NO al llamado a un acuerdo nacional. Exigimos un Plebiscito. ¡Dignidad y Justicia!
por Centro Ecuménico Diego de Medellín (Chile)
5 años atrás 3 min lectura
DIGNIDAD Y JUSTICIA
Declaración del Centro Ecuménico Diego de Medellín
Estamos en situación de emergencia. Pero no igual para todos. Los más amenazados son los que están perdiendo su trabajo y su ingreso y viven en espacios estrechos, sin resguardos contra el contagio. Y éstos, son la mayoría.
El gobierno ha llamado a un gran acuerdo nacional, por encima de todas las diferencias. Le decimos al presidente que no se dan las condiciones para un acuerdo y que éste sólo puede ser legitimado en un plebiscito. Porque es el pueblo entero de Chile, con todas sus diferencias –de género, nacionalidad, raza, ingresos, educación, salud, vivienda– el que debe resolver las contiendas que hoy nos dividen. La soberanía pertenece al pueblo y no a un grupo social privilegiado.
Las diferencias que más nos dividen hoy son las de ingresos y de patrimonio. Es escandaloso e injusto que el 10% más rico de la población tenga ingresos que superan en un 40% al de los más pobres. Es un escándalo que los más ricos oculten buena parte de su patrimonio invirtiéndolo en paraísos fiscales. Es un escándalo que la inversión de los fondos de pensiones vaya en buena parte a enriquecer aún más a los que ya son ricos, en vez de volver como pensiones dignas a quienes han cotizado para tenerlas. Es un escándalo que, para resolver el problema del hambre de los más vulnerados por el sistema, el gobierno esté repartiendo cajas de alimentos –limosna irrespetuosa de la dignidad.
Ha habido empresarios individuales que han puesto un hotel suyo al servicio de la salud pública, o han entregado apreciables sumas de dinero para importar insumos sanitarios indispensables. Pero no basta. Hay además un problema no resuelto de justicia y dignidad. Por eso apoyamos la iniciativa de gravar con un impuesto adicional la fortuna o el patrimonio de los más ricos. Sería un acto de justicia distributiva y un primer paso en la dirección de asegurar un salario mínimo –salario y no bono– a todos los moradores de Chile, aún aquellos que están sin trabajo. Un impuesto como éste se legitima en el fundamento ético de que la apropiación de bienes y la propiedad privada sólo se justifican si aportan sustantivamente a la convivencia –ésa es su función social.
En contraste, es indignante comprobar que no pocos entre los propietarios se han aprovechado de la contingencia para engrosar sus ingresos ya exorbitantes. Indignante es también saber que los señores de la droga compran con dinero el silencio, la colaboración y sobre todo la dignidad de pobladores. Desde el 18 de octubre se nos ha planteado la pregunta –y la exigencia– de la dignidad. ¿Puede haber dignidad en un país donde no hay justicia?
Si hay personas que se ven obligadas a vender su dignidad a precio tan vil, es porque su necesidad es extrema y de ese soborno, –el no-salario del indigente–, depende la salud y la vida de niños y ancianos. La responsabilidad de tal vileza no recae en ellos, sino en quienes sostienen un sistema económico donde la garantía de derechos humanos tan fundamentales, como el derecho a alimentarse, no está asegurada por el ente estatal, sino que depende de la buena voluntad, la limosna o hasta del soborno.
El pueblo entero deberá ser convocado para que –plebiscitariamente– revoque los mecanismos y las instituciones que agravan abismalmente las diferencias y dejan sin protección digna y justa derechos humanos fundamentales, como el derecho a no tener hambre. Sólo así puede tener lugar, en dignidad y justicia, un gran acuerdo nacional –o plurinacional chileno– que abarque y armonice todas las pluralidades y diferencias de género, clase, cultura, raza y nación que hoy nos dividen.
Artículos Relacionados
José Luis Ysern, un “chileno nacido en Valencia”, mensajero de la Liberación, ha partido
por Lucía Sepúlveda Ruiz (Chile)
4 años atrás 6 min lectura
Párrafos impactantes del libro “La vida en búsqueda de la libertad” de José Comblin
por Juan Subercaseaux (Chile)
6 años atrás 11 min lectura
El Taki Ongoy para la jerarquía eclesiástica chilena
por Leonel Reyes Fernández (Iquique, Chile)
7 años atrás 5 min lectura
El Evangelio leído de Sur a Norte: Teófilo – una personalidad todavía desconocida [Capítulo 01]
por Salvador Santos Pacheco
6 años atrás 12 min lectura
El legado de Monseñor Romero mártir
por Jon Sobrino (El Salvador)
6 años atrás 39 min lectura
Suprema ordena a senadora Campillai borrar de sus RRSS «todas las publicaciones que afecten la honra» del exoficial Crespo, que destrozó su rostro y sus ojos
por
2 horas atrás
22 de febrero de 2025
«si la Senadora Campillai no puede decirlo, lo diremos nosotros. Claudio Crespo es un violador de derechos humanos. Un sicópata que debería estar preso».
Bases militares, una invasión encubierta
por Pablo Ruíz (Chile)
1 día atrás
21 de febrero de 2025
El mundo está plagado de bases militares, de aproximadamente 900 bases militares, que se encuentran en 96 países. La mayoría son de los Estados Unidos y países de la OTAN. «¿Cómo se justifica la presencia de las bases militares hoy en el mundo?
Bases militares, una invasión encubierta
por Pablo Ruíz (Chile)
1 día atrás
21 de febrero de 2025
El mundo está plagado de bases militares, de aproximadamente 900 bases militares, que se encuentran en 96 países. La mayoría son de los Estados Unidos y países de la OTAN. «¿Cómo se justifica la presencia de las bases militares hoy en el mundo?
Foro Virtual Internacional “Territorios de Paz, Bases Militares Extranjeras y Militarismo Global”
por El Sáhara Occidental no está en venta
3 días atrás
19 de febrero de 2025
Esta actividad global está organizada por la Oficina Internacional de la Paz, No a la guerra – No a la OTAN, Pace e Bene, RootsAction, Veteranos por la paz, Red de resistentes de la industria de la guerra, Internacional de Resistentes a la Guerra y World Beyond War.