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Salud y accidentes laborales: la realidad dramática de los trabajadores chilenos

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"La mayoría de los conductores del Transantiago sufre de estrés
laboral y depresión. Hay choferes que manejan bajo el consumo de
psicotrópicos. Muchos trabajadores son agredidos y no pasan a la mutual.
Como la frecuencia del transporte es irregular, se junta mucha gente en
las paradas y los usuarios descargan su ira contra los conductores que
son la cara visible del sistema, cuando la programación de las rutas y
su recurrencia es una decisión del empresario", relata Fernando
González, presidente de la Federación Nacional Unión de Trabajadores del
Transporte que agrupa en su mayoría a trabajadores del Transantiago; 
exactamente a 5 empresas de las 10 de la industria. Se trata de la zona
H, la Milenium (máquinas verdes), Transaraucaria (color naranja),
Alsacia (línea 100), y Express (línea 400).

Fernando González
añade que "aquí funciona el terrorismo laboral contra nosotros.
Legalmente nos correspondería trabajar 7,5 horas diarias, y tener un
descanso a las 4 horas, de acuerdo al artículo 26 del Código del
Trabajo. Sin embargo, cuando hay recorridos que son circunvalaciones y
el chofer llega al terminal, y no hay relevo, es obligado a seguir
conduciendo sin pausa. Es decir, pasan hasta 6 horas continuas sin
bajarse del bus, sin siquiera ir al baño. Por eso muchos conductores
trabajan con pañales. A la empresa Express de Santiago, por ejemplo, le
hemos interpuesto demandas sólo para que cumpla lo estipulado en la ley.
Además, como no nos pagan las horas extras, se ahorran o ganan 6
millones de dólares más sólo por este concepto."

Un chofer del
Transantiago es pasado a buscar por una VAN a su casa alrededor de las
02:30 horas de la madrugada, para recién empezar a conducir a las 06:00
horas. El trabajador llega a la "bodega" a las 04:00 horas, lo que es
contabilizado por el empleador como "tiempo pasivo" a cargo del
trabajador. Normalmente hace hasta tres recorridos, para recién a la
10:00 horas, para pasar por primera vez al baño. Después el funcionario
da una vuelta más y termina a las 16:00 horas. Es decir han transcurrido
12 horas desde que fue recogido en su hogar por la empresa. Esto ocurre
6 días a la semana.

"La salud mental de los trabajadores es
pésima", sentencia González y agrega que "cuando trabajábamos en las
micros amarillas uno llegaba al paradero y todos los choferes
compartían, teníamos muy buenas relaciones y había un buen ambiente. Se
comía bien y se nos pagaba bien. Hoy uno llega a un depósito y la gente
está sentada, no hay conversación, todos están amargados. Hay muchos
conductores con familias destruidas producto de las largas jornadas, los
controles excesivos, las presiones, casi todos los días hay choques, y
por el hecho de haber ganado $800 mil pesos mensuales o más antes y
ahora percibir menos de la mitad. En el último tiempo se han ahorcado
tres conductores."

EN EL CAMPO
Alicia Muñoz es la presidenta
de la Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas, ANAMURI, y
dice que "lamentablemente cada año, más que evaluar avances, continuamos
sumando víctimas producto de las condiciones en las que trabajamos, no
solamente las mujeres de la agro exportación, las trabajadoras del
campo, los trabajadores del campo y la ciudad, los mineros. Cada
temporada debemos lamentar la muerte o accidentes graves, que pudieron
ser prevenidos, si los empresarios con sus gigantescas ganancias,
hubiesen invertido en mejorar las condiciones de seguridad".

Según
las últimas investigaciones del Centro de Estudios de la Mujer (CEDEM),
las condiciones en que se realiza el trabajo asalariado agrícola, en
particular de las mujeres, está ligado directamente a la calidad de vida
y la salud, por tanto, los factores de riesgos "no sólo son físicos,
ambientales o químicos, sino que están vinculados a la forma que
adquiere la contratación de la fuerza de trabajo".

La principal
representante de ANAMURI lamenta que "Sigue siendo normal aplicar
plaguicidas estando las y los trabajadores en los huertos; no respetar
los períodos de reingreso, y el criterio de la ganancia prima por sobre
la vida y la salud de las trabajadoras". En ese contexto, Alicia Muñoz
relata el caso de "Cecilia Ortiz, trabajadora agrícola de la región de
Atacama, quien sufrió un grave accidente con resultado de pérdida de
vida. Y hasta el momento, la empresa "La Ruta" de Copiapó sigue negando
tener cualquier responsabilidad en su muerte, pese al informe forense.
El caso continúa en los tribunales de justicia, y hasta ahora no existe
ningún pronunciamiento".

