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A propósito de la alianza Falabella con D. y S.

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La génesis de un engaño:
A fines de la década de los 70 Chile fue entrando a un modelo económico que se denominó modelo económico de libre mercado. Dadas las circunstancias vigentes en esos momentos, desde el punto de vista económico era necesaria fomentar y atraer a cualquier costo la inversión de capitales a nuestro país. Para lograr este objetivo se estableció un modelo económico de libre mercado, pero en el cual las normas regulatorias necesarias para mantener un mercado de libre competencia, se encontraban ausentes.

Ausencia de regulaciones para proteger la libre competencia:
A menores regulaciones, menos costos para el inversionista y por lo tanto la ausencia de normas pasa a ser un “plus” que mejora la rentabilidad de un proyecto de inversión. Esta mayor rentabilidad trataba de compensar la incertidumbre que implicaba hacer inversiones en Chile en esa época. Estas condiciones han variado en sentido completamente opuesto, el país es el más atractivo en Latinoamérica para hacer inversiones, sin embargo nuestra clase dirigente política insiste en no actualizar las bases del modelo económico vigente desde fines del 70.

Los teóricos economistas defensores del modelo económico de libre mercado reconocen la necesidad de establecer regulaciones para preservar la libre competencia en el mercado, si no se establecen estas regulaciones, el imperio de la ley de la selva se hace presente en el mercado con lo cual el más fuerte hace desaparecer al más débil.

Modelo económico chileno vs. Modelo económico norteamericano:
Es aquí donde aparece la gran diferencia entre el modelo de libre mercado vigente en Estados Unidos y el modelo económico establecido en Chile. En el país del norte hay toda una legislación e instituciones destinadas a velar por la permanencia de un modelo económico con las características de un modelo de libre competencia.

En Chile bajo la doctrina que el mercado soluciona todos los problemas económicos y en el afán de facilitar la inversión en Chile la legislación vigente destinada a preservar un mercado de libre competencia ha brillado por su ausencia.

Es una “Gran Tergiversación ”, fomentada en el país y aceptada por la gran mayoría de los chilenos y es que nuestro sistema de libre mercado es similar al que opera en Estados Unidos.

La falta de una legislación adecuada para que el modelo económico beneficie socialmente al máximo de chilenos nos ha llevado un modelo de “libertinaje” de mercado, donde la concentración de la riqueza ha “pampeado” en nuestra economía, con efecto sobre la ocupación, los ingresos reales de los trabajadores y sobre la distribución del ingreso que es uno de los peores del mundo.

Los proveedores de las cadenas de comercialización:
Hay sectores de la economía como la comercialización a nivel de consumidor final (“retail” = comercialización al detalle) que han tenido un sostenido proceso de concentración, con un fuerte impacto tanto social y económico en Chile. Esta concentración en el retail ha tenido efecto sobre sus proveedores , medianos y pequeños, sobre los medianos y pequeños competidores de estos gigantes de la comercialización y sobre todo sobre el consumidor final con el acelerado desarrollo de las tarjetas de crédito emitidas por las casas comerciales.

Estrategia de crecimiento acelerado, pero sin diversificación:
La estrategia seguida para generar este poder de negociación sobre los proveedores, se baso originalmente en el crecimiento dentro del mismo giro, es decir dentro del rubro supermercados, dentro del rubro farmacias, dentro del rubro materiales de construcción, dentro del rubro tiendas por departamentos.

Este crecimiento fue materializado por adquisiciones o por expansión geográfica. Pero el objetivo perseguido fue generar un poder de compra sobre los proveedores que resultara en ventajas comparativas por sobre su competencia.

La empresa privada, que es un elemento constituyente dentro del modelo de libre mercado, tiene por finalidad maximizar sus resultados en favor de sus accionistas, lo que es una conducta perfectamente aceptable dentro de este modelo económico. Los problemas aparecen cuando se hacen presente conductas por parte de la empresa privada que están destinadas a limitar la libre competencia y el Estado por razones que no es de analizar, no frena estas conductas aplicando normas adecuadas en pos de la mantención del modelo de la libre competencia.

Regulación de las relaciones entre empresas proveedoras y compradoras:
En Chile al no existir reglas claras que regulen las relaciones entre empresas proveedoras y empresas compradoras, ha imperado la ley de la selva en esta área, donde el más grande ejerce su poder de negociación en detrimento del más débil. Esta conducta resulta en proveedores que discriminan en condiciones y precios en sus transacciones con otras empresas, lo que permite a la empresa compradora con más poder de negociación, obtener condiciones a las que no tiene acceso la empresa compradora mediana y pequeña.

El efecto directo de esta discriminación resulta en el tiempo en la desaparición de la empresa mediana y pequeña que no puede comprar sus insumos a los mismos costos que la gran empresa compradora. Esta desaparición suma a la fecha miles y miles de comerciantes y proveedores que han sucumbido a esta concentración del “retail”.

