Las protestas en el norte de Marruecos se recrudecen y amenazan con extenderse
por Manuel Trillo (España)
8 años atrás 4 min lectura
La violencia llega a la revuelta del Rif
18/06/2017 01:32h – Actualizado: 18/06/2017 01:38h.
A las diez de la noche del viernes, la tensión se dispara de nuevo en Alhucemas. La misma pauta se viene repitiendo en esta ciudad del Rif a lo largo de las últimas semanas: a esa hora se rompe la calma impuesta durante el día por el ramadán, el mes de ayuno de los musulmanes, y hasta la medianoche se suceden las protestas en la calle y la respuesta contundente de la Policía. Se trata de las mayores revueltas en Marruecos desde la Primavera árabe de 2011 y amenazan con ir a más.
La detención el pasado 29 de mayo de Nasser Zafzafi, líder carismático de un movimiento popular conocido como «Hirak» que reclama mejoras económicas y sociales para el Rif, ha reactivado las movilizaciones y ha devuelto la agitación a esta región del norte de Marruecos, que en los años 20 del siglo pasado llegó a ser una república independiente.
El movimiento surgió el pasado octubre, cuando un vendedor de pescado de Alhucemas, Mouhcine Fikri, trató de recuperar la mercancía que le habían confiscado y acabó triturado por un camión de la basura.
Al principio las manifestaciones eran pacíficas, pero esta semana se han tornado más violentas y han adoptar un esquema de guerrilla urbana, con grupos de jóvenes recorriendo a gritos las empinadas calles de la localidad, mientras la Policía trata de cercarlos. Los manifestantes se enfrentan a pedradas con los agentes, que responden con el lanzamiento de gases lacrimógenos y la detención de decenas de personas.
Hace una semana decenas de miles de personas se manifestaron en Rabat en solidaridad con el Rif y en la vecina Argelia también ha habido alguna movilización de apoyo. Según transmitió en su reciente visita a Marruecos el presidente de Francia, Emmanuel Macron, Mohamed VI ve «normal que haya manifestaciones en un marco constitucional» y tiene «deseo de tranquilizar la situación respondiendo a las demandas de este movimiento y aportando respuestas concretas».
En estos días, Alhucemas aparece completamente tomada por las fuerzas de seguridad, con controles a la entrada, patrullas en cada esquina y numerosos vehículos policiales. En las afueras se ha instalado incluso un campamento de tiendas de campaña de color verde para albergar al personal llegado de fuera como refuerzo.
Tras la ruptura del ayuno y del rezo en la mezquita, las fuerzas de seguridad cogen posiciones en puntos estratégicos. Los agentes antidisturbios forman barreras humanas a la entrada de las zonas más conflictivas, como Sidi Abid y el Barrio Obrero, llamado así, en castellano, por los habitantes de la antigua Villa Sanjurjo, una ciudad levantada por los españoles tras el desembarco de Alhucemas de 1925.
Pese al férreo control policial, los manifestantes buscan rutas alternativas para acceder a las concentraciones. Como los dos muchachos que el pasado jueves guiaron a ABC hasta el corazón de la protesta. En lugar de entrar al Barrio Obrero desde la avenida principal, dieron un rodeo hasta la parte baja. Allí saltaron una verja metálica y subieron una cuesta escarpada y pedregosa. En lo alto les esperaba un muro de adobe de unos tres metros de alto, que escalaron con agilidad.
Demandas sociales
En el seno del barrio había ya centenares de personas reclamando la liberación de los detenidos y coreando sus reivindicaciones: trabajo, una universidad, un hospital y medios para el tratamiento del cáncer. Esta es la región con más enfermos oncológicos de Marruecos, algo que, de forma machacona, los vecinos atribuyen a un bombardeo español con armas químicas.
«Tenemos que ir al hospital a Rabat y aquí no hay trabajo», se quejaba en mitad de la protesta Youssef, de 21 años, estudiante de Ciencia y Tecnología en Tánger, ciudad situada 300 kilómetros al oeste.
Las mismas demandas se repiten una y otra vez. Todo al que se le pregunte en Alhucemas insiste en que son únicamente sociales y económicas, que nada tienen que ver con la política. A ello suman las quejas por la dureza empleada por las fuerzas de seguridad y la Justicia con los rifeños.
