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23/10/2018
Faltando diez días para la segunda vuelta de las elecciones en Brasil, se divulgaron algunos detalles de la estrategia y funcionamiento de los grupos de mensajería digital de la campaña de Jair Bolsonaro. El tema ya venía siendo ubicado como pieza relevante de la campaña de Bolsonaro por algunos analistas políticos y de comunicación en medios escritos, pero sin mayores repercusiones. Este miércoles el New York Times publicó una columna en la cual se revelaron detalles del funcionamiento de la divulgación másiva de contenidos falsos por grupos de mensajería y el jueves finalmente la Folha de Sao Paulo le dio cobertura a la conexión entre empresas y el financiamiento de la estrategia de divulgación de noticias falsas.
Llamar ahora la atención sobre el tema no es menor. Pero la reacción ante su incidencia en el proceso electoral llega demasiado tarde, sobre todo porque se trata de una estrategia que viene siendo implementada por lo menos desde hace 3 años.
Ingresar a los grupos de whatsapp y telegram de Bolsonaro no es difícil. Sobre todo en los grupos activados para la segunda vuelta que tuvieron como eje la agitación digital en los estados y ciudades del nordeste donde el candidato perdió contra Fernando Haddad en la primera vuelta.
Uno de los grupos de whatsapp fue creado en enero de 2017, es decir, un año y medio antes de estas elecciones. Otro de los grupos, en este caso de Telegram, tuvo una media de 8400 mensajes diarios, con 3500 miembros estables. A partir de los resultados de la primera vuelta del 7 de octubre, cuando se confirmó que el nordeste fue donde más se resistió el embate de Bolsonaro, se pudo monitorear por lo menos 26 grupos de whatsapp, atendiendo diferentes estados y puntos urbanos de esa región. Como whatsapp tiene un límite relativamente pequeño de integrantes por grupo, se segmentaron hasta generar centenas de nuevos grupos, además de pasar a emplear Telegram para los mega-grupos que permiten varios miles de usuarios.
Es importante tener claro que la etapa de rápida masificación de la estrategia de mensajería de Bolsonaro está bastante alejada en el tiempo de la etapa de implantación de la estrategia. Todo indica que el inicio del trabajo de generación de contenidos coincide en el tiempo con hechos como las movilizaciones de 2015 en paralelo al proceso de impeachment a Dilma, el transcurso de la investigación Lava Jato y la huelga de camioneros.
Es decir, primero hubo un aprovechamiento de los grupos de mensajería en teoría “no políticos” pero que estaban fuertemente activados en demandas o campañas de movilización contra el gobierno, para transmitir un mensaje de descontento político. Una vez instalado el proceso electoral, la “migración” desde esos grupos “no políticos” a grupos de apoyo a Bolsonaro fue casi instantáneo.
La estrategia le dió buenos resultados. Luego del ataque en Juiz de Fora, el candidato no participó en actividades urbanas. Si se considera además que Bolsonaro casi no tuvo presencia en el horario electoral asignado en televisión abierta, y se compara su rendimiento del 7 de octubre con el de Geraldo Alckmin que tuvo la segunda mayor asignación de minutos en el horario electoral, el contraste no puede ser más chocante. La decisión de no utilizar la mediación de los canales tradicionales para transmitir su mensaje le generó innumerables beneficios al candidato del PSL. Pero para que ello fuera posible, estos dispositivos debieron ser desarrollados con mucho tiempo de antelación respecto al momento específico de las elecciones.
¿Lo peor es que sea fake?
La reacción de los últimos días en Brasil apuntó que estos canales se utilizan para diseminar contenidos falsos y fake news. Sin embargo el problema mayor no es este. En general todavía desde la izquierda -pero también especialistas de comunicación política, académicos o periodistas- no se tiene muy claro donde radica lo más grave del asunto. Un análisis del funcionamiento y de los diferentes tipos de mensajes pueden dar algunas pistas, pero teniendo claro que solo eso no proporciona mayor información sobre lo que está detrás de la estructura de emisores, receptores y mensajes.
