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Flotilla de la Libertad: el detalle que Netanyahu no conocía

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Como a menudo sucede con los acontecimientos importantes, la prensa
desvía la atención del público de las verdaderas interrogantes. El
tratamiento mediático del ataque israelí contra la Flotilla de la
Libertad constituye un nuevo ejemplo de lo anterior. Los grandes medios
de difusión se esfuerzan por decirnos quiénes son los buenos y quiénes
son los malos, en vez de explicar la correlación de fuerzas. Thierry
Meyssan analiza en este artículo las verdaderas motivaciones de Tel Aviv
y Ankara y revela el detalle que transformó la demostración de fuerza
de Israel en un desastre diplomático.
   
El primer ministro turco, Recep Tayip Erdogan, conversó personalmente
con cada uno de los heridos que reciben cuidados en el hospital Ataturk.
Momento en que el militante turco-irlandés El Mehdi El Hamid El Hamdi
lo besa en la frente en agradecimiento por su apoyo. El primer ministro
turco, a quien Israel tenía la intención de desestabilizar, se ha
convertido en el gran vencedor del incidente.

Una semana después del ataque de las fuerzas israelíes contra un convoy
humanitario en alta mar, ¿qué nuevos elementos tenemos en estos momentos
y cuáles son las primeras conclusiones a las que podemos llegar?

Antes de responder a esta doble interrogante, es importante empezar por
despejar todo el blablablá mediático que se ha tejido alrededor del
tema. En primer lugar, la intención de la Flotilla de la Libertad no era
simplemente llevar ayudar material a los pobladores de la franja de
Gaza sino romper el bloqueo [1].

Este elemento, escamoteado durante 2 días, fue finalmente incluido en la
argumentación de los voceros israelíes. Estos últimos acusaron entonces
a los militantes humanitarios de criptopolíticos, a pesar de que la
coalición Free Gaza siempre ha expresado su intención de poner remedio a
la impotencia de los Estados en cuanto a hacer valer el respeto del
derecho internacional y del derecho humanitario. Los militantes que
formaban parte de la Flotilla eran ciudadanos del mundo que trataban de
poner en aplicación la resolución 1860 de las Naciones Unidas.

Los voceros israelíes han afirmado que los militantes humanitarios
opusieron resistencia a los soldados y que incluso utilizaron armas
contra los militares israelíes, lo cual supuestamente demostraría que en
realidad eran «terroristas». Para fundamentar ese razonamiento, el
ministerio israelí de Relaciones Exteriores difundió una serie de fotos
de cuchillos y de armas encontrados a bordo del Mavi Marmara [2]. Pero
los datos EXIF de las fotos [presentadas por los israelíes] muestran que
la mayoría de esas fotos son anteriores [a los hechos] y que fueron
tomadas en otras circunstancias [3].

Se trata de una técnica clásica de propaganda. Mientras se discute la
veracidad de las fotos se escamotea el hecho que, a la luz del derecho
internacional, no sólo el mantenimiento del bloqueo es ilegal sino que
Israel, como potencia ocupante, tiene además la obligación de garantizar
que la ayuda humanitaria llegue a su destino. Por otro lado, debido al
carácter indudablemente ilegal del ataque perpetrado contra la flotilla
mientras se encontraba en aguas internacional, los pasajeros estaban en
todo su derecho de oponer resistencia, a condición de hacer [los
pasajeros] un uso «uso proporcionado de la fuerza», como efectivamente
fue el caso.

En segundo lugar, permitir el paso de la Flotilla no representaba, en
términos de seguridad, ningún problema para Israel. La Flotilla no traía
armas para la Resistencia palestina sino únicamente ayuda para la
población. Es cierto que Israel ha impuesto un embargo que, según los
términos del relator de la ONU, constituye un «castigo colectivo». Pero,
incluso en el marco de ese castigo impuesto a los 1,5 millones de
personas que viven en la franja de Gaza, 10 000 toneladas de mercancías
no representan nada (menos de 7 kilogramos por persona, o sea nada que
permita a nadie reconstruir su casa y alimentar a su familia). Además,
en otras ocasiones Israel ha dejado pasar convoyes terrestres de Free
Gaza e incluso un convoy marítimo, y esta misma semana se comprometió a
distribuir la ayuda que llevaba el carguero Rachel Corrie.