Discriminaciones y eficiencia
Los economistas atribuyen esta atrición de medianos y pequeños empresarios comerciantes o proveedores en Chile, a la “ineficiencia” de sus operaciones. Otra gran tergiversación que no quiere enfrentarse en Chile y es que por la ausencia de organismos y legislación adecuada, la discriminación en precios y condiciones de los proveedores hacia este segmento de pequeños y medianos empresarios, hace que estos no puedan seguir operando en el mercado y han desaparecido por miles. No han desaparecido por “ineficientes”, sino que por haber sido brutalmente discriminados en el costo de sus insumos.

Es correcto que la causa del desaparecimiento de las empresas en EE.UU. se debe al factor ineficiencia, pero no se debe, como en Chile, a discriminaciones por parte de los proveedores. Nuestros economistas entrenados en prestigiosas universidades en USA, asumen que las teorías que explican la realidad económica de dicho país, pueden trasplantarse a Chile sin considerar la realidad chilena. Creo que nuestros economistas no han tenido la capacidad de análisis para elaborar una teoría económica “chilena”, que explique nuestra realidad en su contexto, que es diferente a la de otros países.

No discriminación en precios y condiciones en operaciones entre empresas:
En Estados Unidos todas las empresas compradoras, medianas, pequeñas o grandes, compran en las mismas condiciones y precios. Los descuentos por volumen no son permitidos, salvo algunas excepciones muy acotadas. No hay discriminaciones en contra de la mediana y pequeña empresa y todas las empresas tienen igualdad de oportunidades. Quebrantar este principio de igualdad de oportunidades para las empresas significa cárcel para sus ejecutivos, multas para las empresas transgresoras e indemnizaciones a favor de las empresas afectadas.

En Chile la autoridad ha creído que las mismas empresas pueden generar sus códigos de principios éticos que normen las relaciones entre proveedores y compradores. Esto no funcionará nunca ya que su adhesión es voluntaria y si un actor en el mercado no sigue estas normas voluntarias, es suficiente para hacer caer a los demás y al final del día nadie las cumpla.

En Estados Unidos existe una superintendencia de comercio (Federal Trade Comisión) que esta encargada de vigilar que las normas destinadas a proteger el modelo de libre mercado no se burlen.

El consumidor final o futuro “esclavo económico” fidelizado:
Las grandes cadenas de “retail” han desarrollado, explícitamente o implícitamente, objetivos destinadas a “fidelizar” a sus clientes a través del control de los gastos de los sectores de ingresos medios y bajos en Chile.

Estrategia de crecimiento con diversificación:
Este objetivo hizo obsoleta la estrategia de crecimiento dentro del mismo rubro y fue necesario entrar en una estrategia de diversificación en la comercialización, de tal manera de ofrecer el máximo de bienes y servicios que requería el consumidor final a través de locales y tiendas controladas por una misma casa matriz. En esta forma observamos a cadenas de supermercados entrando en el negocio de materiales de construcción y mejora de hogares, tiendas por departamentos que entran al negocio de farmacias, de supermercados y materiales de construcción.

La tarjeta de crédito como instrumento de “fidelización”:
El problema es como lograr amarrar (fidelizar) a este consumidor final. La fórmula fue por medio del crédito al consumidor final y es así como irrumpen las tarjetas de crédito emitidas por las casas comerciales.

Este fenómeno no ha sido debidamente analizado por los economistas que prefieren estudiar el comportamiento de las variables “macros” y por falta de experiencia dejar a las variables “micros” que se desenvuelvan solas. Las 14.000.000. de tarjetas de crédito emitidas en Chile que tiene una población activa de 6.500.000. de habitantes hace que en promedio cada habitante activo posea 2 tarjetas de crédito como mínimo.

La necesidad por crédito de los segmentos de bajos ingresos lleva a estos a aceptar cualquier letra chica. Los contratos por adhesión, o sea los que ya están establecidos e impresos por la parte emisora, como requisito debieran de ser aprobados por el SERNAC en pro de una verdadera defensa proactiva del consumidor final.

Creciente endeudamiento sectores de ingresos medios y bajos:
La falta de limitaciones para los volúmenes globales de crédito a través de las tarjetas de crédito, ha resultado en un creciente endeudamiento de los sectores de ingresos bajos y medios. Agregando a esto el aumento del costo de las más diversas “comisiones” cargadas a las cuentas de tarjetas de crédito. Esto significa que el servicio de las deudas representado por las “cómodas cuotas mensuales” que pagan los poseedores de tarjetas de crédito, ha ido en aumento. El aumento del servicio de la deuda trae como consecuencia una disminución del dinero en efectivo disponible para el poseedor de las tarjetas de crédito y aquí tendrán a lugar varias etapas que afectarán al usuario de tarjeta con deuda creciente y por ende con un servicio también creciente derivado del mayor endeudamiento:

Etapa 1: Endeudamiento Normal, el poseedor de las tarjetas de crédito puede servir los pagos mensuales sin sacrificar su bienestar.

