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Colombia: El «Cóndor made in USA» acecha

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LGB Griffin versus GBU-12 Paveway II.
En el informe hasta ahora conocido de la FAE (Fuerza Aérea Ecuatoriana), y que puede leerse parcialmente en el reportaje que realizara el diario “El Comercio” de Quito(1), se señala que las evidencias encontradas entre los restos del campamento indicarían que: «De acuerdo con el informe de los peritos, se utilizaron 10 bombas GBU 12 Paveway II de 500 libras, que dejaron cráteres de 2,40 metros de diámetro por 1,80 metros de profundidad.»

Esta versión entregada por “El Comercio” ha sido reproducida casi textualmente por “tirios y troyanos”, sirviendo de base para todo tipo de análisis respecto a las características y alcances de la llamada “Operación Fénix”, efectuada por las FFMM colombianas en territorio de Ecuador.

Es sabido que desde hace varios años Colombia dispone bombas guiadas por láser LGB Griffin; la aseveración de la FAE respecto a la utilización de GBU-12 Paveway II el pasado 1° de marzo sería entonces un elemento nuevo a agregar al variado y poderoso arsenal que EEUU e Israel han puesto a disposición del régimen de “seguridad democrática”, más todavía si se hubieran empleado versiones que además del láser se sirven de un sistema de guiado GPS/INS.

Las GBU-12 Paveway II son en realidad un armamento híbrido, consistente en el cuerpo de una bomba aeroportada de propósito general MK-82 (peso de alrededor 500 libras), al cual se adiciona el kit (módulo) Paveway II de control computarizado de guía láser, instalado en la sección delantera de la bomba. Posee además aletas direccionales y desplegables emplazadas respectivamente en la parte media anterior y posterior. Están clasificadas como LGBs (Laser Guided Bombs).

Mediante el sistema de guía láser son capaces de alcanzar con precisión y destruír blancos tales como vehículos blindados, búnkers, puentes… con un círculo de error probable (CEP) de alrededor de 6 metros, en condiciones adecuadas. Una vez lanzadas desde el avión portador pueden planear y golpear objetivos situados hasta una distancia de unos diez kilómetros, en dependencia de la altura a la que fueran largadas y guiándose por las informaciones que su sistema de guía proporciona, gracias al cual son también capaces de corregir la trayectoria de vuelo modificandola mediante sus aletas. Están consideradas como “bombas inteligentes”.
Sus componentes son fabricados en los EEUU por la Texas Instruments, como también por la Raytheon y la Lockheed Martin.

Diferentes versiones de estas bombas han sido empleadas en variados escenarios bélicos, desde Vietnam hasta Iraq y Afganistán; se utilizaron también en Malvinas, Panamá y Yugoeslavia.
Pueden ser portadas en aviones a reacción tales como los Mirage, Kfir, F-15, F-16 e innumerables otros, y asimismo por aparatos de turbohélice como el Supertucano A-29B en uso por la FAC (Fuerza Aérea Colombiana); este último puede llevar una carga de hasta 1500 kilogramos en armamentos externos, lo que sumado a las demás características de vuelo del Supertucano hacen de las GBU-12 Paveway II un armamento totalmente compatible… aunque el “manual de la OTAN” citado en el artículo de “El Comercio” no lo indique.

Por su parte las LGB Griffin son una de las “joyas” de la industria militar israelí, fabricadas por la Israel Aerospace Industries, MTB Missiles Division y probadas ampliamente con “éxito” en escenarios del Medio Oriente… y en Colombia, de acuerdo a versiones que indican que estas habrían sido ya empleadas por la FAC durante la “Operación Thanatos”, realizada el año 2002, cuando en el gobierno de Pastrana se bombardeó la zona de distensión de San Vicente del Caguán. En esta ocasión se habrían lanzado desde Mirages 5COA, monoplazas, empleándose Mirages 5COD biplazas para señalizar los blancos. En cualquier caso, durante dicha operación fueron profusamente utilizadas entre otras las MK-82 tradicionales.

