciosa transición climática
por Luna Gámez
7 años atrás 6 min lectura
Leer también: París, un acuerdo decepcionante que desoye a la ciudadanía (Ecologistas en Acción)
La COP21 de París y la propuesta del “Anexo 0” (Joan Martínez Alier)
Si bien todos los países miembros se mostraron inicialmente de acuerdo en el supuesto de que “quien contamina paga”, una vez sentados en torno a la mesa de negociación todos intentaron evitar el momento de pagar la cuenta. Las diferencias partían del principio de “responsabilidades comunes pero diferenciadas según sus respectivas capacidades”, que recoge que cada país aporta según lo que contamina y dependiendo de sus posibilidades. Sin embargo, y a pesar de la insistencia del grupo de los desarrollados liderado por Estados Unidos, ninguna de las potencias emergentes, entre ellas Brasil, India o China se verán obligadas a contribuir al objetivo financiero de 100.000 millones de dólares anuales hasta 2020 para medidas de mitigación del cambio climático.
Como resultado, el artículo 9 del Acuerdo reitera que el compromiso de alcanzar la meta de los 100.000 millones de dólares, establecido en 2009 en Cophenague, es de los países desarrollados y solo menciona a los países emergentes invitándoles a participar en un financiamiento voluntario Sur-Sur para ayudar a otros países más vulnerables.
El 10% de los países más ricos del planeta producen el 50% de emisiones globales, motivo por el que los fondos climáticos fueron concebidos con la finalidad de que los países desarrollados, más emisores y por tanto más responsables, fuesen los responsables del financiamiento para la transición climática. Sin embargo, algunos países de América Latina, como México, Perú o Colombia ya han contribuido voluntariamente a este fondo, “aunque son cantidades pequeñas tiene un alto valor político (…) y Brasil podría y debería contribuir ya que figura entre los diez mayores emisores”, afirma Carlos García Paret, economista especializado en finanzas climáticas.
El apartado de compensación por “daños y pérdidas” fue otra fuente de polémica que acabó en la exclusión de cualquier mecanismo de compensación financiera directa a los países más vulnerables frente al cambio climático. En lo que respecta a las medidas de adaptación al cambio climático, “los compromisos no llegan a la altura”, afirma Carlos García, ya que en el Acuerdo no especifica qué cantidades aportarán los países desarrollados ni cómo serán transferidas.
¿Cómo se financia la transición climática?
Una participación importante de la recaudación de los 100.000 millones de dólares anuales hasta 2020 proviene del Fondo Verde para el Clima (FVC), principal mecanismo financiero de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). La movilización de dinero para el FVC solo comenzó en 2014 y hasta ahora ya se han obtenido compromisos en valor de 16.000 millones de dólares, de los cuales poco más de 50% ya han sido depositados en el Banco Mundial, su depositario provisional.
El FVC entró en pleno funcionamiento este mes de noviembre a través de la adjudicación de 168 millones de dólares a los primeros ocho proyectos. 37 países ya anunciaron sus donaciones, entre las que destacan las contribuciones de Estados Unidos (3.000 millones de dólares), Japón (1.500) o Reino Unido (1.211), mientras que España figura entre los donadores modestos (160). Otros como Brasil, uno de los países más contaminantes, o Marruecos, que acogerá la siguiente Cumbre del Clima COP-22, aún no han participado.
El amplio pero incierto abanico de las finanzas climáticas
En 2014, los países desarrollados aportaron el 62% del objetivo de los 100.000 millones de dólares anuales para finanzas climáticas, según un informe de la Organización de Naciones Unidas para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE). No obstante, el Comité de Finanzas de Naciones Unidas estima que la cantidad transferida se situaba entre los 40.000 y los 175.000 millones de dólares, lo que presenta un margen de error bastante amplio. Arun Jaitley, Ministro de Finanzas de la India, cuestiona dicha evaluación y alude a una investigación de su gobierno que demostró que solo 2.200 millones de los compromisos de los distintos fondos climáticos fueron realmente transferidos.
“Estamos al tanto de los intentos de falsificación de estos datos (…) necesitamos transparencia en el tema de finanzas”, afirmó Tasneem Essop, antigua Ministra Regional de Medio Ambiente y de Economía en Sudáfrica y actual miembro de la ONG ecologista Fondo Mundial para la Naturaleza, WWF.
Según la declaración oficial sobre finanzas climáticas de Naciones Unidas, estos fondos deben ser administrados con transparencia y con rendición de cuentas, lo que conlleva además la garantía de la representación administrativa de las partes interesadas, como comunidades rurales o pueblos indígenas.
