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Los jóvenes mueren en la democracia espúrea chilena

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Los gobiernos de la coalición de centro derecha, denominada Concertación por la Democracia, que no tiene nada de socialdemócrata y menos de socialista, durante sus diversas administraciones, se ha caracterizado por defender y proteger de forma encubierta toda la legislación política y económica heredada de la dictadura.

De allí que diversos analista y algunos políticos del sistema, han calificado a la democracia chilena de ser una democracia espúrea, restringida, tutelada, ratona, imperfecta, autoritaria y gravemente enferma, en donde la inclusión, la mentada participación y restitución de la soberanía al pueblo chileno, no existe por ningún lado.

Sin embargo la democracia chilena heredada de la dictadura, se encuentra muy bien protegida por la Doctrina de la Seguridad Nacional y que ahora le llaman pomposamente Doctrina de la Seguridad Democrática, y que ha sido diseñada por el Pentágono yanki para salvaguardar los intereses económicos y geopolíticos de los Estados Unidos en la región, ha servido además para proteger  los intereses económicos de las trasnacionales, la oligarquía financiera y económica nacional, y los nuevos ricos llamados también  políticos empresarios de la Concertación, que se han servido del poder para sus intereses personales, de su casta y su entorno más cercano.

Ahora a esta democracia para su protección y supervivencia, no le puede faltar el elemento represivo como factor de vital importancia y que sirva para salvaguardar los intereses de la casta política que cogobierna la nación y a la clase económicamente dominante del país.

Ello ha significado que durante los ya más de dos años del gobierno de Michelle Bachelet, cuando las organizaciones sindicales y otras, han desplegados sus esfuerzos y lucha por mejores condiciones de vida, por un sueldo digno, realizando manifestaciones, paros y protestas diversas, la primera respuesta que han encontrado las autoridades de los gobiernos neoliberales de la Concertación ha, sido responder con el despliegue represivo contra la movilización laboral o social, para proteger así  los intereses de los capitales y el sistema.

Como resultado de las políticas represivas de los gobiernos de la Concertación, los llamados trabajadores del subcontrato del sector forestal tuvieron que enfrentar la muerte de Rodrigo Cisternas para poder obtener parciales mejoras económicas. El 3 de mayo 2007,  Rodrigo Cisternas, 26 años, padre de un hijo, murió en manos de fuerzas represivas del Estado chileno, mientras protestaba por sus derechos y un trabajo digno.

El 3 de enero pasado el joven comunero mapuche Matías Catrileo, de 22 años, y que se encontraba  apoyando la lucha que despliegan los pueblos originarios chilenos por sus derechos ancestrales, fue ametrallado por la espalda en el fundo Santa Margarita, por los aparatos represivos del Estado chileno, brazo armado de los terratenientes, latifundistas y hacendados de la región de la Araucanía.

Ahora tan solo hace algunos días atrás y con motivo de la conmemoración del “Día del Joven Combatiente”, fecha que esta relacionada con el brutal asesinato de los hermanos Vergara Toledo, ocurrido en 1985 en plena dictadura. René Palma Mancilla (26 años) fue asesinado a quemarropa  la noche del sábado 29 de marzo en la Villa Francia y que murió desangrado debido a una deficiente atención de primeros auxilios. El joven asesinado se encontraba de camino a su casa, después de haber presenciado las actividades culturales relacionadas con la fecha que se conmemoraba, cuando fue embestido por un grupo de 10 encapuchados los que le dispararon con resultado de muerte.

El ministro portavoz o “hocicón” de gobierno, Francisco Vidal, como lo denominan en los barrios populares de Santiago, al margen de toda responsabilidad, y sin contar con pruebas y antecedentes concretos, se apresuro ante la prensa del sistema, para insinuar que el FPMR debiera responder por este asesinato.

Lo que no dice el Sr. Vidal, es que 15 días antes de la conmemoración del “Día del Joven Combatiente”, desde las oficinas de la Subsecretaría del Interior, del gobierno de la Sra. Bachelet,  se comenzó a crear un clima y campaña mediática en contra de dicha conmemoración. Campaña que fue apoyada por los cómplices políticos de los crímenes cometidos en dictadura y que están representados por la UDI y RN, auténticos herederos del pinochetismo.

