Carabineros impidió matrimonio de oficial con funcionaria de origen mapuche

La decisión adoptada en 1999 impidió al capitán Rodrigo
Gómez Echeverría casarse con la suboficial de origen mapuche, María Lorena
Schmolz Catrilef, debido a que sus superiores consideraron que la unión no
contribuía al prestigio ni del novio ni de Carabineros de Chile, por cuanto
"el entorno social es de estrato bajo incompatible con la condición de
cónyuge de un oficial".

El insólito hecho lo dio a conocer este martes el El
Mercurio de Valparaíso, que publicó dos documentos emitidos en 1999 en la Región de Los Lagos y que
notifica a Rodrigo Gómez Echeverría que no podía casarse con María Lorena
Schmolz Catrilef, quienes se vieron obligados a mantener oculta su relación
durante 11 años.

El primero de ellos lo firmó el 18 de enero de 1999 en
Osorno el entonces comisario y mayor de Carabineros Alberto Galleguillos
Urbano, quien escribió que "no es conveniente que el capitán Rodrigo Gómez
Echeverría contraiga matrimonio con la señorita María Lorena Schmolz Catrilef,
ya que el entorno social es de estrato bajo incompatible con la condición de
cónyuge de un oficial de Carabineros, por lo tanto inadecuado para el
desarrollo profesional y familiar de un suboficial".

Y posteriormente, el 14 de junio de ese año, la decisión fue
ratificada por el general José Hernán Barrientos, jefe de zona con asiento en
Puerto Montt. "Como se desprende del estudio de los documentos adjuntos e
información recopilada, se concluye que la señorita María Lorena Schmolz
Catrilef, y en especial su grupo familiar, corresponde a un nivel
socio-cultural de nivel bajo e incompatible que en nada contribuirían al
prestigio del oficial y de Carabineros de Chile".

Y remata: "Por lo anteriormente expuesto el general de
Carabineros y jefe de zona infrascrito, es de opinión que la solicitud para
contraer matrimonio presentada por el teniente Sr. Rodrigo Gómez Echeverría,
debe ser rechazada".

22 / 12 / 10

*Fuente: Azkintuwe

Vea la noticia en El Mercurio de Valparaíso y su galería de fotos

Un amor a prueba de barreras

"Me enamoré de un teniente y me casé 11 años después
con un capitán". Si bien no se trata de dos familias en conflicto como la
trama de la famosa historia de amor de Romeo y Julieta, la osornina María
Lorena Schmolz Catrilef y su actual esposo Rodrigo Gómez Echeverría vivieron
una verdadera odisea en su afán por ser felices.

Y es que el pertenecer a distintos escalafones dentro de la
institución de Carabineros de Chile no les permitía estar juntos… una realidad
que sacaron a la luz luego de muchos años de escondites, angustia y
preocupación y que muestra sólo la punta del iceberg de lo que pasan muchos de
los que ingresan a las listas de los uniformados, que ya tienen una premisa
desde su inicio y que no siempre se cumple: una carabinero no se puede enamorar
de un oficial.

La verdad
Hoy Lorena y Rodrigo disfrutan su amor. En una parcela a un
par de kilómetros antes de llegar a Las Cascadas tienen su casa, donde han
"adoptado" 18 perros en su hogar.

Ella está embarazada de cuatro meses, pero con una constante
preocupación, pues a sus 39 años como madre primeriza se encuentra en condición
de riesgo.

Ambos señalan que debido a la determinación de un oficial de
Carabineros de Osorno ellos no tuvieron la posibilidad de poder disfrutar de
formar una familia y tener hijos… todo debía ser en las sombras.

Rodrigo, quien se retiró con 20 años, un mes y trece días de
servicio, nos explica cómo funcionan las relaciones amorosas -y entre
escalafones a nivel general- dentro de la Fuerzas Armadas y
cuáles son los códigos que los rigen, aunque muchos de ellos no estén escritos.