El objetivo israelí, como ya señalé desde el primer día en estas mismas
columnas, era «destruir la credibilidad de Turquía» en momentos en que
ese país ha comenzado un acercamiento hacia Siria e Irán –para decirlo
con más precisión, lograr la caída del gobierno del primer ministro
turco Erdogan– y «proclamar el liderazgo del movimiento sionista
demostrando que Tel Aviv toma decisiones y Washington no tiene más
remedio que aceptarlas» [4].

Las respectivas estrategias
Ankara estimuló el envío de este noveno convoy del colectivo Free Gaza
como vía para demostrar la ilegalidad del bloqueo.

Durante su conferencia de prensa en Nueva York, el ministro turco de
Relaciones Exteriores, Ahmet Davutoglu, indicó que su gobierno había
establecido múltiples contactos previos con su homólogo israelí para
informarlo sobre el convoy y solicitarle que éste pudiese transitar
hasta su destino. Por lo que se sabe hasta ahora, Ankara había previsto
tres posibles escenarios:

– 1. Israel deja pasar el convoy y la población de Gaza lo recibe por
todo lo alto. En ese caso, Turquía demuestra que –contrariamente a la
mayoría de los gobiernos árabes– Ankara es independiente y no se pliega a
la voluntad de Tel Aviv.

– 2. Israel desvía el convoy y lo obliga a atracar en Ashdod/Isdud. En
ese caso, las donaciones y los militantes humanitarios llegan a Gaza por
vía terrestre y también son recibidos por todo lo alto. Tel Aviv
mantiene la frente alta y el beneficio político es un poco menor para
Ankara.

– 3. Israel sabotea la Flotilla o la aborda. En ese caso, Ankara
internacionaliza el incidente y aprovecha la ocasión para cuestionar la
continuación del bloqueo. Políticamente hablando, es el escenario más
productivo.

El gobierno israelí creyó que tenía otra opción: demostrarle al Estado
Mayor turco que si el gobierno civil trata de socorrer a los palestinos,
Tel Aviv puede responder exacerbando la agitación entre los
separatistas kurdos, y demostrar una vez más que, gracias al respaldo de
Estados Unidos, Israel está por encima del derecho internacional. En
pocas palabras, el gobierno de Netanyahu creyó que podía llevar a los
militares turcos a realizar su quinto golpe de Estado. Partiendo de esa
premisa, el dúo Netanyahu-Barak organizó un ataque de mercenarios kurdos
contra la base naval de Iskenderun, en el sur de Turquía.

Dicho ataque tuvo lugar el 31 de mayo, poco después de las 0 horas. Los
atacantes dispararon varios cohetes en el momento en que se producía el
cambio de guardia, dejando un saldo de 7 soldados muertos [5].
Por otro lado, el gobierno israelí se aseguró de que contaría con la
correspondiente cobertura de Washington [6].

Como señalara el líder libio Muamar El Khadaffi [7], es inconcebible que
las fuerzas israelíes hayan emprendido una operación pirata en aguas
del Mediterráneo sin informar por adelantado a la IV Flota
estadounidense, fuerza cuya misión consiste precisamente en combatir la
piratería y el terrorismo en esa zona y con la que los israelíes
trabajan habitualmente.

La idea era apoderarse de la ayuda material y enviarla a Gaza como
muestra de buena fe así como arrestar a los militantes y acusarlos de
estar vinculados al «yihadismo», para así desacreditar al gobierno
demócrata-musulmán del AKP. El abordaje podía tener lugar de noche en
alta mar o de día en aguas palestinas. El gobierno israelí prefirió la
primera solución para que los cerca de 60 periodistas que viajaban con
la Flotilla de Free Gaza no pudieran comentar el asalto en vivo y en
directo a través de las televisoras que transmiten vía satélite. La
orden de proceder al asalto contra la Flotilla fue dada al término del
ataque contra la base naval de Iskenderun.

Washington aportó efectivamente a Israel su acostumbrada cobertura ya
que Estados Unidos, al igual que Francia, se esforzó por impedir que el
Consejo de Seguridad de la ONU tomara una decisión de carácter
vinculante. Al cabo de una interminable sesión, el Consejo de Seguridad
acabó por parir una miserable declaración presidencial [8]. El texto
contiene una letanía de piadosos votos por la liberación de los
prisioneros, la ayuda humanitaria a la población de la franja de Gaza y
la creación de un Estado palestino.

