Un Informe vergonzoso e inaceptable: el de Human Rights Watch

Un pueblo palestino que tiene el aval del derecho internacional, la razón histórica y la legitimidad en su lucha por la autodeterminación.  Esto, en función de ser un país sometido a más de siete décadas de ocupación, colonización y exterminio a manos del régimen israelí, desde mayo de 1948 e intensificado desde el 7 de octubre de 2023, fundamentalmente en la Franja de Gaza, hasta hoy, sin que esto tenga un punto final.

El informe de HRW, que determina supuestas responsabilidades de corte criminal en las fuerzas de la resistencia palestina, en su legítimo levantamiento contra la entidad ocupante, es la evidencia de la parcialidad y el sesgo cuestionable e inaceptable de este organismo transnacional, que con esta conducta expresada a través de un documento profusamente publicitado cede ante las presiones del lobby proisraelí y el propio gobierno estadounidense compartiendo su visión.

Coacciones emanadas, en forma primordial, desde el denominado Comité de Asuntos Públicos Estados Unidos-Israel (AIPAC por sus siglas en inglés) y que se define a sí mismo como un grupo de presión proisraelí en el seno del congreso estadounidense y en la Casa Blanca, que cuenta con 100 mil miembros, oficinas regionales, amplias coordinaciones con las comunidades judías en el mundo y una “vasta reserva de donantes”. Un AIPAC que se jacta de direccionar la política exterior de Estados Unidos y al cual rinden pleitesía no sólo los candidatos presidenciales de ese país, sino que los miembros más influyentes de los gobiernos de turno. Cual emperador romano el AIPAC levanta o baja su pulgar frente a determinado nombre que esté en los gobiernos estadounidenses.

A esas presiones ha consentido y como lo ha hecho habitualmente HRW, que se define como una entidad no gubernamental dedicada a la investigación, defensa y promoción de los derechos humanos Con sede en la ciudad de Nueva York. HRW ha tomado partido en esta balanza entre ocupantes y oprimidos, entre genocidas y víctimas, entre la narrativa israelí o la realidad de una resistencia palestina, que ha decidido no ser más invisibilizada y defender con el apoyo mayoritario del pueblo palestino su derecho a existir. Para HRW ese derecho inalienable de resistencia y lucha por la autodeterminación, lo caracteriza como crímenes de guerra. Igualando así a la víctima con el victimario. Una línea irrazonable que, si la lleváramos a la Segunda Guerra Mundial era condenar la acción de los grupos de resistencia partisana, maquis, la resistencia soviética frente al invasor nacionalsocialista alemán. HRW está, por tanto, en la vereda de los genocidas.

HRW y su informe de 236 páginas salieron a la luz el pasado 17 de julio bajo el título “I Can’t Erase All the Blood from My Mind’: Palestinian Armed Groups’ October 7 Assault on Israel,” (“No puedo borrar de mi mente toda la sangre’: el asalto del 7 de octubre de los grupos armados palestinos a Israel”. Allí se acusa a los movimientos y organizaciones de la resistencia palestina de cometer crímenes de guerra. “La investigación de Human Rights Watch concluyó que el asalto liderado por Hamás el 7 de octubre fue diseñado para matar a civiles y tomar como rehenes a la mayor cantidad de personas posible” fueron las palabras de Ida Sawyer, directora de crisis y conflictos de HRW y ex becaria de Políticas Públicas del Wilson Center (1). Continúa este estudio, efectuado sin haber visitado la zona de los ataques de la resistencia y de la respuesta israelí. “Las atrocidades del 7 de octubre deberían motivar un llamado global a la acción para poner fin a todos los abusos contra civiles en Israel y Palestina” Conclusión que deja en evidencia que la Sra. Sawyer y su organización HRW considera que el proceso de exterminio que lleva a cabo el régimen israelí contra el pueblo palestino es posible de igualar con las acciones de la resistencia.

Una Balanza Inclinada

Para elaborar el documento, HRW entrevistó entre octubre de 2023 y junio de 2024, a 144 personas “incluidas 94 nacionales israelíes y otros que presenciaron el asalto del 7 de octubre, familiares de víctimas, personal de emergencia y expertos médicos. Los investigadores también verificaron y analizaron más de 280 fotografías y videos tomados durante el asalto y publicados en redes sociales o compartidos directamente con Human Rights Watch” Pero…me pregunto ¿entrevistaron a algunos de los pilotos de los helicópteros que disparo contra sus propios conciudadanos? ¿Entrevistaron los funcionarios de HRW, a los soldados, tanquistas, artilleros, pilotos de los aviones que bombardearon la zona, que destruyeron autos, casas de sus conciudadanos en la puesta en práctica de la Directiva Hannibal? (2) ¿Consultaron los informes de prensa y declaraciones efectuadas en la propia entidad israelí que daban cuenta que parte importante de los muertos fue por fuego de las tropas sionistas? La respuesta es simple: N

