Dos puntas tiene el Camino de la Paz entre Argentina y Chile

Crónica de un viaje y comienzo de una ilusión.
Siempre me ha gustado Buenos Aires, sus restaurantes y cafés,  librerías repletas de todo tipo de libros a precios razonables, y disquerías  con un folclor tanto rural como urbano siempre en renovación.  Hasta los grafitti, que en Santiago me sacan de paciencia, los encuentro graciosísimos.  Por ejemplo había uno que decía:  “ Vos sabés que Rodríguez era el único que tenía un Unicornio Azul, y al muy tarado se le perdió…..”
El campo argentino limita con algo entre el infinito y el horizonte, y las tierras cultivables deben ser, ¿Cuánto, cinco o siete veces las chilenas?
También su historia es diferente.  Monitoreada por los ingleses que ambicionaban sus riquezas agrícolas, se fundó y aunó alrededor de Buenos Aires y el negocio del contrabando.  Millones de emigrantes europeos le cambiaron la faz a la vieja guardia colonial, y la relación con Chile más amistosa y familiar en tiempos coloniales, se fue haciendo distante.
Argentina y sus masas miraban a Europa, mientras Chile quedó aislado.  La última gran aventura en conjunto después de la Independencia, fue el despeje al unísono que ambos países hicieron de las tierras ocupadas por los mapuches de ambos lados,  y que consistió en grandes matanzas realizadas por los ejércitos de ambos países y apoderamiento de territorios bajo los nombres de “Campaña del Desierto” “Pacificación de la Araucanía” y otros eufemismos que multiplicaron las riquezas de los estancieros de ambos lados.
Ambos países han coincidido tradicionalmente en negar que los mapuches vivían en ambos lados de la frontera, pues para ellos no había frontera, y afirmar rotundamente que venían arrancando del país vecino.
Ambos países no se han hecho cargo de sus raíces mapuches, y solamente después del año 2000 éstos han comenzado a desenterrar la historia a ambos lados de la frontera.
Después del año 70, ambos países sufrieron dictaduras militares orquestadas por el Gran Hermano del Norte, y fueron invadidos por el horror de la tortura y la desaparición de personas. Y para colmo  los militares envalentonados por el poder, comenzaron a correr las cercas, como dicen en el campo, y casi nos lanzan a una guerra estúpida e innecesaria.
Los medios de comunicación pagados por no sé quién, le echaron fuego a la hoguera, y las poblaciones civiles de cada país, que suelen caer como zorzales en las redes montadas por los medios, reaccionaron como masa irreflexiva, sin darle un pensamiento serio al tema.
Actualmente los medios se encargan, por lo menos en Chile,  de rasgarse las vestiduras  cuando Argentina trata de enfrentar como potencia que es, la negociación de la gran deuda externa que le dejó un presidente ortodoxo creyente en el neo liberalismo o bueno para el negocio, que ayudó a robarse medio país y llevárselo al exterior.
O se rasgan las vestiduras cuando después de 4 años de promulgar la Ley de Medios, que limita los monopolios en los temas de comunicación, éstos se negaron a obedecer hasta que  el día de ayer la Suprema Corte decidió obligarlos a cumplir la ley.
Y los chilenos ni se fijan que aquí, en nuestro país, la prensa y la TV no informan nada; que son monopolios, y que hay constancia de que fueron cómplices pagados por los servicios de inteligencia durante la dictadura y que los argentinos obtienen una gran victoria para su democracia si se cumple la Ley de Medios.
Después de recorrer desde Córdoba hasta Neuquén, de lado a lado hasta la costa, pasando por Buenos Aires hasta Bahía Blanca, abrumados por la inmensidad de las plantaciones de soja transgénica, llegamos a Junín de los Andes, hermoso pueblo cordillerano vecino a Pucón, en la Provincia de Neuquén.
Ahí nos encontramos con una sorpresa. Este hermoso pueblo de turismo de pescadores de caña con mosca, tenía un monumental Via Crucis en un cerro  que nos recomendaron visitar.
Pensando encontrar unas  simpáticas estampitas pegadas en los árboles, con las 22 estaciones tradicionales en que se rememora la muerte de Jesús, nos dirigimos al cerro.  En la entrada, había una oficina de información a la que entramos a que explicaran el tema.