Tseredzaro Xavante es uno de los pocos indígenas que forma parte del comité gestor de un fondo climático. “Para nosotros este proyecto es muy importante, no siempre tenemos esta oportunidad porque normalmente el dinero no nos llegaba a los indígenas”, afirma Tseredzaro que por primera vez en París cuenta con entusiasmo como finalmente ellos van a poder financiar las propias iniciativas de su comunidad.
A pesar de los avances, varias organizaciones de la sociedad civil reclaman además de transparencia, una responsabilidad financiera que bloquee los subsidios a las energías fósiles. En 2014 el sector de las energías fósiles recibió 1,1 billón de dólares, de los cuales un 20% provenían de subsidios públicos a este tipo de energías.
“El dinero para la transición climática existe, está en los paraísos fiscales”, afirma Gabriel Mazzolini, responsable de movilización social de la ONG Amigos de la Tierra en París, quienes durante los últimos meses requisaron pacíficamente 195 sillas de oficinas bancarias -el mismo número de estados miembros de la COP21- que serán devueltas cuando los bancos reinviertan ese dinero desviado.
Anualmente, 10% de la recaudación fiscal es evadida lo que representa entre 100.000 y 240.000 millones de dólares, cantidad que podría ser suficiente para pagar las cuentas de la transición climática. Entre los financiamientos complementarios, cada vez se dejan ver más contribuciones privadas, por lo que el economista García insiste en que más allá del Acuerdo oficial es necesario que haya un radar fuerte de vigilancia y regulación de las finanzas privadas.
Después del acuerdo, Carlos García considera que “estamos en un mínimo pero ya es un punto de partida, mejor tener un mínimo positivo que no tener nada”.
Fuente: La Marea
Artículos Relacionados
Menú del TPP11: transgénicos y plaguicidas cancerígenos al plato
por Lucía Sepúlveda Ruiz (Chile)
3 años atrás 8 min lectura
¡Detengan las obras de Alto Maipo!
por No Alto Maipo
6 años atrás 3 min lectura
Fidel Castro advierte del desastre ecológico de Brasil en 1992
por Fidel Castro Ruz (Cuba)
3 años atrás 3 min lectura
Grave contaminación de Sinergia y Enaco en la precordillera de la Florida
por Red por la Defensa de la Precordillera (Chile)
4 años atrás 4 min lectura
¿Asesinato o suicidio? La muerte de Alejandro Castro
por CODEHS
4 años atrás 2 min lectura
"Chile solo observa los estragos de la Marea Roja. Hay que actuar ahora"
por Prensa Oficina Parlamentaria Alejandro Navarro (Chile)
6 años atrás 5 min lectura
Economistas y cientistas sociales de alrededor del mundo: Nueva Constitución chilena, «Un nuevo estandar global»
por Diario UdeChile
18 horas atrás
Influyentes economistas y pensadores de talla mundial elogian la Nueva Constitución y afirman que establece “un nuevo estándar global”
Los Amarillos dicen que dijeron que NO. ¿Cuándo?
por Fernando Paulsen (Chile)
1 día atrás
Mienten que da vergüenza ajena, pero la historia está escrita y fotografiada. Y sabemos quién es quién.
El nuevo Gobierno de Colombia restablece las relaciones con el Frente Polisario
por Confidencial (España)
3 días atrás
El presidente de Colombia, Gustavo Petro (d) durante su encuentro con el ministro de Exteriores de la República Saharaui, Mohamed Salem Ould (c) y el embajador Representante del frente polisario para América Latina, Mohamed Zrug (i) en Bogotá, Colombia.
Chile. Diputada racista puede ser desaforada por graves calumnias contra autoridad mapuche
por Andrés Figueroa Cornejo (Chile)
5 días atrás
El 24 de abril de 2019, la vocera del ente de extrema derecha llamado Asociación para la Paz y la Reconciliación en La Araucanía, APRA, y de la Agrupación de Agricultores de Malleco que organiza a los gremios latifundistas de la zona, María Gloria Naveillán Arriagada, signó y estigmatizó públicamente al werkén de la comunidad Antonio Panitru del Bajo Malleco, Adán Huentecol, como autor de amenazas de incendio y de quema de maquinaria forestal de propiedad del empresario Gerardo Cerda, sin ninguna prueba, tras el siniestro de una máquina forestal acaecido en el sector de Loncomahuida.