Las LGB Griffin también consisten básicamente en un cuerpo de bomba MK-82 al que se ha incorporado un kit de guía láser similar al que se describe para la GBU-12 Paveway II; son por lo tanto, a pesar de su menor tamaño, equivalentes en precisión y demás prestaciones pues la sección explosiva es prácticamente la misma. Las fotos adjuntas a este artículo muestran las LGB Griffin que posee la FAC(2), en exhibición junto al Supertucano A-29B (en una de las fotos puede incluso distinguirse al ministro Santos…)

Para que cualquiera de estas bombas descritas alcanzara el campamento del comandante Raúl Reyes y masacrase a sus ocupantes se requería señalizarles el blanco con algún medio “designador”, y la FAC y las FFMM colombianas disponen de elementos capaces de servir a este propósito.

Como se mencionaba más arriba, algunos Mirage 5COD de la FAC están acondicionados desde hace años con “designadores láser de cabina” para señalizar los blancos a destruír con bombas LGB; lo mismo puede decirse de algunos AC-47T “Fantasma”, de los helicópteros AH-60L Arpía III con sus EOD Toplite y de los Supertucano A-29B con sus FLIR Brite Star III. Por si esto fuera poco, también los objetivos pueden ser señalizados desde tierra, iluminándolos mediante “designadores láser” operados por tropas ubicadas camufladamente en la proximidad del blanco; las FFMM poseen varios tipos de estos designadores que pueden emplearse indistintamente para guiar los Nimrod antitanques como para cualquier tipo de LGBs.

Tanto la FAC como las FFMM colombianas disponen además de variados implementos de visión nocturna, cuyo empleo es habitual en algunas de sus unidades especiales; esto les faculta operar en condiciones como las que se presentaban durante la noche del 1° de marzo.

En el caso que hubieran sido utilizadas bombas guiadas por sistema GPS/INS, en combinación con el sistema Láser descrito, estaríamos ante la primera ocasión que se emplea este tipo de armamento de última generación en nuestro continente, armamento que pudiera estar a la espera de ser destinado a objetivos de mayor envergadura que grupos guerrilleros.

David no debe subestimar a Goliath: La visión del águila penetra en la selva
Para nadie resulta un misterio que las FFMM colombianas, por más que dispongan sobradamente en sus arsenales de la técnica requerida para haber realizado la masacre, necesitaron conocer además la información de las coordenadas exactas del sitio en donde debían hacer blanco las LGBs u otras, y para esta parte de la operación, tuvieron que contar ineludiblemente con la ayuda directa del SOUTHCOM. En este sentido, incluso las propias FFMM han reconocido haber recibido cierta información de inteligencia de parte de sus amos yanquis; pero estamos en el derecho de pensar que hubo algo más que “cierta información”…

Aunque la estrecha coordinación existente entre las FFMM colombianas y el SOUTHCOM es conocida por todos y de larga data, fue justamente unos días antes de la masacre que estuvieron coincidentemente visitando Colombia diversas comisiones “oficiales” estadunidenses que incluían algún importante personero militar; esta presencia “en terreno” solo puede entenderse como muestra del enorme interés en coordinar al detalle la operación y asegurar su cumplimiento junto a una “adecuada” cobertura mediática posterior. Probablemente se aseguraron también de paso que otros militares no colombianos permaneciesen con boca, ojos y oídos bien cerrados durante la noche de la masacre.

Mucho se ha difundido y especulado que la información sobre el sitio exacto del campamento se obtuvo gracias a la detección de “unas llamadas de celular” efectuadas por el comandante Raúl Reyes a diversos contactos en el marco del intercambio humanitario: ello, siendo algo totalmente factible, constituye nada más una parte de lo que posiblemente sucedió.