Ahí nos explicaron que el tema no era un Via Crucis o Camino de la Cruz, sino un Via Cristi o Camino de Cristo y el arquitecto-escultor y autor del tema, que estaba en la oficina, nos informó  personalmente el sentido profundo de su obra y se ofreció a guiarnos por un rato, dando las explicaciones de cada uno de los monumentos.
Digo monumentos, porque el Camino de Cristo está compuesto, por lo menos, de 22  conjuntos de monumentos separados describiendo etapas del Evangelio.  Cada uno de los monumentos está compuesto por esculturas  que deben tener unos 3 metros de alto.
También hay bajo relieves y textos explicativos poéticos tallados en madera.  Los suelos son de mosaico representando dibujos simbólicos cristianos, mapuches, quechuas,  o de otras aproximaciones humanas a la espiritualidad.
Así San Francisco de Asis comparte un lugar con Mahatma Gandhi, el Obispo Romero y otros hombres buenos del mundo
Las caras de los personajes del Evangelio son caras mapuches o africanas, la de los verdugos llevan la cara de Videla, Massera, Pinochet, Bush o los banqueros internacionales que despojan a los pueblos.

Como ser pudimos ver a Francisco Pizarro clavando a Cristo, mientras Roca, el General de la Campaña del Desierto que esclavizó a los mapuches, le roba la túnica.
Vimos un kultrun, el tambor de la Machi, amarrado con alambres de púa, simbolizando las reducciones indígenas en tierras fiscales y los estancieros que cercaron  con alambre las tierras aptas para el cultivo.
También figura en este conjunto una evocación a la vida sufrida de Laurita Vicuña, una chica de origen chileno, hija de madre mestiza de mapuche, que representa a todos esos niños y niñas descendientes de la violencia de la conquista guerrera cuyas vidas fueron de martirio, pobreza y humillación.  El patrón de la madre de Laurita, marcaba a sus sirvientas con hierro igual que se marca el ganado y esta niñita sufriente es muy venerada en Argentina donde la consideran suya.
Alejandro Santana, el hombre que lleva 14 o 15 años dedicado a construir estos monumentos con un grupo de personas en un galpón cerca del cerro, es la caja de resonancia de todos los dolores sufridos por los pueblos y  transmuta este dolor convirtiéndolo en arte religioso profético.
Él  nos contó que fue reclutado para la guerra con Chile, esa que casi estalla en el año 1978 del pasado siglo y nos habló de sus sueños y visiones. Visiones que comparte con algunos videntes del siglo 19 que ubica a Junín de los Andes como un faro de luz que iluminará a otros pueblos. Visión que comparte con la Hermana Elda Scalco, religiosa italiana y Directora del Centro de Espiritualidad Salesiana, quién promovió la búsqueda del verdadero rostro e historia de Laurita Vicuña y  sus rasgos mapuches.
Este Faro de Luz será un Cristo de 40 metros que presidirá el Via Cristi, y que será el emblema de la paz entre los pueblos de Chile y Argentina.  Paz que pasa por reconocer  los sufrimientos causados a los pueblos originarios de ambos pueblos y  por crear un Camino donde los Municipios de Junín de los Andes, Pucón y Villarrica hagan unidos un pacto de paz y confianza y se comprometan a erradicar las armas en este espacio para siempre.
El camino en Chile llevará el nombre del Padre Pancho, como llaman al capuchino que fue Obispo de Osorno, Francisco Valdés Subercaseaux, artista y santo.
Y la idea es construir la paz con la misma fuerza que otros se dedican a construir la guerra.
El día 6 de Diciembre se reunirán miembros de las Municipalidades involucradas en el tema, para trabajar en este proyecto conjunto internacional, y ellos esperan que las Cancillerías de ambos países tomen nota de este esfuerzo y se unan a este proyecto.
Nosotros nos unimos de corazón, como también deseamos hacerlo con todos los pueblos de la América mestiza, para buscar todos juntos nuestro destino en este mundo convulsionado.
Olga Larrazabal S.
Octubre 2013