Ecuador: Rafael Correa en un cruce de caminos
por Kintto Lucas (Ecuador)
16 años atrás 7 min lectura
"Caminar a solas es posible, pero el buen andariego
sabe que el gran viaje es el de la vida y requiere compañeros".
Dom Helder Cámara
Estimados amigos,
El presidente Rafael Correa revalidó su apoyo popular al ganar en primera vuelta las elecciones presidenciales del pasado 26 de abril. Pero al parecer no obtendrá la mayoría necesaria en la Asamblea Nacional para sacar adelante sin demasiados contratiempos las leyes y normas que permitan desarrollar los artículos de la Nueva Constitución.
Desde distintos ángulos partidarios e incluso desde sectores independientes se cuestiona el estilo verticalista de Correa y se reclama un trabajo organizativo en la base social que constituye el apoyo al presidente. El ex presidente – renunciante – de la Asamblea Constituyente, Alberto Acosta, dijo " creo que que estamos a tiempo para decirle de la manera más cordial que tiene que revisar esa forma de gobernar y abrir la puerta a una verdadera participación ciudadana". Añadió que Correa ha sido "una gran locomotora" que arrastró a algunos candidatos, pero que su manejo personalista " le ha impedido conformar cuadros y equipos que puedan actuar de una manera más orgánica y armónica. Añadió que el presidente "tiene que entender que hay que construír poder desde las bases, con amplia participación social y ciudadana y eso implica buscar la lógica de otra forma de hacer gobierno."
Lo cierto es que Correa tiene una oportunidad histórica para llevar adelante muchos de los objetivos que distintos sectores del pueblo ecuatoriano: campesinos, indígeneas y movimientos sociales urbanos, han reivindicado en los últimos años. Objetivos que se han forjado en las movilizaciones y en las luchas populares que terminaron con gobiernos que desarrollaron las devastadoras políticas neoliberales y que pretendieron apoyarse en los desprestigiados y rechazados partidos tradicionales.
Tras su reelección en estos comicios, la cabeza visible de la oposición es el coronel Lucio Gutiérrez, que obtuvo un segundo lugar con un apreciable caudal de votos, pero que no parece capaz de aglutinar a los dispersos sectores que intentan detener los cambios. Su actitud de desconocer la victoria de Correa, sus imputaciones de fraude y pedir que se recuenten los votos urna por urna, es un gesto poco democrático y poco serio, en un país donde los medios privados de comunicación ( que en su casi totalidad ejercen una sistemática oposición al gobierno) no dudaron antes, durante y después de los comicios de la claridad del triunfo de Alianza País.
A su izquierda, Correa tiene a la socialista Martha Roldós y a Diego Delgado, que le imputan ser "más de lo mismo" y de no avanzar con profundidad en los cambios que el país requiere.
Pero está claro que la posibilidad de transformación ( o de su fracaso ) está en las decisiones y el rumbo que elija el propio Rafael Correa en el mandato que comienza y que finalizará en el 2013. Por eso cuentan las advertencias de personas implicadas en el proceso de cambios, como Alberto Acosta, o algunos pronunciamientos de la CONAIE ( la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador) “sin revolución agraria, no hay revolución ciudadana”, o de Humberto Cholango, presidente de la Ecuarunari, cuando le dijo: “está impulsando un país distinto, pero está minimizando a la gente”.
En el reciente sepelio de la centenaria Rosa Elena Amaguaña, "Mamá Tránsito" – un símbolo de la lucha indígena – se congregaron en la comunidad de la Chimba, en el páramo de Cayambe miles de personas y dirigentes sociales y del movimiento campesino de todo el Ecuador. Allí llegó también el presidente Rafael Correa, para despedir a esa gran mujer ecuatoriana. Y en ese momento trascendente y emotivo, pareció recoger ese reclamo de gran parte de su pueblo.
“Me comprometo a radicalizar la revolución ciudadana y a acabar con ese estado de injusticia", dijo Correa. "Nos comprometemos mamita Tránsito, no más campesinos sin tierra, no al agua privatizada”. Ojalá que así sea.
Les adjuntamos una nota que sobre esta cuestión que plantea la etapa post electoral, nos hizo llegar el periodista y amigo Kintto Lucas desde Quito.
Un cordial saludo.
Carlos,
SERPAL
Servicio de Prensa Alternativa.
