Articulos recientes

Al navegar en nuestro sitio, aceptas el uso de cookies para fines estadísticos.

Noticias

Opinión

Los Mirage del general Ramón Vega

Compartir:

Dice el refrán popular que la justicia tarda, pero llega… siempre y cuando exista la voluntad y decisión de aplicarla con rectitud y no se espere tanto como para que la misma justicia determine que los delitos han prescrito en el tiempo, como ha sido la tónica en el caso de Augusto Pinochet, pillastre de siete suelas que falleció en una cama de hospital y no en una prisión, donde se supone que van a parar los delincuentes, sea por hechos de sangre o por delitos financieros…

El año 2006, se publicó mi libro titulado “Pinochet S.A. La Base de la Fortuna”, editado por el sello RIL Editores, en cuyo texto se muestran los orígenes de la colosal fortuna amasada por el fallecido dictador chileno, en colaboración con su grupo familiar y algunos personajes civiles y uniformados de su círculo más íntimo. El libro es producto de de una personal y exhaustiva investigación acerca de los manejos financieros de lo que califiqué como una ‘Sociedad Anónima de Hecho’ que operó en Chile y en el extranjero para acumular la riqueza que ha escandalizado a (¿ex?) partidarios y detractores de Augusto José Ramón Pinochet Ugarte y a la sociedad toda.

Con asombro e incredulidad, se comentaban las inmoralidades descubiertas. Se hablaba de las cuentas secretas encontradas en una fortuita investigación ordenada por el Senado norteamericano a los senadores Coleman y Levín para que indagaran al Banco Riggs de Washington, institución de la que se sospechaba como lavadora de dineros sucios provenientes del narcotráfico. La gente especulaba con las sociedades de papel creadas por el dictador, los traspasos de fondos para tapar cualquier posibilidad de ser descubierto faltando a la probidad, de la que tanto alarde hicieron sus partidarios, familia y él mismo. Pero, nadie sabía y pocos investigaron de qué dinero se trataba. La compleja trama de cuentas y sociedades fantasmas o de papel propiedad de Augusto Pinochet no tenía sentido alguno de no existir los fondos que daban origen al entramado, a la vez que saber como un funcionario público pudo apropiarse –y de donde- de los recursos que se ocultaban tras esas cuentas y sociedades.

Carente de medios económicos para hurgar más a fondo en archivos, Conservadores de Bienes Raíces, publicaciones que llamaban la atención por lo sospechosas, etc., logré acreditar una cantidad cercana a los 30 millones de dólares, apenas la punta del iceberg según declaraciones de la ex Ministra de Justicia, ex Embajadora y prima carnal de Pinochet, doña Mónica Madariaga Gutiérrez, en entrevista que le hiciera la ya desaparecida revista ‘Fibras’. 

La investigación que dio origen al libro tuvo como único objetivo ilustrar a la ciudadanía acerca de la manera como Pinochet y su entorno se hicieron de una mal habida riqueza para ‘asegurar su propio futuro y el de sus descendientes” para varias generaciones. Está escrito en términos y lenguaje comprensibles para cualquier lector no versado en términos económicos, manejos financieros y/o el intrincado lenguaje jurídico de abogados y tribunales. En ningún caso pretendí referirme a las inmoralidades que caracterizaron a muchísimos uniformados con acceso a las fuentes del poder y los recursos del Estado. Sin embargo, en uno de los capítulos, el número VIII (páginas 139 a 155), que se titula “El Negocio de las Armas”, era ineludible hacer mención a las comisiones percibidas a través de la empresa Europavía por la compra de aviones Mirage Elkan a la empresa belga SABCA, y la participación que cupo al entonces comandante en jefe de la Fuerza Aérea de Chile (FACH) y posterior Senador Designado, don Ramón Vega Hidalgo, sometido a investigación y proceso por suponerse falta de probidad en las negociaciones de compra de esos aviones, proceso incoado ante el Primer Juzgado del Crimen de Santiago el año 2003 por la titular de ese tribunal, la magistrado Sandra Rojas.

Como todo el mundo conoce, nunca se investigó a fondo la manera como Pinochet tuvo participación en el reparto de los 15 millones de dólares que SABCA destinó para ‘premiar’ a los involucrados en el delito de malversación de caudales públicos, pese a que uno de los involucrados en esta y otras negociaciones que devengaron comisiones (vulgo coimas), era el fallecido traficante de armamentos Carlos Honzik, a quien si se acreditó haber depositado seis millones trescientos mil dólares en una cuenta de la sociedad NEMESIS HOLDING, identificada por el Senado norteamericano como una de las empresas de papel receptoras de dineros de Augusto Pinochet Ugarte. De allí la obligada ligazón entre ambos comandantes en jefe de la FACH y el Ejército en la época de la compra de los Mirage Elkan. En consecuencia, y a falta de pesquisas judiciales en Chile, tal cantidad de dólares no fueron incluidas en la fortuna acumulada por Pinochet que pude acreditar con documentaciones irrefutables. Sepa el lector que fui querellado por algunos pero, atendida la seriedad argumental y los documentos de respaldo, los tribunales chilenos no dieron lugar al curso de esas querellas.

