Articulos recientes

Al navegar en nuestro sitio, aceptas el uso de cookies para fines estadísticos.

Noticias

Opinión

Veintiocho Obispos bolivianos viajaron a Roma

Compartir:

Los obispos de la Iglesia Católica Romana de Bolivia realizaron su  visita Ad Limina desde el 6 al 13 de noviembre.

Veintiocho prelados viajaron hasta Roma para encontrarse con el Papa y diversas secretarías vaticanas. Nada menos que dieciocho de ellos son extranjeros, ya que Bolivia cuenta con poco clero nacional. Hace algunas décadas llegaban al país centenares de misioneros que cubrían esa carencia, pero en la actual situación mundial dicha suplencia se hace imposible. Como correlato, y ante la incapacidad de explorar soluciones de fondo para la grey católica, el país experimenta un sostenido incremento de confesiones evangélicas.

Resulta interesante analizar el discurso del cardenal Julio Terrazas, presidente de la Conferencia Episcopal y arzobispo de la diócesis de Santa Cruz.

Por una parte reconoce ante Benedicto XVI que Bolivia vive tiempos de cambio, y que existe un proyecto para refundar el país a fin de liberarlo de su azote mayor: la pobreza.

Con eso matiza notablemente una afirmación de la propia instancia jerárquica, que en el convulsionado mes de septiembre había emitido una carta pastoral cuyo primer párrafo expresaba "Bolivia vive un proceso social y político de necesarios cambios que deben concretarse en una definitiva inclusión de los sectores hasta ahora marginados en una vida más plena y digna para todos."

Terrazas continúa su discurso indicando que las medidas políticas y los mecanismos jurídicos (implementados por el gobierno) son insuficientes e inadecuados, sin ahondar en argumentos.

Lo más sorprendente llega algunas líneas más adelante, cuando indica que los obispos ofrecieron su aporte y reflexión tanto al proyecto de nueva Constitución como a los denominados "estatutos autonómicos".

Equipara sin más y coloca en el mismo rango a un proceso legal, legítimo y constitucional con otro que fue promovido por los grupos de poder y elites empresariales de la región oriental contra toda legalidad, y con el fin de llevar adelante autonomías que enmascaraban propuestas racistas, excluyentes, insolidarias e incluso separatistas.

La adhesión del prelado a este último proyecto se hizo evidente con su voto público y televisado en ocasión de un "referendo autonómico" ilegal en Santa Cruz, pero también facilitando el toque de campanas de la emblemática y céntrica catedral para convocar a todo tipo de concentraciones en la plaza principal, convertida en el bastión simbólico de grupos locales intolerantes y racistas, ocupados en disciplinar a látigo y con escarnios a cualquier caminante que consideren sospechoso.

Este fenómeno, que parecería extraído de alguna novela ambientada en la Alemania nazi o en feudos del Ku-Klux-Klan, se convirtió en espectáculo cotidiano en Santa Cruz de la Sierra.

Boliviano de nacimiento, e identificado en épocas pasadas con el cristianismo liberacionista y los empobrecidos, Terrazas culmina su carrera como aliado de terratenientes y neoesclavistas. Es quizá la personificación de una iglesia incapaz de leer las señales de los tiempos, y de actuar con audacia y responsabilidad.

Fuente: Agencia de Noticias Prensa Ecuménica
Montevideo. Uruguay / 
http://www.ecupres.com.ar/
14 de noviembre de 2008


Comentario de la Redacción de SERPAL sobre el artículo "Los obispos bolivianos"

"Tengamos presente que nuestro pueblo no es el europeo, ni el americano del Norte, que más bien es un compuesto de África y de América que una emanación de Europa". 
Palabras de Simón Bolivar en su discurso ante el Congreso de Angostura en 1819.