Rafael Correa en un cruce de caminos
por Kintto Lucas
El triunfo de Rafael Correa en la primera vuelta de las elecciones, fortalece al Presidente, pero no necesariamente a su movimiento político, pues se ha evidenciado una falta de estructura y base social que den al gobierno un sustento de largo plazo.
Si bien el mandatario superó el 51 por ciento de los votos, la votación para asambleístas, alcaldes, prefectos y concejales no se corresponde con su popularidad. Incluso la mayoría de aquellos que fueron electos deberían agradecerle por el resto de sus vidas al mandatario, porque nunca hubiesen llegado sin su apoyo.
La mala campaña electoral y el propio resultado dejan varias lecturas hacia futuro, y llama la atención al presidente sobre la necesidad de realizar ciertos cambios para solucionar errores de conducción política que ya se habían reflejado en las primarias
La campaña y los resultados le han enseñado al Presidente que la publicidad no sostiene a un gobierno que busca cambios, porque se agota en si misma. Un gobierno transformador se sostiene con una estructura consistente y una base social organizada que da apoyo y fundamento a los cambios.
El mayor reto de Correa es construir esa estructura dinámica y democrática capaz de aglutinar la variada gama de actores individuales y de pequeños grupitos que conforman Alianza País (AP). Una estructura capaz de unificar en la diversidad. Un verdadero frente en el que todos se vean reflejados, y todos sepan en forma transparente quién es quién.
Eso es muy difícil pero no imposible. Es muy difícil porque no hay un individuo o grupo al interior de AP, con la capacidad y el respeto colectivo para construir sin sectarismo una organización política unitaria. Lamentablemente, todos tienen algún cuestionamiento por sus actuaciones anteriores o recientes y han demostrado ser incapaces de organizar, ni se diga movilizar. La campaña fue un ejemplo.
El único con respaldo político para organizar y movilizar es el propio Presidente, quien, me da la impresión, que en muchos momentos de la campaña estuvo solo luchando contra la oposición, la incapacidad interna, la falta de organización y la poca base social
Por fuera del presidente, AP no tiene gente con liderazgo que vaya más allá de pequeños círculos, gente con el carisma necesario, imagen incorruptible, capacidad de diálogo con las masas, consistencia política, la apertura necesaria para ser creíbles, y la capacidad de una mirada global para liderar la construcción de una estructura plural y consistente, y una base social que se transforme en la columna de un proyecto de cambio.
La base social de un gobierno de cambio se construye con una alianza estratégica, más allá de discrepancias puntuales, con los movimientos que tienen base social, como el movimiento indígena, que tuvo un gran respaldo local en sus zonas, sin recostarse a un candidato presidencial con la popularidad de Correa.
Para dar ese paso se necesita gente respetada, que conozca al movimiento indígena y tenga capacidad de diálogo con sus múltiples representantes. En este momento no se ve a nadie dentro del gobierno con esas características.
La base social también se construye con una acción organizativa y movilizadora desde el propio gobierno, sin caer en clientelismos, apostando a la participación y a crear lazos directos con la comunidad.
En estos dos años algunos ministerios e instituciones contribuyeron a eso, pero sin poder profundizar esa línea. Mientras que otras entidades encargadas de esa labor, solo ayudaron a consolidar algunos grupitos internos de Alianza País pero ninguna base social
“La diferencia con Hugo Chávez, es que él dos años antes de ser electo fue estructurando su organización, nosotros en cambio venimos de sectores ciudadanos sin organización y eso finalmente pasa factura. Ahora tenemos una gran tarea de construir esa estructura”, aseguró Rafael Correa en una especie de autocrítica luego de las elecciones.
Esa afirmación es parte de la verdad. También los sectores organizados dentro de AP solo han jugado a consolidar sus mini estructuras sin construir la unidad: Eso también pasa factura, como ha ocurrido en otros movimientos.
El Presidente se encuentra en un cruce de caminos. El que finalmente elija marcará, para bien o para mal, el futuro del país. Ojala logre promover los cambios necesarios en su gobierno y en su movimiento para consolidar estructura y base social necesarias para ingresar con más fuerza en el camino correcto, el camino que profundice la transformación social.
14 de mayo de 2009
* Kintto Lucas ( periodista de origen uruguayo radicado desde hace años en Ecuador. Dirige la revista Tintají )
* Fuente: SERPAL Servicio de Prensa Alternativa
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