En el Chile oligárquico-liberal de 1900, a diez años de la derrota de Balmaceda, hacia su debut “El Mercurio” de Santiago. Con las armas de un periodismo moderno, le fue fácil desplazar a “El Ferrocarril”, emblemático periódico del siglo XIX, e instalarse como el “Decano de la prensa chilena” durante todo el siglo XX.
Hasta el presente, ha llegado a ser lectura obligada de izquierdas y derechas que lo tienen como punto de referencia del mapa político nacional. “El Mercurio” se jactaba, en los años setenta, de que hasta el mismo presidente Salvador Allende atendía a sus páginas. Si bien su pasado reciente es más que turbio, no cabe duda que en un momento de nuestra historia asumió el papel de “estado mayor” ideológico y político de la derecha chilena. Sus editoriales marcaron el curso de los acontecimientos en Chile. La sabiduría popular, anclada en el sentido común, lo ha reconocido desde siempre como un diario “momio”, imprescindible, no obstante, a la hora de poner “avisos clasificados”.
En la actualidad, aquel grito contestatario de los jóvenes de la Pontificia Universidad Católica, “El Mercurio miente”, se ha perdido como una lejana cita de los años sesenta. “El Mercurio” ya no necesita mentir, ya no se requiere utilizar las armas del lenguaje tendencioso al servicio de los poderosos. Pasaron los tiempos en que sus páginas conjuraban la conspiración para derribar gobiernos y ni siquiera requiere de un hipócrita recato republicano para revestir de legalidad a una deleznable dictadura. Como portavoz del capitalismo criollo y globalizado, “El Mercurio” de hoy ordena y prescribe un orden social y cultural; autoriza y sanciona la circulación del poder político y simbólico en Chile, configurando un imaginario conservador. “El Mercurio” ya no miente, significa.
“El Mercurio” ya no necesita mentir, pues, la sociedad chilena ya no se debate entre dos mundos posibles. El Chile actual es un universo paradojal en que los medios y las pantallas de plasma multicolor sólo remiten a un mundo monocromático. “El Mercurio” ya no necesita mentir cuando Chile entero se ha vuelto “mercurial”. En este sentido, el centenario Decano de la prensa chilena, como una voz solitaria, administra el tránsito de este pequeño rincón del mundo al capitalismo globalizado, cuyo sentido territorial y nacional se ha desvanecido en los flujos de redes digitales.
El lento e ineluctable declive de la ciudad letrada y republicana le otorga a “El Mercurio” una cierta pátina de monumento. Próximos al Bicentenario, cuando cualquier noción de República se desvanece, convertida en mero simulacro; cuando la idea misma de Democracia con mayúscula se desdibuja como pura “performance” medíatica y estadística; el otrora Decano de la prensa chilena sigue orientando a los capitalistas chilenos con los altibajos de las Bolsas, alimentando la crítica literaria, publicando sus fotografías en páginas sociales e inventando Chile, día a día.
“El Mercurio” ya no está en su edificio de la calle Compañía, en el centro de Santiago, está más presente que nunca. Es como si el gran diario del siglo XX se hubiese vuelto invisible a los ojos de los transeúntes. Al igual que el Chile de hoy, donde el imaginario del consumo ha disuelto todo antagonismo, toda pasión y toda utopía. Ya no es posible ver a “El Mercurio” en aquella histórica esquina de la capital, junto a los Tribunales de Justicia. Hoy sólo se erigen allí unas viejas paredes que delimitan un sitio baldío, un espacio vacío donde se acumulan escombros y que algunos malos ciudadanos utilizan para depositar basura.
El autor es Académico e Investigador. Escuela Latinoamericana de Postgrados.
ARENA PÚBLICA, Plataforma de Opinión de Universidad ARCIS.
Artículos Relacionados
Chile: ¿A quiénes sirven los encapuchados?
por Juan Pablo Cárdenas (Chile)
9 años atrás 7 min lectura
Entrevista al intelectual estadounidense Noam Chomsky: «EEUU sigue en Egipto su libreto habitual»
por Amy Goodman (EE.UU.)
14 años atrás 4 min lectura
¡Me pillaron!: ya muchachito, «perfeccióname» la ley
por Patricio Herman (Chile)
15 años atrás 8 min lectura
La mezquina plutocracia chilena, 1910-2007
por Rafael Luis Gumucio Rivas (Chile)
17 años atrás 7 min lectura
La historia oculta del Tratado Minero de Pascua-Lama
por Francisco Marin (Argentina)
14 años atrás 18 min lectura
20 de diciembre de 1964: debut de la primera Orquesta Sinfónica Infantil de La Serena
por Comité Memorial Puente Bulnes (Chile)
3 horas atrás
La Serena, Chile.- El 20 de diciembre de 1964, es decir, hace exactamente 60 años, tuvo lugar el debut de la primera Orquesta Sinfónica Infantil de La Serena, de Chile y de la Patria Grande (América Latina).
Un poco de economía al terminar el año
por Manuel Acuña Asenjo (Chile)
4 horas atrás
23 de diciembre de 2024
«…cuando la familia Luksic entrega 3 mil millones de pesos a la Fundación Teletón, ese dinero no es suyo; se descuenta del que ha de pagar por concepto de impuesto al Estado chileno, por lo que, mientras ese clan familiar aparece, ante la opinión nacional, como un conjunto de seres piadosos y desprendidos, esa donación ha sido efectuada con dineros que le pertenecen al Estado chileno, es decir, se trata de cantidades de dinero que pertenecen a todos los chilenos, y que debieron ser enterados en arcas fiscales por concepto de impuestos.»
Juana Aguilera y desaparición de Julia Chuñil: «Le dijo a su familia ‘si me pasa algo ya saben quién fue'»
por Radio UdeChile
2 días atrás
21 de diciembre de 2024
La presidenta de la Comisión Ética Contra la Tortura reflexionó en torno a la situación de la líder mapuche, cuyo paradero se desconoce desde el pasado 8 de noviembre. Sobre los recursos dispuestos para su búsqueda, aseguró que no son suficientes.
“La desaparición de Julia Chuñil es parte y consecuencia de la corrupción del sistema”
por Villa Grimaldi (Chile)
1 semana atrás
16 de diciembre de 2024
«Estamos lidiando contra un sistema donde desborda la corrupción y nos toca sobrevivir, pero como nosotros somos defensores del alma, nos nace del alma defender el territorio, pues nadie nos formó, no nos vamos a rendir. A nosotros nos dicen estar atacando este río o este bosque y, a la hora que sea, nosotros nos movilizamos y vamos a detener su destrucción.»