31 de diciembre de 2023
Ha transcurrido poco más de una semana del plebiscito en que la opción En Contra logró capturar más del 55% de la votación, y la derecha en su conjunto, la más ponderada, así como la más extrema, han relativizado el resultado mayoritario de la población y se auto arrogan la capacidad interpretativa de las razones del porqué la ciudadanía no apoyó la propuesta constitucional redactada por la extrema derecha.
Su herramienta mas eficaz, los medios de comunicación, justificaron el resultado esgrimiendo nimiedades como que la gente no logró comprender o derechamente no leyó el texto, en definitiva, la prensa funcional a los intereses del poder, sin mayores complicaciones sacaron de la pauta la noticia y retomaron la política de fustigación al gobierno.
Con ello, se atrincheran en el congreso para impedir cualquier avance en materia de derechos sociales, en especial en pensiones, salud y en política tributaria, pues cualquier reforma precisa recursos y sin una reforma tributaria que grave consistentemente al capital y en particular al capital financiero cualquier avance será imposible.
La impudicia es tal, que cuando se trata de salvar o beneficiar a los poderosos ahí no hay inconvenientes, no trepidaron en llevar adelante el “perdonazo” a las isapres, tampoco han mostrado pudor ante los obstáculos para avanzar en una legislación que permita romper con el secreto bancario y por esa vía detectar los negocios ilícitos vinculados al narcotráfico y a empresarios corruptos.
Es la esencia de la derecha, defiende un sistema que ya cumple cuatro décadas y que, en tanto transcurre el tiempo, ahonda las diferencias sociales en nuestro país.
Pero, ¿por qué la derecha logra imponer su estrategia de dominación? ¿Por qué, a pesar de haber sufrido una derrota, se muestra altanera y prepotente?
Porque tiene al frente a un gobierno débil, sin convicción, especialmente en lo doctrinario. El Frente Amplio, coalición que es la base política del gobierno, transmitió profusamente en su corta, pero intensa existencia, ser portador de una nueva moral, una que resaltaba el valor del mandato que la ciudadanía entregaba al político, para que éste, recogiendo esa orden cumpliera a cabalidad la promesa realizada.
Se trataba de anteponer al actuar de un político, un conjunto de principios y valores que le restituían a la política la virtud de ser la actividad más noble que pueda realizar el ser humano, ya que esa praxis vinculaba de manera indisoluble la ética a la política y en tanto lo hacía, se convertía en un muro a la corrupción, entendida ésta en su más amplia expresión.
A menos de dos años, el gobierno cedió a la presión, no solo porque no cuenta con mayoría en el Congreso, Allende tampoco la tuvo y fue capaz de llevar adelante una epopeya como fue nacionalizar el cobre y controlar más del 60% de la banca.
El gobierno, falto de convicción y con una inexperiencia desbordante, recurrió para gobernar a quienes cuestionó enérgicamente mientras fue oposición, incluido, quizá el mas beligerante con la vieja forma de hacer política, el propio Gabriel Boric.
Y hoy de regreso en los cargos más relevantes, los rostros visibles de lo que ayer se condenaba dirigen el gobierno, esta vez, con cada vez menos apoyo de la ciudadanía, que ha ido poco a poco cansándose de tanta promesa incumplida y ha ido aprendiendo y quizá por ello, en estos últimos años ha rechazado de manera tan categórica los dos textos constitucionales que se le han presentado.
El pueblo, la ciudadanía, los y las trabajadoras, a pesar de ser desdeñados permanentemente por el poder económico y político, aprenden, y cada vez más se niegan a ser comparsas de aquellos que prometen todo; pero, que al momento de asumir cargos se olvidan de sus mandantes y reproducen las mismas y viejas prácticas que ayer condenaban y que hoy les llenan de privilegios, lo que las mayorías cada vez más repudian severamente.
La esperanza es que el pueblo a cuatro años del estallido no ha sido derrotado y saca lecciones de todos estos procesos.
*Fuente: Politika
Artículos Relacionados
De rabioso revolucionario a fanático lobista
por Rafael Luis Gumucio Rivas, padre (Chile)
10 años atrás 5 min lectura
“Por favor, déjenme tener dignidad”
por Una ciudadana de Cadiz (España)
12 años atrás 1 min lectura
¿Por qué el mundo está ignorando a los kurdos revolucionarios en Siria?
por David Graeber (EE.UU.)
11 años atrás 6 min lectura
«El capital nos quiere atomizados y ojalá a todos compitiendo contra todos»
por Rafael Agacino Rojas (Chile)
5 años atrás 2 min lectura
Opinión Las elecciones en Chile, aún bajo la sombra de Pinochet
por Jefferson Miola (CLAE)
4 horas atrás
18 de noviembre de 2025
Kast es hijo de un oficial del ejército nazi y miembro de una familia que colaboró con la sangrienta dictadura de Augusto Pinochet.
«El futuro de Chile está en tus manos. No te dejes engañar»
por Tomás Mosciatti (Chile)
4 horas atrás
18 de noviembre de 2025
El jefe de los matones, es José Antonio Kast. Él es el que sonríe y acuchilla por la espalda. El cínico, el falso, el desvergonzadamente descarado. El que finge amabilidad para agredir a mansalva, como un traidor. Ese es José Antonio Kast.
Sáhara: “Ni Trump ni Sánchez pueden frenar nuestra determinación para ser libres”
por Néstor Prieto Amador (Madrid, España)
2 días atrás
17 de noviembre de 2025
“Instamos al Gobierno de España a volver a la senda del Derecho Internacional y recuperar el consenso que siempre ha existido en la política exterior española respecto del Sahara Occidental” aseguró la actriz Andrea Guardiola durante la lectura del manifiesto final en la Puerta del Sol. “Mientras alzamos nuestras voces en la misma ciudad donde se rubricó la ocupación marroquí, decenas de presos políticos saharauis se encuentran en las cárceles marroquíes sufriendo torturas y encarcelamientos en condiciones infrahumanas” dijo.
Replica a un editorial sobre la situación del Sáhara
por Mohamed Salem Daha (España)
5 días atrás
14 de noviembre de 2025
La conclusión que se puede sacar del titular del editorial es que este respetado periódico ha confundido, como le pasó a Marruecos, el proyecto de resolución presentado por el Gobierno de Estados Unidos al Consejo de Seguridad con la mismísima resolución 2797 (2025).