Crisis de dominación oligárquica y Asamblea Constituyente
por Rafael Luis Gumucio Rivas (Chile)
10 años atrás 3 min lectura
En cierto sentido, las Asambleas Constituyentes tienen un carácter re fundacional: es el caso histórico de las Cartas Magnas de Estados Unidos y de Francia, en el siglo XVIII, y de España, en 1812, La Pepa, 1931, la de la II República, y la 1978, formulada y promulgada después de la muerte de Franco. En Latinoamérica, Venezuela, Bolivia y Ecuador poseen el mismo carácter fundacional. En el caso chileno, desde 1833 hasta ahora, no ha existido ninguna Asamblea Constituyente, sólo dos plebiscitos fraudulentos para refrendan sendas Carta Magna ilícita, el de 1925 y el de 1980, amos impuestos por una alianza cívico-militar.
La historia, lo sabemos, no se repite: la teoría circular del “eterno retorno” es sólo una posición filosófica, sin ninguna prueba que la avale en los hechos, sin embargo, se pueden comparar procesos político-sociales que, en fondo, tienen una textura histórica similar, por ejemplo, la Constitución de 1925 surge del quiebre de dominación oligárquica que había comenzado en el Centenario de la república, y que se radicalizó en 1920, con la candidatura a la presidencia de Arturo Alessandri Palma. No es casualidad el que los militares revolucionarios de 1925 hubieran visualizado la Asamblea Constituyente, pero la astucia de Alessandri y la espada del inspector del ejército, Mariano Navarrete, lograron burlar este ideal democrático mediante el ardid de proponer un texto constitucional, redactado por el propio Presidente, para ser plebiscitado.
Pienso, basándome en este precedente histórico, que la forma para lograr que un plebiscito permita convocar a una Asamblea Constituyente exige, necesariamente, una radicalización de la crisis de dominación oligárquica que, a mi modo de ver, hasta ahora se expresa de manera larvaria por una fuerte desconfianza en las instituciones del Estado – Parlamento, Ejecutivo, partidos políticos, poder judicial e, incluso, la iglesia católica, preferencialmente – y en el sistema electoral – considérese que hoy la Presidenta representa el 20% del universo electoral y los parlamentarios apenas el 8%; si estos datos no representan una crisis de representación y legitimidad, no hay donde perderse.
En un artículo anterior traté de caracterizar el quiebre político actual en Chile como el paso de una monarquía oligárquica a lo que se podría llamar “una república virtuosa”: todos los grandes procesos de quiebre conllevan una ética que, en caso de las movilizaciones sociales, que se radicalizaron en 2011, especialmente las estudiantiles, regionales y ecológicas, contienen un fuerte fundamento de la ética de la convicción weberiana. Principios como “educación gratuita, pública, laica y universal, derecho inalienable a la salud y a una vivienda digna vienen a constituir las ideas-fuerza que relacionan la tradición republicana y el cambio. Estas características explican la convocatoria y masividad de estas manifestaciones ciudadanas, de ahí que la calle se convierta en el actor fundamental del cambio político.
En nuestro país, la república murió en 1973 y, lo que vino a partir de esa fecha fue una monarquía oligárquica, con dos modalidades: dictadura autoritaria y democracia duopólica, al fin y al cabo quien termina mandando es el finado Jaime Guzmán con sus famosas trampas, candados y “jaulas de hierro”, tan bien descritas por el cientista político y constitucionalista Fernando Atria.
Creo que al definir la Constituyente como una refundación republicana de Chile, que recupere y supere la larga lucha del laicismo y el Estado docente, de los ideales de “pan, techo y abrigo”, y “gobernar es educar”, de Pedro Aguirre Cerda y, en la actualidad, de reemplazar una sociedad absolutista de mercado por una sociedad de derechos y participación popular, es lo que da sentido ético y moral a lucha por la Asamblea Constituyente.
07/06/2014
Artículos Relacionados
Nuevo Gobierno: Aprensiones y esperanzas.
por Hernán Narbona V. (Chile)
19 años atrás 4 min lectura
¿Qué significa ser pinochetista en el Chile de 2018?
por Montserrat Rollano (Chile)
6 años atrás 4 min lectura
Marcel Claude: «Los bancos no deben seguir en la educación pública»
por Roberto Valencia (Chile)
13 años atrás 4 min lectura
La liberación del prohibicionismo (aún en un sólo país)
por Emilio Cafassi (Argentina)
12 años atrás 8 min lectura
En América Latina la derecha sabe lo que hace: cierta «izquierda» anda turuleca y dando bandazos
por Omar Montilla (Venezuela)
17 años atrás 4 min lectura
1 Comentario
Deja una respuesta Cancelar la respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.
José ‘Pepe’ Mujica: “Le pido a la vida que me permita seguir ladrando un poco”
por Federico Rivas Molina y Gabriel Díaz Campanella (Desde Uruguay)
35 mins atrás
A los 89 años, el expresidente de Uruguay ha vencido al cáncer. En esta entrevista con EL PAÍS, realizada en su casa rural de Montevideo, donde aún se recupera de las secuelas del tratamiento, habla de la vida y la muerte, el rencor, la felicidad y su legado político.
¡Llamamos nuevamente a construir puentes de amistad y respeto hacia Cuba!
por Comité Internacional Paz Justicia y Dignidad de los pueblos, capítulo Suecia
1 hora atrás
El Comité Internacional Paz Justicia y Dignidad de los pueblos, capítulo Suecia, realizó una nueva manifestación frente a la embajada de EE. UU. en Estocolmo. En esta oportunidad, la periodista Kajsa Ekis Ekman, leyó una carta suya dirigida al presidente Joe Biden para que levante el criminal bloqueo impuesto al pueblo de Cuba.
Madrid, escenario de la lucha por la causa saharaui
por Alfonso Lafarga (España)
3 días atrás
La causa saharaui estará presente en Madrid el sábado 16 de noviembre con dos actos en la capital de España para expresar el apoyo a la autodeterminación del Sáhara Occidental y exigir el cumplimiento de las sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, por un lado, y denunciar la traición socialista, por otro.
Entrevista: La historia no tan secreta del apoyo de Netanyahu a Hamás
por Ghousoon Bisharat (Palestina)
4 días atrás
Desde sabotear Oslo hasta canalizar dinero catarí hacia Gaza, Bibi ha pasado toda su carrera respaldando a Hamás para perpetuar el conflicto. Incluso después del 7 de octubre, argumenta el historiador Adam Raz, sigue fomentando la misma estrategia.
El gran error de quienes piensan como tu es que creen que la gente que NO vota lo hace a modo de protesta antisistematica, o por manifestar descontento o por que defiende un modelo alternativo supra democratico-representativo. Despierten giles, si votar fuera obligacion, Bachelet tendría un apoyo mas menos similar, la derecha lo mismo, y los ultrones de ambos lados minoria vergonzante nomas. La foto mas clara es cuando encuestan a gente que no vota pero siempre sale apoyando opciones intrasistema. La mayoria de la gente no vota porq le da paja, y te lo pongo al reves, iria a votar si sus opciones se vieran realmente amenazadas.