"Muy poca gente sabe que hay en Carabineros dos
escalafones muy marcados, que son personal de nombramiento institucional, que
se denominan PNI y está el otro escalafón que es el de los oficiales, llamado
PNS. Así funcionan las Fuerzas Armadas, salvo Policía de Investigaciones donde
todos son oficiales. Pero en los otros hay dos castas bien separadas, una tiene
la misión de comandar la institución y a la otra le toca la parte de ejecutar.
Entonces las diferencias entre esos dos escalafones son bien marcadas en todo
tipo de cosas, tanto de forma como de fondo, en la labor que se hace",
manifiesta el uniformado en retiro.

Va más allá y da como ejemplo que los oficiales no comen en
el mismo casino que el personal de nombramiento institucional y no utilizan el
mismo uniforme ni la misma calidad de zapatos.

"Ahora en las instituciones armadas de Chile, a lo
mejor exceptuando Investigaciones, que es un poco más informal por su calidad
de civil, es una herencia. Nuestras Fuerzas Armadas son hijas de instituciones
especialmente de origen prusiano (alemán) en todo lo que es la parte del
Ejército, e inglés por el lado de la Armada. Entonces
qué es lo que ocurre en esos países en las épocas del siglo XIX principios del
XX: para ser oficial era requisito tener buena casta, venir de una clase social
alta, no podías serlo perteneciendo a una clase baja. Antes era así, para ser
oficial había que ser prácticamente de la realeza. Ahora la cosa no es así, te
encuentras oficiales que son gente de origen muy humilde o un sargento que es
personal de nombramiento institucional que puede ser de una familia mucho más
acomodada. Claro que eso es en el hecho, pero la mentalidad no ha
cambiado", explica.

Rodrigo precisa que cuando ingresan a la Escuela de Oficiales de
Carabineros, aunque la persona pertenezca al estrato social más bajo, te
enseñan que eres mejor que todos "aunque no lo seas. Te lo inculcan.
Estuve tres años y a ti te hacen un lavado de cerebro y te dicen que los que
entran aquí son los mejores y los que están afuera son todos ‘pencas’ (…) Lo
que te meten en dos o tres años en la cabeza es súper fuerte y te queda grabado
a fuego, sales con una mentalidad diferente; incluso les enseñan a caminar y
hablar de otra manera y olvidan lo que en realidad son. Yo salí con 18 años y
obviamente a esa edad ese tipo de enseñanzas marcan".

Asimismo, asevera que a los oficiales no les permiten
casarse con mujeres u hombres -también hay casos- que sean de estrato social
bajo, pues se supone que deben dignificar a la institución.

Retiro
"Todo se basa en códigos. Por ejemplo, en Carabineros
hasta el año 98, aproximadamente, creo no había ningún reglamento ni un orden
general que diga ‘prohíbase a un carabinero del escalafón de oficiales
confraternizar emocionalmente con una persona del escalafón inferior’, pese a
que ocurría. Luego de ello sacaron una orden general, que en jerarquía tiene
menos consistencia legal, diciendo que se prohibían las relaciones de tipo
sentimental entre oficiales y personal de nombramiento institucional",
agrega.

Por su parte, Lorena indica que ella se retiró antes de que
eso hubiese estado por escrito.

"Después que terminé cuarto medio decidí estudiar
técnico agrícola y después me nació la inquietud de entrar a la institución.
Aunque venía de una familia de uniformados, no sabía que había Escuela de
Oficiales y Suboficiales; yo sabía que habían carabineros, jefes y subalternos.
Postulé en la
Primera Comisaría de Osorno y de ahí quedé seleccionada.
Después estudié, saqué una buena antigüedad para poder elegir donde ir y yo
quería el sur, pero me destinaron a la 27 comisaría del aeropuerto. Me
seleccionaron para estar ahí".

