Las tarjetas de navidad de Madariaga
por Manuel Guerrero Antequera (Chile)
16 años atrás 5 min lectura
Hace años, mi primer trabajo profesional fue en la Secretaría Técnica del Consejo Superior de Educación, hoy Consejo Nacional de Educación. Como sociólogo estaba a cargo del seguimiento de varios procesos de autonomía de universidades e institutos profesionales nuevos. Entre ellos había uno de Concepción, que tenía de rectora a Mónica Madariaga. Durante medio año tuvimos intercambios epistolares, en los que yo redactaba oficios y cartas que firmaba el Secretario Ejecutivo del Consejo, los que ella respondía muy pomposamente. A mí me tocaba revisar y contestar sus comunicaciones, pero con la firma institucional. Hasta que en una oportunidad ella solicitó una entrevista personal.
Arribó en una camioneta cuatro por cuatro gigante. Se sentó en la sala de espera y luego de un momento fue atendida por el Secretario Ejecutivo. Yo estaba en mi oficina en el segundo piso y decidí bajar a saludarla, porque consideré que me correspondía hacerlo, pues llevaba los asuntos de su institución. Tuve algunos minutos de vacilación. Me pregunté qué me pasaría al estar frente a ella. Sin embargo, primó mi sentido del deber profesional. Ella estaba ahí como rectora, no por su calidad de cómplice de la dictadura, y en tanto autoridad educacional se merecía el trato deferente que le dábamos a cualquier persona. Bajé y entré a la sala.
El Secretario Ejecutivo, se puso un poco nervioso al verme, pero sentí que era más bien en una actitud de protegerme y solidaridad con esta extraña situación y encuentro un poco probable entre personas que, por sus historias de vida, estaban en bandos antagónicos. Ella se puso de pie, era muy alta, y en un perfecto chileno -estaba llena de modismos, todo lo hablaba con diminutivos- preguntó, "¿y cómo se llama usted mijito?". Me acerqué y le extendí la mano, "Manuel Guerrero", le dije sin levantar la voz pero en forma muy clara, "el profesional a cargo del proceso de licenciamiento de su institución". Al oírme se echó un instante para atrás, y en un tono más delicado dijo, "Usted tiene un nombre histórico". "Y usted tiene una firma histórica", le respondí, y en sus ojos me pareció ver cómo recorría mentalmente la Ley de Amnistía.
Hubo un silencio de un par de segundos y luego nos sentamos a analizar la situación del instituto. Al poco tiempo solicitamos al Ministerio de Educación su cierre. Pero no porque lo dirigiera Mónica Madariaga, no por los actos pasados de su rectora, sino porque en el presente esa institución no cumplía condiciones mínimas de calidad y habían antecedentes objetivos que lo evidenciaban.
Durante un par de años me envió tarjetas de Navidad. "Felices fiestas Manuelito, que lo pases bien y en paz junto a tu familia". Nunca se las respondí. Daban ganas de espetarle, "Mi familia está incompleta, porque la dictadura de la que fuiste parte asesinó al abuelo de mi hija, a mi padre". Sin embargo, cada vez que estuve frente a ella no lo hice. No le grité, ni la escupí. No lo hice y no me arrepiento. Considero que no era necesario, pues mi relación con ella era estrictamente laboral, de funcionario público con una rectora. Ahora nosotros somos el Estado, pensaba en mi interior cada vez que ella llegaba a una reunión, y somos, debemos ser diferentes a lo que ellos fueron. No olvidamos a nuestros muertos, pero sabemos que el Estado es para todos sin excepción. Ahora es ella la que debe dar cuentas, como cualquier ciudadano que dirige una institución educativa, trátala como corresponde a esa condición. No seas victimario, no la conviertas en víctima, me repetía.
"Revanchismo jamás, justicia, nada más, pero tampoco nada menos". Suena bien, pero es difícil asumirlo y más aún aplicarlo. Ella debió haber rendido cuentas respecto de su participación en la infame Ley de Amnistía y tantas otras barbaridades de las que participó. De alguna manera lo hizo, en una forma peculiar, a través de las entrevistas que concedió, entre ellas cuando reconoció haber intervenido directamente para impedir que Sebastián Piñera, ahora candidato a la presidencia, fuera detenido a raíz de la investigación que realizaba la justicia en 1982 en el caso del fraude del Banco de Talca.
