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El Melón y el Melame de la estupidez nacionalista

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Jorge Tarud e Iván Moreira conforman uno de los dúos más desagradables de la casta política chilena: el primero, hijo de un notable político ibañista, Rafael Tarud, que formó parte de la Unidad Popular, era líder de un pequeño partido llamado API, y logró convertirse en generalísimo de la campaña de Salvador Allende. Su hijo, Jorge, que gracias al binomimal ha sido reelegido diputado permanentemente, a partir de 1990, pertenece al PPD – especie de legión extranjera de todo lo que bota la ola de la centro-izquierda – y durante la última campaña presidencial de Michelle Bachelet se convirtió en una especie de vocero no autorizado. En  la Cámara de Diputados preside la “pomposa” comisión de Relaciones Exteriores, que nadie sabe para qué sirve, pues esta materia, en Chile, es de exclusiva incumbencia del monarca-presidente.

Su compañero de “farándula”, Iván Moreira, es un fascista tragicómico, uno de los últimos mohicanos partidarios, a ultranza, del tirano Pinochet, que en la última elección parlamentaria  fue humillado por los coroneles de la UDI, partido que decidió enviarlo como candidato a los ignotas tierras de la Región de Los Lagos. Indignado por esta actitud de los líderes de su Partido, despotricó, a diestra y siniestra, lamentándose de que había sido discriminado “por haber obtenido 350 puntos en lenguaje, en PSU”; en el fondo, él cree que fue ninguneado por roto.

La “brillante pareja”, Tarud-Moreira, se caracteriza por su oportunismo para exaltar el peor de los sentimientos humanos, el chauvinismo, definido como la exageración del nacionalismo: esta ideología, que dominó la segunda mitad del siglo XIX y gran parte del siglo XX, ha hecho un daño inconmensurable al género humano, cuya  consecuencia de esta irracional e inhumana concepción del mundo que ha llevado al fascismo, al nazismo y a las dos grandes mundiales.

Este dúo de oportunistas y fascistas saben muy bien que agitar esta la repugnante pasión del nacionalismo en los pueblos ignorantes y analfabetos – especialmente en cultura cívica y humanista – da muy buenos dividendos políticos y sobre, electorales, pues no en vano llevan ya casi 25 años en el parlamento – para colmo, y gracias al binominal, Moreira es senador electo por la Región de Los Lagos -.

Como viven del vértigo del populismo chauvinista, no pierden oportunidad alguna de agitar, continuamente, a las masas en contra de nuestros países hermanos y vecinos, negando la vocación latinoamericanista que siempre debiera inspirar nuestra política exterior.

Cuando toda la casta política cierra filas al lado del Presidente de la república y de su Canciller, a pocos días de conocerse el fallo de La Haya, el “el ilustre señor Tarud, defensor de la nación”, lanza el infundio de que dicho fallo se ha filtrado y que los peruanos lo conocen, razón por la cual, y encabezados por el ex Presidente Alán García, preparan celebraciones en todas las ciudades de ese país.

Siguiendo con la torpeza, característica de esta pareja de notables nacionalistas plantean, nada menos, que un plebiscito para ratificar o rechazar el fallo,  como si este hecho no significara la salida del Pacto de Bogotá, por consiguiente, del sistema jurídico, acordado por los países latinoamericanos para resolver sus controversias.

Personalmente, no creo que la política de Relaciones Exteriores deba pertenecer sólo al Presidente de la República y al ministro del Ramo, sino que soy partidario de la libre discusión sobre temas internacionales, pero mi opinión es diametralmente contraria al chauvinismo, pues soy ardiente partidario del latino americanismo. Creo que la pésima política de la Cancillería, durante estos 25 últimos años, nos ha conducido a las crisis en las relaciones con nuestros vecinos, que aún padecemos.

15/01/2014

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4 Comentarios

  1. José Maria Vega Fernandez

    Gran artículo.
    Y hay que pensar que aún el latinoamericanismo puede ser una modalidad de nacionalimo mas grande…
    Así que de mi parte, diría que hay que algunos somos partidarios de un globalismo universal, un documento de identidad terrestre. Un D.I.T. digamos.
    Si esto es utópico, no importa.

  2. Osvaldo Mena

    Don Rafael , no se saca nada con ser latino americanista, si sus vecinos no le corresponden; en 1974 Chile estuvo a punto de ser invadido por Perú; en 1978 por Argentina; Bolivia no lo hace porque no tiene ejército poderoso, pero desprestigia a Chile cada vez que puede. Gracias a Dios no tenemos mas vecinos. Sus opiniones sobre Tarud y Moreira son subjetivas; ellos tienen el derecho a dar su opinión al resto del país; en eso consiste la democracia.

    1. jose garcia peña

      No es decente utilizar a Dios como instrumento terrorista. No es «gracias a Dios» el llevarse mal con los vecinos, sino «gracias a los terroristas yanquis» que lo ordenan así para que Latinoamérica nunca pueda salir a flote.
      Quien obedece a los yanquis traicionando su identidad cultural, es mucho más canalla que los mismos agresores anglosajones, enemigos fanáticos del mundo latino y terroristas por excelencia para llevar a cabo sus planes de que América Latina siga siendo siempre su patio trasero.

      1. Osvaldo Mena

        Gracias a Dios es una expresión sarcástica a la inocencia del comentarista; el terrorismo está en todos los fanáticos que no quieren ver la realidad. Latino américa es anárquica mucho antes que los yanquis o ingleses fueran poderosos, que ellos hayan aprovechado ese caudillismo latino es otro cuento.

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