Emocionada, la ex uniformada continúa su relato…
"Llegué y ahí estaba él, Rodrigo era teniente en ese tiempo. Yo entré el
año 92 a
Carabineros". Él agrega que "yo la conocí en el año 93, trabajábamos
en la misma comisaría, fuimos amigos durante tres años y en 1996 comenzamos
nuestra relación; a los tres meses yo le dije que esto nos iba a traer
problemas reglamentariamente. No podíamos continuar así, porque era una
relación prohibida, comprometía mi gestión de mando y ella tendría problemas.
Entonces uno de los dos se tenía que ir y ahí vimos que convenía que fuera ella
y no yo. En ese tiempo yo tenía nueve años de servicio y ella tres".

Lorena comenta que fue difícil para ella elegir. Le gustaba
lo que hacía. En enero inició su relación con Rodrigo y recién en septiembre
elevó su solicitud de retiro.

"Tenía que elegir, era todo por todo. Rodrigo me
propuso que nos casemos y para estar tranquilos yo tenía que retirarme. Fue un
flechazo a primera vista pero los dos sabíamos que esto era prohibido (…) Yo
sabía que si me quedaba tenía que terminar con él y nos iban a sancionar (…)
Los carabineros podemos tener sanciones, pero vas a seguir ascendiendo y todo
se borra porque el tema es largo, pero a un oficial le perjudica toda su
carrera. Yo me retiré y él justo al otro año se tuvo que ir a Bosnia por las
Naciones Unidas (1997) y decidimos esperar. A su regreso íbamos a elevar la
solicitud para casarnos".

Y cuando volvió de su viaje, compraron departamento, lo
amoblaron y elevaron la solicitud. Iniciaron la investigación de Lorena y le
dijeron que debían derivarla a Osorno porque no tenía residencia en Santiago…
sí la tenía, pero para la sociedad no era así. Aquí tomó su caso el mayor
comisario de la
Primera Comisaría José Godoy Barrientos. Visitó a los padres
de la ex uniformada en Osorno (donde residían) y a las personas con las que se
crió en un campo en Las Cascadas.

"Nos ubicó a los dos, porque estuvo trabajando un
tiempo en la misma comisaría que nosotros. Entonces este caballero me hizo el
informe y antes de que terminen las visitas me dice ‘no te preocupes va a salir
todo bien’, yo feliz y después nos llega la resolución… un rotundo no. Y él de
puño y letra coloca que yo pertenezco a un estrato social que no es acorde al
señor oficial y que había pertenecido a la 27 Comisaría de Carabineros y que me
retiré por noviazgo con el oficial. Es verdad, pero a él no le constaba. No
tenía cómo saberlo, porque hubo todo un proceso de años", dice Lorena.

"Estuve todos esos años dándolo todo por la institución,
pero con una espina clavada en el corazón (…) Vivíamos juntos, pero como yo era
soltero se suponía que vivía solo, porque no podía vivir con alguien. Entonces
las cosas de ella las teníamos que tener listas para sacarlas en cualquier
momento o esconderlas, no podían ver un camisón o cualquier otra cosa que fuera
indicio de que había alguien más ahí. Tampoco podía invitar a mis compañeros y
por lo mismo tampoco la llevaba a una actividad oficial de carabineros, yo
decía que mi novia vivía en el sur. Todos con sus parejas y yo solo tocando el
violín", argumenta el oficial en retiro.

Juntos
Agrega que "el hecho de que ella haya sido carabinero
era irrelevante, porque ella ya era civil. Yo apoyo la normativa que un oficial
no se puede casar con un carabinero, ¿por qué? porque si soy mayor en retiro y
ella es cabo primero y a ella por ejemplo la sancionan con algo, y me cuenta
que fue injustamente, yo voy a llamar al comisario y le voy a decir ‘oye, por
qué estás tratando así a mi señora’. Entonces va a generar problemas, yo creo
que eso no puede ser. Pero la institución debería modificar el reglamento o
ampliarlo y decir que si hay dos personas de diferentes escalafones que tienen
una relación sentimental, darle la posibilidad de que uno de los dos se retire
y puedan casarse sin problemas. Nosotros ilusamente pensamos que podía ser así,
en ninguna parte dice ‘prohíbase a una carabinero en retiro casarse con un
oficial activo’. No dice eso, en ninguna parte está escrito, incluso es una
ilegalidad".