Debemos tener presente, además, que el gobierno nacionalsionista israelí, presidido por Benjamín Netanyahu rechazó todas las solicitudes de HRW de visitar los llamados kibutzim (asentamientos agrícolas) atacados por las fuerzas palestinas. Por tanto y esto es lo sorprendente, que explica la absoluta falta de rigor de este informe que perfectamente lo podemos catalogar como proisraelí, digitado por la narrativa oficial del régimen de Tel Aviv. Lo consignado en el informe de HRW y que son llamadas “pruebas” son textos recogidos de declaraciones y entrevistas con “víctimas”, analistas políticos y periodistas israelíes, y fotografías y videos de las redes sociales, pero en realidad no hubo una inspección real de las pruebas sobre el terreno ni la comparación de los testimonetanios de los testigos con la realidad dentro de los asentamientos” (3) Un trabajo  direccionado para favorecer a la Hasbará sionista, a esa estrategia de “esclarecimiento” o limpieza de imagen que utiliza este régimen.

HWR ha ignorado, olímpicamente, 76 años de ocupación, colonización y exterminio contra el pueblo palestino. Para HRW la situación actual se explica a partir del 7 de octubre del año 2023, sin profundizar con rigor y responsabilidad en las causas que explican la resistencia palestina. HRW ha enterrado el legítimo derecho a la defensa de Palestina frente a uno de los regímenes más criminales que ha dado la humanidad en los últimos 76 años. HRW invisibiliza más de siete décadas de un plan de solución final llevado a cabo por la entidad nacionalsionista israelí contra el pueblo palestino y que ha significado, no sólo la usurpación del 75% de su tierra, sino que Gaza se constata, en terreno, la destrucción de tres cuartas partes de toda su infraestructura sanitaria, industrial, escuelas, universidades, mezquitas, iglesias cristianas, campos de cultivo.

Gaza, al igual que Cisjordania (donde los asesinados superan los 500 en estos 9 meses de ataques sionistas) son dos enormes campos de concentración, que algo de ello deben saber los que se consideran herederos de los europeos de creencia judía exterminados por el nazismo. Gaza, que lo recuerde HRW está sometido, desde el mismo 7 de octubre de 2023 a una acción despiada, perversa, criminal, genocida, que ha significado ya 40 mil asesinados, aunque la Revista Británica Médica The Lancet consigna en un estudio, que los muertos palestinos superan en estos 9 meses los 186 mil con más de 10 mil palestinos bajo los escombros (4). Una cifra que significa que el 8 % de la población de Gaza ha muerto. Si esa cifra se trasladara, por ejemplo, a Estados unidos —socio y cómplice de la entidad israelí— significaría que tendría una cifra de muertos de 26 millones 400 mil estadounidenses.

Una Franja de Gaza que ha servido de campo de experimentación, para las armas que la administración de Netanyahu ofrece después al mundo como “armas probadas en terreno” Un territorio de apenas 360 kilómetros cuadrados donde  sobrevivían 2.3 millones de seres humanos que ha sufrido la pérdida del  8 % de su población, constreñidos a vivir desplazados en el sur de Gaza sometidos a bombardeos, incursiones de las tropas SS —soldados sionistas— el bombardeo de aviones, el lanzamiento de obuses, proyectiles desde naves de guerra anclados en las costas de Gaza en el mediterráneo, incluyendo en ello las muertes en las falsas zonas de seguridad con que tanto le gusta verbalizar a Netanyahu y sus socios. Es Gaza hoy un territorio en el cual se cumple el diseño de un plan de solución final para el pueblo palestino, al estilo de la Conferencia de Wannsee en la Alemania nazi (5).

Un plan cuyo objetivo con el pueblo palestino es no sólo usurpar el conjunto del territorio, sino que expulsar a su población, destruir sus ciudades piedra sobre piedra, demoler cada estructura de su patrimonio histórico y logar el exterminio masivo de hombres y mujeres, sobre todo niños de tal forma de  exterminar el futuro de palestina como lo suelen expresar sus políticos como la ex diputada y ministra de educación Ayelet Shaked quien llamaba a exterminar a las mujeres palestinas “y las serpientes que han criado” (6) Nada de ello sale en este informe de HRW que ha tomado para sí, con entera fidelidad, la narrativa sionista, aquella que ha sido difundido por los medios de desinformación y manipulación occidentales como argumento para sus mentiras transmitidas urbi et orbi

