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China: El coste humano de un milagro económico

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Trabajadores migrantes internos:  Discriminación y abuso
Los (trabajadores) migrantes internos en China –ciudadanas y ciudadanos chinos procedentes de zonas rurales que residen y trabajan en ciudades chinas– son víctimas de diversas violaciones de derechos humanos y de discriminación debido a su origen social –es decir, rural–. Se les excluye de una amplia gama de servicios, prestaciones sociales y derechos positivos disfrutados por otros residentes urbanos, y muchos siguen corriendo el riesgo de ser trasladados a la fuerza a sus lugares de origen.

En este informe se examina la discriminación contra el colectivo de migrantes internos en China, y las violaciones de sus derechos en las áreas de servicios de salud, educación y empleo. Pone en evidencia el hecho de que el sistema hukou (registro de residencia) chino proporciona la base legal para la discriminación, al condicionar el disfrute de un gran número de derechos y prestaciones de los ciudadanos a su condición en virtud del sistema hukou, que se hereda de los padres al nacer. A los migrantes internos se les obliga sistemáticamente a trabajar horas extraordinarias, no se les conceden vacaciones ni bajas por enfermedad, y se les niega percibir salarios justos al someterlos a regímenes de multas y penalizaciones explotadores. Los empresarios retienen el sueldo a estos trabajadores de forma sistemática, y es habitual que les adeuden de dos a tres meses. No se les hace contrato laboral prácticamente a ninguno de ellos, y esta situación les priva de una base legal que proteja sus derechos en el lugar de trabajo. Si no están inscritos como residentes en el sistema hukou, los migrantes internos son excluidos de muchos planes de servicios de salud municipales ofrecidos a otros residentes urbanos. Debido a los bajos salarios que cobran, normalmente no pueden pagar seguros privados ni afrontar de su propio bolsillo el gasto que suponen los servicios de salud, quedando prácticamente excluidos de toda forma de asistencia.

Los hijos e hijas de migrantes internos son discriminados en su derecho a una educación gratuita y obligatoria, que se condiciona a la categoría de sus padres en el sistema hukou. Debido a esta medida, un gran número de ellos se ha quedado fuera del sistema educativo estatal de su lugar de residencia. Se estima que más de 20 millones de niños y niñas se han "quedado atrás" en las zonas rurales en parte debido a la falta de oportunidades de escolarización adecuadas en las ciudades, y sin recibir la atención adecuada. En muchas ciudades las familias migrantes se ven obligadas a pagar cuotas especiales que no se aplican por igual a los residentes urbanos permanentes. Además, la imposición sistemática de cargos y tarifas a todos los alumnos por parte de las escuelas estatales repercute desproporcionadamente en el derecho a la educación de hijos e hijas de migrantes.

Amnistía Internacional teme que el sistema hukou, aunque se haya vuelto más flexible y menos rígido en los últimos veinte años, constituya discriminación por motivos de origen social y la facilite, vulnerando las normas internacionales vinculantes para China, entre ellas el respeto, la protección y la realización de los derechos consagrados en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. El sistema hukou de China continúa catalogando a los migrantes internos residentes en ciudades chinas como una clase aparte debido a su origen social. De acuerdo con las leyes chinas, para residir y trabajar legalmente en las ciudades, los migrantes internos están obligados a obtener un "permiso de residencia temporal", para lo cual deben pagar una suma y aportar una gran cantidad de documentos. La dificultad que les supone satisfacer estos requisitos les impide, en su gran mayoría, estar plenamente "documentados" y hace que muchos de ellos se vean obligados a residir como trabajadores "indocumentados" en su propio país. A estas personas no sólo se les están negando sus derechos: también corren el riesgo de ser expulsadas de las ciudades.

Amnistía Internacional pide al gobierno chino que tome de inmediato medidas efectivas destinadas a eliminar toda forma de discriminación contra el colectivo de migrantes internos que esté prohibida en virtud del derecho internacional, entre otras:

  • reformar el sistema hukou para eliminar categorías administrativas basadas en el origen social que puedan utilizarse como fundamento de discriminación en el ejercicio de los derechos humanos;
  • eliminar las barreras de idoneidad para acceder a planes de salud urbanos que discriminan contra los migrantes internos, entre ellas las referentes a su categoría en virtud del sistema hukou;
  •  elaborar planes de cuidados de salud, lesiones en el lugar de trabajo y otros tipos de planes de seguros para la salud que no discriminen por el lugar en que se esté inscrito en el sistema hukou;
  • eliminar todos los cargos y tarifas escolares directos e indirectos que se imponen exclusivamente a, y que discriminan contra, las familias de los migrantes internos basándose en su condición de hukou;eliminar todas las barreras administrativas al acceso a la educación obligatoria basadas en la condición de hukou de los padres de un niño o una niña.
Amnistía Internacional también pide a las autoridades chinas que aborden otros motivos de preocupación de derechos humanos con un impacto desproporcionado en los migrantes internos, entre otros:

  •  la eliminación de todos los cargos directos o indirectos y otras cuotas escolares, así como de las barreras que impidan disfrutar el derecho a una educación gratuita y obligatoria a todos los niños.

Amnistía Internacional asimismo hace un llamamiento al gobierno chino para que se respeten los derechos humanos en el trabajo, según lo dispuesto por el derecho y las normas internacionales, incluido mediante lo siguiente:

  • fortalecer los mecanismos de aplicación y endurecer las medidas punitivas contra empresas que no proporcionan a todos sus empleados, incluidos los migrantes internos, un contrato laboral válido y con fuerza legal;
  • respetar el derecho de toda persona a fundar sindicatos y a afiliarse al de su elección de conformidad con los tratados internacionales vinculantes para China, lo que incluye retirar su declaración sobre el artículo 8.1.a del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales que estipula este derecho;
  • seguir aumentando los recursos para centros de asistencia jurídica que ayudan a los migrantes internos a buscar resarcimiento por las violaciones de derechos sufridas en el lugar de trabajo

Este texto resume el documento titulado: Trabajadores migrantes internos: discriminación y abuso. El coste humano de un milagro económico (índice AI: ASA 17/008/2007) publicado por Amnistía Internacional en marzo de 2007. Si desean más información o emprender acciones al respecto, consulten el documento completo. En el sitio web http://www.amnesty.org encontrarán una amplia selección de materiales de AI sobre éste y otros asuntos.

Los comunicados de prensa de la organización pueden recibirse por correo electrónico solicitándolo en la dirección:
http://www.amnesty.org/email/email_updates.html
SECRETARIADO INTERNACIONAL, 1 EASTON STREET, LONDON WC1X 0DW, REINO UNIDO
Traducción de Editorial Amnistía Internacional (EDAI), España
http://web.amnesty.org/library/Index/ESLASA170082007

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