Etapa 2: Endeudamiento Anormal: el poseedor de las tarjetas debe de sacrificar parte de su bienestar y decide adquirir nuevas líneas de crédito para compensar este sacrificio. (bicicletear la deuda)

Etapa 3: Deudor moroso, crisis endeudamiento: El deudor no tiene como acceder a nuevos créditos y decide el no pago de algunas tarjetas de crédito, optando por no pagar aquellas tarjetas que le provean de servicios y productos prescindibles. Las tarjetas que permitan la compra de una mayor variedad de productos más variados serán beneficiados con los abonos correspondientes del tenedor de las tarjetas.

Etapa 4: El “esclavo económico”. El sujeto dependerá al final de unas pocas tarjetas que son servidas irregularmente, el pago implica liberar cuotas de crédito con lo cual sigue sobreviviendo. Finalmente se verá enfrentado a una situación extrema donde dependerá de una sola tarjeta de crédito y en esta forma se consolida la figura económica que he denominado el “esclavo económico”.

Este “esclavo económico”, a igual que el obrero salitrero que podía redimir sus fichas en la pulpería de la salitrera, podrá comprar solamente en las tiendas de la cadena de comercialización que opera su única tarjeta de crédito que le queda con cupo. La “fidelización” del deudor es absoluta.

Deudores morosos de tarjetas de crédito:
Los “deudores de tarjetas de crédito”: El escenario presentado no es de ciencia ficción, es una realidad que a corto plazo se irá presentando con más rigurosidad y tendremos en Chile un universo de “deudores de tarjetas de crédito” que tendrán un comportamiento similar a los “deudores habitacionales”, pero este nuevo universo será infinitamente más grande.

Efectivo disponible en disminución:
La disminución del efectivo disponible, después del pago de las cuotas de crédito, será un fenómeno cada vez más agudo para la población chilena en la medida que siga creciendo el endeudamiento con tarjetas de crédito. Hay numerosos fenómenos sociales que tendrán su origen en este nuevo escenario donde las disponibilidades de dinero efectivo se verán drásticamente disminuidas por el creciente servicio a las deudas de las tarjetas de crédito. Los sociólogos tienen la palabra.

Fusión Falabella con D. y S.:
A mi juicio esta es una movida estratégica extraordinaria y que dentro del contexto chileno es inobjetable desde el punto de vista legal. Será imposible que esta fusión se pueda objetar ya que se trata de dos grupos con actividades comerciales que casi no se sobreponen, por lo tanto no es posible acusarlas de conductas monopólicas. Esta operación es la epitome de lo que puede hacerse en Chile dentro de las deficientes normas legales vigentes.

Beneficiados con la fusión:
Los únicos beneficiados con esta operación serán los accionistas de estos conglomerados. Es cuestión de calcular en pesos, no porcentaje, el aumento de valor de los activos de los accionistas derivado del aumento del valor de las acciones que se produjo el día del anuncio de esta fusión.

Beneficios para el consumidor:
Es incorrecto argumentar que esta fusión se justifica por los beneficios que recibirán los consumidores finales dada la nueva eficiencia del conglomerado resultante. Las eficiencias de costos son de beneficio para el consumidor final SOLO en un mercado perfecto, que esta lejos de ser el caso del mercado chileno de “retail”. Esta es una tergiversación más.

Beneficios para el proveedor:
Los proveedores no se verán beneficiados, ya que aunque existieran los códigos de buenas prácticas, estas duraran mientras no perjudiquen a la empresa que tiene el sartén por el mango. Como dice el refrán venezolano “no podemos creer en los pajaritos preñados”. Esta es otra tergiversación más.

Fusión Falabella con D. y S.: Exención de IVA:
Finalmente una de las razones más importantes que a mi juicio gravita a favor de esta fusión se encuentra en los millones de pesos que quedarían exentos de IVA al canalizar a través del Banco Falabella, tanto los resultados por intereses de las tarjetas Presto, como los intereses de las tarjetas CMR, ya que por expresa disposición de la ley de IVA los intereses de los bancos comerciales como el Banco Falabella están exentos de este impuesto.

No hay que olvidar que la estrategia de precios bajos, implica bajos márgenes en la etapa de comercialización de estos conglomerados, pero esta baja en resultados es recuperada en la etapa de financiamiento con los altos intereses y comisiones derivados de las operaciones de crédito al consumidor que se logran por el uso de las tarjetas de crédito operadas por el mismo conglomerado.

Estos intereses estan afectos a IVA mientras no lo generasen bancos comerciales autorizados por el Estado. Recientemente se autorizaron 3 nuevos bancos comerciales, Ripley, Falabella y Paris. Hacían más de 30 años que no se autorizaban nuevos bancos nacionales. Estas autorizaciones han sido beneficiosas para las operaciones financieras de las respectivas cadenas de comercialización ya que les ha permitido exonerar de IVA a sus márgenes de comercialización.

Santiago mayo 23 2007.

* El autor es M.B.A. U. de Stanford

Nota de la Redacción, PiensaChile: Recomendamos leer también el artículo "Alianza Falabella y DyS", que encontrará en el blog del autor, a continuación del que hemos publicado aquí.
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