En realidad, hoy día queda suficientemente claro que el campamento pudo haber sido ubicado por variadas vías además de la del “celular”. Entre ellas, las visitas efectuadas al mismo por diferentes grupos que habían estado en Ecuador participando en el 2° Congreso Continental Bolivariano, abrieron indudablemente flancos que facilitaron la información y el seguimiento para cualquier servicio de inteligencia desplegado, y revelan una errónea apreciación por parte de la dirigencia de las FARC, que colocaron de este modo en la bandeja del régimen colombiano nada menos que a uno de sus portavoces. Como se ha sabido después, hasta los servicios de información ecuatorianos conocían detalles de algunos visitantes al campamento a quienes seguían sistemáticamente desde hacía tiempo, información que se guardaron muy bien de comunicar al presidente Rafael Correa pero que sin duda compartieron tanto con sus pares colombianos como con los yanquis.

Lo más probable entonces es que la detección de la presencia de Raúl Reyes en el campamento fuera producto de una serie de factores y su eliminación era, desde el punto de vista del régimen colombiano y sus amos, un elemento que indudablemente no iban a dejar pasar de lado. Les bastó entonces con establecer las imprescindibles coordenadas exactas del lugar desde algún satélite conectado con el SOUTHCOM, y enviar los aviones a lanzar las bombas.
Se comprende también que en este contexto, las tres muchachas sobrevivientes de la masacre fueran dejadas con vida no por un gesto de “magnanimidad” de las FFMM colombianas, sino porque así aseguraban que la difusión de su impactante testimonio identificaría a quienes atacaron el campamento como a soldados ciento por ciento colombianos, salvando a los yanquis de ser acusados de participación directa en la acción…

El cóndor “Made in USA” vuelve a levantar vuelo
No obstante, todos los esfuerzos tratando de disimular la participación yanqui en la operación se topan indefectiblemente con la memoria histórica de cada uno de los pueblos de nuestro continente. La coordinación evidenciada para llevar a cabo la masacre de Raúl y sus compañeros y el momento escogido, revela que estamos en presencia no de una simple acción de guerra dentro del conflicto colombiano, sino ante una verdadera expresión actualizada de lo que fuera la tristemente célebre “Operación Cóndor”, que esta vez intenta expandirse por la región más integralmente que la precedente. Se pretende esta vez no solo impedir los Acuerdos Humanitarios y la Paz dentro de Colombia, sino sobretodo escalar el conflicto regionalmente, desestabilizando a Ecuador y a Venezuela Bolivariana y actualizando la injerencia yanqui en todos los demás países. No otra es la lectura que debe hacerse de la masacre realizada el 1° de Marzo.

En realidad los EEUU nunca han dejado de injerenciar en nuestra América, ni en cualquier sitio del planeta. Creyéndose asignados con el derecho divino desde su génesis, despojaron de la vida, derechos y territorios a los pueblos originarios y continuaron posteriormente expandiendo fronteras con la llamada “Doctrina del Destino Manifiesto”, descrita allá por 1845. Armados con esta espada ideológica de filo racista, expansionista y mesiánico han dado forma al imperio más poderoso jamás existente. Así, no ha sido solo el Bush actual quien se imagina “hablar con Dios”, lo creían también desde el principio cada uno de los gobernantes y súbditos ideologizados del imperio.

La mano yanqui, y la zancadilla ha estado presente de este modo a lo largo de toda nuestra historia. No hubo guerra por la Independencia contra el yugo español que no intentara ser manipulada por el gobernante gringo de turno y esa libertad que conquistásemos con nuestra sangre solo nos sirvió para caer en las garras de un imperio mayor.
Sólo Cuba revolucionaria supo ponerle coto a ese “destino” reservado a nuestros pueblos, y pueden entonces los cubanos conmemorar este Abril un aniversario más de la que fuera la primera derrota del imperio en tierras americanas: Playa Girón.

