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¿Podría la Nueva Constitución afectar los valores que profesan las iglesias cristianas? Algunas Preguntas 

¿Podría la Nueva Constitución afectar los valores que profesan las iglesias cristianas? Algunas Preguntas 
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Representantes evangélicos y parlamentarios oficialistas rechazan nueva Constitución

“Nuestra posición es clara y no aprobaremos”, anunciaron autoridades religiosas, durante un encuentro en el que también participaron diputados de RN.
Diario Uchile

Sábado 18 de enero 2020 15:53 hrs

El Centro Evangelístico de las Asambleas de Dios realizó este sábado una actividad en la que anunciaron su rechazo al establecimiento de una nueva Constitución, idea que será sometida a plebiscito el próximo 26 de abril.

Jorge Méndez, presidente del Consejo Nacional de Obispos y Pastores de Chile y Alto Representante Protocolar de la iglesia frente al Gobierno, dijo que la institución llamará votar NO en los comicios. 

“El 20% de la población es evangélica y le hicimos saber nuestra postura a La Moneda. Además, nos hemos acercado a representantes de otras iglesias, como la Católica, que también están por el rechazo. Nuestra posición en abril es clara y no aprobaremos”, dijo.

Al encuentro asistieron Eduardo Durán y Francesca Muñoz, ambos parlamentarios de Renovación Nacional. 

Esta última dijo que apoya la determinación de la iglesia evangélica “porque resguardaremos el derecho del que está por nacer, derecho preferente de los padres a educar a sus hijos y las libertades de creencia, conciencia y expresión, entre otros de la actual Constitución”.

Según su punto de vista, esas garantías pueden ser excluidas “en la redacción de una nueva Constitución desde una hoja en blanco”.

Por su parte, el diputado Eduardo Durán recalcó que “el mundo evagélico está siguiendo muy de cerca el proceso constituyente” y “no considera que sea necesario” cambiar la carta fundamental para enfrentar “los grandes problemas que aquejan a la ciudadanía”.

“La solución es avanzar lo antes posible en la Agenda Social con las reformas que está impulsando el Gobierno como el reciente anuncio sobre las pensiones”, señaló. 

De acuerdo a Durán, “los obispos están muy comprometidos en comunicar en sus iglesias la importancia de participar en los asuntos públicos de nuestro país y defender lo que consideran imprescindible para la convivencia nacional, y que son los valores cristianos están garantizados en la actual Constitución”.

*Fuente: Diario UdeChile

Algunas Preguntas

Las culturas occidentales se están alejando cada vez más de la herencia judeocristiana que una vez las alimentó, por eso, ciertos líderes cristianos pueden esperar sufrir un aislamiento político y cultural. La imagen de la biblia sosteniendo la Constitución Política de la República de Chile de 1980 no es nueva: aparece en El Mercurio de 1879, cuando el Estado colonizador denigra a los mapuche que luchan contra la expropiación de sus terrenos, y los reduce a un problema mayor de la nación.  Castrados por estereotipos racistas, el indígena es representado por la prensa de la época desde una masculinidad primitiva y barbárica, inferior a la occidental. La virilidad del ejército chileno se prueba en el soldado que da la vida por la patria. Cual Cristo, demuestra su heroísmo en la muerte sacrificial, y su modernidad, en la táctica con la que triunfa en cada una de sus campañas. Estos códigos metropolitanos son promovidos por el gobierno de la elite incluso en la prensa nortina de la época, cuando se relata la llegada de las tropas a Lima. La ciudad es comparada con la “prostituta magna” (Sodoma o Babilonia), y se retrata como un espacio enfermo y exótico, “mezcolanza de razas, que a uno lo confunden”. Famoso por sus mujeres bellas, Perú interesa por sus minerales, pero se posee conquistando los cuerpos que la habitan.
Esta es la retórica de la comparación, una estrategia clave para sentar las bases de la República y, hoy en día, útil para preservar el modelo económico ‘progresista’ y la Carta Fundamental de dictadura. Desde este imaginario, Chile, en contraste con el resto de los países latinoamericanos, siempre fue más parecido a Europa. Por su clima no tropical, por el color de su gente, porque aquí no hay “negros”. La disciplina, el control y la moralidad sexual evidenciaron la pureza de su raza, de sus competencias culturales y de su superioridad civilizadora. Así, frente a los “maricones peruanos”, el Chile glorioso proyectó solo una cartografía: la católica, la masculina, la heterosexual, algunas veces mestiza.
¿Y cómo se validó este discurso nacionalista? Por mucho tiempo, en un esquema teológico que alimenta dos narrativas de larga data: 1) “el cristiano debe poner la otra mejilla” y 2) “los cristianos somos real sacerdocio y nación santa”. La primera perspectiva vendió la idea de cuidar en extremo las relaciones sociales, no invertir en empresas con actividades cuestionables, encerrarse en un monasterio, aparentar. La segunda narrativa, en cambio, conjugó la idea de santificación con la comisión evangelizadora. Como resultado, el símbolo bíblico basilea (‘reino’, ‘imperio’) utilizado por Jesús, se convirtió en el argumento del ethos dominante: un reino de sacerdotes no puede ser gobernado por paganos.
¿Y quién materializó estas prácticas discursivas? Por casi doscientos años, la Iglesia Católica, aunque en los últimos, los casos de abuso sexual la callan al olvido. Por ahora, algunos sectores de la iglesia Evangélica que, ante la posibilidad que le ofrece el terreno concedido, aprovechan la prensa para abandonar la marginalidad. Y así, defienden fervientes la masculinidad hegemónica, la heterosexualidad, el patriarcado y el régimen dictatorial.
Porque, ¿Qué otra cosa podría significar un comunicado público de rechazo a la nueva Constitución? ¿Qué otra cosa podría ser contraria a los valores que profesa su comunidad de fe? (¿Ser mapuche, ser mujer, ser gay?)
¿Cómo un documento puede ser perjudicial cuando todavía no existe? ¿Por el miedo a la libertad de consciencia que se reclama para el matrimonio igualitario y otras demandas? ¿Porque se obvia que, casualmente, esa es la misma facultad que ha permitido ejercer la libertad de culto?
¿Cuáles son las reformas que este grupo poco representado espera implementar? ¿Por qué no las nombran? ¿Son propuestas de cómo ser cristiano sin ser sectario? ¿De cómo amar a Dios con la mente?
Sandra Araya, Santiago 20.01.2020
 

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