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Estimada Señora Malú Ferres

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Estimada Señora Malú Ferre
He leído el artículo que PiensaChile le ha publicado el día de ayer  ( ¿Tú, con quién te identificas?) y, para serle franco, me provoca miedo. Me provoca miedo su intolerancia, su incapacidad de entender que existen seres humanos que no piensan como Ud. y que sin embargo, lógicamente, merecen respeto.

No sé, ni tengo como imaginarme la edad que Ud. tiene, pero pudiera ser que la causa de su actitud intolerante y totalitaria sea provocada por la juventud, lo cual me tranquilizaría, pues dejaría abierta la posibilidad que sea la vida la que se encargue de enseñarle un poco de tolerancia hacia sus conciudadanos.

Si ya pasó los 50, quiere decir que no aprendió mucho de las experiencias que hemos vivido la mayoría de los chilenos las últimas décadas. Y en ese caso… me preocupa enormemente y ojala que no haya muchas mujeres dentro de la Concertación que piensen como Ud. y que sientan que con Michelle Bachelet llegó la hora de actuar.

Según me veo, a mis casi 60 años, con mis ideales vivos por  lograr una sociedad más justa, humana y solidaria, no me puedo considerar un “pesimista”. Chile no es más que un piedrecita entre los 5.000 millones de seres humanos que pueblan el planeta. Por el contrario, la red que se va armando a nivel mundial de gente que desea un mundo sin hambre, sin catástrofes ecológicas, sin discriminaciones, sin nuevas colonias, etc. va creciendo y eso nos llena de optimismo.
Fundamentalista” tampoco soy, pues con todo los vivido durante el gobierno de la Unidad Popular, la clandestinidad, la prisión, el exilio, la caída del “socialismo real”, la desaparición del “estado de bienestar” de los socialdemócratas europeos, etc. sería ingenuo si pretendiera que es posible imponer una verdad única, que no existe.
Respecto de que puedo ser un “impaciente”, depende. No puedo tener paciencia frente a la actitud burocrática para solucionar problemas que nada cuesta solucionar. En la historia de la sociedad, el que tiene el timbre en la mano, el poder detrás suyo, siempre pide paciencia y calma. El que tiene hambre, el que está cesante, el que está enfermo o tiene un ser querido enfermo y no tiene como pagar su atención, se impacienta, se desespera, a veces hasta grita. Y en Chile hay muchos para los cuales la alegría todavía no llegó, siguen esperando, y se impacientan con justa razón.
¿“Avaro”? para esconder y atesorar ¿qué riqueza?.
Aparentador” no soy. Vivo con alegría lo que soy, pensando en que tuve el tremendo privilegio de salir vivo al cabo de 17 años de dictadura y sabiendo que eso me obliga a no olvidar a los que cayeron, y gozar cada nuevo día, que a ellos les robaron brutalmente. Trataron de destruirnos y aquí estamos, vivos y luchando por nuestras ideas. ¿Qué podría querer aparentar?
No lo voy a negar, algo de “Abuelita ingenua” tengo. No puedo evitar que algo en mi me lleve a creer, aunque sea un poquito, que esta vez nos van a cumplir las promesas, pero este es sólo un estado pasajero del alma, pues de inmediato recuerdo aquel dicho popular: “a Dios rogando y con el mazo dando”. Y aquí le vamos dando.
En lo que si creo que Ud. “se fue al chancho”, es en suponer que alguien que no vota por la Bachelet se debe a que es un “nacional socialista”. Me parece muy tirado de la mechas. Se supone que Ud. está analizando el posible universo de electores de la Concertación. Por favor, para que el diálogo y la discusión siga, para que nuestra sociedad sea cada día más democrática, cuidemos lo que decimos. Conozco a muchos que no está por la candidata de la Concertación y que arriesgaron la vida por recuperar la democracia. ¿Ud. cree que voy a poder pensar que su posición debe a que son nazis? Por favor, en que mundo vive.
Lo de “machista recalcitrante” no me preocupa. Ese es un tema más complejo que tirar acusaciones como quien tira piedras a la cabeza de su oponente. Ud. debe saber que fue la izquierda chilena, los comunistas, los socialistas, es decir los partidos que representaban al pueblo, a la clase obrera, a la gente humilde, los que más fuerza hicieron para que tempranamente la mujer tuviera derecho a voto en este país. A esa inmensa fuerza se sumó, por supuesto, la energía y la entrega de grandes mujeres que tempranamente salieron a la calle a luchar por sus derechos. Hoy el tema parece muy simple, pero las raíces del machismo nos van a dar tema para pelea por mucho rato. Ud. es una mujer culta y ha de saber que el machismo tiene dos partes: el hombre y la mujer. Son ambas partes lo que le tienen que darle fin. Recuerde que son mayoritariamente mujeres las que educan (madres y profesoras) a los niños y a las niñas, de los cuales, más tarde muchos se transforman en machos y no pocas le exigen esa conducta, inconcientemente, por cultura. Si tiene hijos hombres, espero que le de las mismas tareas que a su hija mujer.