Amigas, amigos,

El proceso de cambio en Bolivia tiene actores y sectores que influyen en diferentes sentidos, aunque por lo general polarizándose entre las que componen las fuerzas que luchan por la transformación social, política y económica de la sociedad, y otras que pretenden el inmovilismo para proteger sus ventajas y prebendas de las que vienen disfrutando durante décadas en las que han monopolizado el poder.

Forman parte de estas últimas los componentes de la cúpula de la Iglesia Católica en Bolivia, cuya máxima figura es hoy el Cardenal Julio Terrazas, arzobispo de la diócesis de Santa Cruz, quien no ha ocultado sus vínculos con quienes forman "la clase dirigente" en ese territorio: el prefecto Roberto Costas y el Comité Cívico, empresarios, industriales y terratenientes con fuertes rasgos racistas y que desprecian abiertamente a "la otra Bolivia". Son quienes desentierran y manipulan demagógicamente aspiraciones "autonomistas"  cuando creen que peligran sus intereses.  Aspiraciones y consignas que vuelven a guardar cuando en La Paz gobiernan sus compinches y regresa lo que consideran "el orden natural".  

Pero la tenacidad y el compromiso de gran parte de la población indígena y de los movimientos sociales urbanos, fue acumulando durante años organización y experiencia. También muertos, exilios y humillaciones. Pero de esas luchas han nacido estos nuevos tiempos donde el pueblo empuja los cambios necesarios. Con dificultades, con errores, con tropezones, pero teniendo claro que esta es la hora, este es el momento histórico.

Una de las últimas conquistas populares es haber logrado que el Congreso donde pululan todavía restos de la partidocracia neoliberal y de la derecha que siempre gobernó, haya convocado el referéndum para que el pueblo decida sobre la nueva Constitución Política del Estado.  En la dura negociación final, el Movimiento al Socialismo que lidera el presidente Evo Morales debió hacer concesiones sobre el articulado. Los partidos de derecha trataron de atenuar los cambios. Por ejemplo, que lo que se decida en referéndum dirimitorio sobre la extensión de un predio para ser considerado latifundio no se aplique a las propiedades actuales, sino "a las futuras", con lo cual dejan a resguardo el reparto actual, en muchos casos de dudoso o ilegítimo origen.

Pero quien realmente consiguió defender sus puntos de vista y sus privilegios fue la jerarquía de la Iglesia Católica. Por ejemplo, logró modificar el artículo 86 donde se afirmaba "la libertad de conciencia y religión" y ahora figura: "libertad de conciencia y de fé y de la enseñanza de religión". O el art. 87 relativo también a la enseñanza, donde lograron añadir un párrafo que indica "…respetando el derecho de administración de entidades religiosas sobre dichas unidades educativas."

Esa jerarquía eclesial es otro nicho de resistencia al cambio. Y sus consignas presuntamente morales y sociales se entrelazan con los intereses de los políticos tradicionales que defienden sus privilegios, con los grandes patrones, con los terratenientes y con los representantes en el país de los intereses de las grandes transnacionales.

Las actitudes de la Conferencia Episcopal, contrastan con el compromiso de organizaciones de base cristianas o con sacerdotes o laicos comprometidos con las luchas sociales y que forman parte del bloque social que reclama y defiende los cambios.

Es importante conocer quien es quien en este decisivo proceso que se desarrolla en Bolivia y de cuya suerte depende en gran parte el ímpetu de cambios que mueve a poblaciones del área andina y al emergente movimiento indígena latinoamericano.  El Cardenal Terrazas y otros componentes de la Conferencia Episcopal de Bolivia, han tomado partido. Nos lo ratifica el artículo de Martín Suso que recibimos de Prensa Ecuménica y que compartimos con nuestros suscriptores.

Un cordial saludo,
Carlos.
Redacción de SERPAL, Servicio de Prensa Alternativa 

Compartir:

Artículos Relacionados

Deja una respuesta

WordPress Theme built by Shufflehound. piensaChile © Copyright 2021. All rights reserved.