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Primer informe impactos, vulnerabilidad del modelo y condiciones para la reconstrucción

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Introducción
El impacto del desastre sobre las comunidades, los centros urbanos, la infraestructura y la economía del país han puesto al descubierto la vulnerabilidad del modelo de desarrollo económico que se ha venido aplicando en las últimas décadas. Ha develado un Estado pequeño y precario, con poca capacidad de control y fiscalización y que depende de consorcios empresariales para garantizar el abastecimiento y suministro de servicios básicos a la población, al igual que la evidente secuela de agudización de la desigualdad y la pobreza.

Cualquier Plan de Reconstrucción que el gobierno entrante busque implementar, exigirá cambios profundos en la gestión pública y política y en el modelo de desarrollo y reflexionar no sólo sobre el modelo, sino también sobre el rol del estado, la sociedad civil y las empresas.

Con la certeza de que la reconstrucción debe involucrar a la ciudadanía organizada y a los diversos sectores del país, ONGs, redes y organizaciones de la sociedad civil han realizado un diagnóstico inicial sobre los impactos, vulnerabilidades y condiciones para la reconstrucción en diversos sectores: vivienda, agua y energía, comunicaciones y acceso a la información, situación laboral y económica.

Las ONG y organizaciones de la sociedad civil a nivel nacional y con presencia local queremos y debemos ser parte de este proceso de reconstrucción. Muchas de nuestras organizaciones llevamos años trabajando en los territorios, conocemos a la gente, sus necesidades y demandas; hemos establecido relaciones de confianza y colaboración. Es por esto que, pasada la urgencia y emergencia de los primeros días, nuestras organizaciones se han puesto en marcha para entregar ayuda y recoger información. Ya tenemos información proveniente de caletas pesqueras, comunidades, zonas urbanas y rurales, organizaciones sindicales, entre otros.

En base a nuestra experiencia de trabajo y el propósito que guía a la organizaciones sin fines de lucro, independiente del ámbito de especialidad, hemos decidido hacernos parte de la reconstrucción con diagnósticos y propuestas. Informamos a la ciudadanía en general, a las autoridades y a los sectores políticos y sociales, que iniciaremos un trabajo de elaboración de propuestas y de monitoreo del proceso de reconstrucción en estas y otras áreas, para que se cumpla con las demandas y necesidades de las comunidades afectadas.

Este desastre natural puede ser la oportunidad de iniciar un proceso de reconstrucción
participativo e incluyente, basado en nuevas políticas públicas que garanticen estándares de seguridad y derechos, incluso en casos catastróficos como los que enfrentamos en esta situación.

Pero debemos estar alerta, pues este también puede ser un momento en que se agudice el centralismo y la profunda desigualdad e inequidad de Chile, que se ha mostrado con toda su brutalidad en esta coyuntura.

Por eso, en este crítico momento en que debemos acudir en ayuda de los más damnificados, también debemos dar espacio a la reflexión y definir qué queremos como país.

Los abajo firmantes concordamos en que deseamos replantearnos la forma en que se deciden y priorizan las políticas públicas en nuestro país, particularmente aquellas relacionadas con temas sociales, ambientales, de salud, vivienda, entre otros.

Este primer documento tiene el objetivo de abrir la discusión sobre cómo queremos reconstruir nuestro país y plantear algunos lineamientos de política pública. Se refiere específicamente a los temas ambientales y sanitarios; de empleo; de comunicaciones y acceso a la información.

En un segundo informe nos referiremos al área de la vivienda y a la situación de los niños y niñas de nuestro país.

1.- Alerta ambiental y Sanitaria
La primera tarea después de la catástrofe ha sido salvar vidas, restablecer los suministros básicos. Pero en la medida que pasan los días, surgen nuevas preocupaciones, alertas y necesidades. Sin lugar a dudas, los temas ambientales y sanitarios no fueron parte del primer momento, pero es hora de hacer una evaluación y tomar medidas.

El terremoto y maremoto han puesto de manifiesto la importancia del agua como elemento vital y más allá de los daños ocasionados en la infraestructura y redes de suministro, en la forma de garantizar el abastecimiento. Consideramos que urge una discusión a nivel país respecto al control y la gestión del agua, sobre todo cuando ésta se constituye en un elemento de seguridad nacional.

