Tres tentaciones del cristiano que intentan arruinar la verdad a la que hemos sido llamados
por Papa Francisco (México)
8 años atrás 5 min lectura
Texto completo de la homilía del Papa en Ecatepec
El miércoles pasado hemos comenzado el tiempo litúrgico de la cuaresma, en el que la Iglesia nos invita a prepararnos para celebrar la gran fiesta de la Pascua. Tiempo especial para recordar el regalo de nuestro bautismo, cuando fuimos hechos hijos de Dios. La Iglesia nos invita a reavivar el don que se nos ha obsequiado para no dejarlo dormido como algo del pasado o en algún «cajón de los recuerdos». Este tiempo de cuaresma es un buen momento para recuperar la alegría y la esperanza que hace sentirnos hijos amados del Padre. Este Padre que nos espera para sacarnos las ropas del cansancio, de la apatía, de la desconfianza y así vestirnos con la dignidad que solo un verdadero padre o madre sabe darle a sus hijos, las vestimentas que nacen de la ternura y del amor.
Nuestro Padre es el Padre de una gran familia, es nuestro Padre. Sabe tener un amor único pero no sabe generar y criar «hijos únicos». Es un Dios que sabe de hogar, de hermandad, de pan partido y compartido. Es el Dios del Padre nuestro no del «padre mío» y «padrastro vuestro».
En cada uno de nosotros anida, vive ese sueño de Dios que en cada Pascua, en cada eucaristía lo volvemos a celebrar, somos hijos de Dios. Sueño con el que han vivido tantos hermanos nuestros a lo largo y ancho de la historia. Sueño testimoniado por la sangre de tantos mártires de ayer y de hoy.
Cuaresma, tiempo de conversión porque a diario hacemos experiencia en nuestra vida de cómo ese sueño se vuelve continuamente amenazado por el padre de la mentira, por aquel que busca separarnos, generando una sociedad dividida y enfrentada. Una sociedad de pocos y para pocos. Cuántas veces experimentamos en nuestra propia carne, o en la de nuestra familia, en la de nuestros amigos o vecinos, el dolor que nace de no sentir reconocida esa dignidad que todos llevamos dentro. Cuántas veces hemos tenido que llorar y arrepentirnos por darnos cuenta que no hemos reconocido esa dignidad en otros. Cuántas veces -y con dolor lo digo- somos ciegos e inmunes ante la falta del reconocimiento de la dignidad propia y ajena.
Cuaresma, tiempo para ajustar los sentidos, abrir los ojos frente a tantas injusticias que atentan directamente contra el sueño y proyecto de Dios. Tiempo para desenmascarar esas tres grandes formas de tentaciones que rompen, dividen la imagen que Dios ha querido plasmar.
Tres tentaciones de Cristo…
Tres tentaciones del cristiano que intentan arruinar la verdad a la que hemos sido llamados.
Tres tentaciones que buscan degradar y degradarnos.
- La riqueza, adueñándonos de bienes que han sido dados para todos y utilizándolos tan sólo para mí o «para los míos». Es tener el «pan» a base del sudor del otro, o hasta de su propia vida. Esa riqueza que es el pan con sabor a dolor, amargura, a sufrimiento. En una familia o en una sociedad corrupta es el pan que se le da de comer a los propios hijos.
- La vanidad, esa búsqueda de prestigio en base a la descalificación continua y constante de los que «no son como uno». La búsqueda exacerbada de esos cinco minutos de fama que no perdona la «fama» de los demás, «haciendo leña del árbol caído», deja paso a la tercera tentación.
- El orgullo, o sea, ponerse en un plano de superioridad del tipo que fuese, sintiendo que no se comparte la «común vida de los mortales», y que reza todos los días: «Gracias Señor porque no me has hecho como ellos».
Tres tentaciones de Cristo…
Tres tentaciones a las que el cristiano se enfrenta diariamente.
Tres tentaciones que buscan degradar, destruir y sacar la alegría y la frescura del Evangelio. Que nos encierran en un círculo de destrucción y de pecado.
Vale la pena entonces preguntarnos:
¿Hasta dónde somos conscientes de estas tentaciones en nuestra persona, en nosotros mismos?