El orgullo herido de un pueblo anterior a la llegada de los árabes
La imagen del pescadero Mohcine Fikri triturado por un camión de la basura, así como la represión de las protestas, han exacerbado en el Rif un sentimiento de marginación que se conoce aquí como la «hogra», explica Zohra Koubia, del Comité Marroquí de Derechos Humanos (CMDH). Koubia relaciona el «Hirak» con el movimiento del 20 de Febrero, surgido en Marruecos en 2011, y considera que las protestas pueden extenderse por el país. «Es un proceso», apunta en español.
Esa percepción de humillación viene desde que Hassan II, padre de Mohamed VI, combatió a los rifeños tras el fin del Protectorado español, a fines de los 50. No obstante, el conflicto hunde sus raíces más atrás. Los rifeños suelen recordar que ellos ya estaban en esta tierra al llegar los árabes.
Manuel Trillo – @manueltrillo Enviado Especial A Alhucemas
*Fuente: ABC
Artículos Relacionados
A Gustavo Dudamel, en Dolor Mayor
por Juan Manuel Parada (Venezuela)
8 años atrás 3 min lectura
A un año de la firma de los acuerdos de paz en Colombia
por Pedro Santana Rodríguez (Colombia)
7 años atrás 25 min lectura
Multitudinaria marcha en Honduras contra presidente Hernández
por RFI (Honduras)
7 años atrás 3 min lectura
Bloque sindical de Unidad Social da por desahuciado diálogo con el Gobierno
por El Desconcierto
5 años atrás 2 min lectura
La simpática utopía kurda, «Rojava», es apoyada, entrenada y armada por EE.UU.
por Thierry Meyssan (Francia)
8 años atrás 13 min lectura
Abogado UE rechaza acuerdo de pesca con Rabat por afectar a Sáhara Occidental
por Marta Borrás (España)
7 años atrás 4 min lectura
Presidente del Sindicato de Starbucks: «Se hacen millonarios a costa de la precarización laboral»
por Canal Ciudadano (Chile)
4 días atrás
4 de abril de 2025
En entrevista con El Ciudadano, el presidente del sindicato de Starbucks, Antonio Páez, se refirió al acuerdo alcanzado entre los trabajadores y la empresa tras más de tres semanas de movilización.
«Rechazamos ex-CNI (Tejas Verdes) como Director de SECPLA en San Antonio»
por Fundación por la Memoria San Antonio (Chile)
4 días atrás
04 de abril de 2025
«Le exigimos al Sr. Ovalle que entregue los antecedentes (de Tejas Verdes) que sin duda alguna están en su conocimiento en virtud de su rango de oficial mientras fue parte de la CNI, además de exigir su inmediata desvinculación de los organismos municipales.»
El empresario Morstadt debe a CONADI el pago del predio en disputa con Julia Chuñil
por Lucía Sepúlveda Ruiz (Chile)
4 días atrás
04 de abril de 2025
Julia Chuñil es mujer, mapuche, y campesina, y tenía 72 años cuando desapareció. Su vida y su historia hasta el 8 de noviembre de 2024 están marcadas por la violencia racista, de género y la violencia de clase, a la que se sumó en los últimos años la violencia extractivista. Ahora la suerte de la defensora de bosques y aguas de su territorio ancestral, depende de una justicia patriarcal.
Embajadora marroquí en grupo organizador de celebración del Premio Nobel de Gabriela Mistral (!?)
por La Marejada (Chile)
4 días atrás
04 de abril de 2025
En una controvertida decisión que cuestiona su compromiso declarado con los «derechos humanos en cualquier parte del mundo», el Gobierno de Chile encabezado por Gabriel Boric y su Ministra de Cultura, Carolina Arredondo, y su Ministra de la Mujer, Antonia Orellana, han integrado a la Embajadora de Marruecos en Chile, Kenza El Ghali, al grupo organizador de los eventos de conmemoración de los 80 años del Premio Nobel a la poetisa, literata, diplomática y educadora chilena Gabriela Mistral.