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La democracia no es chacota

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Lo que escribí no va dirigido a los jóvenes, que por naturaleza siempre se comprometen con todo su corazón.
Ni a la gente humilde que le cuesta más creer en la capacidad de una mujer  para dirigir nuestro país – porque en su entorno esa realidad se ve poco –  pero que cuando se decide está segura de lo que hace y es más seria en sus convicciones y decisiones.

Va dirigida a esa  gente light que manipula su voto, la que, olvidándose de los muertos, detenidos, torturados y desaparecidos  que nos costó este proceso,  convierte la democracia en una chacota.

Me siento mal, muy mal. La gente no madura, no toma conciencia de lo que significa estar en democracia, de todo lo que significó este lento pero gratificante proceso. Y lo digo porque luego del debate, donde el populista candidato del 2% habló, y dijo todo lo que dijo con la tremenda valentía que le otorga la absoluta seguridad de no ser elegido, la prensa, en especial La Tercera, avivándole la cueca, escribió que a la gente le gustó lo que dijo Hirsch y que se va a llevar muchos votos de los indecisos, y que cambiaría las decisiones antes tomadas a favor de otro candidato.
La verdad por su nombre: Fue un cariñito al alma escuchar lo que dijo Hirsch en contra de la dictadura, que considero que ha sido – lejos – el episodio más oscuro y vergonzoso de nuestra historia. Y hasta hace poco pensábamos eso solamente refiriéndonos a los derechos humanos, mientras que hoy han aumentado sus delitos del nefasto dictador, asesino, ladrón y payaso, y están siendo fichados por robo al país.

Dijo la verdad Hirsh, pero fue populista, avasallador en los ataques y muy poco claro en las propuestas, que es lo que cautiva a la gente que no tiene un sentido claro del compromiso ni de la conciencia política.

Y menciono esto porque pienso que esta primera vuelta – si no hacemos algo urgente – se va a convertir en una chacota. He escuchado con estupor a un amigo indeciso que está pensando en votar por Piñera para lastimar a Lavín. Y su señora, también indecisa, para lastimarlo más aún, piensa votar por Hirsch.

Creen estas personas y las señaladas por La Tercera, que la primera vuelta es una chacota, que se debe votar no por el que le más lo identifica, sino que – dueños indiscutibles de su voto – quieren demostrar que no es seria la primera vuelta, que está demás  y que las verdaderas elecciones  son en la segunda vuelta, y ahí sí tienen clarísimo que Hirsch no corre, que el empresario y millonario Piñera haría un negociado más en su carrera en su propio beneficio, pero esta vez con nuestro país, y que Lavín, el hombre del botón de pánico –  desbancaría nuestra nación como lo hizo en tan poco tiempo con el teatro Municipal, persistiendo con el desastroso método de creer que Santiago tiene el mismo dinero que Las Condes.

Recién entonces estos light ciudadanos se pondrían las pilas y votarían por la persona más idónea, por la que con sus propios méritos ha logrado sistemáticamente encabezar las encuestas, sin la vil necesidad de atacar a otro candidato. Porque Michelle nunca ha tenido ni va a tener como lema: Todos contra Lavín, o Todos contra Piñera, como lo han hecho de una manera tan poco honesta y … caballerosa y …varonil (pucha que cuesta a veces no escribir maricón y ya!), los candidatos de derecha.

No me canso de repetir que Michelle Bachelet será, en esta oportunidad, elegida  la primera  Presidenta Mujer en la historia de Chile. Ya sea en la primera o en la segunda vuelta.
Pero si tomamos conciencia de lo que vamos a hacer con nuestro voto en nuestra pequeña cabina, a solas, sin alardes de ningún tipo, pensando sólo en el bienestar para Chile, en que ella nos representa – con todo lo que aprendimos sobre Michelle luego de leer su biografía en esta, tu página web – con una mano en el lápiz y la otra mano en el corazón, indudablemente no habrá segunda vuelta.

Si somos serios, maduros, honestos, Michelle Bachelet será la ganadora indiscutible en la primera vuelta, evitándole así al país ese tremendo desperdicio que significa el gasto que ocasiona la segunda vuelta. Porque… ¿se han puesto a pensar en lo que se podría invertir ese dinero? Yo pienso – por ejemplo – en más becas para  alumnos universitarios sin recursos.

Volémonos juntos: ¿en qué invertirías tú ese ahorro que lograría el país de tener solamente una primera vuelta?

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