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50 Años del Golpe de Estado, Derechos Humanos, Facismo, Historia - Memoria

El padrino alemán de Pinochet y el Crematorio en pleno centro de Santiago

El padrino alemán de Pinochet y el Crematorio en pleno centro de Santiago
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La foto superior muestra a Walther Rauff prisionero del ejército norteamericano, en enero de 1945 en Milán, Italia. Un año más tarde logro «huir» de la cárcel en que estaba recluído. De 1941 a 1943, este oficial de las SS fue el principal responsable del desarrollo y funcionamiento de los furgones de gas en los que fueron asesinados cientos de miles de personas, principalmente judíos. Murió, sin enfrentar ningún juicio, en su cama, en la comuna de Las Condes, Santiago de Chile.

15 de septiembre de 2019

Publicado originalmente en alemán, el: 03.09.2023 11:29 Uhr

Hace cincuenta años, cuando los militares de Chile se enfrentaron al presidente Allende y establecieron un aparato represivo, los nazis alemanes desempeñaron un papel importante. Uno de ellos fue el ex-SS-Standartenführer Rauff.

Walther Rauff

Un restaurante en el paseo marítimo de la ciudad chilena de San Antonio. Se exhibe a Walther Rauff. El antiguo SS-Standartenführer fue uno de los principales responsables de la aplicación de la orden de exterminio contra los judíos europeos. Durante la dictadura militar en Chile, estuvo muy implicado en la persecución y asesinato de miembros de la oposición.

«Estábamos construyendo un campo de concentración para 1.200 prisioneros. Esto fue unas semanas antes del golpe»

La foto que Rauff envió a su sobrino en Kiel en 1976 ayudó a rastrear las huellas que dejó en Chile. Un antiguo empleado del servicio secreto chileno DINA con el nombre en clave de Simón le reconoció enseguida.

Lo había visto en la salitrera abandonada «Chacabuco«, en pleno desierto de Atacama. Era julio de 1973, Simón era recluta y tenía que sembrar un campo minado en el lugar. «Estábamos construyendo un campo de concentración para 1.200 prisioneros. Esto fue unas semanas antes del golpe«. Uno de los comandantes era alemán, se hacía llamar «General van Nordenflycht«. Simon está seguro: es el mismo hombre de la foto: Walther Rauff.

Destrucción del «enemigo interno»

Poco después del sangriento golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, Simon fue enviado a la ciudad portuaria de San Antonio. Allí fue entrenado en el regimiento Tejas Verdes como agente del nuevo servicio secreto DINA. Su principal tarea era la destrucción del «enemigo interno«. Pinochet nombró a su amigo Manuel Contreras jefe del servicio secreto. Saludó personalmente a Simón y a los demás reclutas. «Nos dijo que ahora formábamos parte de la élite del ejército, y que nuestra tarea era erradicar el comunismo en toda América Latina«.

Entre los instructores de Simon había algunos «gringos» – extranjeros. Tenian acento aleman. Uno de ellos era Cornelius Krieg-Marbeck, que ya había sido instructor de las SS en lucha partisana y técnicas de interrogatorio en el Tercer Reich.

Rauff no fue el único ex nazi al que se le dio una nueva oportunidad tras el golpe de Estado encabezado por el general Augusto Pinochet. Después de 1945, unos 1.000 oficiales de las SS, las SA y la Gestapo habían escapado a Chile. En la DINA se les llamaba «nuestras tropas alemanas«. El líder de la red nazi era Rauff. Pinochet lo había traído a Chile en 1956 como asesor militar en nombre del alto mando.

El «Chacal

Walther Rauff

Jorgelino Vergara conoció a Rauff en la casa de vacaciones del coronel Contreras, en la playa de Santo Domingo. Tenía sólo 14 años, era criado del coronel y guardaespaldas de sus hijas.

Por la mañana le llevaba al coronel el desayuno a la cama, luego sacaba a pasear a su perro pastor «Kazan» por la playa, junto a las cabañas de la colonia de vacaciones donde se torturaba a prisioneros de todo el país. El ejército había confiscado las instalaciones justo después del golpe.

Rauff era un invitado frecuente en casa de Contreras, y Vergara lo entretenía. Contreras le llamaba «El Chacal». Hablaban de ‘paquetes’ que había que eliminar».  Dice que sólo más tarde, cuando él mismo ingresó a la DINA a los 16 años, entendió lo que significaba «paquetes«. «Era la palabra clave para referirse a los opositores al régimen liquidados«.

Rauff, según Vergara, había sido «miembro de la cúpula de la DINA». Había ayudado al dictador a crear un eficaz servicio secreto al estilo de la Gestapo. Rauff también estaba allí cuando los jefes de los servicios secretos de las dictaduras sudamericanas fundaron la Operación CONDOR. La DINA podía ahora perseguir a los opositores del dictador Pinochet en los países vecinos.

La principal tarea de Rauff en la DINA era hacer desaparecer sin dejar rastro a los opositores de Pinochet. Simon lo confirma: «Rauff era el maestro de la solución final». El departamento «Solución Final» estaba dirigido por Rauff y el general de brigada Christoph Willeke.

La fábrica de pescado de San Antonio

A día de hoy sigue sin resolverse el destino de 1.469 personas que desaparecieron sin dejar rastro durante los años de la dictadura. Algunos fueron arrojados al mar desde helicópteros, otros enterrados en el desierto de Atacama, varias docenas quemados con napalm en Colonia Dignidad… eso es todo lo que se sabe. Pero, ¿y los demás?