Entre bastidores, el Consejo de Seguridad de la ONU estaba dividido
sobre una cuestión jurídica en particular, que abordaremos
detalladamente más adelante. El Consejo se declaró incapaz de clarificar
los hechos. Pero, en vez de de crear una comisión investigadora, se
limitó a pedir «que se proceda [eventualmente por parte de Israel] a una
investigación rápida, imparcial, creíble y transparente, en el respeto
de las normas internacionales».

Por su parte, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU creó una misión
encargada de aclarar los hechos, pero la competencia de ese órgano es
limitada [9]. En todo caso, Israel se ríe de las misiones del Consejo de
Derechos Humanos, al igual que se rió de la misión de Desmond Tutu
sobre los crímenes cometidos en Jenin y de la misión de Richard
Goldstone sobre los bombardeos contra Gaza.

La confusión territorial

Aunque las agencias de prensa hablaron de 16 muertos, el saldo real de
la agresión parece ser de 9 fallecidos, a no ser que alguno de los
heridos graves muera como consecuencia de sus heridas. Según la
televisión pública turca, los comandos israelíes tenían una lista de
personas que debían eliminar, pero la resistencia de los pasajeros
impidió que actuaran conforme a lo previsto y sólo fue alcanzado el
poeta Raed Salah. En el momento de dar la orden de asalto, el gobierno
de Netanyahu probablemente sabía que el Mavi Marmara había sido inscrito
en las islas Comores. Los comandos israelíes creían por lo tanto que
iban a cometer su acto de violencia en territorio de las islas Comores.

Pero los organizadores de la Flotilla, al contar con el apoyo de las
autoridades turcas, habían izado la bandera turca, no la de las Comores.
Además, también habían desplegado una enorme bandera turca sobre un
costado del barco. Según la jurisprudencia de la Corte Permanente de
Justicia de La Haya [10], el barco no se considera por lo tanto
territorio de las islas Comores sino territorio turco. Incluso ya había
cambiado de nacionalidad cuando se unió al resto de la Flotilla y fue
precisamente por esa razón que la Republica de Chipre le negó la entrada
a su puerto.

Todos los debates sobre el fracaso de la inteligencia israelí están
vinculados a ese tema. ¿Cómo es posible que el Mossad no estuviese al
tanto del cambio de nacionalidad del barco?

Todas las declaraciones indecisas de las cancillerías, en Washington,
París y otras capitales, declaraciones en las que piden que se
comprueben los hechos antes de poder pronunciarse sobre las
consecuencias jurídicas, tienen que ver con ese detalle que nadie ha
mencionado: en el momento del asalto, ¿el Mavi Marmara era territorio de
las islas Comores o de Turquía?

La respuesta a esa pregunta reviste la mayor importancia. En efecto,
Turquía es miembro de la OTAN y el artículo 5 del Tratado del Atlántico
Norte estipula: «Las Partes acuerdan que un ataque armado contra una o
más de ellas, tenga lugar en Europa o en América del Norte, será
considerado como un ataque dirigido contra todas ellas y acuerdan por
consiguiente que, de producirse tal ataque, cada una de ellas, en
ejercicio del derecho de legítima defensa, individual o colectiva,
reconocido por el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas,
ayudará a la Parte o las Partes atacadas, realizando seguidamente, de
forma individual o de acuerdo con las otras Partes, las acciones que
juzgue necesarias, incluso el empleo de la fuerza armada, para
restablecer y garantizar la paz y la seguridad en la región del
Atlántico Norte.»

Justo antes de la reunión del Consejo Atlántico, la justicia turca
realizó una nueva redada para arrestar a personalidades acusadas de
haber fomentado un complot internacional contra el gobierno
constitucional. Entre los sospechosos se encuentra el ex ministro de
Justicia, Seyfi Oktay. Los arrestados serían miembros de la red
Ergenekon, la versión turca del Gladio… o sea los servicios secretos de
la OTAN.

El simbolismo de dichos arrestos se reforzó a través de la campaña que
los partidarios del AKP han venido realizando durante 2 años en los
medios de difusión. A través de series de televisión y de producciones
cinematográficas, los partidarios del AKP han divulgado la manera como
los servicios secretos de la OTAN organizaron en Turquía 4 golpes de
Estado sucesivos.

