Estambul o Bolivia y la búsqueda de la felicidad
por Vivian Lavín A.(Chile)
9 años atrás 4 min lectura
En una reciente entrevista, el Premio Nobel de Literatura Orhan Pamuk confiesa ser un novelista feliz, dando cuenta de la satisfacción que le produce un oficio que le ha permitido desplegar con maestría y ser, de paso, elogiado y leído por millones de lectores. Pamuk es turco y su obra da cuenta tanto de su nacionalidad, como de su calidad de habitante, nacido y criado, desde hace 64 años en una de las ciudades más bellas e importantes de la historia de Europa: Estambul.
Orhan Pamuk después de confesarle al mítico periodista Juan Cruz la felicidad de ser un novelista, se pregunta, pero, ¿soy una persona feliz? Y es aquí, cuando vemos que la realidad empieza a deshojarse en delgadas capas, como una simple y honesta cebolla, que a pesar de lo que lucha por evitar ser develada, haciendo llorar a quien osa intentarlo, termina blanca y desnuda.
La pregunta sobre su felicidad no la responde el escritor y ganador del Premio Nobel del Literatura desde su oficio, sino que el hombre cuando dice: ¿Soy una persona feliz? No estoy seguro. He llegado a un punto de mi vida en que la razón para la vida no es la felicidad, al menos para mí. Sé que hay una motivación, un deseo por mi parte, de ser feliz, sé que es una contradicción; creo que lo más profundo es buscar un sentido, un algo perdido, una búsqueda de una verdad escondida.
Es el ejercicio de la escritura el que le ha permitido a Orhan Pamuk ir a la búsqueda de ese “sentido, ese algo perdido” A través de Pamuk hemos podido ingresar a la vida íntima de una familia turca y a la manera cómo los temidos otomanos forjaron uno de los más fieros imperios de la historia reciente Así, entonces Pamuk se vuelve a preguntar: ¿Con qué se compara la felicidad? La amistad, la lealtad, tener un futuro, educación…estas cosas son valores importantes de la vida, y cuando lees una novela esos valores saltan también, están ahí enseñándote de qué va la vida. Y las novelas son los mejores lugares para hablar de ellos según vas leyendo.
Así, entonces, mientras leemos a Pamuk nos vamos enterando de su existencia como también la de sus coterráneos turcos que hoy ven llegar a millares de refugiados desde Siria como antes a palentinos y también a los kurdos y, entonces, pienso como él, que la literatura permite hablar de esos valores esenciales, conocer a los otros y reconocernos a nosotros mismos en ese ejercicio.
Entonces pienso en la relación que tenemos los chilenos con Bolivia, un país vecino que pareciera estar mucho más distante que Estambul, aunque esté infinitamente más cerca, del que conocemos casi nada de su historia cuando Estambul es materia escolar obligatoria. Si leyéramos a escritores bolivianos como lo hacemos con Pamuk, podríamos entender mejor las maneras en que la felicidad va tomando forma en Bolivia; entenderíamos las grandes semejanzas con un país con el que compartimos un pueblo originario y una geografía altiplánica. Podríamos sensibilizarnos con la frustración de no tener siquiera un poquito de ese gran mar que fue parte de su historia hasta hace menos de 150 años; podríamos viajar hasta allí y disfrutar de una las zonas del planeta que goza de la mayor biodiversidad con más de 20 mil tipos de plantas documentadas.
De paso, nos enteraríamos de que Bolivia no es solo un país altiplánico, sino también amazónico, aunque de manera majadera los imaginemos vestidos como aymaras. Con un mayor conocimiento de las letras bolivianas podríamos ir forjando una relación entre pueblos que no pasara solo por los gobiernos de turno, cuyas razones no escuchan a los corazones. Nos permitirían quizás, como lo propone Armando Uribe Echeverría, el hijo del poeta, pensar en una propuesta mucho más atrevida y progresista que ofrecer a nuestros vecinos: una comunidad del tipo europeo, de libre circulación de bienes, servicios y personas por Chile y Bolivia, desafiando al mundo unidos.