Lo que si es verdad es que estoy “Indeciso”, pues no me convence la Bachelet, pero tampoco Hirsch. Está claro que la Bachelet va a salir elegida, pero con eso no se terminan los problemas de Chile. Lo único que de verdad nos puede ayudar a avanzar en el sentido correcto es la recreación de lo que fue el movimiento popular, el movimiento político, el movimiento sindical, en una palabra, el fortalecimiento de la participación ciudadana. Es esa, precisamente, la gran deuda de la Concertación, no del gobierno, sino de los partidos que la conforman. Fueron ellos los que le “cerraron la llave del gas” al gran movimiento que terminó derrotando a la dictadura.

Los gobiernos pasan, los Lagos pasan, las Bachelet, pasan, la sociedad y sus estructuras quedan. Y una sociedad que no es capaz de valerse y defenderse por si misma, no tiene muchas esperanzas de felicidad. Hay alguien, cuyo nombre hoy no recuerdo, que dijo “¡Ay! de los pueblos que necesitan héroes”.
Ud. dice que los impacientes son los “Robin Hood” modernos y yo creo precisamente lo contrario. Muchos dirigentes de gobierno, Lagos incluido, se creen Robin Hood. Sienten que son ellos los que le solucionan los problemas al pueblo y no es este el que construye su propio futuro. Mire, hablando de la catástrofe del Lago Maihue, Lagos dice que el problema no es económico, pues lo que se necesitaba para solucionar el problema era muy poco. ¿Y por qué no se solucionó entonces a tiempo? De acuerdo con la lógica de Lagos, ocurrió porque el progreso va más rápido que el gobierno. La lancha habría estado si el gobierno hubiera sabido que era necesaria, pero lo concreto es que no lo supo y murieron 11 personas. ¿Qué falló entonces? En mi opinión, las victimas del Lago Maihue son víctimas de la falta de democracia, victimas de la falta de organización, víctimas de la falta de conciencia en la gente, que debería saber y sentir que sus derechos sólo van a ser respetados si actúan organizados, exigiendo a la autoridad pública lo que necesitan. Se da cuenta que el tema es más complejo. Ningún gobierno lo puede saber todo (“en este país no se mueve una hoja…”), así como cada muerto en nuestra sociedad es en parte una responsabilidad de todos, porque no hicimos lo suficiente por impedirlo, porque no denunciamos la desidia del funcionario que debía organizar la solución.
Ud. debe haber visto en televisión a esa mujer que discutió con el Ministro de Salud en Valparaíso. Pues bien, al día siguiente, luego de las amenazas del ministro, esa pobre muje
r apareció en las noticias, llorando, pidiéndole disculpas al “señor ministro” por lo que había hecho. ¿Cómo veo yo los hechos? Según lo que he leído, esa mujer, empleada desde hace años en el hospital, atiende público en el pasillo por falta de espacio. Ella es una buena funcionaria y sólo quiere dar una mejor atención al público. La falta de funcionamiento de la organización en que trabaja, hicieron que ella no supiera defender sus derechos como lo debería poder hacer cualquier ciudadano en esta sociedad en democracia. Una mujer acostumbrada a plantear sus problemas y a discutir en el marco de una organización, no debería haber tenido problemas para plantearle al ministro sus exigencias. No tendría porque haber terminado a gritos con él. A su vez, si los canales de comunicación al interior del ministerio funcionaran verdaderamente, los empleados no habrían tenido necesidad de “asaltar” al ministro como lo hicieron. Tendrían que haber tenido la posibilidad de hacerle llegar sus exigencias y reclamos por la vía normal. ¿Me entiende? Créame, que me dio mucha pena ver a esa pobre funcionaria llorando, y pidiendo disculpas, por miedo a perder su trabajo. Denigrante. Bastaba el diálogo a tiempo y nos habríamos evitado que un ser humano se hubiera tenido que humillar ante las cámaras de tv por miedo a perder su empleo. Eso no es democracia. Ese no es el Chile por el cual luchamos.