Casos como "el de Cecilia, de Victoria
en Talca, Cristiana en la novena" se convierten en cifras que siempre
quedan en lo oscuro, incluso cuando en la región del Maule, en la
temporada 2009 se constataron "más de 50 accidente con consecuencias
fatales o sea 50 pérdida de vidas humanas y más de 130 lesionados
gravemente. En la actualidad, van a la fecha 94 accidentes, por
accidentes laborales en esta región, quedando los y las trabajadoras en
la más absoluta indefensión", concluye Alicia Muñoz.

EN EL MAR
"El
Presidente Sebastián Piñera ha planteado la necesidad de un nuevo trato
para los trabajadores de nuestro país. Es de esperar que no sólo sean
buenas intenciones, sino más bien sirva para colocarse a la altura del
desarrollo productivo que ha alcanzado nuestra patria y la retribución y
redistribución justa para los trabajadores de nuestro pueblo",
manifiesta el máximo dirigente de la Confederación de la Gente del Mar
(CONGEMAR), Jorge Bustos.

El dirigente señala que en la industria
donde se desempeña "carece de regulación  en la competencia y para qué
decir de la relación capital-trabajo, es decir tipos de contrato, donde
producto de la falta de regulación se cometen atropellos, todos ellos
denunciados a cuanta autoridad hemos podido, así como también a los
representantes de los partidos políticos".

Jorge Bustos afirma
respecto de las autoridades que "no pueden decir que no saben que
nuestros representados con suerte tendrán pensiones solidarias, pues
carecen de continuidad y densidad previsional. No pueden decir que no
saben  que el artículo 142 del código laboral autoriza un contrato que
no es contrato y que no tiene validez jurídica".

Sobre el ámbito
de la salud laboral del sector, Bustos informa que cuentan "dos muertos
anuales, aplastados por 35 toneladas varias veces; decapitados en
cubierta; atropellados en los puertos. Es el costo del estrés  por la
mayor producción en el turno, por la reducida mano de obra, con el único
fin de mejorar las ganancias de la empresa. Es impresentable que esto
siga siendo aceptado, considerando la promesa última que hiciera el
Presidente, a propósito de las inhumanas condiciones de seguridad de
nuestros hermanos mineros."

EN LA MINA
Eduardo Rocco es
vicepresidente de la Federación Minera de Chile que reúne a los
sindicatos del sector privado de la materia prima cardinal del país. El
dirigente explica en relación a la accidentabilidad y salud laboral de
los trabajadores mineros que  "el 6 de septiembre pasado pedimos una
entrevista con el presidente Piñera. Sin embargo, el gobierno sólo se ha
limitado a responder con una carta por intermedio de sus asesores,  sin
pronunciarse sobre lo medular. Interpretamos esto como simple ausencia
de voluntad política para recibirnos."

Rocco estima lamentable que, en cambio, "sí se generen los espacios para los
empresarios
que son los menos y no se abra un espacio de participación para los
trabajadores que somos la mayoría. Es claramente un indicador de que  si
hoy se pretenden generar cambios para mejorar las condiciones de las
trabajadoras y trabajadores, ellos se construirán sin la participación
activa nuestra. Es decir, seguirán con su ideas de ‘Trabajar para la
gente, pero sin la gente’".

Respecto de la accidentabilidad, el
representante minero comunica que "tenemos 18 fallecidos en lo que va
corrido del año 2010. Gran parte de ellos en la pequeña y mediana
explotación,  donde las condiciones de seguridad son inferiores en
relación a los sectores de mayor producción".

Interesante resulta
la relación que establece Eduardo Rocco entre productividad y
accidentabilidad laboral cuando ilustra que "uno de los factores que
detonan el crecimiento de los accidentes, está íntimamente relacionado
con el alza del precio del cobre,  donde el rubro en general  eleva su
producción para lograr un mejor negocio,  lo que afecta directamente a
la seguridad."

Por otra parte, el dirigente afirma que "sobre las
jornadas laborales en gran parte de la industria minera fueron
autorizadas las 12 horas de trabajo, lo que impacta con un 50% de
recarga de trabajo, un 50% de mayores posibilidades de accidentes del
trabajo, un desarrollo en menor tiempo de enfermedades profesionales o
laborales y una disminución de vida útil laboral evidente con respecto a
las empresas con  jornadas de 8 horas que es la que tienen los países
desarrollados."

