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Trump, el psicópata que se adueñó del botón nuclear

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La América profunda, integrada por los yihadistas de la estupidez, ha elegido presidente a Donald Trump, el psicópata que en un santiamén se ha apoderado del gran juguete: el botón nuclear. Una gran sombra se cierne, aunque algunos no quieren verlo, sobre este planeta que fue azul.

Nada explica mejor la victoria de esa cosa, que sin duda tiene poderes paranormales, que la fábula de la rana y el escorpión, cuya autoría se suele atribuir a Esopo. El escorpión (Donald Trump) se acerca a una rana (los antropoides de la era de la Post Verdad) y la dice: ¡Ranita! ¡Ranita! ¿Me puedes ayudar a cruzar el río?

El batracio al principio se asusta, ya que la memoria histórica le dice que no debe fiarse de los escorpiones, y justifica el ‘no’ que le va a decir pensando: ese se cree que soy tonto, si hago de ‘balsa humana’ me clavará el aguijón y los dos moriremos ahogados. El arácnido, acostumbrado a imponer su voluntad por las buenas o por las malas, susurra a la ranita:

– Si me cruzas el río te haré rica. En la otra orilla tengo escondidos muchos tesoros y te los regalaré para que navegues en barquitos de oro por todas las charcas. Lo último que quiero es morir, sólo si estuviera loco te clavaría mi estocada envenenada. ¿Qué conseguiría con eso?

La ranita, asombrada por el razonamiento filosófico del escorpión, accede a llevar al arácnido sobre sus espaldas y mientras nada va cantando ¡La, la, la! ¡La, la, lí! ¡Voy a ser rica y voy a realizar todos mis sueños! ¡Que suerte he tenido con encontrarme con ese escorpión tan apuesto y generoso!

Cuando la ranita y el escorpión se encuentran en la mitad del río, el arácnido se pone rojo, recupera su instinto básico y clava a su salvador su mortífero aguijón. El batracio, viendo cómo el veneno le destruye, le mira con sus vencidos ojos saltones e inquiere:

– ¿Why? ¿Por qué me has engañado? ¿Por qué me has traicionado? ¿No dijiste que me ibas a hacer rico si te ayudaba a cruzar el río? ¿Así pagas a los que te auparon? Si hubiera sabido lo malo que eras, nunca hubiera permitido que me montaras.

– Lo siento ranita, no lo he podido evitar, matar está en mi ADN- le dijo el escorpión chupándose el aguijón

Una de las cosas que más llama la atención de las recientes elecciones estadounidenses es que los blancos del agro y un 42% de las mujeres blancas, hayan votado a favor de Trump, el agarrador de coños que amenaza con matar a los musulmanes con balas untadas con grasa de cerdo, el Joker que quiere cambiar la historia y que, al parecer, admira a Putin.

Si todavía hay algún ser virginal que piensa que en Rusia quedan vestigios de socialismo está en la luna. Putin está a millones de años luz de los padres y madres de la democracia, en su sentido menos adulterado. Es una pena que ciertas  almas de cántaro no vean lo que es evidente.

El payaso Trump, que parece una mutación de la niña de El exorcista, cualquier día nos sorprenderá dando un giro de cabeza de 360º y diciendo a su águila, (la que quiere morderle la carroña de su brazo), que apriete con su pico el botón nuclear. Por fin ha llegado la esperanza a los manicomios, ahora cualquier loco puede llegar a ser presidente de los Estados Unidos.

Con lo que acaba de ocurrir en USA reniego de mi condición de blanco. Voy a hacer igual que Michael Jackson, pero a la inversa. Voy a tomar pastillas para hacerme negro. Cuando mi piel cambie de color, me ligaré a una mulata y me marcharé con ella a Vailima (Samoa) donde alquilaré una casa de bambú cerca de la que tenía Robert Louis Stevenson.

En esa isla del pacífico sur no leería periódicos, echaría la siesta en una hamaca y bailaría por las noches con mi mulata en torno a las hogueras. Sólo música, unos cuantos libros, un puñado de amigos, sexo, ron y las estrellas. De vez en cuando escucharía ¡cómo no! a Leonard Cohen, que acaba de marcharse para no vivir en el mismo planeta que Donald Trump.

Y vuelve a cantar Quiquiriquí el Noble Gallo Beneventano para recordarnos la Ley de Murphy: Cuando algo puede empeorar, empeorará.

Javier Cortines
http://www.nilo-homerico.es/

 

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1 Comentario

  1. jose garcia peña

    No creo que algún presidente de EEUU haya tenido alguna vez a su disposición el «botón nuclear», eso es cosa del Pentágono.
    Qué importa el tipo de monigote que elijan como presidente, cuando solo podrá hacer lo que le permita la conexión criminal sionista-anglosajona, que dirige las actividades de los instrumentos terroristas como son la CIA y el Pentágono?. Solo le permitirán hacer por su cuenta algo que dañe a la humanidad, como extender el odio racista.
    Respecto a lo que Trump dice sobre Putín y Rusia, la CIA y el Pentágono se mantienen callados, pero ya tienen una estrategia.
    Si le permiten negociar «amistosamente» algo con Putín, será para tratar de romper las alianzas entre Rusia y China. La CIA se encargará de crear conflictos en la frontera Ruso-China introduciendo elementos terroristas en la zona, táctica en la que los terroristas yanquis tienen una larga experiencia.
    Sabiendo que el fanatismo religioso hace posible cualquier cosa en la dirección que sea, utilizarán musulmanes de Rusia contra China o musulmanes de China contra Rusia.
    Espero que Putín, con sus conocimientos adquiridos sobre espionaje de los servicios secretos, no caiga en esa trampa.

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