Los grupos vistos en las últimas semanas se tratan más que nada de espacios agitativos y de difusión de memes, videos variados (que van desde los tópicos clásicos del “marxismo cultural”, la Escuela de Frankfort y el psicoanálisis hasta consejos de “sobrevivencia urbana”) y de propagación de consignas. Una menor cantidad de mensajes refieren a posteos más “clásicos” con comentarios o análisis de una nota, la campaña en general, propuestas de los candidatos, etc. Algunos grupos especializados en debates evitan los videos y las imágenes y se centran en pulir frases para los diferentes temas de la campaña electoral, y como rebatir argumentos de otras personas.
Entre las centenas de mensajes diarios, se pueden identificar patrones de organización bastante sencillos, así como los roles que juegan algunos usuarios que pasan de ser simples adherentes. Con relación a lo primero, usualmente los grupos amplifican los mensajes de tipo “Tarea del día”, que indican alguna acción digital concreta para realizar de forma bastante simple y automática luego que llega el mensaje. Por ejemplo, una “Tarea del Día” era ingresar al sitio del Senado y clickear en la opción de plebiscitar la revocación del Estatuto de Desarme Civil. El resultado a las pocas horas fue medio millón de votos por el “Si”. Y así, muchas otras “tareas”, como reenviar videos a los contactos particulares, intervenir en discusiones en Twitter o Facebook, hostigar a algún analista “del otro bando”.
Los mensajes en general tratan de ser muy sencillos. Sin embargo, no es el contenido del mensaje en sí lo que resalta sino la rapidez con que se plantean respuestas ante los temas del día o incluso, del momento exacto. Otro aspecto es que en casi ningún caso se trata de construir argumentos para una discusión racional sino que la repetición, la instantaneidad y las respuestas seteadas (pre-elaboradas) indican una lógica instrumental pero no comunicativa. El hecho en si termina constituyendo un hecho comunicativo pero no la lógica detrás del funcionamiento de estos dispositivos de respuesta rápida. Lo más creíble no es lo más divulgado ni aceptado. Mensajes absurdos -cuando no directamente grotéscos- dan paso a múltiples respuestas y reacciones que preparan a los usuarios para eventuales interacciones cuando son reenviados a otros grupos que funcionan en la periferia de la política (grupos familiares, de amigos, en el trabajo, etc.).
No existe posibilidad alguna de establecer un canal de diálogo racional por fuera de toda esa racionalidad instrumental. Muchos videos comienzan con la muletilla de reconocer el derecho a cada uno elegir su candidato, para luego dar paso a la seguidilla de que optar por Haddad es darle el voto a un payaso que defiende bandidos y por ello quien lo defienda es otro bandido, o un gay o una puta o un cínico en los tonos más despectivos e insultantes posibles. El interés mayor no es convencer al otro sino derrotarlo. Todo en 15 segundos de tensión, aceleración total.
Hubo fraude, hay fraude, habrá fraude
Lo que se quiere decir con todo esto es que el eje no parece estar planteado entre lo verdadero y lo falso, sino entre la adhesión y el rechazo, entre la aceptación y el odio. Lo importante es que la máquina funcione y no tanto lo que produzca.
Bolsonaro no es un político que se pueda decir que haya sido productivo a lo largo de su carrera como parlamentario. No obstante lo cual, en junio de 2017, presentó dos proyectos relacionados al uso de whatsapp, incluso uno de enmienda constitucional que apuntaba a agregar un inciso al Artículo 102, indicando que el uso de servicios de mensajería como whatsapp solamente podía ser limitado por una decisión del Supremo Tribunal Federal, y no por jueces de primera o segunda instancia. Frenar un dispositivo tecnológico puntual no resolverá el problema, porque como se ha mencionado, existen varios más para cumplir su función. El estudio de los mensajes analizados por la nota del New York Times estimaba que un 56% de los contenidos más compartidos analizados eran engañosos. Poner el acento sobre un contenido en particular que sea falso, no modificará la esencia del problema.