Asimismo, Rocco aclara que "los índices de
accidentabilidad aparentemente bajos, son en parte, producto de un
excesivo ‘celo’ con los accidentes, ya que aquellos que llegan a tener
atención en las mutualidades son los casos más graves, pero existen
otros menos graves que terminan siendo incidentes con tratamiento médico
y posteriormente con trabajos restringidos para evitar que estos
lleguen a considerarse como tiempo perdido. Lo más importante para
algunas empresas es conservar un índice bajo de accidentabilidad. Ello
les permite por un lado, reducir o conservar los valores de la prima y
por otro, generar  una imagen de producción limpia". Suma que "de hecho
existen reconocimientos a nivel nacional para aquellas empresas que
logren obtener ‘excelencia en seguridad’. Lo preocupante de ello, es que
por un tema de ‘imagen empresa’ o un ahorro visible en el pago de
prima, estos reconocimientos se han transformado en incentivos
perversos  y en un círculo vicioso  donde los más perjudicados son los
trabajadores y sus familias, ya que si no existe registro en la
mutualidad y aparecen secuelas de este ‘incidente’, se considera para
todo efecto como enfermedad común y es de costo del  trabajador su
tratamiento a futuro. Las enfermedades producto del trabajo son raras.
Por ejemplo, un trabajador podrá salir de la empresa con tuberculosis,
pero en muy pocos casos por silicosis, aunque años después se compruebe
que era esto último lo que sufría."

Finalmente, Rocco señala que
"toda vez que aparecen casos de afectados con secuelas de salud, son
considerados improductivos y despedidos por exceso de licencias
médicas.  Con respecto a esto último, aparece un fenómeno llamado
"presentismo". Se trata de mineros que se presentan a trabajar en un
estado de salud precario, con tal de no presentar licencias médicas,
perjudicando aún más su salud y potenciando la
accidentabilidad."

NO SE CUMPLE NI SIQUIERA LA LEY
El
presidente de la Confederación General de Trabajadores (CGT), Manuel 
Ahumada, en cuya organización se constelan sindicatos principalmente del
sector servicios, reconoce que "en el trabajo sindical tenemos claro
que el principal capital de la organización es el trabajador. Un
trabajador será mas activo, participativo y comprometido con su
organización en la medida que su entorno laboral sea adecuado, que sus
aspiraciones económico- sociales vayan siendo satisfechas, que se
encuentre protegido contra los imponderables que pudieran afectarlo
durante el desarrollo de su trabajo", y sobre el denominado Nuevo Trato
-que todavía no presenta sus medidas concretas- gatillado por el caso de
los 33 mineros rescatados de la mina San José, dice que "pareciera que
nunca antes hubo accidentes de esta magnitud, nunca antes los patrones
violaron la ley de la forma que aparece denunciado y nunca antes los
organismos encargados de fiscalizar habían hecho mal su trabajo. Desde
ahora, partiendo por el gobierno y el parlamento, todos están
preocupados de la seguridad laboral ignorando que esta no es posible de
cambiar para mejor, si no se cumple con una serie de elementos básicos
que son obligación de la sociedad".

Ahumada asegura que toda la
accidentabilidad y sus consecuencias se miden por informaciones
oficiales, ya sea del gobierno o de las mutuales. Por eso el presidente
de la CGT propone "crear equipos que profundicen sobre este problema en
las organizaciones y generar un instrumento que las transforme en
estadísticas para conocimiento de la población".

Desde otro
lugar, el Doctor Manuel Parra, especialista en el tema y que ha
desarrollado trabajos para la Oficina Internacional del Trabajo en
Chile, expresa los ejes de la salud en el trabajo, definiendo que " la
salud laboral se preocupa de la búsqueda del máximo bienestar posible en
el trabajo, tanto en la realización del trabajo como en las
consecuencias de éste, en todos los planos, físico, mental y social" y
añade que "el nivel de salud laboral posible de alcanzar en un momento
determinado va a depender en gran medida de otras situaciones dentro de
la sociedad: el nivel de empleo y desempleo, las condiciones de
vivienda, la disponibilidad de infraestructura de transporte, el acceso a
la educación y a la salud, las instituciones promotoras de la salud y
las instituciones fiscalizadoras, el grado de organización sindical,
entre otros aspectos".

Parra enfatiza que "la historia del
trabajo muestra ejemplos de cómo a veces la principal medida para
mejorar la salud de un grupo de trabajadores ha sido un aumento de sus
remuneraciones, la prohibición de un material peligroso o un cambio
favorable en la jornada de trabajo. Lamentablemente también abundan los
ejemplos de medidas que, tomadas con una finalidad económica, terminan
por afectar negativamente la salud de los trabajadores".

Es
decir, la salud laboral y niveles de accidentabilidad están determinados
por el  desarrollo de un país, por  relaciones sociales distintas a la
búsqueda incesante del lucro y la explotación humana. Eso es hablar,
definitivamente, de otro Chile.
Noviembre 5 de 2010

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