20 marzo, 2019
Las Fuerzas Armadas han merecido todo nuestro respeto, por décadas y siglos. Soldados, pilotos, marinos y carabineros han dejado el pellejo por nosotros en muchas ocasiones. Son nuestra fuerza disuasoria e imprescindible ayuda en emergencias de la naturaleza. Pero a nivel de sus autoridades las cosas se han ido poniendo inaceptablemente peores.
El término “dictablanda” es lo que nos describe desde el 90 a hoy. Pinochet lo concibió para decir “seguiremos haciendo lo que se nos antoja, ahora que se acabaron (casi) todas las torturas y desapariciones. Pero haremos lo que queramos, a la vista de las (pseudo)autoridades democráticas”. Lo que se nos dé la gana.
Para la completa lista de escándalos (de los que sabemos) no alcanza el espacio. Los Pinocheques. Las platas del Riggs. El contrabando de armas a Croacia… Los Mirage y muebles de rattan de la Fuerza Aérea. Las turbias fragatas de los marinos. Pacogate. Robos masivos y sistemáticos con los pasajes aéreos. Un Fondo Mutuo del Ejército en Aysén con un desfalco de 3 mil millones. Las transacas previsionales son masivas y ofensivas.
El Contralor Bermúdez informó en junio de 2016 a la Presidenta Bachelet que era imposible auditar los gastos reservados, pues los datos eran mínimos e impenetrables, por décadas… sin respuesta. Luego lo hizo al Congreso. Se intentó modificar y el TC lo impugnó (que cosa más rara, ¿no?). Se está tratando todavía de modificar.
El cargo más difícil es el de ministro de Defensa. Le toca mirar para el lado sin pestañear ni enrojecer de rabia, mantener “cara de palo”, en un ministerio lleno de ex uniformados. El comandante en Jefe del Ejército Martínez reconoció que no informó al ministro Espina de los casos de tráfico de armas vinculados a bandas de narcos… nada menos que a ¡bandas de narcos! No le pasó nada. Por el lado de las humillaciones no nos quedamos cortos: a raíz del huracanado escándalo, las FF.EE. de Carabineros rodearon a los vehículos de la PDI en Temuco, en un amenazante desplante que en cualquier país normal hubiera valido la remoción inmediata de todas sus autoridades.
¿Qué habrán sospechado sucesivos ministros que visitaron la casa imperial del general Fuente-Alba, constatando una ostentación que ningún millonario de Chile exhibe? ¿O será que no se atrevieron a sospechar por temor a destapar el avispero que finalmente se destapó? Con insolencia extrema el Ejército exhibe el retrato del Mamo Contreras –nuestro violador supremo de Derechos Humanos– en su galería de generales, y… no pasa nada. Otro comandante en Jefe declara que “defenderemos nuestra previsión con dientes y muelas”. Vaya, vaya, ¿cuáles serán esos dientes y cuáles esas muelas? No pasa nada.
Hay que preguntarse, entonces, ¿por qué sucesivos Presidentes no han intervenido para generar un verdadero control civil, a pesar de que hoy un golpe militar ya sería inconcebible? La ciudadanía sin duda los apoyaría. Aquí aventuramos una hipótesis: los mecanismos de ascenso. En teoría, van a ascendiendo los “mejores”. Con toda seguridad se considera su capacidad, disciplina y entrega, pero el criterio de “mejores” también incluye su nivel de adhesión a la ideología del pinochetismo y su pertenencia a la “familia militar”. Con ello, se asegura la autorreproducción de la especie, en esta organización instalada en el nepotismo, la corrupción y la provocación, impropia de una institución digna, llamada a ser modelo para el país y la región. El problema es entonces la decantación perversa de sus cúpulas.
Si en el próximo escándalo se descabezaran las 50 autoridades superiores de cada rama (cuestión hoy imposible por ley), no se sacaría nada. Los siguientes 100 deben pensar igual, cortados por la misma tijera. Por ello, es imprescindible:
- Crear draconianas leyes que le permitan al Ministerio de Defensa y a la Contraloría auditar hasta el último peso de los gastos generales.
- Controlar los montos y objetivos políticos de los gastos reservados, en instancias reservadas del poder civil. Por supuesto, cambiar la Ley Reservada del Cobre. La sola existencia de una ley “reservada” era tal vez tolerable en 1990 para que nos devolvieran la democracia, hoy es una humillación adicional.
- Cambiar el marco legal, de modo de poder castigar faltas de probidad –o de respeto al poder civil– con despidos inmediatos, previo informe a la Comisión de Defensa del Senado, ya sea de un comandante en Jefe o de cualquier autoridad intermedia.
- Revisar y transparentar los procedimientos de ascenso a todo nivel.
- Juzgar crímenes de uniformados en los tribunales civiles, a menos que se trate de asuntos estrictamente militares.
- Prohibir que ex uniformados trabajen en el Ministerio de Defensa y las cajas previsionales de las FF.AA.
Dictadura, dictablanda, dictabasta.
*Fuente: El Mostrador
Artículos Relacionados
Telescopio: La letra (de la ley) con sangre entra
por Sergio Martínez (Montreal, Canadá)
15 años atrás 6 min lectura
Faride Zerán: «Es un deber del Estado garantizar el pluralismo informativo»
por Mario Casasus (Azkintuwe)
18 años atrás 15 min lectura
Colombia: Masacre en la escuela Santa María
por Reinaldo Spitaletta (Argenpress.info)
17 años atrás 4 min lectura
Chile: tres Constituciones cívico militar. ¡Asamblea Constituyente ahora!
por Rafael Luis Gumucio Rivas (Chile)
10 años atrás 3 min lectura
Gustavo Gatica a cinco años del 18 de octubre: «Falta valor en la izquierda para defender el estallido»
por El Mostrador (Chile)
12 horas atrás
El joven psicólogo y víctima de trauma ocular durante el estallido social de 2019 señaló que el Gobierno de Gabriel Boric no se ha enfrentado al relato que criminalizó el evento. «Quienes debieron defender la otra narrativa de lo que fue el estallido social no lo hicieron»
Convocatoria para la celebración del 5. Aniversario de la Revuelta Social de Octubre de 2019
por Organizaciones Populares (Chile)
1 día atrás
Fecha: jueves 17 de octubre a las 19 horas
Lugar: Confederación de Sindicatos de la Construcción
Almirante Hurtado 2069, Stgo. centro (perpendicular a Almirante Latorre entre Toesca y Claudio Gay), Metro Toesca
Medio Oriente – El diluvio de Al-Aqsa, Occidente y la Shoah. Entrevista a Gilbert Achcar
por Megaphone (Beirut, Líbano)
4 días atrás
Si hay un atisbo de esperanza en medio de la trágica niebla que persigue a nuestra región desde que comenzó la guerra genocida en Gaza, es sin duda el movimiento de solidaridad popular que se ha desarrollado en los países occidentales —en contraste con el sombrío panorama de los países árabes a este respecto—, especialmente en Estados Unidos, donde este movimiento es especialmente importante debido a la centralidad del papel de Estados Unidos en el apoyo al Estado sionista, su complicidad de facto con él y su plena participación en la guerra genocida que está librando.
Los últimos saharauis que pedían asilo a España fueron devueltos a Marruecos
por Sebastián Forero (España)
5 días atrás
No queda ya ningún saharaui en el aeropuerto de Barajas, en Madrid. La última decena de ciudadanos con ese origen ha salido de España al filo de la medianoche del jueves, dentro de un grupo de 22 personas devueltas, a bordo de un vuelo de Air Europa con destino a Marrakech (Marruecos),