Destino Manifiesto versión 2008: SOUTHCOM, del USNS Comfort a la Operación Fénix
Si releyésemos en estos momentos trozos de algún antiguo manual de contrainsurgencia, de aquellos que les enseñaban a nuestros soldaditos en la “Escuela de las Américas”, entenderíamos que “desde siempre” el amo imperial ha sabido integrar diversas formas de lucha en contra de nuestros pueblos, para mantenerles de rodillas y llevar adelante los propósitos estratégicos enunciados en el “Destino Manifiesto”. Comprenderíamos que para el imperio no sólo es contrainsurgente una acción militar directa realizada en la espesura de la selva contra un grupo guerrillero, sino que también lo es regalar unos cuantos sacos de trigo a alguna comunidad olvidada y hambrienta, o mandar pegarle un tiro en la nuca a algún dirigente sindical que estorba, al mismo tiempo que apoyan incondicionalmente a “su” gobernante predilecto de turno, aunque este sea un “hijo de puta”…

Recordaríamos que la llamada “Alianza para el Progreso” de los años 60 del siglo pasado fue ideada y llevada a la práctica a nivel continental solo para neutralizar el ejemplo que la naciente revolución cubana pudiera sembrar entre nuestros pueblos, y que los denominados “Cuerpos de Paz” recopilaban entonces información accediendo a lugares recónditos de nuestra geografía; haríamos inmediatamente la relación con esas supuestas ONGs financiadas desde el imperio, que recorren parajes remotos de la Bolivia de hoy, manipulando conciencias y apoyando a los que quieren dividir y hundir el proceso actual.

Mientras por los 70 del siglo pasado el imperio promovía golpes militares en varios países americanos, convenciendo sin mucho esfuerzo a oficiales y soldados para que se mancharan con la sangre de sus propios pueblos, en Colombia no tuvo necesidad de ello pues ese trabajo sucio hacía rato lo venían haciendo sistemáticamente los pájaros, chulavitas y paramilitares de la oligarquía, como hoy lo efectúan las águilas negras.

Después de hojear aquel viejo “manual de contrainsurgencia” podríamos entender mejor la idea de “paz y democracia” que han tenido y siguen teniendo hoy día. Mientras apoyan al régimen títere y asesino de Colombia paralelamente hacen todo lo posible por destruír los procesos que nuestros pueblos realizan masivamente en Venezuela Bolivariana, Bolivia, Ecuador, Cuba…

La “Paz y la Democracia” que el imperio ofrece sigue siendo nada más que la expresión actualizada de la Doctrina del Destino Manifiesto, que ha sido llamada sucesivamente de tantas formas y reactualizada una y otra vez para engañar y confundir incautos, mientras siembra la muerte y la miseria entre los pueblos: “Doctrina de Seguridad Nacional”; “Guerra Contra el Terrorismo”; “Seguridad Democrática”; “Asociación para las Américas”…

Hoy, el SOUTHCOM tiene también un barquito… (no sólo de bombas, aviones y satélites vive el SouthCom). El “USNS Comfort” recorrió las costas de nuestra América durante unos meses del 2007 con su blancura y su cruz roja, atendiendo unos pocos de los millones de enfermos crónicos producto de nuestra pobreza centenaria e impuesta, llevando medicinas experimentales y mostrando la sonrisa Colgate de sus médicos y marineros a la misma hora que en Manta se rellenaban los estanques de los aviones espías yanquis.

Así, diversas “misiones humanitarias” (que durante el 2007 representaron una inversión de apenas US$ 13.2 millones repartidos entre varios países) se realizan al mismo tiempo que se ajustan en la base de Tres Esquinas las GBU-12 Paveway II o las LGB Griffin bajo los Supertucano (en este caso en el contexto de un presupuesto que de acuerdo al Plan Colombia alcanza a más de una decena de miles de millones de US$) y en Nariño se habla y habla de la “seguridad democrática” tratando de hacer la vista gorda y desviar la atención sobre el escándalo del paranarcoparlamentarismo-gobierno.

El Pentágono y la Casablanca han definido con mayor precisión que antaño la labor coordinada de sus diferentes estamentos político/militares hacia las Américas, pues ven con enorme preocupación como los pueblos americanos, descontentos y frustrados por décadas de capitalismo neoliberal inhumano, caen bajo el “embrujo de los populistas” y escogen llenos de esperanza y decisión nuevos gobiernos que esta vez les representan y no les traicionan.

