Frente Amplio valida candidatura de Mayol y trabaja en solucionar su crisis interna

El mal momento que atraviesa el Frente Amplio ha evidenciado una serie de debilidades al interior del conglomerado que nació recién en enero de este año. Aún no existe certeza de si el orden actual del bloque sobrevivirá una vez finalizadas las elecciones, sin embargo, el camino que puedan ir construyendo sus referentes probablemente no termine con una crisis política, por lo que también el presente sirve de aprendizaje, como han señalado algunos de sus referentes.

Cuando se originó el Frente Amplio, existía confianza y seguridad en que el escenario era favorable para posicionarse en la política nacional. Tenían tres diputados en ejercicio (Gabriel Boric, Giorgio Jackson y Vlado Mirosevic), a Jorge Sharp como alcalde de Valparaíso y de competencia el peor momento de los partidos tradicionales en años, debido a los casos de corrupción que los marcan todavía.

Pero la coalición tuvo la mala fortuna de nacer justo en un año de elecciones. La urgencia por llevar candidaturas y aumentar la representación parlamentaria, dejó de lado la construcción de un trabajo orgánico en el que se establecieran máximas ideológicas, u objetivos bien definidos como conglomerado.

Ya en las primarias se podían sentir los efectos del discurso ambiguo del Frente Amplio. “No somos un conglomerado de izquierda”, decían sus voceros a fines de marzo de este año. Por un lado Beatriz Sánchez señalaba que Cuba era una dictadura, mientras el Partido Igualdad, donde alguno de sus integrantes incluso creció en el exilio en dicho país, rechazaba este juicio respecto del país que lidera Raúl Castro. ¿El resultado a esto? Las primarias no reflejaron un apego de los sectores populares o de comunas históricamente de izquierda ni con Alberto Mayol ni con Beatriz Sánchez.

Luego surgió el problema con Alberto Mayol, el sociólogo que perdió las primarias presidenciales puso en jaque al bloque cuando exigió un cupo parlamentario en el Distrito 10, zona liderada por Giorgio Jakson de Revolución Democrática. Aunque el conflicto con Mayol no sólo plantea una crisis interna por el cuoteo parlamentario. El escándalo, reprochado en su forma incluso por integrantes de la coalición, enterró el eslogan que buscó instalar el bloque, uno que se instalaba desde la superioridad ética y moral respecto de la Nueva Mayoría y Chile Vamos, sintetizado en “una nueva forma de hacer política”.

Sin embargo, fuentes del Movimiento Autonomista manifestaron que la nueva forma de hacer política no es un eslogan, es una realidad que se ve representada en el desapego con los grandes grupos empresariales y con propuestas para construir dignidad en lo social. Aunque, reconocen que esta nueva forma no está exenta de prácticas históricas de la humanidad, como lo son las operaciones políticas.

La máquina con fallas

En varios sectores del Frente Amplio ya existía el análisis de que Alberto Mayol era una especie de nuevo “Marcel Claude”, por su forma personalista de posicionarse dentro del bloque. Incluso, en sus intentos por entrar al subpacto de Revolución Democrática en el distrito 10, Nueva Democracia no lo respaldó, pese a que estos lo proclamaron precandidato presidencial.

Esta tensa negociación parlamentaria llevó a que el 8 de agosto Natalia Castillo, una de las cartas de RD en dicho territorio, diera una entrevista al diario La Segunda, en la que criticaba al sociólogo. La reacción de este último no fue calmada y envió un largo audio por WhatsApp a la candidata, en la que acusaba una operación en su contra. Luego de esto, asustada por el tono, Castillo bloqueó a Mayol de esta aplicación y de Facebook.

Pasaron los días y la negociación siguió sin mayores resultados. Los términos eran que el Partido Igualdad le ofrecía un cupo en su subpacto, pero Mayol sólo quería el de RD. Todo así hasta el 14 de agosto, seis días después de que Castillo recibió el mensaje de audio, cuando la colectividad presidida por Rodrigo Echecopar decidió utilizar el material.

