Sábado, 16 de septiembre de 2017
Todo país es soberano en decidir sobre quién debe entrar en su territorio. El caso de la embajadora saharaui Jadiyetu Mokhtar, fue una postura de las autoridades peruanas instigada por el lobby marroquí en ese país. La diplomacia marroquí centra su mayor tarea a nivel internacional, en buscar apoyos para continuar su ocupación al territorio de los Saharauis, el Sáhara Occidental. Los representantes de esa dictadura hacen labores propios de los servicios secretos, violando las reglas del derecho diplomático, de cortesía y protocolarias; consistentes en espiar, sobornar, presionar a los amigos de los saharauis, todo ello con el único objetivo de evitar la presencia de los diplomáticos saharauis en el país donde están acreditados, o su asistencia a eventos políticos, sociales o diplomáticos, como es el caso de la embajadora en Misión al Perú Jadiyetu Mokhtar.
El Frente Polisario desde su reconocimiento por parte de las NNUU en 1975, como único representante legítimo del pueblo saharaui, sus delegados y representantes están acreditados en muchos países incluidos los propios aliados de Marruecos, como EEUU, Francia, España, o la misma Unión Europea, pero también en países amigos como Cuba, México, Nicaragua, Venezuela, Ecuador, Brasil y otros . Los saharauis son un Movimiento y país respetados por todo el mundo, salvo Marruecos claro está, por que respetan las normas del derecho internacional y se esfuerzan en continuar su lucha por los medios pacíficos, a pesar de las provocaciones del reino de Marruecos.
La exembajadora marroquí en Perú, Oumama Aouad (del 2008 al 2016), fue la artificie de la creación de toda una trama de maniobras, espionaje, sobornos, presiones, en territorio peruano con el fin de contrarrestar la diplomacia de la República Saharaui en ese país hermano. El actual embajador no hace más que seguir sus pasos, Oumama Aouad, tuvo que ser destituida debido a que fue destapada su trama y actividades subversivas por el hacker Chris Coleman.
He aquí informaciones detalladas publicadas por El Sr R. Sánchez Serra, activista y notorio intelectual amigo del pueblo saharaui, sobre esas actividades subversivas, de coacción y soborno en Perú.
Marruecos es un Estado dominado por la casa real y sus lacayos
La monarquía alimenta un sistema de clientelismo y corrupción en favor de una minoría de familias que se aprovechan de su control sobre la maquinaria del Estado para aumentar sus fortunas. Tratan de adaptarse al contexto de las transformaciones neoliberales para expandir su monopolio. Las otras capas de la burguesía se someten a este favoritismo en favor del clan real y sus asociados, que les abruma. En el plano político, sus iniciativas son muy débiles y están históricamente vinculadas a la monarquía como garante de la estabilidad política para garantizar su participación en las ganancias ante la amenaza de una explosión social violenta. La ira de algunas capas pequeño burguesas que proliferan especialmente en el sector informal tiene su expresión en el fundamentalismo islámico, con variantes que se oponen radicalmente a la monarquía.
El país hermano de Perú, es libre en elegir sus amigos y aliados, pero los pueblos y países de Iberoamérica conocen mejor que nadie las dictaduras, sus juegos oportunistas, maniobras y otros males con el fin de mantener sus intereses derramando sangre de pueblos enteros, robando sus riquezas y castigando colectivamente e esos pueblos por medio de infinitas medidas represivas que abarcan la cultura, derechos políticos, civiles y sociales etc… La monarquía marroquí ejerce esos tipos de represión e injusticias contra el pueblo saharaui desde que invadió su territorio en 1975 hasta hoy día. Perú como país democrático y aspiraciones de gran envergadura, no debería dejarse engañar por un puñado de personas “compradas” por la embajada marroquí en Lima.
LLAMAMIENTO A LAS AUTORIDADES PERUANAS
Los Saharauis, nos sentimos muy ligados a los pueblos iberoamericanos por los lazos culturales e históricos; pero también compartimos con ellos los ideales de la justicia, la democracia y la amistad entre los pueblos y países, por ello, llamamos a las autoridades peruanas a facilitar a nuestra embajadora, Jadiyetu Mokhtar la entrada para que pudiera cumplir con su cometido, consistente en estrechar lazos de amistad y culturales entre el pueblo saharaui y el peruano.
*Fuente: Poemario Saharaui
Artículos Relacionados
El negro Matapacos nunca mató a nadie
por Dr. Tito Tricot (Valparaíso, Chile)
2 años atrás 3 min lectura
Chile: Arranca Escuela Popular de Autogestión de Trasol: hacia una pedagogía de la solidaridad
por Andrés Figueroa Cornejo (Chile)
2 años atrás 8 min lectura
Crisis en Ecuador: Lenín Moreno sacó los militares a la calle
por Página 12
6 años atrás 3 min lectura
2019, ¿vuelo ciego, rumbo a lo incierto?
por Leonardo Boff (Brasil)
7 años atrás 4 min lectura
Indignación en Brasil: El dolor toma las calles tras el asesinato de Marielle Franco
por Actualidad RT
8 años atrás 4 min lectura
Saharauis. Un pueblo, una causa
por Helena Villar (Argelia)
10 años atrás 2 min lectura
La urgencia de detener el fascismo
por Mesa Nacional Unitaria (Chile)
20 mins atrás
26 de noviembre de 2025
Cuando Chile se une, Chile avanza.
Cuando Chile se escucha, Chile crece.
Cuando Chile se organiza, Chile cambia.
¿Qué le ocurrió al capitán Toledo? Se debe determinar la causa real de su muerte
por Matías Burboa
1 día atrás
25 de noviembre de 2025
El dato más importante es que el Servicio Médico Legal (SML) NO ha entregado hasta hoy un resultado oficial sobre la causa de la muerte.
Mario Cruz Bustamante: cuando la danza se vuelve memoria
por Iván Vera-Pinto Soto (Iquique, Chile)
2 días atrás
24 de noviembre de 2025
“Uno no baila solo por bailar.
Uno baila con los que ya no están, con los que vendrán
y con esta tierra que todavía pide ser escuchada”.
Gaza / Israel: de lo insólito a lo inédito con la reciente resolución 2803 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas
por Nicolás Boeglin (Costa Rica)
2 días atrás
24 de noviembre de 2025
«Gaza hoy no pide lo imposible. Pide claridad. No pide una victoria absoluta, sino un mínimo de certeza. Porque lo que más agota a un pueblo no son solo los bombardeos… es esperar el día siguiente sin saber cómo será.»