Rodrigo deja en claro que hay algunos carabineros que elevan
solicitud para matrimonio con personas que vienen de familias con antecedentes
delictuales y eso sí va contra las normas. Pero en su caso, donde Lorena había
sido investigada previamente, aceptada en Carabineros y además su familia
también había pasado bajo la lupa de la institución debido a que muchos de sus
integrantes son uniformados, consideran que fue un capricho del que emitió el
informe.

"Cuando postulé en el año 86′ me pidieron la lista de
todos mis familiares tíos, primos, papá, mamá, abuelo (…) si tienes
antecedentes políticos o penales estás liquidado y para contraer matrimonio es
algo parecido. Y si tu señora, aunque sea millonaria, es media flaite tampoco
van a dejar casarte porque se supone que vas a desprestigiar a la institución
(…) Si reclamo estoy liquidado en la institución, no me hubieran dado de baja
quizás en ese momento, pero me hubiesen hecho la vida de cuadritos en muchas
cosas", comentó Rodrigo.

Durante el tiempo que estuvieron a escondidas, Lorena
trabajó en la Corporación
de Bomberos en Santiago, donde uno de sus jefes era amigo de un coronel de
Carabineros… de nuevo a esconderse. Inventaron que Rodrigo era consultor
agrónomo y evitaban cualquier tipo de instancia en que pudieran vincularlos con
Carabineros. "Debido a que estaba a cargo de los procedimientos nocturnos,
salía una o dos veces al mes en televisión, ahí me colocaba de lado o bajaba la
gorra para que no me reconocieran en el trabajo de ella", comenta.

En una oportunidad una de las amigas de la Corporación reconoció
a Rodrigo, Lorena le pidió que guardara silencio y que luego le contaría…
este amor lo vivieron así durante 11 años. Después de haber estado en misión en
Haití, volvió a Chile y en 2007, cuando él iba a ser trasladado a Victoria,
decide retirarse.

Ese año inician la construcción de su hogar en Las Cascadas
y en 2008 contrajeron matrimonio. ¿Por qué lo dieron a conocer ahora? Por el
caso de la aviadora de las Fuerzas Armadas que estaba enamorada de un compañero
casado. "No era un caso igual, pero tenía características similares. Envié
una carta al director de Las Últimas Noticias y conté mi caso a apropósito de
lo que sucedía con esta chica. Me llamaron y decidí hablar (…) Hoy estamos pensando
en entablar una demanda, no civil, pero sí con relación a los Derechos Humanos,
puesto que nos negaron la posibilidad de formar una familia", dijo el ex
oficial.

Por su parte, Lorena con tristeza dice que le da mucha rabia
que Rodrigo haya tenido que dejar la institución, ya que era un excelente
oficial.

"Para casarte en Chile sólo debes ser soltero y para
ser señora de un carabinero debes venir de una familia decente, pero en los
informes hasta tu cuenta corriente y vehículo te lo piden (…) Se supone que
no se pueden subir escalafones, pero el año pasado se le dio la oportunidad a
algunas y hoy una de ellas está casada con un oficial ¿y por qué a nosotros no
nos dejaron ser felices?, por el capricho de ese señor".

Con cuatro meses de embarazo, Lorena tiene la esperanza de
que hoy todo saldrá bien. Junto a Rodrigo lograron salir adelante y esperan que
esto sea un ejemplo para muchos otros que viven o vivieron una similar historia
de amor.

*Fuente: Austral Osorno