En muchas de estas zonas del borde costero, principalmente en las caletas, que han sido total o parcialmente destruidas, existen o existían emisarios que permitían evacuar los residuos líquidos de los poblados y centros urbanos y por ello es relevante que la autoridad entregue un estado de situación al respecto, con el fin de prevenir la posibilidad de una emergencia sanitaria.

Los aserraderos y la totalidad de las plantas de celulosa de la zona afectada por la catástrofe se encuentran paralizadas después del terremoto, sin embargo no existe una evaluación pública sobre daños en sus estructuras, así como tampoco reporte alguno que de cuenta que se hayan vertido en algunas zonas sustancias químicas contaminantes o tóxicas producto de esta catástrofe.

El puerto de Talcahuano ha quedado inutilizado y la posibilidad de procesar pescado en las plantas pesqueras de la zona ha sido seriamente afectada. No se cuenta hasta ahora con una evaluación de las plantas de proceso para pescado, así como de las de harina de pescado, ni tampoco sobre los stocks que existían en la zona y que producto de la descomposición podrían estar provocando problemas sanitarios.

Demandamos a las nuevas autoridades:
− Una evaluación detallada del estado de las plantas pesqueras y de la cantidad productos o de materia prima que en ellas se encontraba y que fue arrasado por el tsunami.

− Hacer a la brevedad una evaluación de la contaminación biológica, y química en el borde costero y en zonas de riesgo, es decir aquellas que se encuentran aledañas a industrias que utilizan productos químicos en sus procesos.

− Conocer el estado de redes de alcantarillado y emisarios; rellenos sanitarios y vertederos; embalses y tranques de regadío.

− Que los EIA contemplen un análisis particular de riesgos asociados en instalaciones ubicadas en la costa, cómo eje de mejoras en las condiciones de emprendimientos industriales que revisten riesgo: celulosas, termoeléctricas, relaves, etc.

− Información pública sobre el posible daño y contaminación que pudiesen haber generado tranques de relave afectados por el sismo (especialmente en las Regiones de Valparaíso, Metropolitana y del Libertador Bernardo O’Higgins).

− Establecer una red de monitoreo y alerta temprana sobre el estado de tranques de relave y el posible escurrimiento de sustancias químicas contaminantes a cursos de agua.

− Establecer un catastro de productos químicos que son utilizados por las industrias de las zonas afectadas y que eventualmente pudiesen haberse vertido al agua, aire o suelo.

− Informar a la población sobre los riesgos para la salud y el medio ambiente que pueden existir en determinadas zonas.

− En el mediano plazo, realizar una evaluación pormenorizada de las áreas silvestres afectadas por este sismo.

− Exigir a las empresas públicas y privadas que hayan sufrido daños que cumplan con las normas vigentes. La reactivación de la economía y de las industrias no puede hacerse sobre la base de bajar exigencias ambientales. Respetar la normativa ambiental y continuar avanzando en mejorar nuestras regulaciones y fiscalización.

La catástrofe del 27 de febrero ha dejado en evidencia la vulnerabilidad en el abastecimiento de suministros básicos, como agua y energía:

Principales Vulnerabilidades en el Sistema de Agua Potable
– Inexistencia de planes de emergencia y contingencia a nivel nacional y local.
– Carencia de información sobre los servicios por parte del aparato público.
– Inexistencia de respaldo o monitoreo autónomo a nivel local.
– Excesiva dependencia de la red troncal de electricidad centralizada.
– Poca autonomía y flexibilidad para reponer localmente los servicios.
– Mala calidad y colapso de la infraestructura de almacenamiento del agua potable rural.
– Incapacidad de respuesta de intendentes, gobernadores y regimientos regionales.

Principales vulnerabilidades en el sector Energía
– Red de transporte y distribución de energía centralizada.
– Falta de información publica sobre el sistema eléctrico privado y su funcionamiento.
– Inexistencia de redes diferenciadas de distribución para sectores estratégicos, domicilios e industrias.
– Carencia de equipos de respaldo para servicios esenciales(agua potable y sistema de salud, cárceles, policía y Servicentro)
– Dependencia de combustibles que no se pueden trasportar por infraestructura destruida (problemas de almacenamiento y distribución) y embalses a veces amagados por terremoto.
– Inexistencia de monitoreo ciudadano independiente sobre servicio , gestión y fijación tarifaria

2.- Comunicaciones y acceso a la información
Los efectos del terremoto revelaron las debilidades de las comunicaciones en general, la dificultad para difundir información relevante y la falta de autonomías locales en la canalización de información, reflexión y opinión.