Pero el vocero (hocicón) de gobierno Francisco Vidal, olvido que el primer encapuchado que conocieron los chilenos, fue el ex militante del Partido Socialista (Juan Muñoz Alarcón, “más conocido como el encapuchado del Estadio Nacional”) quien colaboró con los servicios de seguridad de la dictadura, los que abandonó en el año 1977, fecha en que concurre a un organismo de derechos humanos a entregar su testimonio. El cuerpo sin vida de Juan Muñoz Alarcón fue encontrado en un sitio eriazo en la comuna de La Florida, con múltiples heridas de arma blanca, el 24 de octubre del año 1977.

Los expertos en interrogar y torturar a sus víctimas en la época de la dictadura, muchas veces también lo hacían encapuchados, para que esto no fueran reconocidos. De allí que la escuela de los “encapuchados”, se encuentra en los esbirros que formaron parte de los aparatos represivos de la dictadura, se podrían encontrar ahora en los aparatos de inteligencia de la defensa nacional, incluida la policía militarizada chilena, con el objeto de enlodar toda actividad que denuncie y se oponga a las injusticias y desigualdades sociales que ha generado el capital neoliberal en Chile y los actuales sostenedores que cogobiernan el país.

Los partidos políticos de la izquierda chilena, a través de su historia conocen muy bien el papel de los infiltrados, de los provocadores en las organizaciones del movimiento popular, y que cumplían el papel de desprestigiar la lucha social, la lucha de la clase trabajadora. Infiltrados ayer, encapuchados hoy, siempre procedieron de la Policía Política, luego de los aparatos represivos de la dictadura y ahora presuntamente podrían ser encapuchados al servicio encubierto de la ANI.

Pero el día 29 de marzo pasado no solo fue  asesinado René Palma Mancilla, de acuerdo a versiones periodísticas aparecidas recientemente en la prensa nacional, el joven de 22 años, Johnny Cariqueo,  fue golpeado en la 26ª y 1ª comisarías de Carabineros, tras ser detenido el sábado, cerca de la Plaza Víctor Jara, en el Municipio de Pudahuel, después de haber participado en una marcha pacifica en homenajes a los hermanos Vergara Toledo.

De acuerdo a  la denuncia de la Coordinadora de Organizaciones Autónomas Mapuche de Santiago y del colectivo Puño en Alto, al que pertenecía Cariqueo, el joven  sufrió un intenso dolor de pecho y pidió su  traslado a una posta de urgencia. En la 26ª Comisaría se le negó la petición a pesar de informar que era enfermo cardíaco. Sólo cuando se agravó, lo llevaron al servicio de urgencia de Pudahuel.

Alrededor de las 08:30 horas del día siguiente, todos los detenidos de la jornada fueron derivados a la 1° Comisaría de Santiago, donde las vejaciones y agresiones se intensificaron. Jhonny fue liberado cerca de las 16:00 horas de ese día, llegó a su hogar cerca de una hora más tarde, en donde se dispuso a descansar tras la pesadilla de la noche anterior. El lunes 31 de marzo, cerca de las 14:00 horas Jhonny se recostó en su cama, y comenzó a mostrar claros síntomas de un infarto, el que pese a los intentos desesperados de asistencia de sus padres y amigos, en pocos minutos ocasionó su muerte, fueron las consecuencias de la golpiza y el mal trato de la policía militarizada del estado chileno, comentaban los vecinos de la casa habitación de Jhonny Cariqueo. 

Jóvenes que nacieron en dictadura y que tal vez en su niñez no conocieron todo el horror del régimen militar. Sin embargo en esta democracia ilegítima heredada de la dictadura y bajo los gobierno de la Concertación, han sido víctimas de los aparatos represivos del Estado chileno, de los infiltrados, de los provocadores y encapuchados de dudosa procedencia. Alex Lemun, Rodrigo Cisternas, Matías Catrileo, René Palma Mancilla y Johnny Cariqueo Yánez, han sido asesinados en la democracia espúrea chilena.
02/04/08

-AIP: Agencia Indoamericana de Prensa

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