Las voces de la literatura boliviana nos permitirían ir distinguiendoun sentido, un algo perdido, una búsqueda de una verdad escondida, como dice Pamuk, que es ciertamente una forma de felicidad.
*Fuente: Radio UdeChile
Artículos Relacionados
Harold Pinter: Arte, Verdad y Política
por Harold Pinter (Inglaterra)
17 años atrás 27 min lectura
“Quien odia al hermano es un asesino”
por Leonardo Boff (Brasil)
7 años atrás 4 min lectura
“La muchacha que deseaba vivir en un invernadero”
por Ernes Jamet (Chile)
14 años atrás 3 min lectura
El lapidario informe sobre la concentración mediática en Chile que el CNTV mantiene en reserva
por Antonia Orellana (Chile)
9 años atrás 8 min lectura
Réquiem para un árbol en llamas
por Ariel Dorfman (Desde Santiago de Chile)
1 año atrás 5 min lectura
1 Comentario
Deja una respuesta Cancelar la respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.
¿Por qué Putin aceptó la cumbre con Trump? ¿Ingenuidad o inteligencia?
por Rainer Rupp (Alemania)
1 día atrás
17 de agosto de 2025
«Creo que Putin entiende clara y completamente la amenaza que representa Occidente, pero también sabe que la fuerza militar de Rusia ha crecido de forma espectacular durante el transcurso de la operación especial.
No es solo el crecimiento del ejército ruso lo que ha reforzado la confianza de Putin. También es el hecho de que Rusia supera a Occidente en todo lo que se refiere a misiles hipersónicos, drones, producción de tanques, fabricación de artillería y municiones, bombas FAB y guerra electrónica».
Jalife-Rahme sobre Cumbre en Alaska: «Trump y Putin han roto con el Deepstate»
por NegociosTV
2 días atrás
17 de agosto de 2025
Para Putin, que está ganando en Ucrania, Ucrania ya no es lo primordial. Lo es para Europa, que está perdiendo, porque es la derrota de la OTAN. Zelensky es un peón del Deep State de EEUU, el simple hecho de que no lo invitaran a la cumbre de Alaska fue arrojarlo debajo del autobús.
Jeannette Jara: “Voy a postular a la Presidencia para ganar y hacer un buen gobierno”
por Academia de Humanismo Cristiano
6 días atrás
12 de agosto de 2025
“Voy a postular a la Presidencia para ganar y hacer un buen gobierno”. En el espacio de conversación “Chile, Verdad y Leyenda” producido por la Universidad Academia de Humanismo Cristiano y conducido por Jaime Coloma, conocimos las expectativas de triunfo de la candidata Jeannette Jara, sus proyectos para el país y cómo logró equilibrar el interés por los problemas sociales con un desarrollo académico que la llevó a titularse de administradora pública y abogada.
Bolivia, elecciones que impidieron candidatura de Evo: Encuestas muestran que votos nulos, blancos e indecisos llegan ya al 30%
por Medios Internacionales
1 semana atrás
11 de agosto de 2025
No es el voto nulo el que le abre las puertas a la derecha. A la derecha le abren las puertas quienes proscribieron y quienes se beneficiaron de la proscripción de Evo y de las organizaciones sociales del Instrumento Político. A la derecha le abre las puertas la desastrosa gestión del gobierno de Luis Arce.
Todas las propuestas atrevidas que se han hecho con respecto a nuestro continente, desde Bolivar para adelante, han fracasado en parte por nuestras limitaciones, nuestra incapacidad para soñar,nuestro arribismo de querer pertenecer al grupo de los europeos, en vez de crear nuestro propio grupo de amigos. La otra parte es porque nos hemos dejado manipular por esos europeos que hicieron todo lo posible para que nos independizáramos de España y deviniéramos en colonias de ellos, cosa que han logrado y así damos la espalda a nuestros vecinos.
En Chile faltan líderes que tengan el «alma grande» y no creo que abunden en Bolivia.