Cómo reforzar el control político/militar de la región cuando la democracia tradicional ya no les sirve, sin tener que recurrir otra vez a los desprestigiados golpes de estado, he ahí su dilema. Su respuesta contra el “populismo radical” ha sido convencer a sus socios y títeres americanos de blindar la “democracia” tradicional para prevenir e impedir las aspiraciones populares. De ese modo en algunos países de América existen hoy verdaderas seudodemocracias contrainsurgentes, como el llamado régimen de “seguridad democrática” colombiano, paradigma de la hipocresía y el cinismo dado que la sola actividad que recuerda la existencia de un Estado de Derecho es la participación rutinaria e intrascendente de una parte de la población en las periódicas y manipuladas elecciones.

Refiriéndose al nuevo programa contrainsurgente regional, ahora denominado “Asociación para las Américas” (3), el almirante James Stavridis, Comandante del SOUTHCOM, confiesa que el mismo es un todo integral consistente en un megaproyecto de Seguridad y Defensa estratégica que incluye la formación, entrenamiento, transferencia de tecnologías, entrega de inteligencia, educación, seguridad, ayuda humanitaria, y otros varios, tendientes a enfrentar los desafíos de los EEUU en la región. Considera por supuesto que no se debe descuidar el punto de la “asistencia humanitaria”, como por ejemplo las celéricas visitas médicas por aquí y por allá o la donación de unos cuantos saquitos de trigo y maíz transgénico; una escuelita rural recién pintada, un pozo, etcétera, minúsculas inversiones que representan una mínima parte del monto total destinado a la contrainsurgencia.

Plantéase también en dicho megaproyecto la relación que debe mantenerse con la empresa pública y privada, universidades, ONGs locales, etcétera, a quienes se les ofrece cursillos de seguridad paralelamente a educar en conceptos sobre “derechos humanos”, enfocados desde la ideología del “destino manifiesto”. De ello se encarga la “División de Derechos Humanos” y el “Programa de Cooperación Pública y Privada” del SOUTHCOM (4).

Mientras, los militares americanos pueden continuar recibiendo formación especializada en la WHINSEC de Fort Benning, Georgia (escuela actualizada equivalente a la antigua “Escuela de las Américas”). Esta “formación” incluye también cursos acerca de Derechos Humanos que es de suponer sean impartidos por quienes practican los mismos en Guantánamo o Abu Graib, en total concordancia con los propósitos de un régimen como el estadunidense que autoriza oficialmente el empleo de la tortura (5).
Como puede verse, no se deja cabo suelto.

Pudiera parecer que este fortalecimiento generalizado de la injerencia yanqui en América tuviera que ver directamente con su preocupación frente a la llamada “amenaza terrorista”; que sólo estaríase tratando de prevenir que aquí se desarrollara una amenaza potencial de este orden contra los EEUU, pero la cosa va más allá.

Todo este despliegue realizado en nuestro continente y que involucra enormes recursos técnicos, humanos y económicos no está ideado con la mentalidad de proteger DEFENSIVAMENTE a los EEUU de algún enemigo o prevenir algún ataque “terrorista”, sino que está diseñado sobretodo con la intencionalidad OFENSIVA de golpear primero, controlar y dominar la región; esa y no otra es la doctrina del “Destino Manifiesto”, aplicada a nuestra realidad.

Desplumados, pero águilas y cóndores al fin y al cabo…
El águila imperial ha decidido no perder más plumas y pasar a la ofensiva en todos los terrenos. Sacando del desván y desempolvando marionetas que durante años había tenido en reposo relativo, y juntándoles con otros “cuadros” de la actualidad como Marcel Granier de Venezuela, y “Tuto” Quiroga, de Bolivia, realizó a fines de marzo en Rosario, Argentina, un encuentro de momias ennaftalinadas y legañosas para hacer la apología habitual del neoliberalismo, y sobretodo para despotricar contra “los populismos emergentes de la región”. Por supuesto que aullando desde el mencionado seminario “América Latina, entre el populismo y la libertad”, no lograrán convencer a nadie, pero esos aullidos y otros similares son necesarios para la cobertura mediática que el imperio necesita mientras prepara sus próximos golpes en la región.
Mientras sus acólitos se encargan entonces de despotricar contra el “populismo” venezolano, boliviano, ecuatoriano, cubano… el Pentágono envía los mensajeros apocalípticos del SOUTHCOM a preparar las otras condiciones para seguir golpeando.

