Articulos recientes

Al navegar en nuestro sitio, aceptas el uso de cookies para fines estadísticos.

Noticias

Análisis

La política alemana sobre Ucrania

Compartir:

Traducido por  Andrés Porras

Una visión compartida sobre la situación en Ucrania podría ser un prerrequisito importante para la creación de una alianza germano-polaca en Europa, y estaría provocando un acercamiento entre Berlín y Varsovia, según asegura un informe publicado antes de que comenzasen las protestas en la Plaza de la Independencia en Kiev.

La idea de redactar el artículo Después de Vilna: Polonia y Alemania deben impulsar la política oriental de la UE (Über Vilnius hinaus denken: Polen und Deutschland müssen die EU-Ostpolitik vorantreiben) surgió en Alemania con la intención de involucrar a diplomáticos y políticos alemanes y polacos, miembros del Bundestag y ministros. Los exministros polacos de asuntos exteriores Adam Daniel Rotfeld y Andrzej Marian Olechowski también contribuyeron.

El dinamismo de las actuaciones de Washington en relación con Ucrania hace languidecer los intentos llevados a cabo por los europeos para acortar distancias dentro de la Unión Europea, al mismo tiempo que abordan el tema de Ucrania. Mientras tanto, alemanes y polacos siguen entablando conversaciones con Ucrania. Recurren a la política del palo y la zanahoria para perpetuar el conflicto en el país.

«La Unión Europea sigue dispuesta a firmar e implementar nuestro acuerdo – iniciado por el gobierno ucraniano hace más de un año – siempre que las autoridades confirmen su adhesión a una Ucrania libre, unida y democrática y a los valores en que se fundamenta el Acuerdo de Asociación», aseguraba el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, tras reunirse con el primer ministro de Polonia, Donald Tusk. Según Alexander Rahr, director de Investigaciones de la ONG Foro Ruso-Germánico, la Unión Europea está del lado de la oposición y trata a Yanukóvich como si fuera ilegal pese a que no ha violado ninguna ley. Alemania ha dejado hábilmente que sean los polacos quienes hagan todo el trabajo sucio en lo relativo a ganarse y chantajear a los políticos ucranianos. Y hacen todo lo posible para situarse en la mejor posición.

El presidente Bronislaw Komorowski tienta a Ucrania ofreciéndole ayuda financiera en el marco de la Asociación Oriental para apoyar su aspiración de unirse a Europa.

Elmar Brok, presidente del Comité de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo, ofrece ayuda económica a cambio de reformas. Pero son solo palabras, nada vinculante. Al mismo tiempo, usa el Deutsche Welle para decir a los ucranianos que deberían emitir quejas sobre Moscú ante el Parlamento Europeo, pese a que es Rusia quien ofrece a Ucrania ayuda sustancial sin ataduras.

El vicepresidente del Parlamento Europeo, Jacek Protasevich, amenaza con romper relaciones formales entre la Unión Europea y Ucrania. USamericanos polacos como Zbignew Brzezinski dicen abiertamente que Rusia afrontaría un colapso si continuase apoyando a Ucrania. Activistas públicos y políticos polacos amenazan a Ucrania con una guerra civil – asegura Aleksander Smolar, politólogo polaco que lideró una influyente ONG (la Fundación Stefan Batory) – inciden provocativamente en la perspectiva del desmembramiento de Ucrania (afirmación del primer ministro Donald Tusk) y usan Polskie Radio (la organización pública de radiodifusión de Polonia) para extender la idea de que Polonia «garantiza su apoyo a Ucrania si ésta toma la decisión correcta».

Polonia y Estados Unidos utilizan la Fundación para la Cooperación Polaco-Ucraniana (PAUCI) y el Centro para las Elecciones Libres y la Democracia para difundir sus ideas en Ucrania. Los alemanes hacen hincapié en aspectos económicos y humanitarios, al mismo tiempo que tratan de seducir a la élite política e intelectual (el objetivo principal no es hacer que Ucrania se involucre en las estructuras europeas, sino espolear la «fuga de cerebros», hacer que grandes talentos se marchen a Alemania). Esta misión es llevada a cabo por la Fundación Friedrich Naumann para la Libertad; la Fundación Hanns Seidel (Hanns-Seidel-Stiftung), una de las fundaciones alemanas asociadas con partidos políticos (con la CDU, en este caso); la Fundación Friedrich Ebert (Friedrich-Ebert-Stiftung, FES), la mayor y más antigua de las fundaciones partidistas alemanas, con oficinas y proyectos en más de 100 países; la Fundación Robert Bosch (Robert Bosch Stiftung GmbH), una de las grandes fundaciones alemanas vinculadas a la empresa privada Robert Bosch GmbH; la Sociedad Fraunhofer (Fraunhofer-Gesellschaft zur Förderung der angewandten Forschung e. V. — «Sociedad Fraunhofer para el avance de la investigación aplicada»), una organización investigadora alemana con 67 institutos repartidos por toda Alemania, especializados cada uno en distintos campos de las ciencias aplicadas; el Servicio Alemán de Intercambio Académico (Deutscher Akademischer Austauschdienst, DAAD), la mayor organización de apoyo de Alemania en el campo de la cooperación académica internacional; la Fundación Alemana para la Investigación (Deutsche Forschungsgemeinschaft), una importante organización alemana de financiación de investigaciones y la mayor de Europa; la Asociación Helmholtz de Centros Alemanes de Investigación (Helmholtz-Gemeinschaft Deutscher Forschungszentren), la mayor organización científica de Alemania; la Asociación para la Educación y el Intercambio Internacionales (IBB), una organización benéfica sin ánimo de lucro, independiente institucional y políticamente, con programas especiales para Bielorrusia; y muchas otras. Los recursos económicos a su disposición superan todo lo imaginable. Por ejemplo, la Sociedad Fraunhofer dista de ser la mayor y más reconocida, pero hace gala de un presupuesto de 1400 millones de euros; en el caso de DAAD este supera los 250 millones, etc. Por no hablar de la Fundación Konrad Adenauer, que organiza centenares de programas humanitarios en más de 120 países.