También explican constantemente el doble juego de los anglosajones,
quienes mantienen una fachada de aliados de Turquía mientras que
alimentan los problemas con los kurdos, los armenios y los chipriotas
para debilitarla. Al cabo de una larga y tormentosa reunión a puertas
cerradas, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, leyó
una declaración que contenía una sola frase: «Yo exijo la liberación
inmediata de los civiles así como de los navíos retenidos por Israel.»
[11]

Por supuesto, nadie ha creído nunca que la OTAN vaya a utilizar la
fuerza contra Israel. Pero es en ese mismo punto que reside el medio de
presión: para preservar la unidad de la OTAN, Estados Unidos tendrá que
resolver el conflicto de forma amigable.

Exactamente 24 horas después de la declaración de Rasmussen, el vocero
de la administración penitenciaria israelí anunciaba que había liberado a
todos los prisioneros extranjeros (aunque mantiene detenidos a los
ciudadanos israelíes implicados [en la asociación Free Gaza]) y que [los
liberados] estaban a punto de ser enviados a sus países de origen o a
algún país dispuesto a acogerlos. Este resultado revela la existencia de
un problema inesperado.

La OTAN fue conformada por Estados Unidos y Gran Bretaña con los Estados
que componían su zona de influencia inmediatamente después del
encuentro de Yalta. Estados Unidos y Gran Bretaña eran los líderes de la
OTAN mientras que los demás miembros se sometían a las órdenes de
Washington y Londres. Con excepción del paréntesis que abrió De Gaulle
[al retirar a Francia de la estructura militar de la OTAN], ningún otro
miembro se ha atrevido a cuestionar ese modo de funcionamiento. Sin
embargo, como muestra de su creciente influencia, Turquía acaba de
utilizar el Tratado del Atlántico Norte para torcerle el brazo a Estados
Unidos.

Se mantiene el careo entre Erdogan y Peres

Mientras esposaban y golpeaban a sus prisioneros, los comandos israelíes
gritaban entre risas «One minute!», «One minute!». Hacían así
referencia a la discusión en la que el primer ministro turco Recep
Tayyip Erdogan y el presidente israelí se enzarzaron durante el Foro
Económico de Davos. [La Red Voltaire no se hace responsable de la
publicidad que Google pueda insertar de forma aleatoria en este video.]

Esa provocación verbal provocó la indignación de la opinión pública
turca, que percibió las burlas israelíes contra el primer ministro turco
como un insulto a la nación turca. El resultado es que, lejos de
limitarse a aprobar la reacción de Erdogan ante la agresión israelí, la
opinión pública turca está animando al primer ministro a que actúe de
forma más enérgica en el plano internacional, como lo demuestran los
últimos sondeos de opinión.

Es por ello que el parlamento turco ha adoptado una resolución
particularmente enérgica en la que exhorta al gobierno a «reconsiderar
[las] relaciones políticas, militares y económicas con Israel y [a]
tomar las medidas apropiadas y eficaces» [12].

El ministerio de Justicia ha formado un grupo de trabajo para analizar
todos los recursos jurídicos disponibles en el derecho turco y en el
derecho internacional. Dicho grupo trabaja particularmente sobre el
documento emitido por una asociación de juristas londinenses, documento
cuyo texto íntegro publicamos en inglés. [13]

La fiscalía de Estambul-Bakirkoy abrió una investigación [14] en el
marco de la cual ya se realizaron autopsias y exámenes de medicina legal
y se está procediendo a recoger las declaraciones de los ciudadanos
turcos que participaron en los hechos. Dicha fiscalía pudiera decidir
rápidamente inculpar al primer ministro israelí Benjamín Netanyahu y a
los generales Ehud Barak y Gabi Ashkenazi con cargos de piratería,
agresión y lesiones, homicidio, secuestro y detención arbitraria.

Sin embargo, en función de los elementos que pueda reunir, el fiscal
turco pudiera recalificar los hechos como crimen contra la humanidad. En
ese caso, los acusados ya no podrían viajar libremente sin exponerse a
ser detenidos.


Consolidar el liderazgo del movimiento sionista

Si usamos como referencia los comunicados y declaraciones de prensa de
la Casa Blanca sobre las conversaciones telefónicas sucesivas entre el
presidente Obama y el primer ministro Netanyahu, veremos que en el
primer momento los israelíes estaban orgullosos de lo que habían hecho.
Primeramente, Netanyahu se comunica telefónicamente con el presidente
Obama para excusarse por no poder cumplir con la invitación
[estadounidense] ya que los acontecimientos exigen su urgente regreso a
Tel Aviv.