A pesar de contar con una insuperable cartera de usuarios de telecomunicaciones, las comunicaciones telefónicas privatizadas y entregadas a monopolios extranjeros, han sido incapaces de sustentar las necesidades comunicacionales mínimas de la población en esta situación de emergencia. Su baja operatividad y la fragilidad de su servicio contrastan con la oferta tecnológica y el despliegue promocional con que han conquistado al público consumidor.

Los medios corporativos nacionales, cuya propiedad está en extremo concentrada, han sido incapaces de cumplir un rol de servicio real a las comunidades afectadas.

El modelo radial chileno, basado en el centralismo de las emisiones desde la ciudad capital hacia regiones, evidenció la falta de contacto con las redes sociales locales, y por lo tanto, con las comunidades mismas. Ante la caída de las antenas repetidoras de las emisoras santiaguinas, los alicaídos medios locales se volvieron indispensables en la entrega de información y en la reconstitución del enlace social.

Los medios comunitarios y locales trabajan en condiciones muy precarias, y en ausencia de políticas públicas que les fortalezcan o apoyen. Aún no existe en Chile legislación de radios comunitarias. Ello ejemplifica la escasa visión estatal sobre la importancia de estos medios tanto en la construcción de identidad local, circulación de información y opinión, y en la reacción ante situaciones de emergencia, en la canalización de información oportuna, mantención de la calma social, acompañamiento, reflexión y propuestas de reconstrucción. Durante los días que siguieron a esta crisis ha sido evidente que la presencia de los medios locales ha jugado un rol fundamental, en especial las radios.

Demandamos a las nuevas autoridades:
– Una política de comunicaciones que reconozca el rol de los medios locales, especialmente las radios.
– Incorporar a los medios locales como agentes de difusión de información en una política de seguridad nacional ante catástrofes naturales.
– Con el apoyo del estado y los organismos pertinentes, desarrollar e implementar junto a los medios locales y organizaciones de la sociedad civil planes de contingencia ante situaciones de emergencia para orientar a la población.
– En materia de acceso a la información demandamos que el Estado se comprometa a entregar públicamente el estado de los daños en cifras en la infraestructura pública, en las redes de suministros de servicios básicos, así como también en los daños en el sector productivo privado.

3.- Empleo
Después de la tragedia la situación sobre el empleo resulta preocupante, ya que se prevé que en algunas regiones, comunas o localidades aumente la cesantía; también es previsible que en rubros como la construcción aumente el empleo. Por tanto, resulta necesario analizar esta situación con detalle, ya que tendrá variaciones y dinamismo de acuerdo a cómo se reactive la economía del país en las zonas más afectadas por la catástrofe.

Se prevé, de la misma forma, que exista inflación en los próximos meses y se utilice la situación provocada por el terremoto para pasar a llevar los derechos laborales. Un ejemplo claro es lo ocurrido en la Empresa Cataluña de Ancud (conservera), ubicada en Chiloé, que argumentando la catástrofe se apoyó en el Código del Trabajo para despedir trabajadores, sin embargo, esta situación no se concretó por la acción inmediata del sindicato de la empresa, mostrando la importancia de las organizaciones. Hechos como éste no pueden ocurrir y la autoridad no los debe permitir, considerando a todos los involucrados en una práctica real de diálogo social, para hacer frente de manera conjunta a la emergencia.

Según la información aparecen afectadas la producción de acero (CAP), el sector forestal, que abarca a miles de trabajadores, la industria pesquera y la pesca artesanal, la industria vitivinícola y la agricultura en general. Todo esto será transitorio, pero no se ha dimensionado la duración de la magnitud de los efectos sociales y productivos para cada uno de los rubros.

La reconstrucción significará una fuerte impulso reactivador, por lo cual es inaceptable que se use la emergencia como justificación de despidos o rebajas de estándares laborales, o que se justifique la necesidad de reformas laborales flexibilizadoras que impidan avanzar en pos del trabajo decente.

Demandamos a las nuevas autoridades:

– Establecer a corto plazo una estimación de la población de trabajadores que vieron afectada su fuente laboral. En general se necesita información sobre trabajadores afectados de los rubros pesquero y pesquero artesanal; industria metalmecánica; forestal; agrícola y vitivinícola; trabajadores de la industria del retail y grandes cadenas de tiendas.