La brigada policial de derechos humanos lleva varios años siguiendo un rastro que conduce a San Antonio. Pero la investigación se ha estancado, en parte porque los autores, que siguen vivos, han mantenido el voto de silencio de la DINA.

Pero en el curso de la investigación, durante la cual la foto con Walther Rauff también fue distribuida en San Antonio, Jorge Silva, un ex trabajador de la fábrica de pescado «Arauco», se presentó. Reconoció al hombre de la foto. «Lo vi varias veces en la sala donde se reparaban las redes, estaba con los camiones que llegaban a la fábrica de pescado con prisioneros«.

La fábrica de pescado había pasado a ser propiedad de la DINA inmediatamente después del golpe. Los prisioneros políticos, transportados en camiones frigoríficos rotulados «Pesquera Arauco», provenían de las cárceles secretas de la DINA en Santiago; eran considerados «torturados». Ex guardias de la DINA relatan en una conversación confidencial cómo ocurría: Les disparaban o mataban con el gas venenoso sarín en la fábrica de pescado.

Los químicos para la producción de sarín eran transportados por agentes de la DINA en vuelos desde Frankfurt a Santiago en su equipaje de mano. No hubo controles aduaneros para estos agentes. Jorgelino Vergara cree que el BND mantuvo su mano protectora sobre ellos. «La DINA trabajaba muy estrechamente con el BND«. [NdR: BND es el servicio de inteligencia alemán]

Contactos con el BND y la producción de gas sarín

El compañero de Rauff en la cúpula de la DINA, el general de brigada Christoph Willeke, era responsable, entre otras cosas, de las relaciones con el BND y viajó varias veces a casa de sus colegas en Pullach. Allí recibió información sobre «extremistas» chilenos exiliados en Alemania. En su viaje de regreso, según los recuerdos de Vergara, también llevó personalmente a Chile material de laboratorio e ingredientes del gas venenoso sarín.

En respuesta a una pregunta de WDR sobre estas acusaciones, el BND se mostró evasivo:

«No se ha podido determinar aquí información sobre el transporte de productos químicos y material de laboratorio para la producción de gas venenoso en equipaje de mano en vuelos de Frankfurt a Chile con el conocimiento y apoyo del BND.»

El BND informado sobre Rauff

Tras el asesinato de los presos políticos, sus cuerpos fueron arrojados a la trituradora de la fábrica de pescado de San Antonio siguiendo instrucciones de Rauff y luego procesados para convertirlos en harina de pescado. Jorgelino Vergara supo esto por dos ex agentes de la DINA que participaron en este crimen.

El BND, para el que Walther Rauff trabajó como agente entre 1958 y 1963, ha guardado silencio hasta ahora sobre el papel de su ex agente en el sistema de terror estatal chileno. Confrontado con los resultados de la investigación, el BND admite por primera vez que, después de todo, estaba informado. Ahora ha investigado en sus archivos y ha encontrado un informe de julio de 1974 en el que se afirma que Rauff no era el «asesor jefe» de la DINA, sino que «se le podría calificar como uno de los «ejecutores», es decir, como un «órgano ejecutivo» sin autoridad para emitir órdenes.»

Crematorio en pleno centro de Santiago

Los ex agentes de la DINA vivieron a Rauff no como un «órgano ejecutivo», sino como un comandante militar. Esto es también lo que dice un hombre llamado Carlos. Fue uno de los guardaespaldas de Willeke durante la dictadura. Fue con Rauff varias veces a la perrera. Se trataba de un gran crematorio en el Parque de los Reyes donde se quemaba a los perros callejeros. Willeke y Rauff querían comprobar si los hornos de la perrera también servían para cuerpos humanos. Los centros de tortura de la DINA en Santiago produjeron muchos cadáveres entre 1974 y 1976 y a Rauff, según Carlos, le atraía la idea de eliminar las huellas de los crímenes directamente en el lugar. «Las distancias a la perrera eran cortas».

Vergara confirma la sospecha:

«Fue muy cruel, pero lo cierto es que los planes del Chacal se llevaron a cabo». A la pregunta de cuántos cadáveres se quemaron en la perrera, responde sin dudar: «Fueron al menos 300».

Rauff pasó sus últimos años en el barrio de Las Condes. Le gustaba jugar con sus nietos, que vivían cerca. Las solicitudes de extradición de Israel, Gran Bretaña y Estados Unidos fueron rechazadas por Chile. Rauff era un intocable. En 1979 recibió la visita de su antiguo superior, el general de las SS Karl Wolff. Como regalo de despedida, le dio a Wolff un libro con la dedicatoria: «SS-Standartenführer Walther Rauff – criminal de guerra certificado por el Estado«.

Traducido del alemán al castellano para piensaChile: Martin Fischer

*Fuente: Tageschau

El texto que publicamos es el resumen de un audio de casi una hora de duración. Abajo publicamos el enlace a la producción radial de casi una hora. Si hubiera interés en la traducción completa del audio, escríbanos (redaccion@piensachile.com) y lo solicitaríamos a nuestros solidarios amigos en Alemania:

 

Más sobre el tema:

Entrevista a Jorgelino Vergara, “El Mocito”

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