Según consta en un comunicado del Movimiento Autonomista enviado a sus militantes, instantes después de finalizar una reunión semanal del equipo político del comando de Beatriz Sánchez, Revolución Democrática, representado por su presidente Rodrigo Echecopar, solicitó a los dirigentes de Izquierda Autónoma, Izquierda Libertaria, Partido Igualdad, Partido Poder, Partido Humanista, y Movimiento Autonomista, que se quedaran para una “reunión especial” en la que se informaría sobre un audio enviado por Alberto Mayol a Natalia Castillo.

El contenido del mensaje enviado por el sociólogo hoy es conocido por todos. Pero quienes estuvieron en el improvisado encuentro pactaron reserva de la información, por lo mismo, no se mostró el audio en sí a un mayor círculo de militantes, sino que se explicó de qué trataba y el tono de este.

Con estos antecedentes la mesa nacional sancionó a Mayol. Luego de la determinación, Echecopar, Karina Oliva (presidenta de Poder), Iván Carrasco (Igualdad) e Isabel Palominos (Nueva Democracia, ex jefa de campaña de Mayol), llegaron a la casa del sociólogo a notificarlo del veto en el que no tuvo defensa.

Al día siguiente todos los medios fueron testigos del enojo de Mayol a la sanción, públicamente acusó a RD y Giorgio Jackson de operar en su contra, las palabras detonaron la crisis, donde sucesivamente las colectividades del bloque se retractaron del castigo político al ex candidato presidencial. Los pasos dados no fueron buenos.

Pero pese a que desde el Frente Amplio reconocen como un error la crisis pasada, y que se zanjó entregando del Distrito 10 del cupo del Partido Igualdad  al ex candidato presidencial -como se le había ofrecido hace semanas-, está dentro del ADN de quienes conforman el bloque. “Pasar máquina” es una jerga habitual en la política universitaria y con seguridad, ningún militante de la coalición que haya pasado por un movimiento en su etapa estudiantil, podría negar que en las peleas a nivel de federación conocieron este tipo de prácticas.

Un ejemplo de estas operaciones ocurrió en 2010, cuando distintos sectores de izquierda de la Universidad de Concepción, entre los que se encontraban varios que hoy militan en el Frente Amplio, operaron para derrocar a la actual diputada comunista Karol Cariola, de la presidencia de la Federación de Estudiantes de la mencionada casa de estudios. Pese a que se consiguieron los votos, las cúpulas universitarias alcanzaron un acuerdo. Cariola se mantuvo hasta el final en la presidencia, pero el otro bloque logró cambiar los estatutos de la Federación.

¿Cómo sobrevive el Frente Amplio?

En estas semanas de crisis la candidatura presidencial de Beatriz Sánchez ha pasado más allá del segundo plano, llegando al punto de la invisibilización. Esto es algo que el conglomerado debe retomar para ser competitivos el 19 de noviembre en las urnas.

Pero además de esto, el bloque recoge las lecciones aprendidas. Ya surgen desde regiones cuestionamientos al centralismo de las decisiones, emplazando a que el poder se abra más allá de la mesa nacional, algo que ya se puso en práctica los días de negociación posteriores a que estallara la crisis del distrito 10.

El manejo del complicado momento no fue el mejor, se percibió una visión de corto plazo. Fuentes del Partido Humanista, colectividad con más experiencia dentro del bloque, manifestaron a nuestro medio que el pasado jueves realizaron una reunión como partido, en la que entendieron que los demás integrantes del Frente Amplio estaban pensando en el 19 de noviembre y no en que es un proyecto político en construcción. Como PH, han estado presentes en crisis de la Concertación y del pacto Juntos Podemos Más, pero indican que los movimientos más jóvenes “no han querido escuchar la experiencia”.

El cientista político Kenneth Bunker expresa que probablemente la ciudadanía castigue al Frente Amplio por lo ocurrido ¿Cuánto? Depende de cómo perciban la solución del conflicto Mayol, algo que se verá reflejado en las encuestas.

*Fuente: Diario UdeChile