12 agosto 2016
Hubo un tiempo -no hace tanto, vale la pena remarcarlo- que hablar de Fidel Castro suponía una herejía absoluta, incluso en ámbitos universitarios y periodísticos, generalmente más plurales. Cuba se había convertido en una especie de mala palabra en el plano de las relaciones internacionales: cualquier atisbo de solidaridad con aquel pueblo “marcaba” al solidario, lo exponía ante tergiversaciones y manipulaciones cuyo único fin era precisamente evitar toda acción solidaria con La Habana, con una fría planificación previa.
Esa misma operación, similar a la que hoy está en curso sobre la Venezuela Bolivariana, lejos de intimidar a la dirigencia cubana le sirvió como lección. Había que transitar la post caída del Muro de Berlín con entereza, un desafío enorme para la pequeña isla en un contexto internacional verdaderamente adverso, prácticamente sin socios ni aliados de peso. Y Cuba lo hizo con no pocos sacrificios y dificultades: el llamado “período especial” quedó como huella en la historia contemporánea de aquel país.
El ADN de la Revolución Cubana, en estas seis décadas, ha sido precisamente ese: el reponerse ante la tormenta de frente. Sucedió en Playa Girón durante los 60; sucedió ante la proliferación de dictaduras cívico-militares en todo el continente durante los 70; sucedió durante el desmoronamiento de la URSS a inicios de los 90. Antes todas aquellas adversidades la isla cerró filas, lo que evitó que el descomunal bloqueo económico, financiero y comercial de EEUU diera por tierra a aquella experiencia que esperanzó a sectores subalternos en todo el mundo.
El propio Fidel Castro tuvo ese instinto de supervivencia diez años atrás, cuando tras delegar en Raúl los cargos de presidente de Cuba, primer secretario del Partido Comunista, presidente del Consejo de Estado y comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, superó las adversidades de salud. Así, vivió para ver como poco a poco Cuba dejaba de ser aquella mala palabra: la isla ocupó la presidencia de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC, 33 países) en 2013, tras lo cual el gobierno de EEUU decidió avanzar en una normalización diplomática con la isla, comprendiendo que había errado en su política intervencionista.
Los 90 de Fidel son precisamente eso: una reivindicación a un hombre siempre vapuleado, pero nunca derrotado. Aquella histórica condena en relación al asalto al cuartel Moncada, donde expuso el alegato “La historia me absolverá”, puede servir precisamente para comprender que ante las adversidades el nacido en Birán siempre decidió redoblar la apuesta. Y ciertamente le salió bien aquel refrán de que “la mejor defensa es un buen ataque”: aquella fue su táctica permanente para salir de laberintos momentáneos.
Hoy, en el noventa aniversario de su nacimiento, podemos decir que la historia no solo lo ha absuelto, sino que lo ha puesto entre las personalidades vivas más importantes del mundo entero. Su legado será estudiado en las próximas décadas: Fidel cambió la correlación de fuerzas de la pequeña isla, pero además contribuyó a modificar sensiblemente la orientación de América Latina y el Caribe en su conjunto. En momentos donde un intento de “restauración conservadora” aparece en el horizonte de la región, hay que reivindicar su mejor legado: de las adversidades también se construyen victorias.
*Fuente: Cuba Debate
Artículos Relacionados
Verónica de Negri luego de ver “La Mirada Incendiada”: “Es una burla al máximo de la memoria histórica”
por César Tudela (Chile)
3 años atrás 9 min lectura
«hay tanta luz en esta tierra de indolente oscuridad»
por El árbol de Diego (Chile)
3 años atrás 1 min lectura
Michelle Bachelet y el Imperio
por Haroldo Quinteros Bugueño (Iquique, Chile)
5 años atrás 6 min lectura
"La lucha cotidiana para mantener la cordura, la razón, la ternura, el amor a la vida, a pesar de lo ocurrido"
por Manuel Guerrero Antequera (Chile)
9 años atrás 5 min lectura
Stella Díaz Varin, la Colorina
por Fernando Guzzoni (Chile)
8 años atrás 1 min lectura
Indultados. Fue/es muy dura la derrota
por Pablo Varas (Chile)
6 años atrás 4 min lectura
El ocaso de un Orden Mundial decadente
por Níkolas Stolpkin (Chile)
4 horas atrás
Quienes quieran ver el conflicto bélico en Ucrania como cualquier conflicto bélico, están muy equivocados. El desenlace podría traer grandes cambios. Cambios que podrían asemejarse a los ocurridos terminada la Segunda Guerra Mundial.
De la democracia a la oligarquía de los partidos
por Karl Jaspers (Alemania)
1 día atrás
«La dirección del Estado está en manos de la oligarquía de los partidos…. Su posición, ausente de cualquier tensión con otro poder, seduce…. Los partidos quieren ocupar los espacios con su propia gente. Esta es la recompensa al trabajo del partido, el botín de la victoria tras la batalla electoral ….»
España: alianza “político mediática” busca que la sociedad civil olvide la existencia del pueblo saharaui
por Alfonso Lafarga (España)
2 horas atrás
15 de mayo de 2024
Para la activista saharaui la responsabilidad de España no solo es moral o ética, “es sobre todo política y jurídica, que debe y puede asumir”, pues sigue siendo la potencia administradora del Sáhara Occidental mientras no se descolonice la última colonia en África”.
Los párrafos de la condena a Llaitul que amenazan la libertad de expresión
por Myrna Villegas Díaz (Chile)
3 días atrás
A tan solo tres días de haberse celebrado en Santiago un gran encuentro en defensa de la libertad de expresión, el dirigente de un grupo activista mapuche ha sido condenado a severas penas por delitos contra el orden público de la Ley de Seguridad del Estado (LSE) y otros delitos comunes.