Los comicios de ayer no tienen precedente, además, por el resultado que da una mayoría absoluta al triunfador, por el elevado porcentaje de participación popular (cercano a 63 por ciento de la lista nominal), por el número de funcionarios electorales involucrados –cerca de un millón 400 mil– por la normalidad en que transcurrieron y se resolvieron –a pesar de incidentes muy lamentables, pero aislados, y de desaseos marcadamente regionales, como en Puebla y Veracruz–; también porque la elección desembocó en un reconocimiento adelantado al triunfador por parte de sus rivales, José Antonio Meade y Ricardo Anaya. A esos discursos se unieron, tres horas más tarde, el anuncio de las tendencias –irreversibles– del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) por parte del consejero presidente del Instituto Nacional Electoral y del mensaje en cadena nacional del presidente Enrique Peña Nieto, quien se desempeñó a la altura de un estadista. Esas alocuciones democráticas despejaron cualquier escenario de conflicto y apaciguaron los ánimos sociales y las incertidumbres económicas y financieras que hubieran podido subsistir. Por lo demás, no dejó de resultar sorprendente para muchos que el grupo en el poder haya terminado por reconocer el triunfo electoral de una propuesta de viraje nacional que fue bloqueada en 2006 y 2012.
Después de tres décadas de gobiernos neoliberales, el proyecto de nación que servirá de base al programa de gobierno del dirigente tabasqueño y ex jefe de Gobierno capitalino propone una senda claramente diferente a los lineamientos seguidos por las últimas administraciones –y retomados, en lo fundamental, por los aspirantes presidenciales de los partidos Revolucionario Institucional y Acción Nacional con sus respectivas coaliciones, José Antonio Meade y Ricardo Anaya– y a las prioridades del sector público, empezando por la construcción de un estado de bienestar, la redistribución de la riqueza, el rescate del campo y el énfasis en la generación de empleos, la incorporación masiva de los jóvenes a la educación superior, la inclusión de grupos hasta ahora marginados, la austeridad republicana en el servicio público, diversas modalidades de recuperación del dominio de la nación sobre los recursos naturales y la soberanía nacional.
Independientemente de cuánto de ese programa pueda concretarse, el hecho de que haya recibido un apoyo abrumador en las urnas habla del dramático cambio de enfoque en el ánimo nacional. El país consumó ayer, en suma, un cambio de paradigma de gran trascendencia para los años venideros.
Ese proyecto no nació en las recientes campañas ni en los comicios presidenciales pasados o antepasados. El ideario de la coalición Juntos Haremos Historia tiene raíces de muchas décadas en movimientos obreros, campesinos y sociales, así como en luchas partidistas por la democratización del país, y reúne medio siglo (o más) de experiencias de movilización, participación y resistencia de buena parte de las izquierdas nacionales. Es la más reciente expresión de una visión alternativa que hasta hace unos años parecía aplastada por el pensamiento único característico del neoliberalismo, y es justo reconocer que tras el éxito electoral de López Obrador están la tenacidad y la abnegación de miles de activistas, dirigentes, militantes, intelectuales, informadores y simples ciudadanos que consagraron parte o la totalidad de sus vidas a una transformación con sentido social y popular. Debe admitirse, ciertamente, el tesón empeñado por el propio candidato triunfante en la construcción de una dirigencia y de una organización capaz de llevarlo a la Presidencia por la vía electoral.
En suma, el país debe felicitarse por la consecución de una madurez democrática que se traducirá en una renovada legitimidad institucional y en un nuevo estadio en la vida republicana, por el clima propicio a la reconciliación nacional que deja la contienda y por el fin de un tramo político y económico de consecuencias devastadoras que había llegado al pleno agotamiento.
*Fuente: La Jornada
Artículos Relacionados
El dilema del pueblo saharaui: La lucha armada o la perpetua agonía
por Carlos de Urabá (Rebelión)
10 años atrás 28 min lectura
Los asesinos israelíes merecen medallas de honor
por Rubén Alexis Hernández (Chile)
7 años atrás 2 min lectura
Medellín, Combia, 1987: Memoria de un año de terror
por Reinaldo Spitaletta (Colombia)
8 años atrás 4 min lectura
Cuba, G77+China: La lucha es por el derecho al desarrollo, que es el derecho a existir
por Yeilén Delgado Calvo (Cuba)
2 años atrás 3 min lectura
Evo Morales, reunido con la dirigencia del MAS, suscriben el MANIFIESTO DE BUENOS AIRES
por Resumen Latinoamericano
6 años atrás 8 min lectura
“Que aparezca Santiago: después hablamos del resto”
por Lavaca.org
8 años atrás 10 min lectura
50 años del modelo de terror “Operación Colombo”: un alerta de negacionismo, desapariciones y montajes
por Lucía Sepúlveda Ruiz (Chile)
3 horas atrás
23 de julio de 2025
como señala en su afiche el colectivo 119, Verdad, Memoria y Resistencia, a 50 años de la Operación Colombo, la Utopía sigue vigente. Este sábado 26 de julio la convocatoria es a marchar desde el GAM hacia La Plaza de la Constitución, portando nuevamente las figuras de los 119 luchadores antidictatoriales que cada año interpelan a Chile, un país que pareciera ser el reino del olvido pero donde no cesa la batalla por la memoria y los derechos de los pueblos.
Entre el ‘Orgullo’ en Madrid, el genocidio en Palestina y la ocupación en el Sáhara Occidental
por Luis Portillo Pasqual del Riquelme (España)
5 horas atrás
23 de julio de 2025
¿Cómo es posible olvidarse del drama de aquellos seres, no tan lejanos, deshumanizados y hambrientos, desde esta Europa consumista, rápidamente olvidadiza, hipócrita y cómplice de la situación en los territorios palestinos?
Entre el ‘Orgullo’ en Madrid, el genocidio en Palestina y la ocupación en el Sáhara Occidental
por Luis Portillo Pasqual del Riquelme (España)
5 horas atrás
23 de julio de 2025
¿Cómo es posible olvidarse del drama de aquellos seres, no tan lejanos, deshumanizados y hambrientos, desde esta Europa consumista, rápidamente olvidadiza, hipócrita y cómplice de la situación en los territorios palestinos?
¿Dónde está Julia Chuñil? Hoy es su cumpleaños 73 y no la abandonaremos
por Osvaldo Torres (Chile)
1 semana atrás
16 de julio de 2025
Este acto de violación de los derechos humanos, después de más 50 años de nuestro trauma histórico, demuestra una vez mas que la herida abierta, jamás ha sido cerrada por la justicia. Con la desaparición de Julia Chuñil se ha cometido un acto que da continuidad a la impunidad.