Por todo esto es que sigue presente el peligro para quienes están tratando de alcanzar una solución dialogada al largo conflicto interno que vive Colombia; se toparán con la actitud intransigente de quienes solo entienden la guerra eterna como método y estrategia. Y en medio de la crisis político-institucional y ética que el régimen colombiano está viviendo, la opción de buscar la muerte de los rehenes y en particular la de Ingrid Betancourt, sigue siendo para él una posibilidad ideal para manipular a la sociedad y desviar la atención. (6)

Masacres como la realizada el 1° de marzo, magnicidios de presidentes que sean estorbo, separatismos, sabotajes, son la cara oculta de los planes que el US Southern Command se encarga muy bien de disfrazar.

La “Operación Fénix” efectuada contra Raúl Reyes y sus compañeros, debiera entenderse entonces como una prueba de la resurrección en el continente de la antaño denominada “Cóndor” y que lograse involucrar bajo la dirección imperial a casi todas las fuerzas armadas de la región. Entonces, desde regímenes dictatoriales títeres se torturó, asesinó y desapareció a centenares de miles de personas. Hoy, el imperio busca desesperadamente y por todos los medios organizar nuevamente los “cóndores” que le van quedando, para que le hagan el trabajo sucio y acaben la era de Libertad, Justicia y Paz con la que nuestros pueblos saludan el nuevo siglo que viene apenas de comenzar.

El apoyo al referendo de los separatistas bolivianos de Santa Cruz; las maniobras militares del SOUTHCOM “Partnership of the Americas 2008” que se realizan entre Abril-Octubre 2008; las detenciones en Perú, el 29 de febrero recién pasado de siete participantes al II Congreso Continental Bolivariano en Ecuador, días antes de la masacre; la instalación de una base militar en Perú, denunciada recientemente, etc. son elementos que se extienden como una red sobre nuestro continente, desde las guaridas del imperio.

Pero América renace y lucha, una y otra vez, desde la memoria de sus héroes.

“Ahora, esta masa anónima, esta América de color, sombría, taciturna, que canta en todo el Continente con una misma tristeza y desengaño, ahora esta masa es la que empieza a entrar definitivamente en su propia historia, la empieza a escribir con su sangre, la empieza a sufrir y a morir. Porque ahora, por los campos y las montañas de América, por las faldas de sus sierras, por sus llanuras y sus selvas, entre la soledad o en el tráfico de las ciudades o en las costas de los grandes océanos y ríos, se empieza a estremecer este mundo lleno de razones, con los puños calientes de deseos de morir por lo suyo, de conquistar sus derechos casi quinientos años burlados por unos y por otros. Ahora sí, la historia tendrá que contar con los pobres de América…”

“Porque esta gran humanidad ha dicho: «¡Basta!» y ha echado a andar. Y su marcha de gigantes, ya no se detendrá hasta conquistar la verdadera independencia, por la que ya han muerto más de una vez inútilmente. Ahora, en todo caso, los que mueran, morirán como los de Cuba, los de Playa Girón, morirán por su única, verdadera, irrenunciable independencia».

(Fidel Castro, II Declaración de La Habana. Febrero 4 de 1962)

Notas:
(1) El Comercio

(2) Las LGB Griffin que dispone la FAC consisten en un kit de guía láser y aletas direccionales, fabricado por la Israel Aerospace Industries, MTB Missiles Division,  montado en un cuerpo de bomba MK-82 que es a su vez producido por la empresa militar DENEL de Sudáfrica.

(3) Trinidad US Embassy

(4) Southcom

(5) Southcom

(6) Indymedia

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