Articulos recientes

Al navegar en nuestro sitio, aceptas el uso de cookies para fines estadísticos.

Noticias

50 Años del Golpe de Estado, Derechos Humanos, Facismo, Fuerzas Armadas, Historia - Memoria

Caso asesinato de Victor Jara: exteniente chileno Pedro Barrientos, pierde ciudadanía norteamericana

Caso asesinato de Victor Jara: exteniente chileno Pedro Barrientos, pierde ciudadanía norteamericana
Compartir:

18 de julio de 2023

 

El exmilitar chileno Pedro Barrrientos pierde la ciudadanía de EE.UU. por el caso Jara

Barrientos adquirió de forma ilegal la ciudadanía porque, al haber cometido actos ilegales, prestado falso testimonio y participado en ejecuciones extrajudiciales, estaba invalidado para hacerlo, según el expediente judicial.


Un juez de EE.UU. despojó de la ciudadanía estadounidense al exteniente chileno Pedro Barrientos, quien en 2016 fue hallado “responsable” en una corte de Florida de la tortura y el asesinato extrajudicial en 1973 del cantautor Víctor Jara en un caso civil.

Según los documentos judiciales, el juez Roy Dalton, del Distrito Central de Florida, despojó de la ciudadanía a Barrientos por su papel en la muerte del cantante folclórico.

“Se revoca la naturalización del demandado Pedro Pablo Barrientos y se cancela el Certificado de Naturalización (…) emitido al demandado, con vigencia a partir de la fecha original de su naturalización, 17 de diciembre de 2010”,

escribió el juez Dalton.

Barrientos adquirió de forma ilegal la ciudadanía porque, al haber cometido actos ilegales, prestado falso testimonio y participado en ejecuciones extrajudiciales, estaba invalidado para hacerlo, según el expediente judicial.

En 2016, un jurado de un tribunal federal en Orlando responsabilizó al exmilitar de la muerte de Jara tras una demanda presentada por la esposa del cantante, Joan, y sus dos hijas, Manuela Bunster y Amanda.

El jurado pidió en 2016 al exmilitar chileno el pago de una compensación millonaria por daños y perjuicios para la familia Jara.

Los hechos sucedieron en el Estadio Chile, convertido en un centro de detención y tortura al comienzo de la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990).

Según los documentos judiciales, el exmilitar ingresó a Estados Unidos en julio de 1990 con una visa de visitante y siete años después se casó con una ciudadana estadounidense.

Barrientos contestó en los trámites migratorias, entre ellos los de residencia permanente y ciudadanía, que no había estado vinculado a ninguna organización política ni servicio militar.

Igualmente negó que había participado en algún genocidio o el asesinato de cualquier persona por motivos de raza, religión, nacionalidad, origen étnico u opinión política.

La demanda civil fue presentada en 2013 por el Centro de Justicia y Responsabilidad (CJA), con sede en San Francisco (EEUU), bajo la ley de protección de víctimas de tortura de 1991.

Desde entonces, la familia ha presionado también para que Barrientos sea extraditado a Chile.

*Fuente: ElMostrador

Relacionado:

Campaña desde Europa por la extradición del asesino de Víctor Jara

 

Edwin Dimter, el sádico "Príncipe" del Estadio Chile, asesino de Victor Jara

El último poema de Victor escrito horas antes de su asesinato en el Estadio Chile:

Estadio Chile (o Canto que mal me sales)

Somos cinco mil aquí
en esta pequeña parte la ciudad.
Somos cinco mil.
¿Cuántos somos en total
en las ciudades y en todo el país?
Sólo aquí,
diez mil manos que siembran
y hacen andar las fábricas.
Cuánta humanidad
con hambre, frío, pánico, dolor,
presión moral, terror y locura.Seis de los nuestros se perdieron
en el espacio de las estrellas.
Uno muerto, un golpeado como jamás creí
se podría golpear a un ser humano.
Los otros cuatro quisieron quitarse
todos los temores,
uno saltando al vacío,
otro golpeándose la cabeza contra un muro
pero todos con la mirada fija en la muerte.
¡Qué espanto produce el rostro del fascismo!
Llevan a cabo sus planes con precisión artera
sin importarles nada.
La sangre para ellos son medallas.
La matanza es un acto de heroísmo.
¿Es este el mundo que creaste, Dios mío?
¿Para esto tus siete días de asombro y de trabajo?
En estas cuatro murallas sólo existe un número
que no progresa.
Que lentamente querrá más la muerte.

Pero de pronto me golpea la consciencia
y veo esta marea sin latido
y veo el pulso de las máquinas
y los militares mostrando su rostro de matrona
llena de dulzura.
¿Y México, Cuba y el mundo?
¡Qué griten esta ignominia!
Somos diez mil manos
menos que no producen.
¿Cuántos somos en toda la patria?
La sangre del compañero Presidente
golpea más fuerte que bombas y metrallas.
Así golpeará nuestro puño nuevamente.

Canto, qué mal me sales*
cuando tengo que cantar espanto.
Espanto como el que vivo
como el que muero, espanto.
De verme entre tantos y tantos
momentos de infinito
en que el silencio y el grito
son las metas de este canto.
Lo que veo nunca vi.
Lo que he sentido y lo que siento
harán brotar el momento…

* Debido a que este poema fue sacado del Estadio Chile (actual Estadio Víctor Jara) de forma clandestina, se hicieron varias copias para que las probabilidades de su difusión fueras mayores. Por diferencias en las transcripciones hay versiones con el verso «Canto, qué mal me sales» y otras con «Canto, qué mal me sabes«.

(1973)  *Fuente: Cancioneros.com

 

Compartir:

Artículos Relacionados

Deja una respuesta

WordPress Theme built by Shufflehound. piensaChile © Copyright 2021. All rights reserved.