23 demandas sobre el Chile que queremos
En momentos en que el pueblo, la gente que vive de su trabajo, se ve enfrentado a mil presiones, a vivir y sufrir los resultados de políticas nefastas para sus interese; en momentos en que las grandes empresas sólo comunican sonrientes una nueva alza en sus utilidades anuales; en momentos en que la gente sencilla debe levantarse 2 horas antes y caminar largas cuadras para que el "nuevo sistema de transporte" funcione y arroje % que dejen contentos a los burócratas; en los momentos en que "los gusanos que le corroen el alma a la patria" vuelven a salir a las calles en campaña política, consideramos necesario volver al esfuerzo por definir y dejar en claro las condiciones que el pueblo pone para un futuro gobierno del país. No basta con cambiar personas o partidos en el gobierno o el parlamento, necesitamos tener nuestro propio programa y exigir, de modo implacable, su respeto y cumplimiento. En ese espíritu, PiensaChile reproduce nuevamente un artículo-propuesta publicado en octubre del 2005. Esperamos opiniones, sugerencias, críticas. El pueblo tiene que tener su Programa de Gobierno, por la sencilla razón de que somos mayoría y tenemos el deber de defender y conquistar nuestro propio futuro. No votemos por caras ni sonrisas. No votemos por promesas. ¡Votemos por un Programa!.
Señores UDI, y, entonces, Uds. ¿dónde estaban?
En la hipocresía, en la demagogia, en el oportunismo, Uds. se hermanan con la casta en el gobierno. Las soluciones que Uds. PUEDEN proponer –y en eso se acercan mucho a los burócratas de la Concertación- no son soluciones, son apenas nuevas oportunidades de negocio para quienes les financian, para quienes le ponen el sueldo en la cuenta corriente. Es absurdo que el país siga gastando miles de millones en solucionar problemas a una ciudad –olvidándose del resto del país- que no tienen salvación por la vía que va. Cuando más del 50% de los chilenos vivimos amontonados en un territorio que crece día a día, comiéndose los terrenos agrícolas más fecundos que tiene Chile, los problemas de transporte, de vivienda, de trabajo, de salud, de alimentación, etc. no pueden ser soluciones reales, sino parches
Chile: Concertación, Transantiago y Alianza
Nunca en la historia de Chile, las elites político-económicas han obtenido tan buenos resultados financieros, es decir jamás han acumulado tanto, en tan corto tiempo y además sin manejar aparentemente el aparato ejecutivo que se denomina gobierno, solo entrando a un juego de show opositor blandengue y muertos de la risa se han llenado los bolsillos, mientras sus aparentes enemigos (Concertación) se desgastan en llevar a cabo la faramalla de gobernar.
Cesantía, esclavos económicos y bajas remuneraciones
Opción Tierra
De la ficha salitrera a la tarjeta BIP
La masacre de Iquique estigmatizó la ficha salitrera que luego fue retirada. Cuando en años posteriores el pensamiento social de izquierda criticaba al capitalismo hacía referencia a la ficha salitrera mostrando hasta donde había podido llegar el empresariado; de lo que habían sido capaces.
Pero un instrumento de rentabilidad no se abandona por consideraciones éticas y así hoy encontramos reinstalada en nuestra sociedad la vieja ficha salitrera. Tiene hoy formas plásticas y de llamativos colores y es acompañada de pulsos magnéticos estando muy distante de las formas materiales de la tosca ficha metálica salitrera: hoy se llama BIP
Dos emperadores de los mercados financieros: Alan Greenspan y Ben Bernanke
Iran: las opciones de Teheran y el menú
Misterio: cómo la riqueza causa la pobreza en el mundo
Hay un “misterio” que se debe explicar, a saber, ¿cómo es posible que si las inversiones empresariales y la ayuda extranjera además de los préstamos internacionales han aumentado de forma espectacular en todo el mundo a lo largo de la última mitad del siglo pasado, también haya aumentado la pobreza? ¿Por qué los países ricos, el FMI, sigue invirtiendo en esos países ya endeudados?
La Patagonia vendida
Una investigación periodística sobre las cuantiosas compras de tierras en la Patagonia argentina por parte de multimillonarios extranjeros se constituyó en un fenómeno que excede lo literario. Tanto lugareños como turistas agotan ejemplares, deseosos de conocer el final de la historia real. "Encaré el trabajo con el prejuicio de la mayoría de los argentinos que creen que están siendo despojados de la tierra", explicó a IPS el periodista Gonzalo Sánchez, autor de "La Patagonia vendida". Pero a poco de andar descubrió que el problema no eran los extranjeros que compraban, sino los locales que vendían.