Una HRW que oculta más de siete décadas de crímenes y quiere presentarnos hoy en su informe donde entrevista sólo a israelíes sobre los hechos de ese día 7 de octubre, un relato victimista. Un relato de los victimarios disfrazados de víctimas. Asesinos en conjunto, porque la sociedad israelí mayoritariamente es responsable de 76 años de exterminio del pueblo palestino. No son inocentes, no son ajenos a los crímenes, no pueden alegar ignorancia, son colonos, ocupantes, asentados en tierras palestina y además armados hasta los dientes. HRW nos quiere mostrar un panorama de igualdad de fuerzas, de equipar las fuerzas militares sionistas con la resistencia palestina. Una mirada que resulta grotesca, absurda si acaso reclaman seriedad en sus informes. Aquí no hay sensatez, hay un sesgo inadmisible.

Se le asigna la entera responsabilidad de las muertes derivadas de la Operación Tormenta de Al Aqsa a las fuerzas de la resistencia y nada se dice de las acciones del ejército israelí, de la policía, de los colonos armados pues la sociedad civil israelí es una sociedad paramilitar. Nada se dice de la puesta en práctica de la Doctrina Hannibal que dio luz verde para dar muerte, no sólo a los combatientes palestinos, sino también a la población israelí bajo esta directiva militar aplicada a rajatabla y reconocida por sus propis medios de información. Nada dice HRW que parte importante de los muertos israelíes fue a manos de sus propias fuerzas militares.

HRW nos habla de los rehenes israelíes considerándolos como acciones – su captura – posibles de catalogar como crímenes de guerra. “privados de libertad” dice los profesionales de este organismo con sede en Estados Unidos. Pero…absoluto silencio, mudez, ni una letra sobre los 9 mil secuestrados palestinos en las cárceles israelíes, cientos de ellos bajo la denominación de detenciones administrativas que significa que no hay acusación, no hay proceso y así pasan largos años privados de libertad. Los secuestrados palestinos están sujetos a torturas, vejámenes sexuales para hombres y mujeres, algunos de ellos liberados con la extracción de órganos. Con la retención de los muertos, que no son entregados a sus familiares.

Notas:

1. La Sra. Sawyer ha sido formada en su pensamiento político internacional en función de lo que es este centro de estudios ubicado en Washington, la capital de Estados unidos, donde trabajan personajes como el ex presidente Iván Duque, por ejemplo. Lleva el nombre del ex presidente Woodrow Wilson que se define como un instituto independiente, sin afiliación partidaria (es decir ni demócrata ni republicano que son los componentes del poder bipartidista de Estados unidos) que se dedica a estudiar problemas del mundo con “investigación independiente y diálogo abierto para informar ideas realizables a la comunidad política”. Creer que sus estatutos de supuesta independencia pueden significar no asumir la narrativa de los poderes hegemónicos es pecar de ingenuo. Seria sostener que la organización de Estados Americanos (OEA) con Luis Almagro y radicado en el mismo Washington, es un organismo que no está sujeto a las presiones de Estados unidos.
2. En entrevista con el medio israelí Haaretz, el coronel ® de la fuerza aérea sionista, Nof Erez, describió las acciones de las fuerzas militares del régimen israelí el 7 de octubre del 2023 en el llamado festival Supernova, como un evento masivo de la atroz directiva Hannibal que ordena a los comandantes israelíes asesinar a sus propios soldados, para no ser capturados por los guerrilleros palestinos (https://bit.ly/49RxpF5). El coronel Erez describió cómo los pilotos de una flotilla de helicópteros Apache de Israel abrieron fuego en diferentes lugares a lo largo del muro horadado desde la Franja de Gaza, para impedir la captura por HAMAS, matando tanto a los combatientes de Hamas como a israelíes
3. https://espanol.almayadeen.net/articles/1886910/human-rights-watch—-narrativas-que-no-est%C3%A1n-a-nivel-de-ser
4. https://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(24)01169-3/fulltext
5. El 20 de enero de 1942 tuvo lugar la Conferencia de Wannsee que reunió a 15 altos cargos nazis en la villa Marlier, en el lago de Wannsee, cerca de Berlín, para planificar la «solución final» al «problema judío». Bajo la dirección de Reinhard Heydrich, conocido como «el carnicero de Praga». Los participantes de la conferencia acordaron las funciones de cada uno en este crimen y aseguraron su colaboración en la deportación de todos los judíos europeos. https://www.eldebate.com/historia/20230206/conferencia-wannsee-solucion-final-asi-fraguo-asesinato-masa-judios-europa_89027.html
6. https://www.huffingtonpost.es/2015/05/09/ministra-israeli-madres-palestinas_n_7248828.html