Llama la atención como los adherentes y miembros del “movimiento” comparten la idea que todo el sistema político, el conjunto de actores políticos y diferentes instituciones -incluído el Tribunal Electoral- están contra Bolsonaro. Se engaña el que piensa que solamente hay críticas a los llamados “esquerdópatas” (izquierdistas, afines al PT, PcdoB, Lula, etc. En Uruguay la figura que se asemeja es la de “focas” con la cual usualmente se procura ridiculizar a los adherentes del Frente Amplio) sino también a figuras de partidos tradicionales de la centro-derecha brasilera como Fernando Henrique Cardoso o José Serra. Otro foco de crítica es la cobertura que hacen de Bolsonaro los medios de prensa escrita (sobre todo Folha de Sao Paulo), pero también la cadena Globo de televisión o incluso la Iglesia Católica tampoco se salva.
Esto le termina impregnando a todo el asunto un carácter de gesta, de rebelión brutal contra el status quo. Con esa solidez, la interacción no deja de ser un tránsito entre la tragedia, bajezas repugnantes y caricaturas de debates extremádamente serios. Armas, aborto, anticomunismo ferviente, el reconocimiento de derechos para personas LGBT, todo pasa por el tamiz de un sentido de urgencias, un “esto no da para más” civilizatorio más impostado que verosímil. Más fingido incluso, como un “hacer de cuenta” que pueda ser cierto que si no gana Bolsonaro solamente se deberá al fraude del PT y no a la unificación de todo un espectro democrático para frenar al fascismo. Brasil es demasiado festivo como para el “que se vayan todos” pero está expresando de esta manera que si no gana Bolsonaro el caos será el titulo del día siguiente.
En los diferentes grupos, la reacción a la denuncia de las notas mencionadas fue de épica: el bolsonarismo inquietando a los medios más influyentes del mundo. En definitiva terminó reforzando el mecanismo de “todos contra nosotros” y la idea que “el pueblo está bancando la campaña del Capitão” solamente con sus celulares.
El resultado de la segunda vuelta no alterará en lo fundamental estos vasos comunicantes de una porción significativa de la politicidad de la sociedad brasilera. Tampoco alterará la composición del Congreso. Después de todo, las corporaciones más importantes de la estructura económica y social de Brasil reforzaron su presencia en el Parlamento. Las bancadas religiosas, militar, de ex-policías y del agronegocio podrán imponer sus pautas sin grandes dificultades al próximo gobierno. Proyectos como el régimen penal para menores infractores, la liberación del porte de armas, el fin de demarcación de tierras para comunidades indígenas, negras y campesinas, podrá ser impuesto como moneda de cambio entre el próximo Ejecutivo y el Congreso.
En los grupos se expresa lo más superficial de esos temas; de hecho llama la atención la marginalidad de lo económico y lo laboral entre los miles de mensajes cruzados. Nadie habla de crisis económica o del recorte del gasto público para políticas sociales o de la reforma laboral implantada por el gobierno de Temer.
Talvez sea demasiado pronto para afirmar que las redes sociales cambiaron para siempre la política, tal como dijo recientemente José Roberto De Toledo, un periodista de la Revista Piauí al afirmar que “whatsapp es el cementerio de la democracia”. Lo que si parece claro es que salir ahora a las apuradas a intentar contener el impacto no tiene mayor sentido. Incluso hablar de este tema en este tramo de la campaña también puede tener un efecto de cáscara de banana para lo que resta del sistema político democrático. De hecho, como si fuera una macabra bienvenida al mundo del bolsonarismo, otros temas muy importantes denunciados esta semana quedaron tapados, por ejemplo la denuncia publicada en Carta Capital el pasado lunes sobre la interceptación y seguimiento del equipo de campaña de Haddad por un sector de la inteligencia del Ejército.