Durante la segunda conversación, Netanyahu cuenta su propia versión de
los hechos, o sea pone al presidente Obama ante el hecho consumado. Si
Estados Unidos había autorizado previamente la intervención militar
israelí, Washington no se esperaba en todo caso la carnicería que
finalmente se produjo. La tercera conversación es sobre cómo torpedear
la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, o sea los israelíes
imponen su propia hoja de ruta a los estadounidenses.

El tono cambia cuando se llega a la convocatoria del Consejo Atlántico.
En ese momento se hace difícil localizar a Netanyahu, mientras que la
secretaria de Estado Hillary Clinton se ve obligada a enfrentar al
ministro turco de Relaciones Exteriores, quien viaja a Estados Unidos
para reunirse con ella. La secretaria de Estado busca entonces un chivo
expiatorio y pide al general Ehud Barak que resuelva el problema
haciendo recaer la responsabilidad sobre un subalterno, pero el general
se niega a hacerlo. No sólo se niega a cuestionar la actuación del
comando que realizó el asalto, sino que se erige además en defensor de
sus soldados y llega incluso a visitarlos [como muestra de apoyo].

Finalmente, los israelíes se ven obligados a liberar a sus prisioneros.
Ellos impusieron la situación, pero después les fue impuesto el
desenlace. Un problema suplementario ha surgido con la muerte de Furkan
Dogan. Este joven tenia doble nacionalidad, era a la vez turco y
estadounidense, lo cual implica que su familia puede presentar una
denuncia por asesinato contra el Estado de Israel ante la justicia
estadounidense.

Primeras conclusiones

En definitiva, el gobierno israelí fracasó en alcanzar sus dos
objetivos. Turquía sale fortalecida de este enfrentamiento, y con ella
se fortalece el triángulo que ha formado con sus aliados Siria e Irán. Y
de paso, Turquía ha adquirido varias cartas. La justicia turca juzgará
en ausencia a los ministros y generales israelíes por los crímenes
cometidos. La misión investigadora del Consejo de Derechos Humanos
empañará aún más la imagen de Israel.

Lo más importante es que Turquía puede jugar una segunda partida. Según
nuestras informaciones, Ankara ha hecho saber al Departamento de Estado
que Erdogan proyecta romper personalmente el bloqueo israelí contra
Gaza, como cuando Francois Mitterrand rompió en su época el sitio
impuesto a Sarajevo [15]. Erdogan pudiera embarcarse en una flota
humanitaria organizada por varias asociaciones con el apoyo de
diferentes gobiernos, como los de Irán, Siria y Venezuela. Hassan
Nasrallah, secretario general del Hezbollah, ya lanzó un llamado a todos
los libaneses para que participen en nuevas iniciativas. También
pudiera producirse un llamado a todos los marinos del Mediterráneo, de
forma tal que cientos de embarcaciones se sumarían a la flota, la cual
contaría entonces con una escolta garantizada por la marina de guerra de
Turquía… país miembro de la OTAN.

Este posible escenario ha suscitado gran inquietud en Washington, donde
ha aparecido un súbito interés por convencer a Tel Aviv de que levante
el bloqueo de Gaza.

Por otro lado, el prestigio que Turquía ha adquirido a través de esta
operación pone de relieve la colaboración de ciertos Estados árabes con
Israel, especialmente la del gobierno de Hosni Mubarak.

Este último ha colaborado efectivamente con el bloqueo impuesto a Gaza
impidiendo el contacto entre el Hamas palestino y los Hermanos
Musulmanes egipcios. El Cairo no ha vacilado en construir un muro de
acero recurriendo al dinero de Estados Unidos y a los conocimientos
técnicos de Francia para aislar al millón y medio de personas que
habitan la franja de Gaza [16].

Hay que recordar la respuesta del ministro egipcio de Relaciones
Exteriores cuando le preguntaron qué haría con las mujeres y niños
hambrientos que trataban de atravesar la frontera: «Que traten de
hacerlo. ¡Les romperemos las piernas!».

El resultado es que la sangre de las personas ultimadas por los comandos
israelíes a bordo del Mavi Marmara cae también sobre el gobierno de
Mubarak y Alejandría se encuentra al borde de la rebelión. Para aliviar
en algo las tensiones, el gobierno egipcio ha decidido entreabrir
temporalmente la frontera.