– Garantizar los derechos laborales de trabajadores y trabajadoras en las zonas afectadas por el desastre, así como garantizar que las empresas filiales y/o otras empresas que se encuentren dentro o fuera de la zona no cierren fuentes laborales o despidan a sus a sus trabajadores por motivos asociados a las dificultades en el abastecimiento de suministros que conlleva esta catástrofe.
Lineamientos, Propuestas y condiciones para la reconstrucción

Empleo
• Generar mecanismos que incentiven la generación de empleo transitorio frente a la emergencia y permanente en la reinstalación productiva, en los marcos legales vigentes que preserven los derechos laborales y garanticen el trabajo decente.

• Promover el empleo local con el involucramiento de las personas en la reconstrucción. Impulsar programas de generación de empleo a nivel ocal que permitan a las personas limpiar y despejar las zonas más afectadas, e iniciar la reparación y/o reconstrucción de las zonas dañadas.

• La reconstrucción del país pasa por restituir las economías locales y la cultura de vida en las zonas afectadas, por tanto es urgente generar empleo a nivel local y fortalecer la los micro empresarios.

• Es muy relevante que a pesar de la emergencia, los empleadores (públicos o privados) garanticen a sus trabajadores y trabajadoras condiciones de seguridad en la ejecución de sus funciones laborales.

Comunicaciones y acceso a la información
• Que en el proceso de reconstrucción nacional se le otorgue relevancia y por tanto financiamiento (créditos u otros) a los medios locales (radios, prensa escrita, TV).

• Establecer un Sistema público de Información en línea sobre redes de suministros básicos y las empresas que los proveen.

Agua y energía
• Sistemas de gestión de los servicios de agua potable con participación pública y comunitaria.
• Inversiones publicas de calidad para Infraestructura de abastecimiento y distribución local (escala cuenca y micro-cuenca)
• Comisiones ciudadanas con información y capacidad de monitoreo de cantidad y calidad del servicio.
• Redes o circuitos diferenciadas para abastecimiento de aéreas domiciliarias y abastecimiento industrial.
• Redes de respaldo eléctrico autónomo para servicios de agua potable (en base a fuentes renovables y locales).y autonomización de las redes de alimentación eléctrica (solar, eólica, generadores y otras alternativas de emergencia.
• Descentralización de la gestión de los servicios de agua potable y alcantarillado y administración en modalidad público/comunitario o público/público.
• Establecer sistemas de monitoreo ciudadano de la reconstrucción por parte de las empresas y la SISS.
• Redes diferenciadas de distribución para sectores esenciales estratégicos, residencial e industrial.
• Sistemas autónomos para circuitos estratégicos para el abastecimiento de agua y energía, esto es , gobiernos locales, hospitales, comisarías y cárceles .
• Diseño de Sistemas de Generación Distribuida (descentralizados pero interconectados) para mayor autonomía y estabilidad de los sistemas eléctricos locales, regionales y nacionales.
(Red/línea única).
• Diversificación de actores generadores, trasmisores y distribuidores.
• Mayor participación de fuentes de Energías Renovables No Convencionales-ERNC.
• Sistemas autónomos de administración y control local y regional.
• Política pública para ‘net-meetering’: productor consumidor de energía. Medio ambiente
• Sistemas de monitoreo en línea sobre infraestructura sanitaria, especialmente emisarios y redes de alcantarillado.
• Inventario y sistema de monitoreo de tranques de relave de la minería; tanto aquellos que están en uso como los que han sido abandonados.
• Implementación del cumplimiento de compromisos internacionales suscritos por Chile en cuanto a productos químicos, su forma de almacenamiento, disposición y trasporte.
• Implementar un servicio público descentralizado encargado de velar por el cumplimiento de la normativa química y sanitaria en caso de catástrofe, así como de atender emergencias en caso de incendios, derrames de químicos al aire, agua o suelo.
• Crear una oficina de evaluación de catástrofes ambientales, con el objetivo de actuar en la mejora de las condiciones específicamente ambientales.

Este documento ha sido elaborado por la Asociación Chilena de ONGs ACCIÓN – Fundación TERRAM – CENDA – CHILE Sustentable – ECO Educación y Comunicaciones – Ecosistemas

Adhieren:
Greenpeace-Chile
Más informaciones: Asociación Chilena de ONGs ACCIÓN 56 2 6659213

Más infomaciones:
Álvaro Ramis: 9-3004912
Flavia Liberona: 8-8286118

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