Que la macro economía esté bien, que bueno por los Luksic, los Matte, los Piñera, etc., pero no le diga eso a muchos que están o cesantes, o con el agua el cuello, pagando deudas de isapre, de colegio, de compra de casa…
Que los espacios de opinión están abiertos a todos, no lo veo tan así. Sino, ¿por qué murieron todos los diarios y revistas que lucharon bajo la dictadura? ¿Por qué murió Rocinante? ¿Por qué los noticieros del canal nacional estatal es tan basura y da la impresión de que en el mundo no pasara nada? Sería lindo que el principal y más importante espacio de opinión y debate, el Parlamento, estuviera abierto a todos y no sólo a dos agrupaciones, las que además “blindan” a sus principales próceres para asegurar que estos lleguen a ser elegidos y nos puedan seguir “representando” y defendiendo.
Mi querida amiga, el que se hayan logrado “avances en materias sociales” no significa que uno esté obligado a encontrarlo todo bien. Si hay cosas que se hacen mal, no significa que el presidente o el candidato sean los responsables. Existen ministros, jefes de departamentos, jefes de servicios, directores de empresas, etc. que deben responder los cargos. Además, al final del cuento, los responsables somos todos como sociedad, porque no creamos instancias de control, de crítica. Como estado Chile está gastando millones y millones de dólares, pero ¿Ud. sabe si lo estamos haciendo bien? ¿No? Entonces permita que otros levanten el dedo para hacer una observación, sugerir otra forma, proponer otra vía, y no se le acuse y se le amenace de inmediato con las penas del infierno, pues por ese camino esto no va a terminar bien. A su edad, y como al parecer le está yendo bien, se debe haber comprado una casa hace poco. ¿Sabe la calidad de casa que compró? No puede saberlo, porque no es experta en eso. ¿Quién nos ayuda? ¿Quién controla a las constructoras? ¿Quién controla a los monstruos? ¿Quién defiende al ciudadano común, a la pequeña y mediana empresa?
¿De quién nos hemos ganado “el respeto como nación a nivel mundial”? No se a que tipo de respeto se refiere. Para mi valen ciertas cosas que no sé si para Ud. también valen. Por ejemplo, Chile es conocido por millones de persona en el mundo por su heroica lucha contra la dictadura militar. Y en esa lucha estuvimos millones y algunos hoy no estamos de acuerdo con diferentes cuestiones que hace y dice la Concertación. Las puertas de las economías del gran mundo se abrieron a Chile con la llegada de la democracia y eso fue logrado por una Concertación que recogía a muchas más organizaciones y personalidades que hoy. El Ministro Juan Guzmán es muy bien recibido en todas partes. Las dirigentes de las organizaciones de los Familiares de Detenidos Desaparecidos, por su increíble lucha, son miradas con mucho respeto en el mundo. Yo no sé a que tipo de respeto se refiere.
Le ruego que recuerde que si hay militares asesinos que están presos o están siendo juzgados, no se lo debemos al gobierno, se debe a la lucha inclaudicable y valerosa de organizaciones, que a menudo llegaron a tener choques o roces con el gobierno. Si hay asesinos en la cárcel se debe también al enorme valor de abogados de DDHH que merecen un homenaje que hasta hoy se les debe.
Señora Malú, el no votar por la Concertación no significa que seamos unos antisociales, unos desquiciados. Su sospechas de que somos nazis, que somos avaros, que somos cualquier cosa, habla mal de Ud. misma. No busque el enemigo en este lado. Ya tenemos demasiadas victimas a lo largo de la historia. Nuestra lucha no partió ayer, le venimos dando por generaciones y no por eso nos sentimos dueños de la democracia en Chile. Lo hacemos por convicción, por el simple convencimiento de que no hay otro camino. No estigmatizamos a nadie por sus ideas, no olvidemos un pasado en éramos más tolerantes, demostremos que algo aprendimos en los 17 años de dictadura.
Un saludo cordial para Ud.
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