Friedrich Ebert Stiftung 1 (…)Norbert Beckmann-Dierkes, experto en Europa central y oriental de la Fundación Konrad Adenauer, asegura que la prioridad son los jóvenes, quienes determinarán el futuro del país. Nico Lange, director de la sede en Ucrania de la Fundación Konrad Adenauer, critica la fragmentación de los partidos políticos, puesto que la meta es el establecimiento de una amplia coalición bajo un programa común.

Friedrich Ebert Stiftung 2

Ejemplo de actividades organizadas por la Fundación Konrad Adenauer: una reciente «visita de estudio y de diálogo» en Alemania de diputados del partido UDAR

 Las organizaciones alemanas sin ánimo de lucro han creado una amplia red de aliados en la propia Ucrania, incluyendo el Instituto de Educación Política, una organización pública independiente no gubernamental; el Instituto para la Cooperación Euro-Atlántica; la Academia de la Prensa Ucraniana; la Fundación Victor Pinchuk, el mayor grupo de expertos en investigación privado de Ucrania; el Centro Ucraniano de Estudios Políticos y Económicos que lleva el nombre de Olexander Razumkov, un grupo de expertos no gubernamental en políticas públicas; etc. Mientras trabajan codo con codo con la comunidad científica y las estructuras públicas, las ONG alemanas tienen el foco sobre los medios de comunicación ucranianos, están involucradas en proyectos de colaboración con las estructuras gubernamentales ucranianas, organizan seminarios con autoridades de medio y alto nivel de organismos ucranianos y participan en el proceso de elección. Sus actividades no se limitan a Ucrania, sino que se extienden también a Rusia y Bielorrusia. 

Innlandsprogramme

Su concentración en las altas esferas intelectuales y económicas permite a los alemanes afianzarse en Ucrania evitando la confrontación con Moscú y cualquier tipo de responsabilidad ante los ucranianos (de esa misión se ocupan sus aliados polacos). Alemania es el segundo socio comercial de Ucrania (después de Rusia) y está incrementando gradualmente su influencia en Europa y en el entorno postsoviético.

Victoria Nuland

Este hecho genera resentimiento entre los estrategas de ultramar del Departamento de Estado estadounidense. Es lo suficientemente irritante como para llevar a la vicesecretaria Victoria Nuland a pronunciar obscenidades al hablar sobre la Unión Europea con el embajador estadounidense en Ucrania, Geoffrey Pyatt. Washington quiere que los alemanes les saquen las castañas del fuego del maidán y den prioridad a los intereses de la «comunidad internacional» en lugar de los nacionales (en cuyo caso, la «comunidad internacional» estaría relacionada con los Estados Unidos…). Los líderes europeos de Bruselas piensan que el lenguaje malsonante empleado por Nuland refleja el sentir compartido de los estadounidenses, cansados de la diplomacia de la UE, «un sentimiento general entre los estadounidenses, y no solo en Ucrania, de que empiezan a cansarse de la diplomacia de la UE, de que ni siquiera somos eficaces en nuestro propio vecindario» (Helga Schmid, vicesecretaria general de la Unión Europea). Los titulares de los medios alemanes demuestran con elocuencia que hay un abismo entre los objetivos de Estados Unidos y los de la propia Alemania: «¡Que se joda la UE!», absolutamente inaceptable para Angela Merkel (Die Welt); Merkel, molesta por el insulto «¡Que se joda la UE!» (Frankfurter Rundschau); «¡Que se joda la UE!». Merkel: «Absolutamente inaceptable» (Frankfurter Allgemeine Zeitung).

Gracias a: Tlaxcala
Fuente: http://www.fondsk.ru/news/2014/02/10/germanskaja-politika-dlja-ukrainy-25665.html
Fecha de publicación del artículo original: 10/02/2014
URL de esta página en Tlaxcala: http://www.tlaxcala-int.org/article.asp?reference=11593

 

Etiquetas: UcraniaRusiaEstados UnidosAlemaniaPoloniaIntereses alemanes en UcraniaIntereses polacos en Ucrania

Compartir:

Artículos Relacionados

Deja una respuesta

WordPress Theme built by Shufflehound. piensaChile © Copyright 2021. All rights reserved.