“Debemos vivir como personas”: crónica desde un Haití al rojo vivo (Lo que Europa y EE.UU. no quieren ver)
Una media centena, e igual número de heridos, afirman enfáticamente sectores de la oposición y los movimientos sociales. En los últimos días las calles y las redes sociales muestran una serie de imágenes escabrosas. Jóvenes y niños tendidos, agonizando, en las calles de la capital. ¿VENEZUELA? No, ¡Haití! Un país ocupado militarme por fuerzas militares de diferentes países latinoamericanos en nombre de la paz. Son militares de esos mismo países que han firmado le Declaración del Grupo de Lima. ¡Hipócritas!
Decreto 701: La destrucción del bosque nativo o El gran regalo de la dictadura a las empresas forestales
El Decreto 701, dictado por la Dictadura civico-militar en el año 1974, fue un regalo millonario a 3 familias: Matte, Angellini y Carey. El resultado de ese regalo ha sido un enorme enriquecimiento de esas 3 familias y el empobrecimiento de miles de familias mapuches, chilenas, además de la destrucción de la tierra, lo que hoy provoca hambre, sequía e incendios por doquier. Las plantaciones de pinos y eucaliptos, las plantas de celulosa y toda la infraestructura vial y portuaria a su servicio son elementos que, a la vez de constituir el engranaje de un sustancioso y exclusivo negocio, representa la explotación de los territorios que ocupan y el empobrecimiento de sus comunidades.
A pesar de las tribulaciones todavía celebramos la Navidad
En nuestro país, y en el mundo, vivimos tiempos sombríos. Hay mucha rabia y mucho odio. Reina sobre todo la falta de sensibilidad hacia nuestros semejantes, especialmente hacia los niños –como el Niño Jesús– que viven en las calles y sufren abusos. A pesar de todo vivimos la humanidad de nuestro Dios, que asumió nuestra condición humana, tan contradictoria.
La guerra alimentaria
El control de las materias primas genera múltiples batallas con millones de víctimas, más que ningún otro conflicto haya provocado. Y no solo mata el hambre.
Dicen que si a las cosas no les ponemos nombres no existen. Así que cuanto antes bauticemos a la actual escalada militar que se ha convertido ya en una tercera guerra mundial, mejor. Antes la reconoceremos y antes podremos, tal vez, detenerla. Propongo llamarla la Guerra Alimentaria.
«Yo canto a la diferencia» (en un 18 de septiembre)
Les voy hablar en seguida de un caso muy alarmante,
Atención el auditorio, que va a tragarse el purgante,
Ahora que celebramos el dieciocho más galante,
La bandera es un calmante.
Yo paso el mes de septiembre con el corazón crecido,
De pena y de sentimiento, de ver mi pueblo afligido
El pueblo amando la patria y tan mal correspondido,
El emblema por testigo.
Argentina. Chaco: el hambre y la muerte a los 13 años
La vida se le fue de repente, con un balazo en el pecho. A las diez de la noche el hambre aprieta y el supermercado de Sáenz Peña estaba ahí, cerrado y solo. Eran cincuenta, cien. Nadie los contó. El brazo del estado, el que debería evitar que el hambre se instalara en esta fenomenal fábrica de alimentos de 3 mil kilómetros, no estaba. La policía, el brazo armado del estado, estaba ahí para evitar cualquier acceso a la comida. Las dos provocaron la muerte de Ismael Ramírez, de trece años. En medio de la arena del hambre.
Pueblo Qom de Sáenz Peña declara: El supermercado nos retuvo la tarjeta alimentaria, no querían darnos mercadería de nuestra tarjeta alimentaria por tema precios.
«Hay much@s argentin@s que sí quieren un país que se parezca a Venezuela»
Puestos a elegir, somos muchos y muchas que sin dudas queremos ser la Venezuela de hoy, chavista, comunera, antiimperialista y revolucionaria. Lo contrario es este presente argentino de cientos de miles de despedidos, inflación descomunal, represión y un clima de desesperanza, que sin duda tendremos que derrotar ganando cada una y todas las calles del país. Un día, dos y todos los que hagan falta, para que el tirano de la obsoleta democracia burguesa se suba al helicóptero, como ya lo hizo De la Rúa el 20 de diciembre del 2001 o los jefes de Mauricio M.hace 43 años, en el glorioso Vietnam socialista de Ho Chi Minh y Giap.
Argentina: «Ésta no es la Patria que queremos: la patria de la especulación, la patria sometida, la patria para unos pocos»
Ésta no es la Patria que queremos: la patria de la especulación, la patria sometida, la patria para unos pocos. Queremos una Patria para todos los que quieran habitar este bendito suelo, donde todos los que la habitan gocen de sus derechos: de su derecho al pan sobre la mesa, de su derecho a un techo digno, de su derecho a la salud y la educación, del derecho a un trabajo con el que alimentar y dignificar a sus familias, del derecho a trabajar su tierra. Queremos una Patria unida por lazos de solidaridad, en la que nadie esté de sobra y en la que todos podamos llamarnos hermanos. La Patria que todos los cristianos pedimos cuando rezamos al Padre “que se haga tu voluntad en la tierra como en el cielo”.
Hay un niño en la calle
Exactamente ahora, si llueve en las ciudades,
si desciende la niebla como un sapo del aire
y el viento no es ninguna canción en las ventanas,
no debe andar el mundo con el amor descalzo
enarbolando un diario como un ala en la mano,
trepándose a los trenes, canjeándonos la risa,
golpeándonos el pecho con un ala cansada,
no debe andar la vida, recién nacida, a precio,
la niñez, arriesgada a una estrecha ganancia,
porque entonces las manos son dos fardos inútiles
y el corazón, apenas una mala palabra.
Paraguay, el milagro silencioso y desigual
Ningún diputado paraguayo podrá decir que él no ve la pobreza. En el corazón del centro histórico de Asunción, a menos de 10 metros del Parlamento, separados solo por una calle, resiste firme la Chacarita, el barrio más humilde del centro, con algunas calles de barro y casas de chapa que se inundan constantemente. Es el Paraguay que muchos tienen en la retina: el país más pobre de Sudamérica, destrozado por la dictadura de 35 años de Alfredo Stroessner, una tierra de exilio y emigración.