Ha comenzado por fin a destaparse una de las ollas en que se cocina el desarrollo económico y social chileno. Como se sabe, todo comenzó en Iquique en el mes de octubre, cuando se descubrió la existencia de un alto número de enfermos de Sida que no habían sido notificados de su enfermedad y se vino a saber que tres personas murieron sin llegar a conocer la causa de su lenta agonía. La entonces ministro de salud, persona de confianza de la presidenta Bachelet, emitió sin pestañear una de las declaraciones públicas más espeluznantes e irresponsables que se han escuchado en los últimos tiempos, o sea que, en nombre de la confidencialidad médica, “las personas tienen derecho a no saber que padecen Sida”. El escándalo le costó el puesto, pero ningún debate serio en el país intentó rastrear lo que estaba pasando. ¿Tenemos derecho a saberlo?
En las últimas semanas han seguido filtrándose informaciones sobre la increíble situación de la salud pública chilena en lo que se refiere a la difusión del Sida. Las noticias salen a la luz en la medida en que afectan a altos funcionarios, pero poco o nada conocemos acerca de lo que se esconde realmente detrás de los titulares escandalísticos de algunos diarios. Ahora ya se habla de mil personas a quienes nadie ha informado que son enfermos de Sida, lo que quiere decir que podemos comenzar tranquilamente a multiplicar esa cifra, porque nadie ignora que la enfermedad se transmite a través de variados medios (enfermedad que, entre paréntesis, en muchos países se mantiene bajo control con tratamientos adecuados). Por otra parte, nada menos que la decana de la facultad de medicina de la Universidad de Chile ha calculado que en Chile habría entre 30 y 40 mil personas portadoras del virus VIH y que no lo saben. Asociaciones como Vivopositivo y algún senador o diputado “díscolo” denuncian que el país atraviesa un estado de gravísima emergencia sanitaria. Pero la política y los medios prefieren ocuparse obsesivamente de temas mucho más apasionantes, como quiénes serán en definitiva los dinosaurios desempolvados que se enfrentarán en las próximas elecciones presidenciales (¡para las que falta aún más de un año!).
Si lo pensamos bien, no debería extrañarnos una situación como ésta, porque bastaría seguir destapando ollas para que quedara al descubierto el estado real en que la sociedad chilena se reproduce por detrás de las vallas publicitarias del progreso y el éxito económico. En este caso por ejemplo, Chile es uno de los pocos países del mundo que cuenta con una legislación específica para el Sida, pero la realidad social es muy diferente, bien poco corresponde a las vitrinas del progreso en las que se pretende exhibir cómo el país supera el subdesarrollo. ¿Habrá que esperar a que la derecha gane las elecciones para que lo que queda de izquierda se despierte de su sueño de país desarrollado y comience a denunciar las verdaderas condiciones de vida de los chilenos? ¿O más bien se dedicarán, lo que es más probable, a defender la “obra” concertacionista durante los próximos veinte años?
Es difícil que un país que arrastra siglos de miseria y abandono se transforme de un día para otro en modelo de alta calidad de vida si aplica políticas públicas destinadas a favorecer los negocios de la clase dominante. Sabemos que las estadísticas oficiales sobre la pobreza en Chile son mentirosas y manipuladas y que la mayoría de la población sobrevive en un ambiente higiénico y sanitario típico del llamado tercer mundo. ¿Por qué ocultarlo? ¿Por qué creernos nuestras propias mentiras? La punta del iceberg de los enfermos de Sida que ignoran su condición por no existir estructuras que garanticen la salud pública no hace sino mostrar el gran vacío que esconde la demagogia del poder que se viste con ropas socialistas.
Artículos Relacionados
Valentina y la hipocresía nacional
por Rafael Luis Gumucio Rivas (Chile)
9 años atrás 4 min lectura
La Noche de los Cuchillos Largos
por Cristian Joel Sánchez (Chile)
3 años atrás 4 min lectura
¿Una ley de responsabilidad socioambiental?
por Leonardo Boff (Brasil)
13 años atrás 4 min lectura
Polémica en torno al libro de Eduardo Labarca sobre Salvador Allende
por
13 años atrás 19 min lectura
¿En la ONU Bachelet condena la desidia, codicia e irresponsabilidad de algunos líderes?
por Andrés Figueroa Cornejo (Chile)
15 años atrás 6 min lectura
Mayo saharaui: Pedro Sánchez ante la deuda de España con el Sáhara, que no afrontó Mariano Rajoy
por Alfonso Lafarga (España)
6 años atrás 6 min lectura
Chilenos en Europa: No queremos que nos sigan secuestrando la democracia, por eso votamos «En Contra»
por Chilenos en el exterior
14 segundos atrás
El Pueblo chileno vota el 17 de diciembre «En Contra» del intento de imponernos una constitución a la medida del modelo neoliberal, a la medida de los intereses de la derecha y la ultraderecha.
Niños israelíes cantan la aniquilación de Gaza (Canción genocida en Israel)
por Daniel García (Francia)
2 días atrás
«Las caras angelicales de los niños israelíes cantan la aniquilación del pueblo de Gaza. Es imposible no pensar en todas las fotos de niños palestinos muertos o mutilados bajo las implacables bombas de las FDI mientras se escucha esta letra genocida. Una vieja canción versionada y parodiada en la que inocentes glorifican la guerra que Israel libra hoy contra los palestinos.»
“Papá, ¿vamos a morir hoy?”
por Natalia Junquera
2 días atrás
“He perdido dos casas, cinco familiares, amigos y colegas. Siempre he estado detrás de la cámara, pero hoy yo soy la noticia. Perder a mi padre y mis parientes me ha roto el corazón y nos ha dejado sin hogar. Cada foto que hago cuenta una historia. Compártanlas. Cuéntenle al mundo lo que está sucediendo en Gaza”.
Marruecos, país que viola Resoluciones de la ONU y ocupa militarme el territorio del Sahara Occidental NO PUEDE presidir el Consejo de DD.HH.
por Sociedad Civil Saharaui
2 días atrás
“No se puede permitir que un Estado que intenta obstruir el diálogo con la ONU, negándose a implementar y seguir las recomendaciones de los órganos de la ONU e incluso atacando públicamente a los expertos de la ONU a la vez que castiga a los defensores de Derechos Humanos por su participación en el Consejo de Derechos Humanos, actúe como su presidente. Destruirá la legitimidad misma de la que depende el Consejo de Derechos Humanos para sobrevivir, a la vez que abandonará a un pueblo que ha estado bajo ocupación desde 1975”,