¿Hasta dónde nos hemos habituado a un estilo de vida que piensa que en la riqueza, en la vanidad y en el orgullo está la fuente y la fuerza de la vida?
¿Hasta dónde creemos que el cuidado del otro, nuestra preocupación y ocupación por el pan, el nombre y la dignidad de los demás son fuentes de alegría y esperanza?
Hemos optado por Jesús y no por el demonio, queremos seguir sus huellas pero sabemos que no es fácil. Sabemos lo que significa ser seducidos por el dinero, la fama y el poder. Por eso, la Iglesia nos regala este tiempo, nos invita a la conversión con una sola certeza: Él nos está esperando y quiere sanar nuestros corazones de todo lo que lo degrada, degradándose o degradando. Es el Dios que tiene un nombre: misericordia. Su nombre es nuestra riqueza, su nombre es nuestra fama, su nombre es nuestro poder y en su nombre una vez más volvemos a decir con el salmo: «Tú eres mi Dios y en ti confío». Podemos repetirlo juntos: «Tú eres mi Dios y en ti confío».
Que en esta eucaristía el Espíritu Santo renueve en nosotros la certeza de que su nombre es misericordia, y nos haga experimentar cada día que «el Evangelio llena el corazón y la vida de los que se encuentran con Jesús… sabiendo que con Él y en Él renace siempre la alegría» (Evangelii gaudium, 1)
*Fuente: Periodista Digital
Artículos Relacionados
Repudiamos el cobarde acto hacia el werken de la Comunidad Temucuicui
por Organizaciones Populares (Chile)
14 años atrás 2 min lectura
Perú: Alto a la represión contra campesinos e indígenas
por Miguel Palacín Quispe (Perú)
16 años atrás 3 min lectura
Por el socialismo renuncio al PS
por Roberto Avila Toledo (Chile)
16 años atrás 5 min lectura
¡Indignados!: Mucho cuidado con los INFILTRADOS
por Colectivo por la Justicia y los Derechos de las Personas y de la Naturaleza (España)
13 años atrás 6 min lectura
Rusia reconoce la independencia de las repúblicas autoproclamadas de Donetsk y Lugansk
por Actualidad RT
2 años atrás 5 min lectura
Una más de las estrategias de Barrick
por Regantes del Huasco
19 años atrás 4 min lectura
Consejo de Seguridad: Estados Unidos veta resolución que recomienda a Palestina como Estado Miembro de Naciones Unidas
por Nicolás Boeglin (Costa Rica)
2 horas atrás
El veto de Estados Unidos este 18 de abril del 2024 será probablemente recordado como un grave error de apreciación del aparato diplomático norteamericano.
Su incondicional apoyo a Israel en Gaza desde la tarde/noche del 7 de octubre, hace que Estados Unidos haya socavado gran parte de su credibilidad en diversas latitudes del mundo.
Escritores, motor de la Memoria
por Hernán Narbona Véliz (Valparaíso, Chile)
2 horas atrás
Chile ha conmemorado los 50 años del golpe de Estado de 1973. La Sociedad de Escritores de Chile. Filial Valparaíso, SECH-V, desarrolló, entre marzo y junio de 2023, el Taller Rescate de la Memoria, que culminó en la publicación del libro colectivo “Rescate de la Memoria: En Conmemoración de los 50 años del golpe militar de 1973 en Chile”.
A los saharauis: «Para ganar batallas, es importante practicar activamente los valores de la solidaridad, el compromiso, la disciplina y la lucha»
por Luis Portillo Pasqual del Riquelme (España)
24 horas atrás
«Creo que el FP debería plantearse estas cuestiones, ocuparse mejor de encuadrar a su gente, enseñarles a trabajar en la clandestinidad, mejorar la organización para no hacer –como hoy- el ridículo ante el enemigo.»
Bolivia: Convoca en la ONU a conformar la Unión de los Pueblos Ancestrales del Mundo
por Vicepresidencia del Estado (Bolivia)
3 días atrás
“Quiero compartir una cordial invitación a la generación entrante, a la juventud de los pueblos ancestrales para recuperar los Códigos del Vivir Bien de las culturas milenarias y trabajar en la unidad planetaria de los pueblos ancestrales”,