Hay muchos civiles que generaron las condiciones de posibilidad y de mantención de la dictadura que aún pasan desapercibidos. Me parece que no fue el caso de ella. Quizá el cáncer del cual acaba de morir, fue la forma en que su cuerpo y conciencia hizo justicia respecto de sí misma, de sus actos, de la impunidad que consume al cuerpo de Chile y vemos que también al cuerpo de su gente. Creo que debieran haber otras vías de absolución. Esos caminos son los que nuestra sociedad y sistema político bloquean al no abrir más espacios para que se aplique mayor justicia en los casos de la dictadura. Que se investigue todo, que hayan sanciones, que no solo los asesinos materiales cumplan las penas, sino también sus autores intelectuales, las autoridades civiles de la época. Sin ello no solo no se está reparando a las víctimas, sino que los propios victimarios se ven imposibilitados de alcanzar la paz. Paz que en algunos pocos casos, como en el de Madariaga, les desean a otros a través de inverosímiles tarjetas de Navidad, porque saben, tienen la certeza, que ya nunca más la obtendrán.
–Viste el blog de Manuel Guerrero
Artículos Relacionados
Ecuador: Una falsa victoria con votos prestados
por Patricio Mery Bell (Ecuador)
7 años atrás 3 min lectura
Los Transgénicos en Chile: Un berenjenal para legisladores y un futuro incierto para los chilenos
por Olga Larrazabal Saitua (Chile)
17 años atrás 13 min lectura
Brasil: Otra vez la alternativa es entre “socialismo o barbarie”
por Carlos Aznarez (Argentina)
7 años atrás 7 min lectura
El Acuerdo Trans-Pacífico de Asociación Económica (TPP) como golpe global
por Andrew Gavin Marshall (Occupy.com/Truth-out)
13 años atrás 10 min lectura
Las 100 fotos del siglo: La última foto de Allende, 18/100
por Marie-Monique Robin (Francia)
14 horas atrás
09 de julio de 2025
En mi serie Las 100 fotos del siglo, dediqué un vídeo a la última foto del Presidente Allende, tomada en el Palacio de La Moneda mientras la aviación bombardeaba este símbolo de la democracia chilena.
No a la Normalización de la Ocupación de Palestina: Rechazo a la presencia de Tal Ben Shahar en Chile
por Red Chile-Palestina de Salud Mental
1 día atrás
08 de julio de 2025
El 9 de septiembre, en el Centro de Eventos San Carlos de Apoquindo, Santiago-Chile, está anunciado que un psicólogo estadounidense llamado Tal Ben Shahar, nacido en la Palestina Histórica Ocupada, quien trata temas como la “Felicidad”, vendrá a dictar sus charlas.
La ayuda como emboscada: la horrible nueva cara de la guerra de Israel en Gaza
por Eva Barlett (Canadá)
4 días atrás
06 de julio de 2025
«El régimen (israelí) está siendo juzgado por genocidio. Sus líderes están acusados de crímenes contra la humanidad. Israel está aislado. El régimen es ahora casi universalmente despreciado, al igual que lo fueron los regímenes nazi y del apartheid. La gente de todo el mundo está abrumadoramente del lado de Palestina. No se puede volver atrás del apartheid y el genocidio».
Gaza: Los indicios señalan que Israel utiliza de forma continuada la hambruna para perpetrar su genocidio contra la población palestina
por Amnistía Internacional (Chile)
6 días atrás
03 de julio de 2025
“Hay una crisis de leche en Gaza en general. Además, observamos que las madres recientes, como no comen adecuadamente o a causa del pánico, el trauma y la ansiedad, no pueden amamantar. Conseguir leche maternizada normal es una auténtica lucha. Pero si tu bebé tiene alergias, es casi imposible encontrar fórmulas especiales en ningún hospital de Gaza. Para los bebés, la imposibilidad de conseguir leche maternizada especial puede ser una condena a muerte”.