Para muestra:
“Comenzó la represión en Whatsapp!, Comenzó la Censura general en internet, Flavio Bolsonaro se encuentra impedido de utilizar la red! Su número +552199548-9280 está impedido de registrarse en whatsapp. Divulguen”
“Es así gente, ellos están apelando a todo. Dios mío, eso es alarmante. Régimen totalitario es lo que ya vivimos!”
“Los comunistas petistas y psolistas revelan su vocación para la censura y el cercenamiento de las libertades individuales”.
“Fascismo mata? Si. Racismo mata? Si. Machismo mata? Si. Homofóbia mata? Si. Xenofobia mata? Si. Pero tu ignorancia disfrazada de pseudo-intelectualidad histórica como justificación para votar en partido de bandidos mata mucho más.”
“Solicitar el bloqueo de Whatsapp fue la mayor estupidez electoral en la historia política brasilera. #VeASerBurrodeEsaFormaaVenezuela”
“Amigos, necesitamos de gente en este grupo para reclutar nuevos bolsonaristas @haddadvsbolsonaro
“Video DENUNCIA GRAVÍSIMA!! PT planea armar un atentado a Haddad en las vísperas de las elecciones. Este es el nuevo golpe del PT. https://deusacimadetodos.com/”
“Para interactuar con personas en búsqueda conocimientos y habilidades de sobrevivencia urbana y rural con la llegada del posible CAOS si la IZQUIERDA gana la elecciones de manera fraudulenta, ingresar al grupo.”
“Grupo Whatsapp para Denuncias (43) 99644-9099 Envíe videos y fotos de abusos políticos en su Parroquia! -Reenvíen este video para que todas las personas que vayan mañana a misa por el día de Nuestra Señora Aparecida denuncien a curas y obispos y quienes vayan a hacer campaña por el PT”
“Atención Católicos, denuncien a curas que usen la maquinaria de la Iglesia para hablar de política. Filmar el hecho es importante para realizar la denuncia.”
“Cuando uno piensa que el PT ya no tiene más nada para robar, viene y le roba los colores de la campaña a Bolsonaro.”
“Feliz día del Niño, en especial aquellos que van a nacer. Aquí no abortamos el futuro de una Nación.”
“¿Será que Trump viene a la asunción de Bolsonaro?”
“Hoy refuté (con argumentos) a un colega que dijo que Bolsonaro era racista. El se basó en aquella entrevista en CQC -respondiendo a la pregunta capciosa- de la negra Gil. Argumenté que Bolsonaro pidió la grabación original para probar que el programa había manipulado el orden de las respuestas. Que Dios nos bendiga en esta lucha que enfrentamos”
“Patriotas! Vamos a garantizar un gobierno anti-comunista en 2019. En el día de la Elección, vote y permanezca próximo al local de votación hasta la difusión de los resultados. Estén preparados para parar indefinidamente el país en todas las 5570 ciudades. Bolsonaro solamente no será ganador de estas elecciones si hay fraude. Resistencia Patriótica Brasilera. Dios, Familia y Patria con Orden y Progreso”
“El infierno está delante de tus ojos: LUla CIro FERnando. Y nos va a reinar si tu lo permites
“Están queriendo implantar el Día de Marielle. Si Bolsonaro hubiera muerto nosotros también deberíamos exigir el día de Bolsonaro. El si lo merece y ella no. Solo por ser negra, pobre y de favela. Pobre no, era concejal y ya gana bien”
“Haddad tiene que entender que Brasil quiere a Bolsonaro y nada que el haga va a cambiar eso… Solo culpa a las redes sociales siendo que detrás de las redes sociales existe una persona, un elector, un ser humano buscando cambios. Mi sueño es encontrar este Haddad frente mio….”
-El autor, Sebastián Valdomir, es sociólogo y político
*Fuente: Publico.es