La situación procesal del retirado general FACH Ramón Vega Hidalgo se le presenta complicada, tanto así que el actual magistrado a cargo, el ministro en visita don Omar Astudillo, decretó prisión preventiva contra el procesado. Es de alabar la seriedad que se aprecia en el ministro Astudillo, quien tuvo cuatro antecesores a cargo del Primer Juzgado del Crimen, los que poco y nada pudieron avanzar, dado que la investigación judicial sobre la irregular negociación se inició en Bélgica, país que se habría negado a entregar los antecedentes a los tribunales chilenos el año 2007, situación a todas luces lógica si se toma en cuenta el manto de impunidad con el que se protegió la libertad de Pinochet luego de su arresto en Londres, el retorno a Chile y la manera como se burló de nuestro sistema judicial mientras estuvo con vida, protegido con todos los mecanismos al alcance de sus defensores, los propios gobiernos civiles de Chile y gran parte de los jueces encargados de investigar y sancionar sus delitos económicos y de sangre.

El año 2003 se inició la investigación en Chile al general (R) Ramón Vega, a la sazón ejerciendo el cargo de Senador Institucional (designado) y por tanto con fuero parlamentario según lo dispuesto por la Constitución de 1980, dictada por Pinochet. La jueza Sandra Rojas le hizo llegar un cuestionario para ser respondido por el Senador. Vega pudo haberlo contestado por escrito, sin necesidad de concurrir personalmente al 1ª Juzgado del Crimen de Santiago, amparado en su fuero. Aquí tenemos el primer grueso error cometido por el ex comandante en jefe de la FACH. Creyó que al igual que su cofrade Pinochet, el delito investigado jamás podría ser descubierto, ya que los dineros habían sido muy bien ocultados en una maraña de cuentas a nombre de terceros y sociedades en el extranjero. Vega renunció al fuero y se presentó en persona ante la jueza para declarar, tal vez convencido de que sacaría provecho de la coyuntura y su nombre no sólo quedaría limpio de polvo y paja, sino que le pondría en primer plano para optar a una carrera política futura, según ofrecimientos de la UDI, partido político dispuesto a brindarle una fraterna acogida en sus filas.

Una ‘inocente’ pregunta de la jueza prendió las luces rojas en la magistrado. Le consultó si conocía al ciudadano británico de origen belga, don Bernardus Van Meer. Vega, suelto de cuerpo, respondió que jamás lo había escuchado nombrar siquiera. La Sra. Rojas no dio señal alguna de inquietud y amablemente continuó interrogando…

El general y Senador había mentido descaradamente. Ocurre que el mencionado Van Meer, comisionado por el suicidado general belga Jacques Lefebvre para negociar la venta a Chile de los 25 aviones Mirage Elkan era nada menos que doble yerno del Senador Vega. En efecto, Van Meer se había casado primero con Verónica Raquel Vega, luego divorciado y vuelto a casar con Rosa María Vega, ambas hijas de Ramón Vega Hidalgo. Muy torpe la negativa de Vega…

Por secretos que sean los sumarios judiciales, nunca falta un actuario, un amigo o un intruso que tenga acceso a ellos y filtre informaciones, especialmente a los periodistas que rondan los juzgados en busca de noticias sensacionalistas. Algún reportero captó la inconsecuente declaración del general (r) y se dedicó a investigar, especialmente a las hijas de Ramón Vega. Su hija Verónica Raquel, a la sazón residente en la ciudad de Nueva York, se jactó ante el cronista de que su padre, el general (r) le había regalado el departamento que ocupaba en un exclusivo barrio de Manhattan, avaluado en US$ 500.000 de esa época (2003), hecho que publicó el diario “El Periodista” en su número 60, del día 23 de abril de 2004

Con su salario militar, ¿era posible que Vega hubiera podido obsequiar a su hija un inmueble de ese valor? ¡Nada menos que unos 320 millones de pesos de ahora! Altamente sospechoso por decir lo menos, máxime cuando la jueza Sra. Rojas pudo investigar algunos bienes del ex Senador y retirado general, estableciendo que Vega tenía propiedades en el exclusivo y aristocrático bario  Las Dehesa de Santiago, otras en la comuna de Las Condes, en Villarica, Estados Unidos e Inglaterra, además de lujosos y modernos vehículos, complementados con algunos antiguos de colección y de alto valor. También acreditó que el imputado mantenía cuentas corrientes y de inversión en los principales bancos nacionales y algunos extranjeros. El lector juzgará si Ramón Vega faltó a su juramento de probidad militar, tal como ya ha juzgado al cabecilla de la Sociedad Anónima, también conocido con diferentes nombres supuestos como Daniel López y otros…