Antes de lanzarse a jugar en el patio de los grandes, es probable que
Turquía se haya asegurado de que tendría cubierta la retaguardia.
Nuestra hipótesis, basada en entrevistas de diversos diplomáticos, es
que Ankara obtuvo garantías de parte de Rusia durante el viaje de
Dimitri Medvedev al Medio Oriente. Este escenario parece confirmarse con
el sorpresivo anuncio de la visita a Ankara, el 8 de junio, del primer
ministro Vladimir Putin para participar en una cumbre en la que no se
esperaba su presencia.

En Ankara, Putin se reunirá probablemente con el presidente iraní Mahmud
Ahmadinejad. La delegación israelí, cuya participación estaba
anunciada, renunciará probablemente a viajar a Ankara ya que cualquier
representante oficial de alto nivel del Estado de Israel se encontraría a
la merced del fiscal de Estambul-Bakırkoy.
Este último puede decidir en cualquier momento que los hechos del Marvi
Marmara entran en la categoría de crimen contra la humanidad y ordenar
el arresto de los responsables israelíes.
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– El autor es analista político francés. Fundador y presidente de la Red Voltaire y de
la conferencia Axis for Peace. Última obra publicada en español: La
gran impostura II. Manipulación y desinformación en los medios de
comunicación (Monte Ávila Editores, 2008).

* Fuente: Red de Prensa de los No Alineados (VoltaireNet)

Notas
[1] «Israel se desvela a ojos del mundo por medio de su piratería»,
entrevista de Hazem Jamjum concedida a Silvia Cattori, Red Voltaire, 4
de junio de 2010.
http://www.silviacattori.net/article1256.html

[2] «Weapons found aboard the Mavi Marmara», por Israel MFA, Flickr, 2
de junio de 2010.
http://www.flickr.com/photos/israel-mfa/4662343805/

[3] «Les preuves truquées d’Israël contre "Free Gaza": des photos prises
en 2006 et 2003?» (Las falsas pruebas de Israel contra "Free Gaza"),
por Aragorn, Agoravox, 3 de junio de 2010.
http://www.agoravox.fr/actualites/international/article/les-preuves-truquees-d-israel-75854

[4] «¿A qué se debe el ataque israelí contra civiles en el
Mediterráneo?», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 31 de mayo de 2010.
http://www.voltairenet.org/article165621.html

[5] «Israël a-t-il mené deux opérations militaires contre la Turquie?»,
Réseau Voltaire, 2 de junio de 2010.

[6] «Imposible que la OTAN no estuviese al corriente», por Manlio
Dinucci, Red Voltaire, 2 de junio de 2010.
http://www.voltairenet.org/article165660.html

[7] «Message de Mouammar Kadhafi à Barack Obama» (Mensaje de Kadhafi a
Barack Obama), en francés, Réseau Voltaire, 2 de junio de 2010.
http://www.voltairenet.org/article165634.html

[8] «Declaración de la Presidencia del Consejo de Seguridad», Réseau
Voltaire, 1º de junio de 2010.
http://www.voltairenet.org/article165630.html

[9] «Resolución del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas»,
Réseau Voltaire, 2 de junio de 2010.
http://www.voltairenet.org/article165677.html

[10] S.S. Lotus Case (Fr. v. Turk.), 1927 P.C.IJ. (ser. A) No. 9, at 25.

[11] «L’OTAN exige la libération de la Flottille de la liberté», Réseau
Voltaire, 1º de junio de 2010.

[12] «Turkish Parliament Resolution», Resolución del Parlamento turco,
(en inglés), Réseau Voltaire, 2 de junio de 2010.
http://www.voltairenet.org/article165651.html

[13] «The Attack on the Gaza Freedom Flotilla and International Law»,
por Lawyers for Palestinian Human Rights, Voltaire Network, 6 de junio
de 2010.
http://www.voltairenet.org/article165720.html

[14] «Ouverture d’une enquête pénale à Istanbul contre les pirates
israéliens», Réseau Voltaire, 5 de junio de 2010.

[15] El 27 y 28 de junio de 1992, el presidente francés Francois
Mitterrand cruzó en helicóptero la línea del frente rompiendo así el
asedio de Sarajevo.

[16] «Gaza: Francia supervisa la ampliación del muro de separación», Red
Voltaire, 26 de diciembre de 2009.
http://www.voltairenet.org/article163402.html

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