¡Para que el asesinato de George Floyd no sea otro más y quede impune!
Somos un movimiento global con más de 60 millones de personas — cuando todos clamamos al mismo tiempo, somos ensordecedores. Entonces, alcemos nuestras voces para unirnos al grito que pide el fin de estos asesinatos racistas, e impulsemos a aquellos que tienen el poder a que se nos unan.
Firma esta carta abierta, y cuando sea masiva, Avaaz la publicará en los periódicos más importantes de EE.UU y en sitios web alrededor del mundo. Que esto sea un himno para ponerle fin a los asesinatos y honrar a todos aquellos y aquellas que hemos perdido.
Carta a Ana González de Recabarren ante el fallo de la Corte de Apelaciones de Santiago
Y, por lo mismo, hoy, a pesar de todo, tengo confianza en el futuro de Chile; pero tengo, también, temor de lo mismo pues las tareas que esperan a la comunidad nacional al término de la pandemia son colosales. Los ricos querrán mantener sus privilegios, al igual que todo el estamento dominante: militares, marinos, policía, jueces, empresarios, agiotistas, banqueros, especuladores. Una dura prueba espera al pueblo de Chile luego de esta pandemia.
Las falsedades de Punta Peuco
Londres 38, espacio de memorias a través de un video ha desenmascarado las muchas falsedades, que a través de los medios de comunicación se han instalado sobre el penal y los presos que están cumpliendo penas en Punta Peuco.
Una cárcel de lujo habilitada para que la habiten los criminales más peligros del país, quienes durante la dictadura civil-militar cometieron horrorosos crímenes de lesa humanidad.
Baltasar Garzón escribe: «El virus de la impunidad»
El covid-19 se ha convertido, o corre el riesgo de hacerlo, no solo en el elemento más destructivo contra la humanidad en los últimos tiempos, un enemigo invisible y letal, sino también en el virus de la impunidad, el virus que se ocupa como pretexto para justificar esas políticas tramposas que algunos dirigentes ya ensayaron en el pasado y que, ahora, se empeñan en activar mientras el mundo tiene puesta toda su atención en la pandemia.
Gobierno lanza otro salvavidas a violadores de DDHH: envía ley para otorgar arresto domiciliario a mayores de 75 años
El proyecto de “Ley Humanitaria” de la administración Piñera considera requisitos que cumplen varios de los reclusos que purgan condena en Punta Peuco por delitos de lesa humanidad cometidos durante la dictadura de Augusto Pinochet: enfermedad en fase terminal; menoscabo físico grave e irrecuperable que provoque una dependencia severa; o tener 75 años o más y haber cumplido a lo menos la mitad de la condena impuesta.
Lorena Pizarro: “Ningún condenado cumple las condiciones para obtener el beneficio»
La presidenta de la AFDD aseguró que lo realmente importante es que ahora existe una legislación que hace más rígidos los requisitos para obtener el beneficio de libertad condicional para los violadores de derechos humanos. Respecto de la idea de penalizar el negacionismo, la dirigenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos señaló que al igual que la iniciativa legal tendiente a restringir la entrega de libertades condicionales, el fondo del asunto es evitar que se repitan situaciones tan atroces como las torturas y desapariciones forzadas de personas por el solo hecho de pensar distinto.
Alemania: Comienza juicio contra un guardia de las SS que hoy tiene 94 años de edad
Stutthof fue un campo de concentración cerca de Gdansk (hoy en Polonia). Allí los nazis actuaron con la misma crueldad que en Auschwitz, Bergen-Belsen, Buchenwald, Birkenau, Dachau o Treblinka, desde septiembre de 1939 hasta mayo de 1945. Alrededor de 110.000 personas fueron encarceladas en este campo de concentración, alrededor de 65.000 no sobrevivieron. Por algunas de las atrocidades que tuvieron lugar en el campo, un ex soldado de las SS que hoy tiene 94 años, tendrá que responder ante el Tribunal Regional de Münster a partir del martes.
Los médicos civiles que trabajaron en la clínica de la DINA
“¿Qué pasa con los médicos civiles? Buena pregunta porque ninguno ha sido procesado. Atendiendo sus edades, la gran mayoría aún está trabajando, por ejemplo, en universidades dando clases, otros en clínicas privadas y algunos en el Ejército en las unidades médicas”. 50 trabajaron en la Clínica Santa Lucía . “Ahí es donde hay un acento importante que darle a esta investigación porque estos médicos civiles dieron inicio al trabajo de la Brigada de Sanidad, que operó durante toda la dictadura” relató Romina Ampuero, Directora del Sitio de Memoria y coordinadora del equipo que indagó en estos hechos.
Chile: Tres jueces al borde de la destitución por otorgar la libertad condicional a violadores de los DD.HH.
Los jueces que podrían ser destituidos son Carlos Künsemüller, Hugo Dolmestch y Manuel Valderrama, todos ellos integrantes de la Sala Penal de la Corte Suprema que otorgó los beneficios hace poco más de un mes. La decisión del máximo tribunal del país se produjo pese a la resolución previa de un equipo especializado —la comisión de libertad condicional—, que había considerado que los informes psicológicos no acreditaban ni corrección ni rehabilitación.
La vergüenza de la Corte Suprema al liberar a asesinos
Ustedes jueces de la suprema vergüenza, no tienen idea lo que es ser torturado. O a lo mejor sí lo saben y les da lo mismo, por eso dejan libres a 7 asesinos en nombre de una supuesta reconciliación nacional, como señaló Hugo Dolmestch. Pero, su señoría, lo que sucede es que yo no quiero reconciliarme con mi torturador ni con ningún asesino, pues –les reitero– ustedes no saben o no quieren saber lo que es ser torturado. Yo se los voy a decir.
Desnudo, encapuchado, amarrado, te enfrentas ante la más terrible de las soledades. Sí porque no es una, son varias al mismo tiempo: la soledad de la incertidumbre, de la oscuridad, del silencio, de los gritos, de la vida y la muerte. Nunca sabes de donde vendrá el primer golpe, y el torturador –al que tú otorgaste el beneficio de la libertad– gozaba con tu miedo. Disfrutaba cada minuto, mientras uno, enclaustrado en las fronteras de su capucha, intentaba adivinar entre los gritos propios y de ellos, por dónde vendrían los puñetazos o patadas en un vano esfuerzo por aminorar el dolor. Era imposible. Así sobrevenía la avalancha de golpes, y luego, el silencio que asomaba como un oasis de tranquilidad en medio de la tormenta, mas era tan solo un espejismo. Estaba todo calculado; ahí estaban los militares, civiles y médicos vigilando cada uno de tus movimientos para continuar la tortura.