Es cierto que todo imputado tiene legítimo derecho a un juicio legal, imparcial y equitativo y se le debe considerar inocente en tanto los tribunales no lo condenen con razones fundadas, lo que en esta situación despierta todo tipo de suspicacias. La defensa del general ® se aprecia muy débil para quienes somos legos en materias jurídicas, ya que Ramón Vega sostiene que las negociaciones de armamentos y equipamiento bélico se realizan exclusivamente de gobierno a gobierno, y que toda su participación se ciñó a las recomendaciones técnicas y características de los cuestionados aviones Mirage provenientes de Bélgica, y que por tanto ni él ni sus colaboradores tuvieron participación alguna en la compra de tales aeronaves. También sostiene que el gobierno de Chile no paga comisiones por compras de armamentos, lo que de hecho indicaría –según Vega- que él jamás ha recibido comisión alguna por la compra de aviones. De las palabras del cuestionado general ® se deduce que verdades a medias no son verdades, sino que es una argucia muy hábil para dejar la sensación de que se dice la verdad y que en este caso merecen un análisis que desvirtúa su poco sostenible argumentación:

1. Efectivamente, las negociaciones son de gobierno a gobierno, pero solamente a partir de cierta fecha posterior (1998) a la compra de los Mirage Elkan, recomendados por el alto mando de la FACH, que el imputado encabezaba.

2. Es difícil concebir que elementos civiles tengan conocimientos acabados de la tecnología de cada avión de guerra fabricado en el mundo. Ergo, una “recomendación técnica” de los cabezas de la FACH tiene, para efectos prácticos, un úkase a los civiles que determinan otro tipo de consideraciones, tales como precios, disponibilidad de fondos, necesidades de dotar de elementos bélicos a las FF.AA. , etc. Esto es tan claro y evidente como que el ministro de defensa de la época, el médico Dr. Patricio Rojas está lejísimos de ser un técnico en aviones de guerra, así como un general de aviación lo está de una intervención quirúrgica al corazón. Hábil pero engañosa maniobra de Vega para pasar la pelota al ex señor ministro, tratando de lavarse las manos y su imagen de militar honesto.

3. Efectivamente los gobiernos no pagan comisiones por las adquisiciones. Tales comisiones son de costo de los vendedores o los intermediarios, los que con certeza cargan al precio el costo de las ‘coimisiones’, las que en este caso fueron pagadas por Europavía, que en la época era empresa del general belga Lefebvre, suicidado luego de que el gobierno de Bélgica ordenara investigar pagos ilícitos, prohibidos en su legislación. Para mayor claridad del lector, el asunto de las comisiones saltó a la palestra luego de que el gobierno belga comenzara a investigar a Lefebvre por una compra irregular de helicópteros a la empresa italiana Augusta, dando origen al escandaloso dossier Augusta, y que concluyó con el suicidio de Lefebvre en su departamento de Avenue Louise en Amberes, dejando cartas que comprometían a ‘contactos chilenos’, sin mencionar nombres.

4. El general (r) no ha dado explicación alguna que aclare los depósitos a favor suyo, de sus tres hijos y su yerno Van Meer, por un total de dos millones ochocientos mil dólares, además de los pagos efectuados a sus subordinados, los señores generales (r) Jaime Estay Viveros y Florencio Dublé Pizarro y el coronel (r) Luis Bolton  Montalva, quienes recibieron pagos –acreditados por el ministro Sr. Astudillo- por US$ 65.000, US$ 60.000 y US$ 60.000 respectivamente.

5. Vega debería cambiar su estrategia de defensa –al menos yo lo haría de encontrarme en similar situación. Nos ha sorprendido una declaración hecha por el abogado  Sr. Luis Cifuentes, defensor de Ramón Vega, al diario Las Ultimas Noticias del día 20 del presente mes de enero, donde expresa (refiriéndose al caso de su defendido): “No tenemos más conocimiento de ello que lo que la prensa nos ha dado. Lo que me parece curioso es que la prensa sepa más que nosotros”.

Sea cual sea el desenlace de este escándalo económico y financiero, aquellos tozudos que todavía se empecinan en defender ‘el legado histórico de Pinochet’ deberían meditar muy serenamente, sin pasiones ni descalificando soezmente a quienes se empeñan en desenterrar la verdadera historia del régimen militar, acerca de la estela de corrupciones que caracterizaron a los otrora señores de horca y cuchillo que se adueñaron del país, a pretexto de todas las falsedades inventadas y que el tiempo ha ido develando de manera implacable.

Chile y su sistema jurídico necesitan recuperar la perdida credibilidad ante el planeta, a causa de la inexplicable actitud que permite impunidad a malhechores, sean éstos uniformados, o de cuello y corbata, que tanto daño irreparable han causado a la imagen país y la seriedad de las instituciones.
Santiago de Chile, enero 21 de 2009.

– El autor Ingeniero Comercial y escritor

Compartir:

Artículos Relacionados

Deja una respuesta

WordPress Theme built by Shufflehound. piensaChile © Copyright 2021. All rights reserved.